Pov Natsu

Era un día normal cuando estaba yo colocando unos letreros ofreciendo mis clases de dibujo, cuando de pronto sentí una mano en mi hombro.

Lucy: Dísculpa, le das clases a niños.

Dirigí mi mirada hacia las dos figuras frente a mí. Una jóven de de 22 años y una pequeña niña de unos 5 años.

La pequeña pelo azul me regalo una gran sonrisa y no pude negarme. Sé que es extraño dar clases de dibujo a alguien tan pequeño pero no pude decirle no.

Natsu: Claro que si.

La sonrisa que la rubia me dedico en ese momento igualmente me iluminó.

Los días pasarón, yo le daba clases a Wendy en la biblioteca del colegio donde la pequeña estudiaba. Lucy siempre nos encontraba en ese lugar.

Lucy: ¡Mi pequeña! ¿cómo has estado?

Wendy: ¡Mamí, estoy haciendo nuestra casa!

Natsu: Tiene talento, ya veo por que querías que tomara clases.

Lucy: Me alegro tanto por eso. Muchas gracias, Natsu.

Era la misma rutina casi todos los días y poco a poco Lucy y yo nos fuimos haciendo amigos. Una tarde empeze a acompañarlas hasta su pequeño apartamento, ellas viven solas. Lucy es madre soltera.

Cuando supe que el padre de Wendy no estaba con ellas me enfade mucho. No podía creer que el bastardo las hubiera abandonado asi como asi.

Pero un día Lucy me contó todo.

Lucy: Wendy no es mi hija de sangre...

Me quede sorprendido, mientrás las lágrimas rodaban por las mejillas de ella.

Natsu: ¿Cómo?

Lucy: Yo un día iba a botar la basura del apartamento en el que vivía antes, que era más grande que este. Iba muy tranquila y de pronto escuche un llanto de bebé, me parecio extraño, busque de donde venía el ruido y a un lado del contendor había una bolsa.

Cerró sus ojos con fuerzas y podía sentir el dolor en sus palabras. Igualmente yo estaba llorando.

Lucy: Wendy estaba en esa bolsa, alguien la había abandonado ahí.

La abraze de inmediato y lloramos juntos. ¿Porqué una pequeña niña debía sufrir el rechazo de sus padres? No lo podía entender y Lucy tampoco lo entendía.

Lucy: Yo vivo de la pensión de mis padres, ellos murierón cuando tenía 15 años y tenía una vida normal, un novio, amigas, salía a paseos pero Wendy... Me robo el corazón.

Hizo otra pausa.

Lucy: Al día siguiente de encontrar a Wendy termine con mi novio y me mude para esta área. Todos creyerón que me embaraze de otro y que huí. Todos me dejarón pero no me importa.

Natsu: Pero igual aquí hablan de tí, deberías decirles la verdad.

Lucy: Prefierón que digan que fui una fácil, a que digan que Wendy fue abandonada en un basurero.

Esas palabras realmente me llegarón a los más profundo del corazón. De pronto la pequeña se desperto de su siesta.

Wendy: ¿Mamí porqué están llorando?

Lucy: Por que estabamos hablando de un perrito que tuve y se fue al cielo, mi amor.

Wendy: ¡Mamí, no estes triste, cuando vayamos al cielo lo veremos de nuevo!

Lucy: Si amor, tienes razón.

No podía creer todo lo que Lucy estaba haciendo por la pequeña Wendy, lo díficil de mantenerla y lo díficil de soportar las críticas, burlas y desprecio de la gente.

Los días siguierón igual, yo le daba clases a Wendy en la biblioteca y ahi nos encontraba Lucy después de sus clases. Ella estaba estudiando para ser profesora y le faltaba poco.

Me siento orgulloso de ella, desde que me contó la verdad sobre Wendy sentí un profundo respeto por ella y al mismo tiempo me estaba enamorando.

Sé que Lucy no tiene tiempo de pensar en relaciones románticas en este momento pero quiero que formemos la familia que Wendy se merece.

Wendy: Natsu, ¿quieres ver mi presentación para el día de madres en el colegio?

Natsu: No me lo perdería por nada, pequeña.

El día de madres llegó, Lucy tenía un examen ese día y llegaría justo a la hora para la presentación de Wendy.

Lucy: ¿Llegue a tiempo?

Natsu: Dame tu bolso, debes subir al escenario con las otras mamás.

Lucy: Ok, gracias Natsu.

Me dedico una enorme sonrisa, se notaba que estaba nerviosa y pude ver como las personas la miraban, murmurando sobre ella. Que era una fácil, que estaba muy jóven para tener una hija, que verguenza que no se sabe del padre.

Los comentarios me enfurecierón pero toda mi ira se fue cuando la pequeña Wendy subio al escenario con una corona se flores, se dirigió hacia Lucy y se la colocó en la cabeza.

La mirada de ternura de Lucy hizo que mi corazón se detuviera un momento, sus ojos chocolate reflejaban amor por esa pequeña y Wendy simplemente sonreía al ver a su madre feliz.

La ceremonia consistía en una pequeña canción dirigida a las madres. Tomadas de la mano, Wendy se la cantó a su mamá, al terminar se agachó e hizo una reverencia de gratitud y respeto.

Tanto Lucy como yo, estabamos llorando; luego la pequeña le dijo "Te amo, mamá" y se abrazarón.

Esa noche las invite a cenar y le hice una propuesta a Lucy.

Natsu: ¿Quieres casarte conmigo?

Lucy: ¿Cómo? ¿porqué yo? Puedes conseguir a alguien mejor...

Natsu: Para mí, tú eres perfecta.

Lucy: Pero no somos ni novios.

Natsu: Podemos serlo y casarnos rápido, ¿qué dices? Yo te amo y aunque no correspondas mis sentimientos ahora, prometo hacerte feliz.

Lucy: ¿Me amás? Pero...

No la deje terminar, le dí un beso en sus labios. Yo llevaba a Wendy dormida en mis brazos y la sensación de que eramos una familia me alegro mucho.

Lucy: Natsu, yo no sé que decir. No quiero que lo hagas por lástima.

Natsu: Creemé que no es por ese motivo, tu bondad me conquistó y me encantaría ser el padre de Wendy.

Lucy: ¿En serio?

Natsu: Nunca había estado más seguro de algo en mi vida.

Entramos al apartamento, sé que ella necesita procesar las cosas. Preparamos a Wendy para dormir. La estabamos observando cuando sentí que tomó mi mano, la miré y me sonrió.

Lucy: Si acepto casarme contigo.

Al cabo de tres meses, estabamos uniendo nuestras vidas y desde ese día fuimos una familia.

20 años despues...

Wendy: ¡Quiero agradecer el éxito de mi primer manga a mis amados padres! Sin ustedes este sueño jamás hubiera sido realidad.

Se escucharón los aplausos y nosotros estabamos de nuevo llorando de orgullo por ver a nuestra hija mayor triunfando con su primera publicación.

Estabamos en una cena muy elegante, en uno de los mejores hoteles de la cuidad. Nuestra familia ahora es más grande, somos 5, ya que Lucy y yo tuvimos dos hijos propios; Nashi que tiene 18 años e Igneel que tiene 15 años pero los amamos a todos por igual.

Nuestra pequeña Wendy le contamos la verdad cuando ella cumplió los 12 años, fue muy díficil pero nuestra hija lo asimiló muy bien.

Wendy: Muchas gracias, los amo.

Esta es la historia que ellos no saben y ni sabrán nunca.

Fin ❤

¡Muchas Gracias por Leer!