Capítulo 1: El incidente
—¡Ya sé! Mejor quememos el árbol y dejemos espacio para que pueda caminar —espetó Scourge.
Era terrible. Luego de tener que aceptar un "pacto de paz" para que él y su contraparte dejaran de pelear, lo obligaron a estar en los alrededores de todos esos seres a los que alguna vez deseó matar, su forma de ver el mundo era tan "amistad, generosidad, lealtad" que el erizo verde estuvo a punto de vomitar por lo estúpido que resultaba creer que él podría cumplir un alto al fuego.
En realidad, todos sabían que Scourge en cualquier momento rompería el trato y volverían a lo de antes, pero preferían pensar que no sería algo próximo; así que olvidaron por completo quién era y prefirieron encargarse de la fecha que venía: Navidad.
Scourge, por lo poco que recordaba de su infancia, tenía el concepto de que era un día para robar regalos a los niños e incendiar iglesias, pero no iba a ponerse a hacer eso y, en su lugar, estaba estorbando mientras los demás cumplían sus roles para decorar su entorno.
Él supo que estaba en verdad desesperado para salir de todo ese círculo empalagoso cuando la única persona a la que encontró para molestar fue a Miles.
Miles se había obligado a sí mismo a tener un intercambio de palabras con Tails, se esforzó demasiado para no hacer una mueca de asco cada vez que lo veía agarrando una llave inglesa.
—¡Toma! —El vulpino más entusiasta le arrojó un martillo, el azabache se hizo a un lado y dejó que esa herramienta abollara a Tornado.
—Entonces... Tú prefieres perder el tiempo, digo, "entretenerte" en esta basura, ejem, taller. —Encogió su brazo al notar aceite en la mesa donde iba apoyarse.
—¡Sí! Es divertido, los dos somos listos y tú podrías ayudarme con un nuevo invento, estaba trabajando en algo... Creo que ayudará a alcanzar la punta del árbol y acomodará mejor la copa.
—Ja, ja, sí, tal vez sería mejor que esté muerto —murmuró.
—¿Qué quieres hacer antes de trabajar? —Tails se acercó con una caja de metal a la que luego dejó sobre el suelo, frente a su anti, para que tomara algo.
—Irme, pero, como estoy ligado a ti, solo ver lo que haces.
—¿Te gustaría lavar a Tornado? ¡Será increíble!
—Estoy tan emocionado —expresó con desgana, pero el otro no lo captó y lo jaló del brazo para buscar algo con qué empezar. En el trayecto, donde Miles parecía más una bandera roja que un zorro corriendo al lado de Tails, chocó con la mirada de Scourge y él se empezó a quebrar de la risa.
—Quizá sí quiera ayudarte —dijo para aparentar un diálogo positivo.
—¡Bien! Podrías mojarte bastante, tal vez quieras quitarte eso —señaló su chaqueta, Miles la miró también y detrás de él, donde la risa de su rey todavía resonaba exageradamente.
—No, tengo más de estos.
Miles no esperaba que Tails le indicara hacer alto tan manual, creyó que sería solo rociar con una manguera a la avioneta y esperar a que se congelara, pero sus ideas se esfumaron de forma desagradable cuando recibió un balde y un trapo.
—¡¿Qué se supone que haga con esto?! —gritó con horror.
—Limpiar a Tornado, yo ordenaré todos mis instrumentos y buscaré algunas piezas —comentó feliz.
—Aj.
Le dio guantes de fregar azules. Tuvo que retirarse las púas de sus muñecas para evitar que el agua se filtrara por aberturas y suspiró al pensar en cuánto demoraría.
En lo que Tails no paraba de cotorrear y Miles pensaba en mil formas de aniquilarlo, estaba haciendo un buen trabajo, fue una compañía indeseada, pero lo entretenía de su terrible labor, a pesar de tomar un poco de cariño al notar que lo estaba haciendo mejor que como solía hacerlo su contraparte, eso fue excelente.
Su mente se alarmó cuando oyó un silbido. Miró entre sus piernas para saber qué era y se encontró con la imagen vaga de Scourge.
—Qué bien por ti estar restregándote por todo ese avión, me haces recordar a esas perras que aparecen en los carteles de lavado de carros —gritoneó para que cualquiera lo oyera. Miles bajó de Tornado y le aventó el agua sucia de la avioneta.
Si no hubiera encontrado a Sonic y a los demás en el interior del palacio del rey Acorn, estaba seguro de que habría muerto en manos del erizo verde.
Scourge se estaba aburriendo. Ni siquiera Alicia estaba observando todo desde lejos, fue desagradable pensar que, cuando quisiera rebelarse, no tendría apoyo de ningún lado. No estaría ahí por siempre.
—¿Quieres ayudarme con esto? —le preguntó Amy con una canasta en la mano.
—No, vete a la mierda.
Ella frunció el ceño, pero no le dijo nada, el día anterior casi la arroja al abismo luego de que insistió en "ser feliz" para esa época del año.
Se lo buscó, en otras palabras.
Miles llegó junto a Tails en un momento determinado cerca a medianoche, Navidad llegaría en una semana y todos actuaban como si fuera algo por lo que alegrarse.
Fiona no estaba en ese lugar por el día, eso lo hizo más tedioso aún, con ella al menos podía coger o solo conversar sobre lo absurdo que era la paz.
—¡Esto es! —El amigo de Sonic quitó la lona y dejó ver un invento grande con semejante apariencia a un muñeco de nieve, pero perdió su estructura cuando se irguió y esperó que lo configuraran para cumplir su función.
Miles los rodeó y caminó hacia el sofá donde se encontraba Scourge, este intentó mostrarse intimidante para alejarlo, pero nadie se lo tomaba en serio esos días, así que el vulpino estuvo a su lado de todas formas.
—No me molestes —advirtió alejando sus dos colas de él.
—No te sientas especial solo porque eres lo único que está cerca.
Los llamaron. El azabache encontraba muy fácil ocultar sus verdaderas emociones, eso lo llevó a ser bastante apreciado por los demás, pero Scourge no podía y prácticamente se tardó diez minutos en caminar tres metros.
—Tails, ¿estás seguro de que está bien? —consultó el cobalto viendo el aparato un poco preocupado, su cabeza se inclinó ante la duda.
—No esperamos que tu cerebro diminuto entienda esto —explicó Miles revisando sus púas, Tails sonrió para disimular esa crítica y se subió en la máquina.
—¡Ja, ja! Ese fue un monólogo —dictaminó el erizo verde, los demás se rieron por la interrupción, incluso el vulpino bueno lo hizo.
—¡No es cierto! —contradijo—. ¡Siempre pienso por todo el grupo!
—Eso explica porque nada nos salía bien —continuó. Más burlas para el azabache.
Tails carraspeó para llamar la atención y puso en práctica su invento, pero ocurrió algo no previsto. Patch y Antoine acababan de llegar, el primero, al guardar su espada luego de una maniobra, cortó una guirnalda pesada que se balanceó hasta que el zorro estuvo a unos centímetros de caer de su invento, se sujetó de la palanca que movió un brazo del robot y este empujó el árbol que recién habían terminado de arreglar esa tarde.
Scourge, que seguía mofándose de su subordinado, no advirtió que el abeto lleno de luces caería sobre él hasta que estuvo a pulgadas de chocar consigo.
Antes de perder el conocimiento, estuvo seguro de oír cómo la risa de Miles resonaba exageradamente.
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
—Hasta dormido se veo feo.
Esa voz era de Miles, no había duda de ello. Scourge intentó incorporarse para ahorcarlo, pero no pudo porque le dolía demasiado la cabeza. Volvió a su posición original y esperó que su vista se adaptara a la luz sobre él.
—Pobrecito, su estupidez fue más fuerte.
Alicia ingresó a la habitación y el parloteo del zorro se detuvo. Patch, quien sabía que era su culpa y no quería acercarse demasiado por temor a perder el otro ojo, se mantuvo a una distancia considerable de su rey, pero no podía evitar susurrar fuerte, o al menos eso pensaba Scourge.
—Es la segunda vez que casi mato a alguien sin querer, las cosas me salen mejor así que conscientemente.
—Boomer dice que tu cabeza es demasiado dura como para quebrarse, pero te sentirás mejor más tarde —declaró la ardilla—. Ja, ja, moriría por ver cómo lo sacaron de debajo del árbol.
—Cállate —ordenó cubriendo su vista.
—Creí que te gustaría saber cuándo mejorarás, tomando en cuenta que estas semanas no has sido alguien "digno de estar en la lista blanca" —prosiguió.
—Si tiene su cara de zonzo todos los días, las veinticuatro horas.
—¡Cállate! —indicó hacia Miles, el vulpino retrocedió y miró a Acorn.
—Yo no dije nada —se exculpó—. ¿Se siente bien o ya podemos deshacernos de él?
Scourge no quería pelear por el momento, solo le sacó el dedo del medio y se quejó porque la cabeza le daba vueltas.
—Bien. Miles, cuídalo, tengo que volver para arreglar todas las decoraciones, espero que el invento de Tails apoye mejor. Patch, hazme un favor y enciérrate en un cuarto —mandó Alicia. El zorro chilló de indignación y la golpeó en el hombro.
—¡¿Por qué no te quedas tú?! —Se plantó delante de ella, pero no recibió una respuesta y solo lo rodeó para luego cerrar la habitación tras su salida—. Cuando Scourge se duerma lo ahogaré con una almohada, qué gran idea.
—Nunca nada te sale bien —respondió ante ese comentario. El erizo verde tomó asiento en lo que era una camilla y miró al zorro buscando algo para distraerse en la oscuridad del fondo de ese sitio.
—Sí, claro. Si tu muerte era algo yo deseaba, diría que estaba muy cerca de lograrlo.
La boca de Miles no se estaba moviendo. Esto alertó al mayor, se levantó con cuidado para no caer debido a su mareo y lo mantuvo en su vista atentamente.
—¿Tengo algo en la cara? —espetó el vulpino.
—Te has puesto bastante reacio, ¿no? Cuando termine con todo esto, voy a ver qué tan valiente te puedes poner.
—No tengo una razón para tenerte miedo mientras esté con esos patéticos —siseó.
—Porque desde un comienzo ya estabas pidiendo alianza con Sonic, ¿verdad? A mis espaldas.
—Esos son celos, cariño, para mí siempre fue un tratado de conveniencia. Si él se creyó tan rápido esas promesas de no causar caos, no es mi problema.
Scourge retrocedió. Miles no podía hablar telepáticamente con él, no era posible, pero no veía que sus palabras coincidieran con la articulación de las mismas. Además, ¿por qué lo llamaría de esa forma?
Agarró los barrotes detrás de él para pensar en una razón, ¿su visión estaba fallando? ¿Miles era ventrílocuo? ¿Seguía desmayado? ¿Lo quería hacer sentir inferior?
—Es increíble que me masturbe pensando en esa cosa tan detestable.
Scourge se incorporó abruptamente y giró hacia Miles, quien se veía más perdido en sus pensamientos y no notó su mueca de fastidio.
Parte de la imaginación del vulpino se proyectó en la mente del erizo. Técnicamente, lo que recreaba iniciaba en esa tarde donde lo molestó por limpiar a Tornado, pero luego Tails se fue y, según Miles, Scourge aprovechó eso para empezar a penetrarlo contra la avioneta. Podía oír cada vez que chocaba contra el cuerpo de su seguidor y sus súplicas de querer más.
—Scourge... —Era un gemido claro.
—¡Largo! —ordenó antes de que las ideas de Miles se quedaran impregnadas en su memoria.
—Alicia me...
—¡Te dije que te fueras!
El zorro obedeció de inmediato justo cuando el más alto agarró uno de los fierros de la camilla para asesinarlo. El erizo se percató, con desesperación, que fue demasiado tarde para que su propio cerebro hiciera lo suyo.
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
Un infierno. Scourge empujó la compresa fría más cerca de su cabeza, parte de sus púas se estaban mojando y no era tan llamativo como los comentarios de los demás.
—Ah, ahí está, espero que no se quede en la sala, es incómodo cuando él está mirando. —Escuchó por parte de Sally.
—Es bueno que el árbol no haya sido tan pesado, al menos lo sacaron antes de que empezara a incendiarse —caviló Silver.
—Supongo que no está tan mal para ser la contraparte de Sonic. —Oyó de Amy.
—¿Sonic vendrá temprano? Dijo que me quería en su cuarto y mis colitas me duelen por lo de antes de ayer. —Fue infortunado leer la mente de Tails.
Claro. Paró su sentir de pesadez: estaba leyendo la mente de los demás...
Aún le dolía la cabeza y no descubría si estaba durmiendo, tal vez ya había muerto, es decir, ¿Miles? Ese diablillo pensaba cosas que Scourge no se atrevería a analizar nunca.
Cerró los ojos unos segundos. No tenía un argumento para estar ahí, iba a volver a su propia fortaleza una vez que se sintiera mejor.
—Parece su lecho de muerte, algo para celebrar.
Ahí estaba. Miles caminó delante de él y atravesó el salón sin dirigirle la mirada, pero tenía una sonrisa engañosa que estaba acostumbrado a ver y sus neuronas listas para favorecerlo.
Por lo que pudo leer de su perversa mente, el menor estaba buscando una habitación para descansar, pero, más allá de la superficie, Scourge encontró que esa habitación era su habitación.
Se levantó sin ánimo, discutiría con él o escondería su cadáver en algún pozo.
—¿A dónde tan apurado? —preguntó luego de ingresar al pasaje. Miles paró y viró hacia él.
—¿Tengo que decirte todo lo que haga? Por favor, que no me siga...
—No es necesario, por ahora —manifestó avanzando.
—Fiona volvió esta mañana, pero se fue tan rápido como llegó, gracias, Dios, porque ardilla-hostigante-princesa Sally le negó lo que trajo y no nos permite usar los anillos. ¿Tienes idea de por qué? Imbécil.
—Si te quieres quejar de algo, dímelo sin rodeos, zorro. —Se detuvo a pocos pasos de él y lo observó con desprecio, Miles imitó sus gestos.
—Mmm, no es nada, solo Fiona y las cosas que haces por ella como si no pudieras hacerlas conmigo. Nos metió en esto, ¿recuerdas? Me cansa volar largas distancias, no nací para ser tu bonito mensajero ni para escapar de los demás. Vendrá antes de Navidad, es seguro, pero procura no volver a meter la pata a menos que quieras que nos quiten otro privilegio.
Debía mantenerse sereno para evitar cerrar esa cosa desagradable. Miles era fácil de odiar, de aborrecer, hasta Tails le resultaba más amigable y él mismo se había dicho que, si pudiera hacer un cambio entre ellos, lo haría con gusto.
—Dependerá también de todas las cosas que digas.
—No he dicho nada que pueda fastidiarte, Scourge, solo pensado, ese golpe en tu cabeza fue duro como...
—Tú me fastidias —interrumpió antes de que el menor terminara su oración.
—Y a mí en qué chucha me afecta. No puedo hacer nada contra eso, espera a tu estúpida novia y desahógate con ella —sostuvo agitando una mano hacia él antes de seguir con su camino.
—Es evidente que la esperaré, me habría gustado que no tardara tanto —mencionó para esperar una reacción.
—No comas ansias. No me interesa, espero que se muera por ahí vuelva para que dejes de molestar. Mis colas son mucho más suaves que esa tontería que ella menea detrás.
A Scourge le daba bastante risa que él se comparara con Fox cuando era evidente que saldría perdiendo, pobre necesitado.
—¿Qué hacen escondidos allá? —vociferó Alicia y todos en la sala lo oyeron, Miles se encogió y volteó lentamente—. Vengan.
Scourge lo hizo porque necesitaba despejarse del asunto que vestía de rojo, pero podía ver en la mente del otro que se estaba avergonzando.
—¿Ellos también? —Tails estaba desenredando algo de las púas de Sonic, se disculpaba con su pareja por la tosquedad que debía usar—. Era normal, si Sonic y yo nos juntamos, ellos en algún momento tenían que hacerlo.
—¡¿Qué?! —Scourge no midió cuando lo dijo, lo observaron con interés y su expresión tuvo que servir para que Alicia decidiera apresurarse a empujar a Miles contra él, lo que lo llevó a que una avalancha de pensamientos ajenos lo invadieran.
—Dicen que faltan ustedes. —Señaló al grupo al que ellos no pertenecían—. Regalos, solo para eso. Quiero una pistola.
—Quiero la polla de Scourge.
El mayor optó por no enojarse, Miles se había alejado de él y se mantuvo estoico para unas ideas tan inoportunas.
—No es eso, se acordó que sería una reunión para Navidad, pero seremos muchos ese día, el padre de Sally no quiere que el palacio se convierta en una jarana —esclareció su contraparte azul tomando de la mano a Tails para evitar que le arrancara más de sus púas.
—¿Y? —Scourge caminó hacia el otro lado de Alicia, como si fuera un muro que bloqueara todas las cosas que vinieran de Miles.
—Tu fortaleza es un desastre, pero tiene más espacio —añadió.
—¿Tú quieres llevar toda esta porquería a mi reino? —enfatizó en lo último antes de patear una caja de luces.
—Los anillos harán todo, no costará demasiado. No si se dedica más a ayudar que en enamorar a Miles. —Amy se aproximó y asintió.
Scourge quería explicar que no le agradaba Miles, peor, no le "gustaba", no era atractivo, no era una persona para admirar, nunca agradeció su presencia y tenerlo a su lado se asemejaba bastante a un castigo divino. Ya tenía novia, el zorro era solo un poco más relleno que ella, mucho en contra.
—Que se haga allá, después lo limpiarán, tampoco es un gran lugar y me cansé de estar en el hogar de la perra de mi contraparte —afirmó Alicia—. Pero necesito que tú te asegures de que las paredes no se estén cayendo, irá los dos.
—¡¿Y yo por qué?! —Miles saltó a su defensa, con una mano en el pecho para lucir más dramático y sus colas altas demostrando que se encontraba irritado—. Mejor dile que es una oportunidad para matarme de una vez.
—Enloquecerá. Porque tienes un raro nivel de disciplina, ¿o prefieres lavar a Tornado y ayudar a Tails con sus proyectos? Estoy segura de que le gustaría una mano. No, ¿lindo?
Scourge miró delante, donde el vulpino más alegre se emocionó ante la idea, pero luego oyó cómo Miles se esforzó para pasar saliva y supo que no iba a quedarse, dirigió su vista a Alicia y ella permaneció con una sonrisa burlona hacia el azabache.
—Está en apuros, es su problema, tenía la opción de no decirme nada y prefirió compartir sus gustos. Serán dos días, en cuarenta y ocho horas no ocurrirá algo malo, confía, sería un tonto si lo hiciera.
Al parecer la ardilla sabía algo que Scourge siempre ignoró, pero cada uno ideaba de distintos temas. Miles también la tuvo en sus pensamientos.
—No perderé mi honor, vida o virginidad este año.
Scourge estaba confiado de lo tercero; de lo segundo, no tanto.
Definitivamente disfrutaría esta nueva habilidad.
---
¡Buenas nocheeeeees! ¿Cómo están? Espero que se encuentren bien = ).
Tuve que atrasar la publicación porque la wbada de esta plataforma me cambió todas las rayas por otros signos : (, yo escribo en laptop, tengo que estar copiando y pegando las rayas para que estén correctamente en los diálogos xdxd, no tengo un celular desde hace años, pero recuerdo que ahí podía usar ese signo directamente.
Por cierto, las palabras en cursiva son lo que piensan, en Word se veía más diferenciado xd.
Bieeen, el próximo capítulo podría salir mañana, lo que es muy posible porque no quiero alargar esta obra, así que nos vemos mañana <3
¡Cuídense! ¡Gracias por leer!
✨
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top