Capítulo 29: Amor.
⚠️ ADVERTENCIA ⚠️: Esto me salió bien chafa y sucio, pero soy KaiSoo shipper y no me importa nada. Nos leemos más abajo.
POV KyungSoo
— No entiendo porqué estás aquí, mamá — le respondí frunciendo los labios. Me ponía de mal humor que se pusiera tan "amistosa" con JongIn.
Luego de terminar de comer fuimos a hacer compras y no es que yo haya querido sino que luego de un pseudo-interrogatorio revestido de charla casual, mi madre decidió ir a comprar cosas para que llevara al piso de los chicos.
Según ella tenía que ser agradecido por andar de molestoso, pero no me presionó para volver a casa, aunque no significa que no me lo propuso, porque la conocía lo suficientemente bien como para saber que se moría de ganas de empujarme a su auto y llevarme de regreso a esa casa que una vez fue mi hogar.
— ¿Para qué más? — me respondió tomando unos pantalones de buzo y tratando de imaginarme con ellos. Viré los ojos y miré a JongIn que nos observaba con una pequeña sonrisa.
— Deberías ir a ver a tus amigas o algo, madre — le respondí cruzándome de brazos. Me estaba empezando a exasperar con su presencia pululante pendiente del moreno y de mí.
JongIn se había quedado helado cuando mi madre le apretó las mejillas luego de que se presentaran. Fue toda una escena, porque el chico se dejó hacer al antojo de mi madre.
Para cuando se enfocó en mí, me hizo lo mismo pero multiplicado por mil, porque por lo visto me había extrañado. Fue una suerte que no me cuestionara por nada de lo que dijo mi hermano aquel día, tampoco me preguntó de dónde había sacado un nuevo móvil en cuanto me lo pidió, simplemente formó una pequeña sonrisa con sus labios perfectamente embalsamados y siguió con su cháchara sobre lo ingrato que era por no comunicarme con ella y que tenía que tomarla más en cuenta.
En cierto sentido sus palabras calaron en mí, porque de esa casa, mi madre era la única que me apoyaba al cien por ciento y aunque se enojara conmigo, trataba de comprenderme.
Cuando se enteró de mi homosexualidad por primera vez, solo se limitó a suspirar y negar lentamente sumergida en un ensimismamiento, puesto que en ese instante yo tomaba fuertemente la mano de cierto chico alto. Esa vez, únicamente me abrazó fuerte y me acarició la mejilla, a ChanYeol - todavía me daba nervios recordarlo -, solo lo miró mal.
Luego de eso mi padre fue el que insistió en que debería buscarme una chica linda, pero mi madre se opuso se raíz, alegando que yo debía decidir con quién tenía que ser feliz.
En ese instante dejó la prenda en el colgador y me miró fastidiada.
— ¿No te alegra verme, hijo mío? Llevo meses sin verte y solo me recibes así, que hijo tan ingrato, pobre tu novio, de seguro tampoco lo tratas bien — me dijo girando sobre sus talones y yéndose a la sección de música.
Suspiré sonoramente y miré a JongIn que temblaba como una hoja luego escucharla. Me miró de nuevo.
— Deberías decirle que no eres mi novio — me dijo tocándose la nuca con suavidad.
— Ya se lo dije, pero no hay quien se lo haga entender — le respondí tomándolo del brazo y llevándolo en la dirección que se fue mi madre.
Cuando entramos a la sección de música algo me dio a entender que Do HyeRa no sería fácil de convencer.
Por otro lado, estaba un poco al tanto de JongIn, después de todo lo había arrastrado hasta dónde estábamos sin darle opción de irse a casa.
— Si quieres puedes irte, ¿Sabes? — le propuse como quien miraba unos discos, mi madre estaba una sección más allá haciendo su berrinche — Después de todo no es como si fuera necesario que estés aquí.
JongIn dejó de mirar su celular y abrió los ojos de par a par algo sorprendido.
— No KyungSoo, será mejor si volvemos juntos, presiento que LuHan Hyung estará esperando para matarme, prefiero que se le pase antes — me dijo sonriendo amablemente y yo asentí en respuesta.
Nos quedamos en silencio por unos minutos en lo que seguíamos a mi madre.
— Debe ser molestoso oírla decir que tenemos algún tipo de relación, ¿No? — solté como si nada y me arrepentí al instante. ¿Qué acababa de decir?
JongIn hizo amago de hablar unas cuantas veces, pero no lograba articular palabra.
— Ya suéltalo — le urgí dándole un leve codazo.
— No lo veo tan así... — soltó suavemente.
— ¿A qué te refieres? — respondí frunciendo el ceño.
— A que no lo veo como algo malo — tomó unos audífonos en exposición y comenzó a examinarlo.
Lo miré atentamente por unos minutos, ¿Qué pretendía decirme?
— JongIn, lo de anoche... En serio, no te confundas, no-
— No estoy confundido, Hyung — lo miré mal —, perdón, KyungSoo. Solo digo que no puede ser tan malo ser tu pareja.
— Yo no quiero tener pareja — espeté algo conmocionado. Se estaba yendo del tema y no me gustó en absoluto.
— Pero por lo visto tu madre piensa que es por eso que tienes todas tus cosas, no creo que sea tonta y se trague eso de que lo conseguiste por ahí o los Hyung te lo dieron. Siendo tu madre debe conocerte muy bien y si ella te ve de esa manera, significa que no debe ser tan malo estar junto a ti.
JongIn parecía que estaba resolviendo el mayor teorema de la historia y la verdad es que me confundía.
— Te olvidas de que una madre siente amor por su hijo así este sea la mayor escoria de la sociedad, o del mundo, inclusive.
— ¿Y crees que ella se merece eso? ¿Se merece ser engañada de esa manera? — me respondió apuntando a mi madre.
Do HyeRa estaba muy concentrada mirando una tablet, así que no nos prestó la más mínima atención.
— ¿Y porqué tenemos que hablar de mi madre? — me crucé de brazos.
— Porque creo que estaría bien si valoraras lo que hace por ti — intenté hablar, pero me detuvo —. Esa mujer comenzó a hablarme de ti y a darme consejos en cuanto a cómo tratarte cuando me conoció, te mira como si fueses lo más bello del mundo, y no digo que no seas lindo — aclaró cuando lo miré algo escandalizado —, pero significa que solo quiere lo mejor para ti, por lo menos deberías responderle y hacerla participe de tu vida.
— Repito, ¿Por qué hablábamos de mi madre? Ni siquiera la conoces lo suficiente — volví a increparle.
— Porque creo que estás haciendo todo mal, ya me cansé de verte vivir por vivir.
— Como si te importara... — murmuré y me di la vuelta en dirección a la salida. Había tenido suficiente por hoy.
— ¿Y que tal si sí me importa? — me dijo posando una mano en mi hombro.
— No sabes nada sobre mí — respondí apretando los dientes.
Me fastidiaba que se empecinara en tratar de resolver mis problemas, desde siempre ha estado tan cerca de mi, pero a la vez tan lejos. Era perturbador que me tratara como si ya nos conociéramos, cuando en realidad solo era una "amistad" producto de nuestros amigos, claro que al mismo tiempo estaba el hecho de que yo mismo lo había hecho entrar a mi mente el día anterior.
Es por eso que odiaba sentirme tan vulnerable e incluso sentimental, todo por culpa de ChanYeol, si tan solo no hubiese aparecido, nada de esto estaría pasando, seguiría estando en mis cosas, divirtiéndome y pasándolo bien con BaekHyun...
Nuevamente me sentí traicionado, siempre había algo que arruinaba mis intentos de relaciones, porque pensando con la cabeza fría, Baek y yo teníamos algo más que una amistad con derecho a roce. En poco tiempo me había acostumbrado a su presencia y sus manías poco comunes en los hombres que me rodeaban, con él era todo alocado, pero centrado al mismo tiempo, ¿Por qué tenía que arruinar todo lo que construía?
A veces me recordaba a mi hermano, siempre rompiendo mis juguetes, escondiendo mis zapatillas, encerrándome en el armario o cosas así, ¿Tan malo había sido? ¿Entonces por qué querían que vuelva a ser el KyungSoo de antes si estaba tan mal y se compadecían del actual?
Ahora solo era yo haciendo lo que creía conveniente para mí, pero eso parecía malo, sin mencionar que la mayoría de las personas de la universidad me miraban mal, aunque eso me era irrelevante, claro que aún así, esperaba que las cosas cambiaran.
— Me gustaría hacerlo — volvió a responderme ahora en un tono más calmado. Justo como hablaba el JongIn que conocí y no el que me alzaba la voz cada tanto.
La tienda estaba algo concurrida ese día, así que no recibimos atención del personal que parloteaba. Para ser sincero, estaba bastante cansado, sobre todo con esta situación con JongIn, no era el lugar para hablar de éste, así que lo tomé del brazo y lo guié hasta darle alcance a mi madre, luego la abracé también a ella y los saqué del local en dirección al estacionamiento.
— KyungSoo, cielo, detente que parece que me estuvieses secuestrando — demandó mi madre cuando ya estábamos llegando a la puerta de salida.
Solté al moreno que se había mantenido en silencio siguiéndome muy de cerca y abracé a mi madre.
— Te quiero — le dije en respuesta y la guié hasta el auto que sabía que le pertenecía. Obviamente hice uso de sus llaves.
— ¿Por qué me dices eso? — me dijo algo aturdida.
— Porque es cierto — giré sobre mis talones y me dirigí a mi motocicleta. JongIn me seguía a unos metros de distancia con mucha cautela.
Oímos unos tacones repiquetear para darnos alcance, pero solo atiné a alzar la pierna y montarme en mi vehículo.
— Espera, KyungSoo, por lo menos llévate una de mis tarjetas de crédito — me ofreció mi madre, pero la ignoré. Con la mirada le indiqué a JongIn que se subiera de una buena vez.
— No quiero dinero, mamá, solo déjame estar como estoy — le respondí insertando la llave en su lugar, Henry tenía que despertar.
— Eso ya lo sé, pero al menos para que puedas mantenerte sin ayuda de los chicos, para que aportes o sino, dame la dirección para yo enviar lo que compramos — ahí me percaté de la sarta de bolsas desparramadas en el suelo junto a su auto y un par en sus brazos.
— No es necesario, madre, ya no te preocupes — le volví a decir con la esperanza de que ahora sí comprendiera, pero parecía que no.
— Claro que sí. JongIn, cielo, dame la dirección, ya ves cómo se pone mi hijo — se le dibujó una sonrisa divertida en los labios.
JongIn estaba parado junto a la moto listo para subir, pero sé quedó estático esperando a que le diera una señal de si debía o no hacer lo que le pedía mi madre.
Yo solo atiné a darle una mirada estilo "Ni que se te ocurra", por lo que frunció los labios.
— Yo... no sé si sea lo correcto — respondió alzando una pierna y sentándose detrás de mí.
— Nos vemos luego mamá, te llamaré — le prometí ante de pisar el pedal y hacer que Henry rugiera.
Le eché una última mirada a mi madre antes de acelerar, pero aún con el ruido del motor, ya habiendo avanzado unos cuantos metros, JongIn gritó la dirección y luego se pegó a mi cintura como una lapa.
Sonreí internamente.
✨✨
Manejé sin detenerme hasta un parque algo cerca de la casa de los chicos. El clima estaba templado y despejado, extrañamente no había tanta gente.
JongIn se bajó primero y luego lo seguí, pero antes saqué un cigarrillo del bolsillo de Henry y nos encaminamos en silencio hasta una de las bancas.
— ¿Vas a fumar eso? — me preguntó cuando me puse el vicio entre los labios.
— Sí, quiero relajarme un poco — le respondí encendiéndolo.
— KyungSoo, no estaba mintiendo — volvió a hablar y me miró a los ojos.
Le di un par de caladas al cigarrillo antes de responder. Comencé a sentir el cuerpo más flojo, necesitaba liberar todo el estrés.
— ¿Sobre? — logré soltar.
JongIn, que se había mantenido a un metro de distancia de mí, se acercó hasta quedar a unos treinta centímetros.
— Te propongo algo — dijo algo nervioso. Yo solo lo miré con un claro signo de duda en la frente.
¿A dónde quería llegar?
De pronto el cigarrillo de marihuana desapareció de mis dedos y apareció en los de JongIn, luego se lo llevó a sus propios labios y le dio una calada.
Cerró los ojos y tomó aire. Solo alcancé a mirarlo sorprendido, ya que segundos depués lo tiró al suelo y expulsó el humo por su nariz, se acercó un poco más a mi cuerpo.
— ¿Qué se supone que est-? — no logré terminar, porque sus labios estuvieron encima de lo míos.
En un principio me sorprendí, porque se suponía que su impulsos de ayer habían sido producto del alcohol, pero si ahora me estaba besando de esa manera, significaba que quizá había algo más y no podía estar más confundido, la marihuana no tenía nada que ver, porque solo había sido una calada.
Sus labios se movieron suaves y delicados sobre los míos, ni siquiera alcancé a cerrar los ojos, simplemente observé sus movimientos certeros.
Una de sus manos sujetó mi nuca y me acercó más a él, mientras que la otra me tomaba de la mejilla.
No estaba acostumbrado a ese tipo de besos, porque era indescriptible lo que me transmitía, hasta tal grado que no puede clasificarlo. ¿Qué pretendía? ¿Qué quería? ¿Qué debía hacer yo?
Se separó unos milímetros y abrió los ojos para encontrarse con los míos, luego juntó nuestras narices y delineó mi labio inferior con su lengua.
Me conmocioné internamente, ¿Cómo sabía qué hacer exactamente?
Para cuando quise obtener una respuesta, JongIn volvió a besarme, salvo que esta vez, una de sus manos apretó mi cintura y me pegó a su cuerpo.
Están congelado, no sabía qué hacer ni qué decir o si alejarlo o seguir el beso, pero no pude reaccionar a tiempo ya que se separó de mí.
— No quiero que seamos nada, KyungSoo, solo quiero saber si lo que yo decido puede también ser lo correcto — soltó mirándome directamente a los ojos.
Su pecho subía y bajaba algo nervioso, como si esperara una negativa, pero la verdad era que yo había querido tener al moreno en mis manos desde hace bastante, el único inconveniente era el problema de ayer, BaekHyun, DongHae y claro lo más importante...
— Pero tienes novia — le dije dándome cuenta que tenía las manos apoyadas en sus hombros.
JongIn meditó mis palabras quedamente. Le había dado en el clavo, no estaba pensando correctamente. El beso sabor a hierba era prueba de ello.
Me sonrió de lado y yo abrí los ojos de par a par.
Entonces caí.
Yo, Do KyungSoo o Choi KyungSoo, ya no importaba, el que se mete con un par de primos, se acuesta con sus mejores amigos, un hombre casado, que por si fuera poco, socio de mi progenitor, se encama con quien le venga en gana iba a detenerme a algo que quería probar desde hace tiempo... ¿Por una novia?
Comencé a reírme yo también por lo estúpido que sonó, ¿De aquí a cuando yo me medía? ¿De aquí a cuando algo me importaba?
No lo pensé más, esa estúpida novia podía irse por donde quisiera, porque nada me detendría de lo que ansiaba, más ahora que tenía motivos suficientes para desquitarme de todo lo que me habían hecho todos y cada uno de los que se entrometieron en mi vida. Incluido JongIn, porque no sabía con quién se metía.
— Que conste que esto no tiene nada que ver con algo de parejas — le dije jalándolo del brazo para llevarlo detrás de unos arbustos —. Y probablemente te arrepientas más tarde, moreno.
JongIn solo me siguió con esa pequeña llama de valor y locura que seguramente se había encendido en su pecho, pero que sabía que se extinguiría en cuanto tomara conciencia de sus actos.
— Como dices tú, ¿Quién necesita una pareja? — dijo divertido sentándose en el césped en lo que yo me se taba a horcajadas sobre él.
— Yo no — susurré casi sobre sus labios.
Una de las cosas que le haría a Kim JongIn, sería darle el premio a la locura y espontaneidad ante situaciones peligrosas.
✨✨
Para estar detrás de unos arbustos en plena tarde y con el riesgo de ser vistos, lo que estábamos haciendo no estaba nada mal.
JongIn se mantenía controlado por momentos, pero en cuanto tocaba lugares exactos se revolvía y se dejaba hacer a gusto.
Tuve que enseñarle lo que era besar profundamente justo igual que ayer y para mi sorpresa, me siguió a la perfección.
Mis manos se pasearon por debajo de su camiseta arañando su piel sin cuidado, dejándole seguramente algunas marcas. Besé sus labios hasta el cansancio, introduje mi lengua dentro de su boca tantas veces como me lo permitió y él hizo lo mismo con la mía de manera un tanto tímida al principio, pero fue tomando el ritmo con el paso de los segundos o minutos, no tenía noción del tiempo.
JongIn delineaba mi cintura de arriba a abajo y me halaba para que nuestras entrepiernas tuvieran más contacto a pesar de tener los pantalones bien puestos, porque tampoco estaba tan loco como para desnudarme en un parque, lo que hacíamos era un juego sucio.
Comencé a mecerme sobre él, rotando las caderas para simular una penetración y dejé que en sus desvaríos me besara el cuello con fuerza. Guié sus manos hasta mi trasero para que me lo tocara, aunque mis jeans ajustados fuesen poco colaboradores. Parecíamos un par de jóvenes hormonales sucumbiendo ante las tentaciones carnales, claro que prácticamente eramos eso. Yo dejándome llevar y él experimentado aquello a lo que se había negado.
Si su sexualidad no estaba clara, pues ahora quedaba más que comprobada que con todo y novia, JongIn era de la acera de enfrente.
Mis dedos se movieron con habilidad hasta sus pezones por debajo de la tela y se los pellizqué justo cuando succionó mi piel con fuerza. No pude evitar soltar un berrido que había estado conteniendo desde hacerlo ya un rato. Se sentía bien el estar de esa manera. Mi cuerpo respondía de manera automática, inclusive aunque no hubiese contacto de ciertas zonas específicas, solo podía sentir algo caliente rozar mi intimidad.
Si seguía así iba a correrme sin siquiera tocarme o tocarlo. Ni qué decir de JongIn, tan tranquilo que parecía ser, ¿Cuánto habría estado ocultando?
Me separé de él y volví a unir nuestros labios para comernos a besos un poco más. Sentí su mano colarse por el bordillo de mi pantalón y sumergirse dentro de ellos. ¿En qué momento me había desabrochado el botón y bajado la bragueta?
Cuando sus manos dejaron de jugar con mis nalgas como si pueden masas de Palydo, se separó de mí y me miró con ojos brillantes, sin mencionar los rastros de saliva que decoraban sus labios y cuello. Su cabello estaba sudado y revuelto en jirones que lo hacían ver malditamente sexy.
— No sé cómo seguir... — susurró con voz ronca.
Yo me reí y tomé su mano atorada dentro de mi pantalón. Primero traté de encontrar sus dedos y animándome mentalmente, porque sin lubricante vería las estrellas y no de placer absoluto, los dirigí hasta mi entrada. Tomé una bocanada de aire y apreté los dientes en lo que me acerqué para morder sus labios. Empujé sus dedos en mi entrada, la cual se negaba a ceder a la invasión espontánea y sin preparación.
Con toda la valentía del mundo empujé más e hice que uno de los segmentos de su dedo corazón se sumergiera dentro de mí. Me removí soltando una bocanada de aire, era un masoquista de primera. Luego no hice más porque el cuerpo se me debilitó por la adrenalina y JongIn solo se quedó ahí, mirando mi rostro seguramente rojo por el esfuerzo.
— Leí que una penetración sin lubricante resultaba doloroso para el que recibe... creo que mejor lo dejamos para después — sus palabras fueron un canto de ángeles para mi culo, que agradecido liberó el dedo de JongIn para que sacara las manos de ese lugar.
— Entonces si estás orientado en esto — respondí revolviendo su cabello dorado.
— Me parece que sí, pero ya vamos, creo que fue demasiado descubrimiento por hoy — me informó removiéndose debajo mío y yo me sulfuré, puesto que la tenía bien parada.
— Pero no solo se puede dar u potente placer con una penetración, JongIn — le dije con una sonrisa de lado.
— ¿A qué te ref-? — tampoco lo dejé terminar porque me puse medio de rodillas y me bajé el pantalón junto a los bóxers hasta los muslos.
La cara de JongIn era todo un poema, porque pareciese que jamás había visto un pene en su vida. Su mejillas se tornaron mucho más rojas y sus ojos no se despegaban de mi orgullo.
— Te presento la masturbación ajena — volví a decirle tomando su mano y haciendo que tomara contacto con mi intimidad.
Sin siquiera importarme introduje a JongIn a un acto indecoroso en pleno lugar público. Sentí algo de lástima por su educación y formación de valores, pero a mí qué me importaba, quería a ese moreno en mis pantalones desde hace ya mucho tiempo, así fuese de una manera sucia.
Moví mi mano guiando la suya de arriba a abajo, haciendo rotaciones y levantando las caderas para más contacto.
Tuve que apoyarme en su rodilla para no desvanecerme y plena jalada, porque las manos de JongIn eran suaves y perfectas, mi cuerpo le agradecía la dedicación con la que acariciaba mi pene y al mismo tiempo mi abdomen. Solo atiné a cerrar los ojos y morderme el labio inferior mientras dejaba que me la masajeara y hundiera el pulgar en la hendidura de mi glande. Estaba cada vez más cerca de llegar al paraíso y tan solo con un toqueteo superficial.
— Ah, sí.. — logré decir antes de unir nuestras bocas para soltar un gemido contenido. Me estaba derritiendo.
Fue entonces cuando JongIn me levantó con una mano y me sentó de lleno en lo que era su erección, que gracias a sus pantalones no hizo contacto conmigo, pero aun así no pude evitar correrme cual necesitado en su mano y en medio de nuestros vientres, definitivamente había sido la mejor corrida en mucho tiempo. Obviamente JongIn también se vino, porque se le formó una mancha en el pantalón, pero solo pudimos reírnos de la situación.
De alguna manera me sentí tranquilo a pesar de que el día anterior me hubiese lastimado con los recuerdos y reencuentros inesperados. Hoy podía sentirme de nuevo como el KyungSoo de siempre, al que no le importaba nada, aunque sabía que mi madre intervendría en mi vida, pero de eso me encargaría luego, quizá debía aceptarla aunque sea a ella en mi vida.
De lo que si estaba completamente seguro, era de que había conseguido un nuevo amante, uno que me ayudaría emocionalmente a superar todo lo que me rodeaba tal como venía haciendo desde que lo conocí. Moviéndome de maneras inexplicables sin siquiera tocarme de más, hablándome de manera tranquila, enseñándome que no solo yo era un mentiroso, demostrándome que debía levantarme luego de la adversidad que significaba el pasado, todo eso con tan solo algunas charlas y tiempo de calidad.
¿Qué consecuencias me traería esto? La verdad no estaba seguro, no quería pensar en nada más que mi nueva adquisición, la que todavía no había terminado de disfrutar, pero que aprovecharía en la menor oportunidad que se me presentara.
— Mejor nos vamos — le dije subiéndome el pantalón y evitando que alguien extraño me viera. Le tendí la mano a JongIn para que se ponga de pie y luego de acomodarnos nos fuimos hasta mi moto. Aún teníamos las mejillas encendidas cuando llegamos al bloque de los chicos, pero ese no fue realmente el problema sino que LuHan nos esperaba con los brazos cruzados y la ira pintada en el rostro, más cuando vio nuestras fachas.
Pobre andrógino, pero ahora su primo me pertenecía o por lo menos hasta que tuviera suficiente de él.
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Han pasado 84 años... okno xD
Ya sé me tardé una barbaridad, todo porque quise hacer el OS para el challenge de Halloween del KaiSoo, pero terminé borrando todo porque no me gustó xD
En fin, no sé si lo que acaban de leer fue Lemon o smut o Belcebú vaya a saber qué rayos me salió escribiendo en el colectivo, solo espero que les haya gustado. ¿Por qué pasó ésto? Pues porque nuestro KyungSoo de LQLHAKJI está más loco que su autora y yo quería KaiSoo xD
Los invito a leer mi OS SooKai (en mi perfil), se llama "Ciseaux", que significa "tijeras" en francés, es de una temática gótica o no sé qué rayos quise hacer, al final se llevarán una sorpresa :3
También los invito a leer mi bebé de nombre "Rutina", a "Liars" y les diría "Las orejitas que esconde " (ChanBaek), pero todavía tengo que actualizar por ese lar.
En fin, gracia a lxs qu leen y espero que les haya gustado :)
Rivers22S <3
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