Capítulo 6: Donde menos lo esperas.
POV KyungSoo
La universidad era aburrida, lo único bueno que podía encontrar, era que tenía a mis amigos y podía convencer a cualquiera para que se metiera en mis pantalones. De hecho, eso era demasiado fácil, el problema era cuando le gustaba a alguien.
Eso había ocurrido con ChangMin, yo le había gustado, así que frecuentemente se me acercaba.Habían veces en las que se atrevía a ir por encima de SuHo, JongDae y SeHun, quienes me protegían siempre que lo necesitaba.
Se suponía que después de la experiencia que representó el pelinegro, yo debía haber aprendido que con ese idiota no me podía ir con juegos, sin embargo, había momentos en los que me importaba todo menos que una mierda.
Todavía recuerdo la primera vez que bebí como loco, me drogué y me acosté con un desconocido.
Había salido a la una de la madrugada sin rumbo fijo, aún hoy el motivo sigue latente, pero eso era agua pasada, el caso es que caminé hasta el centro de Seúl y me encontré con un tumulto de gente gritando alocadamente.
Las chicas llevaban shorts y vestiditos que no dejaban nada a la imaginación, lo cual me pareció grotesco, pero las dejé ser, ¿Quién era yo para criticar su forma de vestir?. Por otro lado, los chicos iban casuales y varoniles, ellos sí llamaron mi atención.
Me acerqué a una rubia tetona y le pregunté porqué tanto alboroto. Ella me miró de arriba a abajo y chasqueó la lengua, como si no le gustará lo que veía. Indignado, estuve a punto de mandarla a freír espárragos cuando soltó un "Tienes lindo cuerpo, deberías aprovecharlo". La miré dudoso y le pregunté a qué se refería, pero me ignoró para luego contratacarme con otra pregunta de sobre el porqué estaba yo ahí a esas horas de la noche.
Simplemente le comenté que estaba cansando de todo y que quería que todos se fueran a la mismísima jodida mierda. No entré en detalles y ella lo captó a la perfección. Me presentó a sus amigos y nos dirigimos a un club nocturno que se estaba inaugurando en la zona considerada "peligrosa" a pesar de estar en el corazón de la ciudad.
Las luces de colores y el humo del tabaco, y otras hierbas, inundaron mis fosas nasales. El alcohol quemó mi garganta y los besos mariposa de diversos desconocidos hincharon mis labios.
EunBi, como se llamaba la rubia operada, me aconsejó que si quería ser diferente y cambiar todo, debía actuar como si no me importara nada, debía ser más que todos, porque no se podía anda por ahí con miedo, el miedo le daba a los otros la oportunidad de lastimarte. Era mejor superar los obstáculos y sobreponerse a ellos. Había que ser fuerte.
Esa misma noche me enseñó que muchas veces, lo mejor era ahogarte en alcohol y estupefacientes, de esa manera, podría llevar las cosas con calma. El broche de oro de tan memorable noche llegó cuando me presentaron un par de chicos buenísimos y junto a EunBi, hicimos la mejor orgia -según ellos- de la historia.
Así que esos fueron mis primeros pasos hacia la genialidad de la vida sin límites.
Posteriormente a ese día, tuve que "portarme bien" para que me siguieran manteniendo, claro que poco tiempo después tiré todo por el inodoro y me sumergí en las drogas, el sexo duro y el alcohol sin límites. La pura vida.
Lo que sí no había dejado de lado eran mis calificaciones, tampoco quería hundirme en la miseria. Ser un mantenido no me gustaba en lo más mínimo y buscar un trabajo mientras estudiaba no estaba en mis planes, yo tenía mejores cosas que hacer. Así que notas normales y aceptables era lo viable. Supuse que por eso mis padres no me habían botado aún de mi casa.
Pobres, cuando llegué por primera vez ebrio, con chupetones por todo el cuello y pecho junto a un chico ardiente a mi lado, casi les da un doble infarto. Esa noche dormí en un hospital y sin sexo, porque estuve al borde del coma etílico. Gajes del oficio.
Encendí un cigarrillo y me lo llevé a los labios, no quería comer nada. En la noche iríamos al cine, lo que significaba enrollarme con alguien de la sala, y no tenía previsto tener que interrumpir mis espasmos para decir: "Oh, espera, tengo que ir a cagar". En definitiva no comería y es que normalmente no lo hacía, por lo que había bajado de peso los últimos meses. Solo me alimentaba con licuados ligeros y sándwiches de verduras, nada de carnes, eso cargaba demasiado el estomago. Ocasionalmente ingería un par de frutas al día, así que tan mal no estaba.
Seguí aspirando el humo que descendía por mi garganta hasta mis pulmones. A lo lejos observé a Lay caminar de un lado al otro con su bandeja llena de comida, al rato se le sumó LuHan y finalmente XiuMin.
"Reunión de chinos", pensé. Me levanté de mi cómoda posición al pie de un árbol y me acerqué a ver de qué tanto hablaban.
XiuMin fue el primero en percatarse de mi presencia, lo deduje por la expresión vacía que me dedicaban sus ojos de ardilla. ¡Seguía celoso! Y no tenía porqué. JongDae lo había elegido a él y yo seguía siendo el amigo, solo que ya no tenía derecho a roce.
— ¡Yah! Chinos, ¿Qué hacen? — les pregunté dándole la última calada a mi cigarrillo, luego lo tiré y lo pisé con mi zapatilla.
LuHan giró sobre sus talones y me sonrió al igual que Lay. Les hice una mini reverencia con la cabeza.
— Somos mayores que tú, KyungSoo, deberías ser más educado — resonó la suave voz de Lay. No sé porqué me recordó a una lechuga.
— Sí, sí, da igual. ¿Qué hacen? ¿Dónde están mis amigos? — les pregunté. Sinceramente me valía nada si alguien es mayor o no, al único que le tenía una pizca de respeto era a SuHo, pero era porque lo consideraba más mi hermano que un simple amigo. También lo respetaba porque no había sucumbido ante mis encantos, eso era toda una osadía digna de respetar.
XiuMin arrugó los labios.
— Justamente los estamos buscando, pero no lo encontramos, ¿No los has visto? — volvió a preguntar LuHan.
Suspiré.
— No, salí de clases y vine al patio a fumar. No me he topado con ninguno, ¿Acaso no deberían estar con ellos? — enarqué las cejas.
— Nos llamaron para hablar con el director sobre si estábamos cómodos y eso. Kris y Tao no fueron porque tenían "asuntos que atender" — la voz de XiuMin era rectilínea y sin emoción.
— Bueno, da igual. Vayamos a la mesa que solemos usar — les hice una señal con la mano y los tres asintieron.
Caminamos en silencio hasta llegar a una de las mesas que era bañada por el sol del mediodía, por suerte la temperatura era agradable.
A lo largo del patio habían varios chicos y chicas dando vueltas o simplemente charlando. Sin embargo había uno que estaba llamando mi atención. Seguramente también era de intercambio o algo por el estilo, ya que no lo había visto antes.
Sus ojos oscuros me perforaron sin compasión cuando hicimos contacto visual. Inconscientemente me lamí los labios y los entre abrí. Supe a quién llevaría al cine esa noche.
¿Me toparía con él durante alguna clase? Rogué porque fuera así. Para colmo, el muy maldito estiró la pierna sobre la banca y me dejó ver su longitud. Comencé a salivar sin control, estaba seguro de que si no cerraba la boca, se me caería la baba sobre la mesa.
— ¡Yah! ¡KyungSoo, te estoy hablando! — me sacudió XiuMin — ¡Niño, por lo menos disimula!
Parpadeé un par de veces, hasta que por fin me concentré en su rostro.
— ¿Qué pasa? — contesté fastidiado.
— Te estamos diciendo que nos dieron el rol de exámenes del primer mes, ya están las fechas, pero creo que eso a ti no te importa mucho, ¿Verdad? — levanté una ceja y escruté sus orbes cafés.
— Crees bien — suspiré —. No vuelvas a interrumpir mi ligue — saqué otro cigarrillo y lo encendí.
— KyungSoo, ¿Cómo ingresaste a la universidad si ni siquiera tocas los libros? — me preguntó Lay con una clara curiosidad en el rostro.
Abrí la boca para responder, pero alguien respondió por mí.
— Porque cuando ingresó, había estudiado — Era la voz de JongDae.
Sus brazos me envolvieron los hombros y vi cómo le sonreía a todos. A su lado se sentó SuHo, para quedar junto a Lay, y SeHun fue a ubicarse lo más cerca posible a LuHan. Todos me sonreían y por desgracia JongIn estaba con ellos.
Sus ojos me miraron serios, en cambio yo le guiñé el ojo. Ese moreno caería, más tarde, pero lo haría.
— ¿Estudiaste? Espera, ¿Cómo ingresaste? ¿No pagaste? — me preguntó ahora LuHan mientras SeHun le pasaba un brazo por los hombros.
Le sonreí y me dejé abrazar por el Danodino.
— De hecho, KyungSoo nos ayudó a ingresar a todos sin pagar. — Le respondió SuHo. Bueno, parecía que todos hablarían por mí. En fin, que me halagaran no me molestaba.
— ¿Qué KyungSoo, qué? — espetó XiuMin mirando a su novio con ira. Deshice su abrazo y dejé que fuera a consolarlo.
El moreno miraba a JongDae, a XiuMin y a mí al mismo tiempo.
— Aunque no parezca, este pequeño es un genio — SuHo me revolvió el cabello —. Nos tuvo la mitad del último año de la secundaria estudiando. Recuerdo que SeHun — señaló al aludido con la barbilla — lloraba por las técnicas que usaba para hacernos aprender los libros de matemáticas.
SeHun se tapó el rostro y comenzó a reír.
— ¡Cierto! — gritó JongDae abriendo sus papas — Tú te molestabas porque era demasiado exigente — le sonrió a SuHo.
— Ustedes no querían sentarse una hora entera a leer un jodido libro, mi técnica era precisa — les espeté a todos.
Los implicados en el asunto comenzaron a reírse, mientras que los otros se limitaban a mirarnos.
— Estudiabas — soltó de la nada JongIn —. ¿Entonces ahora por qué no levantas ni un lápiz? — me sonrió con malicia. Bastardo.
— ¿No levantar un lápiz? Acaso has visto su pro- ¡Ay!— pateé a SeHun por debajo de la mesa. Eso era algo que no quería que supieran. Era mejor así.
— Mejor hablemos de otra cosa — miré seriamente a mis amigos, quienes captaron el mensaje rápidamente —. Por ejemplo, ¿Quién es ese de allá? — señalé al que me la había puesto dura con una mirada.
Todos, excepto JongIn, voltearon a ver a quién me refería. Éste, los saludó con la mano.
— ¿Te refieres a EunHyuk? — alegó SeHun. Yo asentí con la cabeza mientras sacaba una paleta del bolsillo de mi casaca —. No te metas donde no debes.
Me miró con el ceño fruncido.
— ¿Qué tiene? Ninguno de ustedes planea darme amor esta noche, no tiene nada de malo. Además, no follo con nadie desde esta mañ... — comencé a lamer mi paleta.
Todos se miraron entre sí.
— ¡KyungSoo, ese es el primo de ChangMin que viene de intercambio! — gritó SeHun. Algunos de los que pasaban nos quedaron mirando — Si quieres amor... Mira, JongIn no tiene una cita para esta noche, ¿Por qué no van juntos?
El moreno y yo nos miramos analizándonos a profundidad. Segundos después rompimos en carcajadas a mandíbula batiente.
¿¡El moreno y yo en una cita!? ¡Já! Para lo único que lo que lo quisiera es para hacerle una buena mamada y exigirle una buena follada, pero de ahí a tener una cita, ¡Ni es sueños! O sea, es tan ... Serio, correcto y obediente (dejando su altanería de lado). ¡Jamás encajaríamos! ¡Era una locura! Y por lo visto él pensaba lo mismo porque se estaba atorando por reírse tanto. Definitivamente no éramos los más "compatibles" para ser una pareja, ya que solo las parejas salen en "citas" y no, ew.
— Hermano, definitivamente te has vuelto loco — me acaricié las mejillas, me dolían por el esfuerzo.
— Creo que es una buena idea — alegó LuHan —. JongIn, KyungSoo sería una increíble compañía, deja ya a la bruja con la que... ya sabes — le dio un codazo suave en las costillas.
JongIn dio un brinquito, se limpió las lágrimas que desbordaban sus ojos y se tranquilizó. Maldito. Él sí debería desear salir conmigo, ¿Por qué no querría? ¡Soy genial, fabuloso, mi cuerpo es de infarto y doy placer como los dioses! Definitivamente estaba muy mal.
— Ese ojón y yo — tomó aire —, no somos compatibles. Ni lo seríamos aunque lleváramos el mismo deporte.
— Opino igual — lo fulminé con la mirada. Engreído.
— Opino que por lo menos deberían intentarlo, ¿Acaso han tenido una conversación normal desde que se conocieron? — agregó Lay.
— Esta mañana le hablé y me insultó. Es cosa de él — me crucé de brazos.
JongIn miró a LuHan de reojo, su primo estaba poniéndose rojo.
— ¿Tú empezaste con la discusión? — arrugó el entrecejo — ¿¡Qué te pasa, si siempre eres un amor!? ¡Pensé que KyungSoo me estaba mintiendo!
JongIn hizo un puchero y yo levanté una ceja. ¿Acaso estaba avergonzado de lo que hizo? ¡El moreno era una especie de santo! Sus mejillas se ruborizaron.
Todos en la mesa lo miraron con ternura, sobre todo los chinos, porque supuse que ya lo habían visto actuar así con su primo, al fin y al cabo vivían juntos.
— De todas maneras, tengo algo planeado — me puse de pie, ganándome la mirada de todos, pero no me importó.
— No me vas a decir que vas a ir con ese tal EunHyuk, ¿No? — dijo ahora JongDae.
Le sonreí coqueto.
— Entonces no te diré nada. — les lancé un besito.
Todos me miraron con los ojos bien abiertos mientras que yo me alejaba hacia la mesa en la que estaba el tal EunHyuk. A mis espaldas logré escuchar: "Cincuenta wones a que lo rechaza", de nada más ni nada menos que de XiuMin, a lo que JongDae respondió: "Cien a que sí y se van a follar ahora mismo".
El KyungSoo que había dentro de mí comenzó a bailar la "Macarena", hoy JongDae tendría para pagar un hotel... O comprar algo, qué sé yo.
Llegué hasta donde estaba EunHyuk, quien me miraba con una ceja levantada y una sexy sonrisa en el rostro. ¡Madre mía! Era un dios griego de cerca, benditos sean mis ojos por haberme fijado en él, para bonus, se parecía a ChangMin. Esto era la gloria.
Cuando estuve a un metro de distancia , se puso de pie y tragué saliva con fuerza. Era más alto que yo y su cuerpo estaba bien formado, este era el premio mayor y recién era el primer día de clases.
— Hola — me dijo con su voz masculina y agradable a los oídos.
— ¿Qué tal? Mira, mis amigos de allá — señalé la mesa que no se perdía ningún detalle de nuestra interacción —, apostaron a que tú y yo no podríamos, ya sabes, pasarla bien y eso — miró la mesa que señalé y sonrío de lado.
— ¿Y qué apostaste tú? — inclinó su cabeza y me dejó ver la clara piel de su cuello. Me imaginé las marcas que podría hacerle. Inconscientemente me mordí el labio inferior de lado. Hablé cuando me urgió una respuesta con su mirada luego de escanearme de arriba a abajo.
Gracias al cielo me puse pantalones tipo leggins — me dije a mí mismo.
— ¿Yo? Nada. Pero te puedo ofrecer una película después de clases, claro, si quieres — sonreí coqueto y "disimuladamente" me alcé la camiseta para que vea el borde de mi ropa interior.
Al instante captó la onda por la que iba, miró detrás de él. Había un par de chicas con cara de putas -las cuales me miraron mal desde que la atención de mi presa, digo, EunHyuk, se posó en mí- y se despidió de ellas con una mano, luego me pasó de largo dejándome parado.
Me quedé estático. ¿Me había plantado? ¿No le gusté?
Con las mejillas encendidas miré a mis amigos, quienes estaban petrificados. Los únicos que reían eran XiuMin y JongIn, claro que su expresión cambió cuando EunHyuk volteó y me hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera.
Me relajé en ese instante y sin pensarlo dos veces, me acerqué a él dando saltitos.
La segunda ronda del día sería en el salón de música.
**
A las cinco de la tarde, las clases habían terminado y todos estaban empezando a salir de la universidad. EunHyuk me había dicho, luego de follar como conejos durante una hora (no era mucho, pero no se podía hacer más encima de un piano), que lo esperara, pues como era transferido, tenía que irse a otra reunión para evaluar su satisfacción de la enseñanza. Aburrido.
Fui en busca de Henry, mi motocicleta, y me apoyé sobre ella. Al rato salieron los chicos del edificio. Tao y Kris estaban con ellos. Por lo visto también irían. Les hice una seña para que se acercaran.
Cuando todos nos reunimos acordamos la película, sería una de terror, porque éramos hombres y las mierdas románticas no eran algo que nos entusiasmaran. El único que no estuvo de acuerdo fue Tao, pues alegó que tendría pesadillas, pero el único que le hizo caso fue Kris o Yifan, como nos dijo que también podríamos llamarlo. Cosa de chinos y sus nombres.
Volví a llamar a EunHyuk para apresurarlo, pero me dijo que iba a tardar mucho porque tenía para rato, así que le respondí que iría adelantándome y comprando las entradas.
Las parejas acordaron ir en sus autos, ya que habían llegado en ellos y yo los seguiría con la motocicleta, lo que no me esperé, fue que confabularan en mi contra y empujaran a JongIn fuera del auto de SeHun, acelerando al instante y obligarlo así a ir conmigo.
El moreno y yo volvimos a mirarnos de arriba a abajo con una clara expresión de desagrado.
— ¿Entonces te subes o qué? — le pregunté mientras pateaba el pedal para encender a Henry.
Él me miró con fastidio y comenzó a caminar hacia la parada. Me debatí entre seguir al niño mimado o largarme y dejarlo ahí a esperar el bus que tardaría media hora en llegar.
Comencé a seguirlo lentamente, no tenía ningún sentido lo que hacía, pero algo me decía que no era buena idea dejarlo solo.
— ¡Yah! Niño, súbete que se hace tarde — volví a decirle.
Me miró con el ceño fruncido.
— ¿Por qué me dices niño si soy mayor que tú? — sacó su celular y comenzó a hacer cualquier cosa con tal de ignorarme.
Rodé los ojos y puse un pie sobre el asfalto para evitar que la moto se me cayera encima de mis piernas.
— Mentí, de acuerdo — sus ojos se centraron en mí.
— ¿A qué te refieres? — guardó su celular en el bolsillo de su pantalón.
— Tengo veintidós — arrastré las palabras. Sus ojos se abrieron de par a par.
— ¡Dijiste que tenías diecinueve! ¡Me llamaste "Hyung"! — se paró escandalizado.
— Tampoco es para tanto. No te alborotes, Moreno — saqué otro cigarrillo de mi mochila.
— Entonces yo... ¡Enséñame tu identificación! — me exigió. No sé porqué hice lo que me dijo. Le expendí el carnet que estaba en mi billetera.
Lo revisó y se puso pálido.
— Salgo hermoso, lo sé — me pasé los dedos por el cabello sensualmente.
— Eres mi Hyung y te he faltado el respeto... — retrocedió un paso. Definitivamente era un santo, pero de los que tienen mal humor. — L-Lo siento mucho, Hyung — se inclinó.
Levanté una ceja. ¿En serio me estaba pidiendo perdón? No lo podía creer, su maltrato se debía a que pensaba que era más pequeño. Maldije mi país y sus categorías de edad.
— ¡Yah! No te inclines — le sonreí divertido. — Si quieres hacerlo, te sugiero que sea cuando estemos desnudos y me estés pidiendo hacerme una mamada, de otro modo, evita tus formalidades — le quité mi identificación. Su rostro se ruborizó. ¿Siempre había sido tan tierno? ¿Por qué me parecía tierno? ¡Sólo era un chico más en mi lista de futuros ligues, aunque él no lo supiera — Entonces te subes o ¿No? La verdad que estar tanto tiempo apoyando me está refrescando el dolor en el culo.
Me miró como si estuviera pensando lo que le había dicho hasta que reaccionó. Sin decir palabra alguna asintió y se subió detrás de mí en la motocicleta.
Sentí sus nervios al tomarme de la cintura con sus delgados dedos. Pegó su pecho a mi espalda y puse percibir sus latidos acelerados. De seguro le tenía miedo a los viajes en motos y sin casco. Bebé. Estaría más que dispuesto a quitarte la inocencia, solo dame tiempo.
Volteé a verlo y le sonreí para darle seguridad. Él simplemente arrugó los labios y pegó su mejilla contra mi espalda. Un relampagazo de electricidad se impulsó desde mi entrepierna a mi estómago.
Volví a pisar el pedal y solté el freno, haciendo que saliéramos disparados en dirección al Mall. En medio del recorrido sus brazos y su cuerpo me apretaron más. Era más alto que yo, pero su tacto era suave y a la vez fuerte. Algo excitante.
— Lo que te haría Kim JongIn... — dije sabiendo que no me escucharía por el sonido del motor.
— ¿¡Qué!? — gritó fuerte para que lo oyera.
Negué con la cabeza. Era la segunda vez que viajábamos sobre Henry, solo que ahora yo estaba consciente.
De pronto recordé que él sabía conducir, la noche anterior lo había hecho... ¿Entonces por qué tanto nerviosismo?
**
¡Hola de nuevo!
¿Qué opinan de este capítulo? Verdad que no se esperaban ese final, ¡Nuestro JongIn tiene un secreto!
¿Cuál será? Acepto teorías.
Me habían dicho que amaban a este KyungSoo porque es así todo loquisho y eso... ¡Déjenme decirles que yo también lo adoro!
En fin, espero que les haya gustado, no se olviden de votar, comentar compartir, borrar... No, borrar no, lean *-*
Nos vemos pronto, ahora toca el HunHan que tengo ahí esperando xD y luego "¿Soy Yo?" Que es mi otro fic, si desean dense una vuelta por mis historias, no me molesto.
Sin más, cambio y fuera,
Rivers22S ~
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