Pasaron dos semanas en donde la comunicación entre Chisaki y Tsutsumi era constante a través de mensajes en Line y una que otra llamada. Al ser adultos bastante ocupados, solamente podían comunicarse por las noches y un poco más seguido los fines de semana.

Durante esos 14 días, el plan de Overhaul de aleccionar a Eri estaba viento en popa. A ella se le sometían a pruebas sociológicas.

— Eri, presta atención. -Chronostasis la tenía sentada en una silla totalmente normal-. Piensa que estás comiendo y tienes algo que no te gusta, tienes que referirte a Overhaul como OTOU-SAMA frente a ti. Le dices: "otou-sama, no quiero comer esto" y te pide que comas todo. ¿Cómo respondes?

— ¿Me va a matar? -preguntó ella con un tono tembloroso-.

— Error. -sonó una chicharra en la habitación-. Primero, EN NINGÚN MOMENTO, debes decir absolutamente nada sobre lo que pasa aquí. Segundo, si haces un comentario que contradiga o te quejas sobre alguna orden o favor que te piden, Overhaul-sama levantará su guante y sabes lo que eso significa, ¿verdad?

La cabeza de Eri comenzaba a liberar algo de vapor, sus ojos estaban temblorosos, ella se tomaba el rostro mientras las lágrimas se asomaban.

/Flashback/

Overhaul y Chronostasis estaban amarrando a Eri en su silla de tortura. Le afianzaban con correas las muñecas y los tobillos para que no opusiera resistencia. Irinaka la sostenía de los brazos para el momento en que la jeringa debía entrar.

(Cr: encontrado en el perfil de @ tylove82791 en Pinterest)

— Eri, ¿sabes que tú serás la próxima libertadora de la humanidad? -Chisaki estaba sentado frente a ella como si de un interrogatorio tratase-. Tú tienes una maldición que puede ser una cura si se usa de buena manera. Así que, Kurono...

— Hai.

— Concéntrate en mí y repite después de mí: "Estoy maldita pero Overhaul me salvará. El dolor no existe si es por la causa". -Chisaki la acariciaba de la cabeza para hacer que ella activara su don-.

El propósito de este experimento en particular era probar si existían injerencias en el CPC de la sangre de Eri cuando ella tuviera el don activo. Sin embargo, Chisaki seguía provocando a Eri.

— Eri, cuando naciste acabaste con tus padres. Tú los mataste porque estás maldita.

— Eres un monstruo que debe dar su sangre por el bien de la historia humana.

— Sin tu don serías una inútil, pero con tu don eres una amenaza. Naciste con una maldición que yo usaré para limpiar este mundo.

Cada palabra era un tormento, pero a medida que los experimentos se hacían y fracasaban, Eri alimentaba ese pensamiento donde ella maldecía haber nacido. Ella llegaba casi a aborrecer el hecho de despertar. Ya no sentía el dolor de ser un conejillo de indias, pero sí tenía muy presente el dolor de seguir respirando.

— Watashi o koroshite... (mátame). -Eri decía en susurros apenas audibles-.

Cada 30 segundos recibía un pinchazo, el dolor solo se manifestaba con un pequeño tic en el ojo. Pero las terminaciones nerviosas le hacían experimentar un dolor tan distinto al anterior que prácticamente podía realizarse una escala médica según la parte del cuerpo.

Ella exigía morir, incluso ella trataba de esforzarse para que su cuerpo dejara de resistirse al dolor pero era inútil varias veces. Aunque, el verdadero dolor era cuando ella realmente superaba su capacidad de aguante hasta que moría. En el momento, Overhaul lo que hacía era explotar su cuerpo y devolverlo a su estado original.

Así es, Eri era desintegrada de una forma bastante visceral para luego revivirla a su estado previo antes de caer en un estado de muerte. Para ella era una especie de viaje turbulento donde sus fuerzas se debilitaban al extremo y en unos segundos volvía a respirar pero sumamente cansada.

Aunque no lo parezca, la sensación de dolor más intensa era cuando su cuerpo volvía a reformarse. Y cuando ella volvía en sí, las lágrimas eran inevitables para ella.

— Yo ya te maté, Eri. Pero tú matarás a la humanidad si no colaboras. ¿Entiendes?

(Cr: encontrado en el perfil de @ danimendezgarza en Pinterest)

/Fin del flashback/

— H...hai, otou-sama... -Eri contestó pero tratando de aguantarse las lágrimas-.

— Bien, Eri. Sigamos con la lección... -Overhaul y Kurono estaban progresando en la tortura psicológica para convertirla en una especie de "hija ejemplar" de un "padre soltero".

Así fueron las siguientes dos semanas. Hasta que, luego de discutir el plan con Kurono e Irinaka con respecto a conseguir que una figura materna para Eri. Que Kaina Tsutsumi sea el aditivo para que la sangre de la niña sea auténtica materia prima de calidad.

— Overhaul-sama, ¿cree que Eri está lista para no cagarse en los planes? -preguntó Irinaka algo nervioso-.

— Daijobou, ella está perfectamente adiestrada para actuar con una desconocida que se ganará su confianza. Además, ella ya sabe cómo es ella físicamente, sabrá qué hacer con identificarla. Así como ella sabrá cómo reaccionar ante ciertas situaciones, palabras, gestos e incluso miradas. ¿Verdad, Eri? -llamó Overhaul a la niña-.

Eri llegó con un vestido estilo overol rojo que cubría su vestido, cuya falda llegaba hasta las rodillas, también vestía con unas medias y unas pequeñas botas café.

— Hai, otou-sama. -dijo ella sin poder sonreír, su rostro expresaba algo de miedo pero lo suficientemente disimulado para parecer que sentía incomodidad-.

— Ahora, ¿cómo vas a responder cuando la señorita Tsutsumi llegue aquí? -preguntó Overhaul mientras se ponía de brazos cruzados-.

— Ohayo, watashi wa Eri desu. Yorushiku onegaishimasu. -Eri saludó e hizo una ligera reverencia mientras levantaba el dobladillo de su vestido ligeramente-.

— Si Tsutsumi-san te pregunta porqué no sonríes, ¿qué le dirás? -Chisaki estaba más relajado-.

— Que otou-sama me da miedo. -ella al decir esto hizo que frunciera un poco el ceño el castaño, cosa que Eri notó-.

— Que... que otou-sama es estricto conmigo y... -Eri seguía nerviosa y Chisaki comenzó a quitarse el guante-.

— QUE EXTRAÑO A OKA-SAMA. -dijo Eri con un pequeño grito y cerrando los ojos-.

Al escuchar estas palabras, Overhaul se relajó y volvió a acomodarse el guante.

— ¿Qué te parece esa respuesta, Kurono? ¿Apruebas? -preguntó Kai viendo de reojo a su asistente-.

— Eh, 50/50. Pero, creo que está lista. Ella parece identificar bien sus gestos corporales. Para ella, usted es un padre estricto pero lo suficientemente cercano a ella como para que tengan una relación estable de padre e hija. -Kurono daba el visto bueno-.

— ¿Y tú Mimic?

— Pues, mientras la mujer esa no haga demasiadas preguntas y no se le deje sola, creo que todo estará bien. -decía Irinaka que era un poco escéptico-.

— Bueno, entonces llamaré a Tsutsumi-san. -indicó para sacar su teléfono y marcarle mientras se iba a una habitación solitaria-.

— Moshi moshi, ¿Chisaki-kun?

— Tsutsumi-san, konichiiwa. ¿Cómo estás?

— Bien, muchas gracias. Voy a marcar tarjeta para salir del trabajo. ¿A qué debo el honor de tu llamada? -decía ella con un tono juguetón mientras se le marcaba un sonrojo a ella-.

— Pues, como hace un tiempo no nos vemos. ¿Te parece una cita en mi casa? -Chisaki no lo sabía, pero la connotación que podía tener esa frase podía darse al doble sentido-.

— ¿Hablas... en serio? ¿Quieres... que yo vaya a tu casa? -Kaina tampoco se daba cuenta del doble sentido, pero se sentía nerviosa porque pensaba que la confianza era alta como para una invitación de este estilo-.

— Hai, hai. ¿Te acuerdas que siempre tengo que estar con Eri a ciertas horas cuando estoy fuera? Pues, quiero que la conozcas. ¿Te gustaría? -Chisaki tenía que mantener una fachada de hombre tranquilo y algo tímido-.

— Claro que sí, quiero conocer a tu hermosa hija, Chisaki-kun. ¿Qué día nos veremos? -la sonrisa de Kaina era más grande, tanto que casi brillaba-.

— Podría ser pasado mañana que será sábado. Encontrémonos en un punto medio, yo te avisaré dónde y nos vamos juntos. -decía Chisaki quien veía de reojo a Eri-.

— Hai, arigato Chisaki-kun. Ya quiero que sea sábado, nos vemos ese día. Cuídate mucho. -se despidió ella-.

— Ore mo, Tsutsumi-san... ore mo... -él colgó primero mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro-.