Capítulo 26: Eri-chan hasta ahora...

La pequeña Eri-chan, tras haber sido rescatada de los Preceptos de la Muerte, vivió varias experiencias que le daban la esperanza de tener una mejor vida, con mucha diferencia.

Primero tuvo que ser internada en un hospital para determinar qué haría la academia UA con ella. Los jóvenes Lemillion y Deku estarían con ella junto a Eraserhead. Para suerte de todos, no hubo más pérdidas apartes de la muerte de Sir Nighteye que había logrado evitar que fuera Nagant la víctima mortal.

Yo no sé cómo se sonríe...

Esta frase marcaría a ambos jóvenes, especialmente a Deku que quería ser un héroe que rescatara por completo a la pequeña niña. Aunque no esté aprisionada con Chisaki, a ella le habían robado su infancia y su vida. Y para Izuku Midoriya, meterse en asuntos donde no le llaman es parte de ser un héroe.

Luego de unas semanas, donde la niña recibiría un permiso especial para ir a la academia UA, por idea del pecoso Eri asistiría al festival cultural de dicha institución educativa. La idea de Deku junto a Lemillion era hacer que la peliblanca pudiera sonreír, una expresión tan sencilla para muchos, pero no para ella.

Un concierto de parte de la clase 1-A de héroes permitió a la pequeña Eri romper esas ataduras mentales y dar una sonrisa tan dulce y tan especial, que conmovía a cualquiera.

Los meses seguirían pasando y Eri estaba bajo el cuidado de los Tres Grandes de la academia: Nejire Hado, Tamaki Amajiki y Mirio Togata. Entre ellos y la clase 1-A, la infante pudo sobrellevar el trauma que Kai Chisaki le había generado con respecto a su poder.

Pero siempre estaba en su mente la pregunta más grande: ¿Volveré a ver a Kaina oka-san?

Ella no se atrevía a preguntar porque tenía miedo de la respuesta. Sin embargo, una vez Eraserhead la escuchó hablar dormida.

Oka-san, te extraño... no dejes de abrazarme... no quiero perder a otra oka-san... -la pequeña dormía y durante la noche que Aizawa la cuidaba la escuchaba-.

Cuando habían pasado alrededor de un mes desde su rescate, los sueños de Eri se habían convertido en pesadillas. Una noche, ella despertó llorando y Shota se acercó para cargarla y consolarla.

— Eri-chan, necesito preguntarte algo y quiero que me respondas con la verdad. -el sensei estaba agachado y a la altura de ella, que estaba con los ojitos llorosos-.

— H... hai...

— ¿Quieres ver a tu mamá? -preguntó con la voz suave y con una mano sobre la cabeza de ella-.

Eri solo asintió suavemente y las lágrimas caían al suelo. Eraserhead se mantenía con expresión neutra, lo que necesitaba Eri era desahogarse con alguien y él estaría ahí para la pequeña.

— Cuando estuve en ese lugar... Kaina oka-san me enseñó cosas divertidas. Me quería y me trataba bien, me abrazaba y jugaba conmigo. Mis ositos... -Eri se acercó a su cama y se los mostró a Aizawa-. Ella me los dio y jugamos con ellos. Y sueño que ella me abrazaba como la última vez que la vi.

La niña estaba cubriéndose los ojitos y lloraba más. Eraserhead la cargó para abrazarla y acariciar su cabeza. Sabía que él debía hacer algo, así que aprovecharía que tenía asuntos que atender con Present Mic en Tártaros.

(Cr: @ Trevoshere en Twitter)

Tiempo antes de la guerra que se desató por culpa de Tomura Shigaraki y All For One junto a la Liga de Villanos, Shota Aizawa y Hizashi Yamada asistían constantemente a la prisión de máxima seguridad para tratar de resolver un asunto con un nomu que había sido capturado: Kurogiri.

Este resultaba ser un nomu creado a partir del cuerpo del fallecido Oboro Shirakumo, y para ambos héroes y profesores de la UA era un asunto delicado porque se trataba de un viejo amigo de la adolescencia. Pero al tratar de conseguir rescatar a Shirakumo, no se conseguía mayor progreso.

Así que una vez Aizawa trató de acercarse al detective Tsukauchi Naomasa para preguntar sobre un asunto clasificado.

— Naomasa, ¿podemos hablar? -preguntaría Aizawa al salir de Tártaros-.

— Dime, Eraser. -el jefe de la policía se extrañó que hubiera esa formalidad-.

— ¿Qué sabes sobre Kaina Tsutsumi? Ella fue capturada el mismo día que la redada al Hassaikai pero en otro lado y los rumores sobre que ella mató a la presidenta de la comisión son fuertes. -Shota había investigado pero necesitaba confirmación de la autoridad-.

— Esto que te diré es confidencial, así que confío en tu discreción. Pero ella está aquí en Tártaros, sí asesino a la presidenta a quemarropa. Todavía se sigue investigando el nivel de complicidad con los Preceptos de la Muerte. ¿Por qué la pregunta? -Tsukauchi estaba extrañado-.

— La niña que rescatamos ese día, Eri. Parece que creó un auténtico vínculo con Nagant. Ella tiene pesadillas constantemente y sueña con ella, una vez escuché que le habla en sueños. La llama oka-san. -Aizawa sonaba serio-.

— ¿Y ella la extraña? -Naomasa recibió un asentimiento de parte del héroe-. En ese caso, es difícil proceder porque Tsutsumi está encerrada sin posibilidades de recibir muchas visitas y tengo entendido que ya recibió una de alguien cercano a ella.

— ¿Y crees que exista posibilidades que ellas se reúnan de alguna forma? -Aizawa quería ayudar a Eri-.

— Lo veo difícil a corto plazo, tendría que encargarme personalmente pero con la investigación sobre la Liga de Villanos, es complicado. -Tsukauchi fue sincero y dijo esto con algo de incomodidad-.

— Entiendo, arigato. Además, hay que preparar mentalmente a Eri para un posible encuentro. Según ella, Tsutsumi le demostró que había un apego emocional. Espero que resulte su reencuentro. -Aizawa se subió al carro para irse con Yamada y Naomasa a la UA-.

Por desgracia, ese reencuentro no se daría, ya que solo un mes después ocurriría la guerra entre los héroes y la Liga de Villanos. Eri, durante el desarrollo de estos acontecimientos estaría bajo el cuidado de All Might en la UA.

En esos 60 días previos a la guerra, comenzaría un proceso de ayuda psicológica donde ella trataría de superar ese trauma con respecto a su don. Desde la capacidad máxima del quirk hasta el control por cantidades o niveles.

Eraserhead era un gran profesor, y siempre estaba pendiente de poder asistir a la niña cuando se descontrolara. A una semana de la guerra, la niña se convirtió en la hermana menor de toda la clase de primer año de héroes.

Lo que nadie esperaba, en especial ella, sería que la guerra traería demasiadas repercusiones. Varios héroes fallecidos, otros inhabilitados y otros que se retiraban. Pero la gota que derramó el vaso fue el hecho que Deku, su héroe, ya no estaba. Él había podido rescatarla de ese horrible mundo, pero ya no lo vería y lo descubrió de una fea manera.

— Oe, hay una carta de Midoriya en mi puerta. -gritó Minoru Mineta, el más enano de la clase 1-A-.

Querida clase A:

Quiero darles las gracias por todo, y creo que es momento de compartir mi secreto con ustedes. Mi don es un poder especial que All Might me transmitió a mí. All For One y Tomura Shigaraki están detrás de mí. No puedo dejar que ellos sigan arrebatando la vida de los demás, por eso me marcho. Perdónenme y espero que entiendan esta decisión, no volveré por el bien de todos.

Izuku Midoriya 

— Bakayaro... -Ochako Uraraka, la mejor amiga de Deku, estaba con ganas de llorar-.

Cuando Tenya Iida, el delegado de la clase A, leyó la carta en voz alta, no se había percatado que Eri estaba cerca y escuchó todo lo que decía ese manuscrito. Sus ojos se llenaron de lágrimas, no podía creer esas palabras.

— ¿Deku ya no está? -preguntó la niña entre lágrimas-.

Los demás estudiantes no sabían qué decir, Nejire había llegado con Eri en brazos y tuvo que abrazarla para darle consuelo. Esas lágrimas realmente le tocaron una fibra sensible, lo cual impulsaría a los demás a actuar y darle un mensaje al pecoso: ellos también son héroes.

Entonces pasaron varias semanas desde que se supo que Izuku había dejado la UA, los compañeros habían estado haciendo trabajo de héroes y entrenamiento intensivo. Eri estaba con el director Nezu de la UA la mayor parte del tiempo, ya que hasta All Might se la pasaba en la calle.

La peliblanca no paraba de pensar en su héroe y en su madre, pero ver a sus ositos Rilakkuma y Korilakkuma la distraían de esos pensamientos. Nezu la seguía entrenando para mejorar el control del don de Rewind. Las semanas pasaron y Nezu no estaba disponible, así que tuvo que ser la clase 1-B quien cuidaría de ella.

En una noche lluviosa, había una gran concentración de civiles refugiados en la entrada de la academia. Se oían consignas como: "NO DEJEN ENTRAR A ESE CHICO A LA UA", "VETE DE AQUÍ" y algunas más altisonantes.

— IZUKU MIDORIYA TIENE UN PODER ESPECIAL. -decía Uravity con fuerza luego de robar un megáfono y subir hasta la cima del edificio principal de la UA-.

Esas palabras hicieron que Eri levantara la cabeza. Quien la cuidaba era Neito Monoma, y era el más cercano a ella en ese momento. Así que también se acercó a la ventana.

Ella solo veía a mucha gente junta, con expresiones molestas en sus rostros. Pero también observaba a los héroes, que estaban cansados. La voz de Ochako se seguía escuchando, ella estaba hablando de alguien que estuvo peleando solo todo el tiempo afuera.

— IZUKU MIDORIYA ESTÁ LIDIANDO CON LA CARGA DE SU PODER POR SU CUENTA. EN EL FONDO, ÉL ES UN ESTUDIANTE. AL IGUAL QUE NOSOTROS, ÉL TIENE TANTO POR APRENDER. DEJEN QUE SE QUEDE AQUÍ, POR FAVOR. ESTA ES SU ACADEMIA DE HÉROES. -finalizaba Uraraka, que estaba con lágrimas pero, totalmente determinada a convencer a la gente-.

En ese momento, Eri había encontrado con la mirada a su héroe. Lo reconoció por el pelo verde y sus pecas. Ella se separó de su cuidador y corrió hacia la puerta. Comenzó a correr entre la multitud, a medida que se acercaba a su héroe, notó que una señorita mutante de gran tamaño y un niño con gorra y botines rojos estaban abrazándolo.

Los sollozos de Deku eran sonoros, había reprimido muchas cosas desde que abandonó la academia y cuando se fue limpiando las lágrimas, notó que había una presencia bastante pequeña frente a él.

— Eri-chan... -estaba perplejo de poder verla a ella-.

— Deku... -ella comenzaba a llorar luego de confirmar con sus propios ojos que era él-. Deku... Deku...

Eri corría llorando hacia Izuku, quien sonrió ligeramente y con lágrimas para abrir los brazos y darle un abrazo muy paternal, cálido y fuerte. Ambos se sentían felices de volverse a ver. Cuando él vio la sonrisa triste de la niña, recordó aquellas palabras que le dijo una mujer al final de una pelea.

YO TE BUSCO PORQUE SÉ QUE SABES DÓNDE ESTÁ ERI-CHAN... SOLO QUIERO DECIRLE CUÁNTO LAMENTO HABERLE ARRUINADO LA VIDA.

Cuando se separaron del abrazo, ella le tocó el rostro con sus manitas. Y le dio una sonrisa muy tierna.

— Sr. Deku, gracias por volver.

— Eri-chan, encontré a alguien muy especial para ti. -Deku le dijo esto y ella primero lo vio con confusión, pero luego captó-.

La sonrisa de Eri era muy grande, ella volvería a llorar pero esta vez eran lágrimas de alegría. Había una oportunidad para tener ese reencuentro tan esperado por ambas. 

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