Capítulo 9: Flechazo
*Créditos de la imagen: @ kat__colors en Twitter*
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Eran alrededor de las 12:30 de la noche, Eri estaba profundamente dormida tras su tiempo de calidad con Kaina. Ella no lo había notado, pero esas horas han sido lo más gratificante que experimentó en su joven vida. Así que la sensación de alegría la sentía en su corazón, aunque su cerebro no era capaz de mostrarlo en sus expresiones.
Sin embargo, Overhaul tenía que aprovechar que Eri tenía una vibra distinta a lo que siempre se le caracterizó. Por eso llamó a Chronostasis para ayudarle con el trabajo sucio. Así que este se presentó en una de las entradas de emergencia que hay adentro de la propiedad con el cloroformo y un paño listo.
— Listo, Overhaul-sama. -decía el doctor con el paño listo con el somnífero-.
— Entraré primero, debo asegurarme que ella no podrá despertar. -Chisaki abrió la puerta con suavidad, menos mal que es corrediza-.
Se acercó sigilosamente para notar que ella tenía una ligera sonrisa. Una expresión que nunca había hecho en la vida, pero inconscientemente podía gesticularla. Con la mano, el jefe yakuza llamó a su compañero.
— Kurono, ella nunca había hecho esto. Casi me hace sentir mal por hacer esto. -decía Kai con un poco de empatía, pero sabía a lo que venía realmente-.
— Hai, usted y ella tuvieron orígenes similares al no tener padres... Sumimasen, le recordé algo delicado, Overhaul-sama. -se disculpó el asistente-.
— Razón sí tienes, pero a diferencia de ella, la vida se apiadó de mí con el señor Tsuda. Ella es solo víctima de su propia existencia, pero eso fue un sacrificio para limpiar el planeta de su enfermedad. Lo haré yo, dámelo Kurono. -Chisaki estiró la mano para pedir los instrumentos-.
Y así el castaño tomó la botella de cloroformo para untar el líquido en el paño de tela y luego comprobar si era suficiente para que el efecto no influyera lo suficiente para malear en las pruebas de sangre.
Sin mediar palabra, Chisaki puso cuidadosamente el pañuelo sobre la nariz de la niña, quien no logró despertarse para oponer algo de resistencia. Luego de unos ocho segundos, donde su postura fue más relajada de la que ya era, el líder yakuza probó chasqueando los dedos si ella en efecto estaba sedada.
— Kurono, es tu turno ahora. Hazlo rápido, ponle las vendas y nos iremos al laboratorio. Esta noche haremos historia. -advirtió Chisaki, quien volteó a ver a la niña una última vez antes de salir del cuarto-.
El doctor solo asintió para comenzar a extraerle sangre de sus brazos y piernas, las venas principales de cada extremidad contienen la sangre más pura ya que provienen de las venas principales que conectan con las venas cava superior y exterior. Las cuales son de las principales válvulas que conectan con el corazón.
Tras unos 20 minutos de intervención, Eri nunca despertó y Kurono fue capaz de extraer y "curar" las cicatrices de la niña. Ambos se fueron derechito al laboratorio clínico que estaba a dos kilómetros de distancia de su ubicación actual. Pero no había problema al avanzar por el pasadizo que construyó Irinaka. Será una larga pero productiva noche.
Dos días después por la noche con Kaina
La señorita Tsutsumi se sentía preocupada, ya que el domingo entero y ahora lunes no supo nada de Chisaki. Ella teorizaba que tal vez se molestó porque pasó más tiempo con Eri que con él. También creía que era por su trabajo en el laboratorio clínico.
— Senpai, te invito a un café. -preguntó Hawks luego de ponerse su abrigo-.
— ...
— Senpai... -el rubio con alas chasqueó los dedos-.
— ¿Uh? ¿Keigo-kun? -preguntó ella toda confundida-.
— Hai, ya sé cómo me llamo. -la respuesta de él molestó a Kaina-. Gomen, pero es que no pareces enfocada en nada. ¿Te peleaste con tu novio?
— Baka, es que no he hablado con él en todo el día ni ayer. No se conecta a Line desde el sábado que tuvimos nuestra cita. -ella estaba viendo al cielo buscando alguna respuesta-.
— Cierto, ¿qué tal estuvo la cita? Se me olvidó preguntarte antes. ¿Cómo te fue? ¿Ya eres madrastra? -preguntó en broma el héroe alado-.
— Oe, ¿no puedes sostener una conversación como alguien normal? Si vas a estar burlándote de mí, mejor me voy a casa. -ella daría media vuelta, pero Hawks puso una mano sobre su hombro-.
— Gomen gomen, es que es divertido cómo piensas en él. Antes solo priorizabas ser una heroína y ahora la cosa es muy distinta. -él le dio una sincera sonrisa mientras caminaban a una cafetería cercana-.
— Lo sé, pero es que no sabes lo que suelo vivir cuando llego a mi apartamento. -decía Kaina cuando ya habían llegado y tomado asiento-. Día tras día siento que no disfruté mi juventud. Mientras mis compañeros de la secundaria jugaban, reían, se enamoraban y eran simples jóvenes; yo tenía que trabajar como heroína desde los 12 años cuando la comisión me recogió.
Mis padres estaban en una situación complicada; ella con su cáncer de pulmón y mi padre con su esclerosis lateral amiotrófica. Mi sueño de ser heroína se convirtió en una presión constante porque a ellos no les faltara nada con sus medicinas y tratamientos. Yo tenía que hacer sicariato de villanos para poder pagarle las quimioterapias a mi mamá y el mantenimiento de los aparatos de mi papá. Y ya sabes cómo terminó. Cuando cumplí 16 murió oka-san y otou-san a los 17 años por la depresión, él pensó que ya no tenía caso seguir peleando contra su enfermedad. ¿Sabes qué me hacía sostenerme emocionalmente?
— El sentido de justicia y empatía por aquellos niños que veías jugar cuando salvaste sus vidas las veces que había algún ataque de villanos... -decía Keigo mientras tomaba su café y un pastel de macadamia-.
— Hai, porque no quiero que nadie sufra lo mismo que yo. O al menos, no se vea obligado a perder su vida por una obligación. -contaba ella cuando comía de su tiramisú-.
— ¿Y conociste a la hija de él? -preguntó Keigo terminando su postre-.
— Hai, es una pequeña niña de pelo blanco con un cuerno, ojos rojos de unos 6 años más o menos. Es una pequeña muy tímida porque su mamá falleció cuando ella apenas era una bebé, pero ella es super tierna. Se llama Eri y pasamos toda la tarde juntos. Fuimos a pasear, comimos postres, a ella le gustan las manzanas y los ositos Rilakkuma y Korilakkuma, fuimos a un café de gatos. Lo pasamos de lo lindo, y yo hubiera querido verla sonreír pero parece que no me he ganado su confianza con eso. -esto último lo decía ella con un poco de melancolía-.
— ¿Y qué hiciste con él? -Hawks ya estaba pagando la cuenta-.
— Pues... -ella agachó la cabeza-. Yo pasé todo el día con ella, solo pudimos almorzar los tres juntos y no pude estar con él.
— ¿Y te sientes mal porque crees que se molestó contigo porque no pasaste el tiempo con él sino con su hija? -Takami pensaba algo absurdo para él, pero esa idea solo se confirmó cuando ella se acomodó el cabello y dijo que sí sin levantar la vista-
— Yo quería un tiempo de calidad con él, pero me entretuve tanto con Eri que... -ella sonaba decepcionada, pero las siguientes palabras la interrumpieron-.
— Senpai, eres una tonta. -esto extrañó a Kaina-. La mayoría de padres que son buenos padres priorizan la felicidad de sus hijos. Así que me atrevo a creer que él no está molesto contigo, es un poco extraño que no se haya comunicado contigo, lo hará pronto. Tal vez cree que, por como me dices que reaccionó la niña contigo, él considere realmente formalizar una relación contigo. Si te ganas a su hija, te ganas su aprobación.
Esto dibujó una sonrisa en el rostro de Tsutsumi, le daba esperanzas de que todo estaba bien. Luego de una pequeña cena, cada quien se movió por su lado. Pero ella seguía pensando en él, aunque no de la misma manera que antes de hablar con Hawks.
Cuando llegó a su apartamento, cuando estaba por ducharse, sonó su teléfono. La notificación era de su interés romántico y era un mensaje que le tomó por sorpresa pero que le gustó.
Kai Chisaki
en línea
Tsutsumi-san, ¿quieres salir el viernes en la noche?
Solo seremos tú y yo. Quiero decirte algo importante.
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