5
Mew se agarra a un escarpa y sostiene a Gulf de la mano. La escarpa es en realidad la entrada a una madriguera vacía. Él los adentra y ambos toman asiento a los extremos. —A ver si nos ven desde aquí. — Mew se asoma afuera y grita. James y Freen sonríen aliviados. Preguntan si están bien a lo que Mew confirma que sí. Ellos dicen que irán a buscar ayuda. Mew les agradece y voltea hacia Gulf. —Fueron a buscar ayuda. Pronto saldremos de aquí– Pero lo que ve termina con su sonrisa. Gulf cabizbajo y sentado en posición fetal.
—Cuánto lo siento, Gulf. No debí decir eso–
—Soy yo el que debería disculparse. Ustedes solo querían pasarla bien y yo... Tú intentaste consolarme y recordé a mi ex-esposo. Dios, qué tonto soy, ¿no? Mamá se suicidó porque ya no resistía vivir en este mundo. Papá me dejó porque vio mi locura como una oportunidad para no tener responsabilidades. Tuve un buen esposo y la realidad nos superó. Él era un buen hombre, me hizo muy feliz.
Tan feliz que olvidé Naradia. Pero la renta, los impuestos, los prestamos que olvidó pagar lo volvieron un desconocido vil y monstruoso, empujándome a refugiarme en Naradia. Lo siento. Lo siento, Mew.
—¿Te hizo daño?
Gulf asiente con lentitud e intenta sonreír. —Todo terminó después de que él reconoció que cruzó la línea. Porque la cruzó. Pero lo dejé ser hasta el final. Porque yo sabía que él no era así. Que estaba frustrado. Él se quedó con Bigotes, era muy lindo. Y yo regrese al Hospital Psiquiátrico.
Mew arrastra las rodillas por el pavimento para sentarse cerca. Ambos se miran a los ojos. —Yo te hubiera tratado mejor.
—Lástima que no eres homosexual. — Gulf vacila entre lágrimas, pero ante el silencio, prolonga la mirada. Mew traga grueso. —Tú... lo eres.
—Papá quiere que me case entonces no he dicho nada. Pero, te lo confío a ti y, de paso, te agradezco por traerme a Naradia. — Mew acuna las mejillas de Gulf y limpia las lágrimas con sus pulgares. Gulf sabía que Mew podía ser amable, pero nunca al nivel de limpiarle las lágrimas. Alguien tan pulcro y lujoso como él le darían asco las lágrimas de un pobre, ¿no? Sería lo normal, según Gulf.
Pero en esos momentos, nuestros protagonistas habían descubierto nuevas facetas de sí mismos y aunque sólo habían pasado cuatro días juntos, el viaje los había cambiado. Desde abrir sus más profundas heridas hasta descubrir una chispa entre ellos. Una química irrefutable.
Un helicóptero aparece sobre el acantilado y una cuerda rescatista es lanzada a las rocas. El equipo de rescate se desliza por la cuerda y le dice a los chicos que los subirá de uno en uno. Gulf ofrece a Mew, pero Mew insiste en que vaya él primero. —Yo te seguiré. Tranquilo. — Promete el CEO justo cuando el rescatista abraza a Gulf.
─── ⋆⋅☆⋅⋆ ──
Armando se ha reunido con la hermana de Mew en el restaurante del hotel. Aprovechando su tiempo libre. Él cruzado de piernas y ella igual, vestida como La Parca. —Te has tardado. Quiero saber si pierdo el tiempo contigo.
—Perdón. Normalmente no tardo mucho, pero las veces que he visto a tu hermano, se me ha hecho agradable. ¿Por qué quieres matar a alguien así?
—Porque quiero todo lo que posee.
—Ah. La ambición es poderosa. Lo entiendo.
—Armando, responde la pregunta.
—Sobre ello, no me pague todavía. Estoy bastante cansado de los asesinatos, ¿sabe? Limpiar la evidencia, volver a mi país natal. Es curioso porque todos los encargos han sido personas malas, pero su hermano es el primer encargo que no es malo.
La hermana calla y únicamente observa tocada por la sinceridad del muchacho. Pero esa sinceridad sólo alimenta su avaricia. Porque su hermano siempre fue el mejor en todo y el más grande orgullo de su papá. —Pero lo intentaré. Si no puedo entonces no perderás el dinero.
—Bien. Sabes hacer negociaciones.
—Oficio de toda la vida. Soy excelente.
─── ⋆⋅☆⋅⋆ ──
El rescatista sube a Gulf hasta James y Freen, quiénes lo reciben con un abrazo. Entonces los tres se asoman para esperar el anhelado rescate de Mew. Mew se abraza al rescatista y mira abajo nervioso.
—Oiga. Lo siento. — El rescatista susurra en su oído. Mew retrocede y pregunta la razón de la disculpa.
El hombre lo empuja fingiendo un desbalance y Mew mira a los chicos durante el descenso. A Gulf principalmente. Todos vociferan negación, pero el CEO se golpea en la cabeza con una roca. El silencio y la oscuridad lo fulminan y, de repente, recuerda cada momento que Gulf describió. Sólo que con la fantasía hecha realidad. Ve a la hada que tanto menciona, ve a Freen con una rana en la cabeza antes de ser La Reina de Las Ranas y ve a Naradia con mucho más magia de la normal.
Al despertar, está en un cuarto de hospital grande y lujoso. Gulf está sentado a su lado y los demás en pie detrás de él. —¡Mew! Has despertado. ¿Cómo te sientes?
Mew no puede evitar sonreír al ver, por fin, el hada en el hombro de Gulf. Dorada y hermosa, tal como la describía el usuario. —¡Ya la veo! La veo y es, es hermosa.
—Mew, no te entendemos.
—La hada. En tu hombro. Siempre fue real, tenías razón. Mira, hay más como ella afuera de la ventana. ¿No las ven? — Mew ríe tras ambas manos.
—No, Mew, ellas surgieron por mí trauma. No existen. Tardé en darme cuenta, pero lo comprendí. Gracias a ti. Tú no crees en esas cosas. ¿Recuerdas?
—Pues me volví creyente. — Ríe Mew. —Ser ateo de la fantasía es muy aburrido. ¿No lo crees?
James, Freen y Gulf se incomodan. La puerta de la habitación se desliza abierta con la presencia de una oficial de policía que pide hablar con uno de ellos. Gulf se ofrece, cabizbajo e interrogante. Al salir, mira a la fémina. Le presta atención al detalle. Su comparación con la hada en su hombro es irrefutable. Sólo que la hada es veinte años más jóven. La mujer lo mira, quedando igual de atónita. —Un momento. Eras ese niño. El que recogimos del acantilado.
—Usted me cuidó muy bien. Me envolvió en una manta y bebimos chocolate caliente. Lamento olvidar su nombre.
—Estabas herido no tenías que recordarlo. Mi nombre es Newska. Me alegra ver que estás bien.
Gulf se sonroja y la hermosa hada en su hombro desaparece. Ahora Newska era la abuela de dos nietas. Su apariencia, aunque marchita, permanece afable. —¿Por qué te involucras con la policía esta vez, querido?
—Hice algo estúpido que arriesgó la vida de alguien muy querido para mí. Todo iba bien hasta que el rescatista se desbalanceó y mi amigo cayó a las rocas.
—Pues aquí está lo raro, querido. No damos con el rescatista. Es como si hubiera desaparecido. El piloto no sabe cómo. Dijeron que el rescatista era nuevo en el trabajo.
Gulf agranda los ojos. Realizando que la hermana de Mew intentó matarlo la vez pasada. Era posible que ella lo hubiera intentado otra vez. —Newska, puede que... — Una mano cae sobre su hombro derecho, pesada y con garras rosadas. Gulf voltea lento hasta ver de quién se trata y piensa que es la hermana de Mew. Por su parecido físico. Vestida como la parca en un traje más grande que ella y tacones blancos.
—Disculpen, soy la tutora de mi hermano. Cualquier noticia debería ser dirigida a mí y no a extraños que pueden poner en peligro en linaje de mi familia.
—Claaro. Hablaré con usted tan pronto termine con este caballero. — Newska muestra disgusto por su último comentario, pero mira atenta a Gulf. Pero este, por supuesto, no dice nada.
—Tengo que hablar con ustedes luego. — La hermana avisa con un tierno brincoteo de hombros que sólo la hace más sádica. Gulf sacude los escalofríos y mientras camina, alguien lo ingresa a un pasillo, arrinconándolo y cubriendo su boca. El individuo usa ropa de jóven punk, pero cubre su rostro con una mascarilla. Tan pronto como se la baja, Gulf descubre que es Armando. Armando le dice que guarde silencio porque está aquí para ayudar pero la hermana de Mew no lo puede saber.
Gulf pregunta cómo la conoce.
—Escucha, no sé cómo te llamas, pero en realidad no soy un mesero. He sido asesino a sueldo desde toda mi vida. Ella me contrató, pero le dije que quizás no mataría a su hermano y veo que contrató a alguien más para hacerlo. Deben de protegerlo. Deben cuidar a Mew.
—Armando, todo esto es demasiado de asimilar.
—Si puedes con dos penes, puedes con esto.
—Dos pe... ¿A qué va eso?
—Escucha, existe una segunda opción, pero es muy arriesgada.
—Dime.
—Contratarme para asesinarla.
—¿Hay tercera opción?
—Reunir toda la evidencia necesaria para incriminarla. Tú eliges.
Escuchan a la hermana acercarse entonces Armando juega al hombre araña pegando los pies y las manos a las paredes laterales para subir hasta el techo y acostarse de manera horizontal. Él le guiña un ojo a Gulf y este sonríe.
—Reúne a tus amiguitos. Tenemos que hablar. — La hermana le dice a Gulf y él asiente.
Nota de Autora: AHHH. Ahora Mew es el que cree, jajaja. Roles inversos. ¿Harán algo con la hermana de Mew? JUM. Y, AMÉ LA ESCENA DE ELLOS EN LA MADRIGUERA LIKE AHHH. Jajaja espero que estén bien y que hayan disfrutado la lectura. ¡Nos leemos!
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