*Créditos de la imagen: @ hanbunshonen en Twitter*

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Era lunes al atardecer. Kaina Tsutsumi estaba entrando a marcar tarjeta para terminar su turno de trabajo. Cuando ella iba de salida, se encontró con Hawks que venía a presentar informe sobre su misión especial.

— Kaina-senpai, espera.

— Oh, Keigo-kun. ¿Y ese milagro? -preguntó ella con una ligera sonrisa-.

— Oye, ¿tan extraño es verme por aquí? -Hawks finge falsa indignación-.

— Pues, digamos que esta no es tu segunda casa. -contestó de buena manera mientras se acomodaba su abrigo-.

— Ya entendí, ¿quieres ir a cenar? Tengo ganas de conversar con un rostro bonito. -ese coqueteo entre colegas era muy común-.

— ¿Vas a pedirme algo, verdad? -Tsutsumi no era tonta tampoco-.

— Piensas muy mal de mí, ¿sabes? Hablo en serio. Tengo ganas de pasar el rato, así despejo mi mente de las misiones. Quiero ser Keigo Takami un rato. -se quejó el héroe con alas-.

— Hai, hai. Vamos al Izakaya Maou. -se dirigieron a un pequeño restaurante a unas pocas calles de ahí-.

El camino fue tranquilo, estuvieron platicando sobre sus trabajos, lo que les tocaba hacer en sus respectivas misiones. Hawks tenía que estar infiltrado en el Ejercito de Liberación en Deika. Kaina solo tenía que realizar misiones de espionaje e inteligencia y a veces de limpieza.

— Watashi wa Jahy desu. Seré su camarera, ¿desean ordenar entrada o plato fuerte?

— Yo quiero una orden de okonomiyaki y una cacerola con yakisoba. -pidió Kaina-.

— A mí tráeme pollo al orange y sopa de miso. También algo de onigiri para acompañar, por favor. -Hawks también tenía hambre-.

— De acuerdo, ¿les traigo cerveza para acompañar? -sugirió Jahy, quien recibió un asentimiento de ambos comensales-.

— Senpai, he notado que tu expresión es distinta. ¿Te fue bien en tu cita, verdad? -Hawks seguía con esa actitud bromista, pensaba que lo de la cita era algo de una vez-.

— Etto... hai... -una pequeña sonrisa y un notable sonrojo se marcó en Kaina-. Pero, tus consejos no sirvieron de mucho. La verdad es que sin querer yo tomé la iniciativa. Lo pasamos bien, pero...

— ¿Pero...? ¿Él te hizo algo? -Keigo se puso serio esta vez-.

— La verdad... -Tsutsumi es su superior, pero Hawks la ve como esa hermana menor que debe ser protegida-.

— Senpai, confía en mí y dime: ¿en qué parte te tocó ese infeliz? -Keigo tenía un muñeco de Endeavour que sacó de su gabardina-.

(Cr: @ selpuku en Twitter)

— ¿Por qué tienes eso? -esto relajó a Kaina que se enfocó en ese detalle aleatorio-.

— Es mi reliquia, sabes que es mi héroe número 1. Pero eso no es lo importante, señala en dónde te tocó ese desgraciado. -Keigo le entregó el peluche para que ella hiciera lo que se le pidió-.

Ella tomó al juguete y señaló con un dedo al pectoral izquierdo del muñeco. Ella levantó la mirada a Hawks, quien estaba con una mirada de pocos amigos.

— Voy a enviarlo a Tártaros. -sus alas se prepararon para salir y buscarlo-.

— Keigo-kun... él tocó mi corazón. -ella intervino, haciendo que su kouhai la vea con confusión-. Estuvimos en el parque, caminamos juntos y sin querer le dije que me gustaba jugar en el columpio. Estuvimos ahí hasta competir por ver quién saltaba más largo. Primero fui yo, pero cuando él saltó terminó cayendo sobre mí. La distancia entre los dos era tan corta que podíamos sentir nuestras respiraciones. Se mantenía con una mascarilla negra, pero un perro evitó que yo pudiera...

— Eres infantil, senpai. ¿Y qué pasó después? -se rió el héroe de las alas, a él le parecía muy infantil la actitud de Kaina, pero no podía culparla-.

— Pues, cuando fuimos a comer todo fue incómodo. Ninguno de los dos nos atrevíamos a hablar, sentí que si nos hubiéramos besado tal vez hubiera sido lo mejor. Al final tuve que pedirle disculpas por incomodarlo, pero... él me dijo que le gustó verme sonreír y quería verle su rostro. No me lo permitió pero me dijo que lo vería la próxima vez. -ella estaba emocionada a medida iba relatando el resumen de la cita-.

— Kaina-senpai... -Hawks estaba serio-. ¿Él te gusta de verdad? Porque lo conociste hace menos de tres días.

— Hai... en ese tiempo ya le tengo bastante aprecio pero mi corazón palpita a un ritmo algo acelerado. Tengo cierta necesidad de tenerlo cerca, solo así podría sentirme tranquila. -Kaina realmente adolecía una ausencia de afecto masculino-.

— ¿Le has hablado sobre a qué te dedicas? -Keigo lanzó una bomba que era ineludible-.

— No, todavía no lo he pensado. Yo solo sé que él trabaja en un laboratorio clínico que queda de camino a mi casa. -contestó algo confundida-.

— Senpai, aunque eres más veterana, parece algo inmadura. Nosotros no podemos tener sentimientos por nadie, nuestra profesión nos lo impide. Cuando me comentaste que tendrías una cita, pensé que sería algo de una vez porque supuse tu faceta más inocente saldría a relucir. Pero, debí tomar en cuenta que podrías tener más emociones hacia ese sujeto. Sumimasen, pero deberías considerar sobre crear vínculos con él. La gente como nosotros no puede encariñarse con los demás. Y si saliera bien y terminaran juntos, a la larga no funcionaría. -Hawks esta vez dejó las bromas, hablaba totalmente en serio-.

Esto sorprendió a Nagant, que estaba bastante enfocada en el dilema de sus sentimientos. Para ser una primera cita, la cosa avanzó más de lo que debió y sus emociones le decían que debería intentar una relación. Sin embargo, Hawks era consciente que sus condiciones como héroes hace que mucha gente allegada a ellos sea vulnerable.

— Lo sé, pero... no quiero arrepentirme de nada si me llega a pasar algo. Soy una heroína porque quiero proteger a las personas, pero si debo proteger a alguien importante para mí, sería una motivación mayor. De todas formas, no quiero arrepentirme de nada cuando yo ya no esté. Además, él parece que tiene una hija llamada Eri. Creo que la próxima vez que nos veamos él y yo, le diré que quiero conocerla. -Tsutsumi estaba dando pasos agigantados-.

Mientras Keigo comía su pollo, no podía evitar notar que la sonrisa de Kaina era más sólida y más grande. Tal vez era algo rígido su forma de ver el mundo, pero tampoco quería imponerle a ella sus pensamientos.

Continuaron con la cena más tranquilamente, cuando llegó la cuenta ambos pagaron 50/50 hasta que llegó la hora de irse. Cada uno tomó sus caminos, Kaina terminó pasando cerca del laboratorio clínico donde estaba Chisaki. Quería saludarlo, pero ella pensaría que sería algo insistente o invasiva si le escribía ya.

No obstante, ella desconocía que las cosas dentro de ese laboratorio se mantenían turbias. El doctor Kurono y Chisaki se mantenían experimentando con Eri. Para alcanzar el Coeficiente de pureza coagulatoria (CPC) habían optado por mostrarle a Eri un poco del mundo y de las cosas bonitas que existen.

La cosa no cambió ya que los números seguían desbalanceados. Chronostasis tenía la teoría que el aleccionamiento de Eri llamado: "Sometimiento de sujeto experimental a escenarios controlados para determinar su capacidad de respuesta ante posibles comportamientos aleatorios no influenciados" sería capaz de hacer Eri deseara el momento de la "hora recreativa".

La niña estaba siendo monitoreada para determinar los índices de liberación de dopamina mientras se le mostraban imágenes agradables. Se le mostraban animales tiernos, paisajes majestuosos, momentos felices basados en series de anime, etc.

La finalidad de este experimento era hacer poner a prueba la hipótesis sobre el descarte de un incentivo externo que haga que Eri experimente un poco de seguridad y "felicidad" para que los experimentos de extracción de sangre generen los números necesarios para el CPC.

— ¿Qué tal estuvo su cita, Overhaul-sama? -preguntó Kurono mientras esperaba las reacciones de Eri-.

— Bien.

— ¿Solo esa respuesta me va a dar? ¿Solo bien? -Kurono estaba interesado, aunque esto era extraño para Chisaki-.

— ¿Quieres una bitácora acaso? -Chisaki no quería dar explicaciones-.

— Pues, no estaría mal... -Kurono trataba de no voltear a ver a su jefe-.

— Está bien, fue una cita tranquila aunque incómoda. Pero bastante interesante. Ella me hizo sentir por unos minutos que fui un niño, no era Overhaul sino Kai Chisaki y me gustó. Subirme a un columpio y saltar de él fue muy estimulante. Casi nos damos un beso pero en el último segundo nos detuvimos por un perro. Ella fue la que me guió en la cita, parecía ser una experta pero fue tan natural que me gustó sentirme así. Tsutsumi-san quería ver mi rostro sin máscara, pero le dije que sería en la próxima cita. Y por su reacción, creo que podremos aprovechar esto y hacer que conozca a Eri. -explicó Overhaul con una ligera sonrisa bajo su máscara de pico de tucán-.

— ¿Ella vendrá a la casa? -Kurono se extrañó un poco y hasta se asustó-.

— Hai, pero no será a la principal, sino a la fachada. Así que será un entorno seguro. Además, ¿qué te parecería si hago que ella fuera el noveno precepto de la muerte? -Kai ahora sí estaba desvariando-.

/Flash forward/

Era un día ordinario hasta que Overhaul llegó a la puerta de la guarida, sorprendió a los preceptos que estaban todos presentes y se sorprendieron al ver que él se veía con un aura de autoridad, pero que no imponía miedo.

— A ver caballeros, por favor denle la bienvenida a nuestra nueva recluta, el noveno precepto de la muerte... Bueno, la precepto... Kaina Tsutsumi...

(Cr: @ hanbunshonen en Twitter)

Todos se le quedaban viendo, incluso arriba de la cabeza de todos los integrantes aparecía un cartel que decía: "Una colección de perdedores".

— Un gusto de conocerla, Tsutsumi-sama. -decía Shin Nemoto, uno de los hombres de confianza-.

— ¿Peleamos a muerte? -preguntó Kendo Rappa, la fuerza bruta de la organización-.

— Chisaki-kun... -la chica bicolor se cubría los ojos con mucha vergüenza-. Traigo demasiada ropa... qué pena...

— Por eso traté de advertirte... como ahora eres una yakuza, así que...

(Cr: @ hanbunshonen en Twitter)

/Fin del flash forward/

— Overhaul-sama, ¿usted se enamoró de esa mujer? -el doctor ahora sí estaba serio-.

— Tal vez... es una sensación extraña pero no me disgusta. Mi corazón se acelera y tal vez no solo funcionaría, tal vez así me evito la pena de asesinarla. -Overhaul estaba realmente sorprendiendo a su asistente-.