*Créditos de la imagen: @ dailynagahaul en Twitter*

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Al día siguiente, cuando el sol estaba asomándose en la ventana de la habitación de Kai Chisaki, el recuerdo de una noche que había confirmado una unión carnal entre una heroína y un villano de muy bajo mundo se hizo realidad. Lo curioso es que ninguno de los dos sabe realmente lo que esconden.

Aunque, siendo sinceros, tampoco es que ellos hayan indagado demasiado sobre el otro. Pero, en estos momentos, Chisaki despertaba lentamente y al voltear a ver a su costado, no había nadie.

Pero no había nada de qué preocuparse, resulta que nada había sido un sueño. Tenía una novia auténtica, habían tenido intimidad, especialmente porque fue su primera vez; sin embargo, tampoco es que fuera prioridad en la vida. En la mente tenía una sola idea y era usar su relación como puente para que Eri sea de mayor utilidad.

Un olor se coló en su habitación, era fuerte y antojaba a su estómago. Aunque era desconocido ese aroma, le agradaba lo suficiente como para levantarse. Cosa que terminó haciendo luego de ponerse un pantalón de pijama y luego bajar a la cocina.

Al asomarse levemente a la cocina, escuchó una pequeña conversación.

— Eri-chan, ¿te gusta tu desayuno? -preguntó la señorita alegremente mientras se sentaba al lado de la pequeña-.

— H-hai... Itadakimasu... -la niña iba a comer, pero no sabía cómo hacerlo ya que era primera vez que veía un alimento de esta naturaleza-.

— Espera, linda. Te enseñaré a comer esto, es un pancake de manzana. Cuando tenía 14 años aprendí a hacerlo y espero te guste. Tomas un tenedor y un cuchillo, plantas primero el tenedor cerca de las esquinas y haces dos cortes para formar un pequeño triángulo. -Tsutsumi le parte varios pequeños bocados para que Eri los pueda comer-. Toma, pruébalo, no está muy caliente.

Kaina tomó la rebanada con el tenedor y lo levantó hacia la niña, Eri abrió tímidamente la boca comenzó a masticar. Para ella era un sabor sin precedentes, la manzana con la masa de pan hacían una combinación esponjosa y dulce. Los ojos de Eri emanaban brillitos.

Cuando la infante terminó de masticar, ella con la mirada y pequeños brillitos alrededor de su rostro quería decirle a Kaina que quería más.

— Kawaii. -pensó la bicolor-. ¿Quieres más, Eri-chan?

— H-hai... -la niña babeaba por otro bocado de ese rico desayuno-.

— Eres tan dulce que te comería. -Kaina le dio otro bocado que Eri comió alegremente-.

— Eres una niña muy linda, Eri-chan. Tu otou-san y tu oka-san fueron muy afortunados en tenerte. -ella quería acariciarle el cabello, pero Eri inconscientemente se apartó-.

— Oka-san... -ella miraba cabizbaja-.

— Gomen-ne, Eri-chan. -Kaina sorprende a la niña al cargarla en sus brazos-. Es solo que conocer a tu padre me hace muy feliz y pasar tiempo contigo me agrada mucho, ya te tengo bastante aprecio. ¿Extrañas a tu madre?

— ... -la niña no quería decir nada, sabía lo que le podía esperar con Chisaki-.

— Eri-chan, ¿puedo abrazarte? -preguntó Kaina mientras la miraba frente a frente-.

Ella se le quedó viendo a Kaina, que estaba de espaldas a la entrada de la cocina. Se le quedó viendo a Chisaki, que estaba ahí. La niña al notar su presencia, se escondió su cabeza en el cuerpo de Tsutsumi, la adulta supuso que Eri quería abrazarla.

Y así fue como ambas se fundieron un abrazo incidental. Para Kaina significaba que Eri la quería y para la niña, la bicolor significaba un refugio.

— Eri-chan, suki. -Kaina la abrazaba suavemente de la espalda-.

— ¿Así se siente cuando alguien te quiere? -las palabras de Eri eran muy fuertes en su mente y eso lo provocaba llorar-.

Tsutsumi sintió húmedo en su hombro y la niña estaba temblorosa. No podía entender al 100% los sentimientos de la niña, pero se notaba que Eri sufría mucho.

Chisaki observaba esto y se retira de la entrada de la cocina. De inmediato sacó su teléfono y comenzó a escribir a uno de sus contactos.  

Hari Kurono
ult. vez hoy a la(s) 8:34

Entendido jefe, no se preocupe

Kai Chisaki
Kurono, presta atención

Parece que esta noche las cosas serán mejores

Eri y Kaina se llevan mejor y parece que la niña la ve a ella como un refugio

Hari Kurono
en línea

¿Kaina? ¿Así se llama?

Entendido, jefe. Prepararé el dispositivo.

¿Siempre a la misma hora que la última vez? 

Kai Chisaki
Te explicaré todo en la noche

Siempre a la medianoche, ten listo todo

Cuando el castaño guardó su teléfono, se acercó a la cocina nuevamente y esta vez entró directamente y sin espiar, disimulando que no vio ese tiempo de calidad de las dos.

— Ohayo Eri, Kaina. -saludó a ambas, a la niña le acarició suavemente el pelo y Kaina se acercó para abrazarlo del cuello-.

— Ohayo, Kai~. -ella dijo con un tono suave y algo coqueto para darle un pequeño beso-.

— ¿Todo bien por aquí? -preguntó Chisaki luego de corresponder el beso-.

— Hai, Eri-chan y yo desayunamos mientras venías. Ella es una tan dulce que quisiera comerla, y es muy afectuosa. Realmente no puedo verla sin sonreírle, es que es muy tierna. -Kaina le sirvió el mismo platillo que ella comió-.

— Veo que le estás tomando cariño a ella, y posiblemente Eri también te quiera a ti. -decía Chisaki para incrementar esa cercanía que presenció unos minutos antes-.

— ¿Tú crees? -ella preguntó sonriente-. Eri-chan, me ganaré tu cariño y tu confianza.

(Cr: encontrado en Pinterest)

Kaina acariciaba a Eri, quien volteaba a ver a Chisaki. Este, al notar que los ojos rojos de la niña se posaban en él con preocupación, tuvo que recurrir a su vieja confiable: levantar el guante como si fuera a quitárselo. Esa fue la alerta para Eri de seguirle la corriente a la invitada de la casa.

La mañana pasaría tranquila, pero a unas cuadras de la residencia fachada de Kai Chisaki, sucedía algo diferente. Kurono estaba con Mimic y Rikiya Katsukame, un gigantón cuyo don le permitía robar la energía vital de su oponente cuando hace un contacto físico de dos segundos en adelante.

Los tres venían caminando por la transitada urbe que representa la zona norte de Musutafu. La gente vivía su vida, sus problemas y sus propios dilemas existenciales. Sin embargo, en un mundo dominado por los poderes biológicos considerados extranormales, la gente tiende a sentir que su libre albedrío es mayor del que ya posee.

Una tienda departamental recibió la visita de cuatro sujetos de apariencia peculiar, todos con pasamontañas. El local recibió a una especie de mutante con forma de cerdo hipertrofiado que entró a asaltar el lugar.

Cuando el susodicho salió corriendo, el dueño exigiría ayuda a gritos. Al estar en una zona que se caracteriza por tener pocas agencias de héroes cercanas, la ayuda no llegaría tan pronto. De todos modos, un héroe con atuendo particular y una escopeta que se encuentra en donde estaría su brazo derecho obstruiría el camino del asaltante.

— Apenas son las 10:00 am y se atreven a esto. ALTO O DISPARO EN NOMBRE DE LA... -su monólogo era interrumpido por un complice que apareció por la espalda del héroe para golpearlo de gravedad con una palanca-.

— Aquí está tu ley, imbécil. Vámonos Bock, que tenemos trabajo que hacer. -indicó el que noqueó al héroe-.

— Je je je je je je, voy Kotsuro. -Bock reía como psicópata, como si estuviera influenciado por algún estupefaciente-.

A los lejos estaban viendo los tres yakuzas y en la esquina opuesta un hombre rubio con una cicatriz de costura en su frente, se estaba poniendo su máscara negra y gris luego de una crisis nerviosa.

— Oe, Kurono. ¿Estás pensando lo mismo que yo? -preguntó Irinaka-.

— Hai, necesitamos recursos y ellos pueden darnos una ayuda. Rikiya-kun, ya sabes qué hacer. -decía el doctor mientras estudiaba el terreno-.

— A la orden, doctor. -el gigantón chocaría sus puños para tomar posición-.

Cuando los ladrones se subieron a una camioneta tipo pick up, se acercaría Kurono, en una actitud relajada, para "hacer plática".

— Fiu, lindo vehículo. ¿De quién es? -preguntó totalmente normal-.

— Oe viejo, ¿y de dónde tanta confianza? ¿Sabes que estás interfiriendo con nuestro trabajo? Lárgate antes que lo vayas a lamentar. -amenazó uno de los encapuchados en la parte trasera del pick-up-.

— Gomen, gomen. -Kurono le dio dos toques con la palma al vehículo para alejarse como si lo hubieran intimidado-.

— APÚRATE BAKA, O LOS HÉROES LLEGARÁN. -gritaba Kotsuro con molestia-.

Cuando el conductor aceleró el carro, el tablero indicaba más de 100 km/h, pero la realidad era que se movían a menos de 3 km/h. Lo cual parecía como si alguien no les dejara moverse, pero no había nadie alrededor.

Además, parecía que el pick up comenzaba a controlarse solo porque el volante giraba de forma espontánea. A pesar que era a poca velocidad, el chofer no era capaz de sostenerlo en una misma posición.

Kurono solo reía en sus adentros al ver que su plan funcionaba. Luego se rascó la barbilla y de inmediato, el pick up comenzó a aumentar repentinamente de velocidad. El conductor no podía controlar los pedales en absoluto, la velocidad pasó de 3 a 100 km/h en pocos segundos.

Cuando el carro estaba por llegar a una intersección, unos pasos retumbaban por el lado izquierdo. Y con el paso de los segundos, los temblores eran mayores. Los ladrones no tuvieron tiempo ni de levantar la vista cuando una fuerza imparable en forma de un yakuza gigante chocaría con ellos.

El vehículo chocaría hasta llegar a un edificio de oficinas. Del pick up saldría un pequeño ser humano con máscara de cuervo y ropa blanca. Mimic había alcanzado a escapar antes que el vehículo explotara.

Obviamente los cuatro ocupantes murieron, ya fuera por el impacto o por la explosión. La caja fuerte que robaron era metálica, pero con muy buena resistencia. Los tres preceptos de la muerte recogerían la mercancía e huirían del lugar para esconderse en un callejón.

En cuestión de dos minutos, la escena fue abordada por héroes, policías y bomberos. Durante la conmoción, los transeúntes evitaban fijarse en la situación, la gente pensaba que era disputa entre villanos y preferían no involucrarse.

Mimic estaba metido en la caja gracias a don para explorar el contenido. Eran unos cuantos miles de yenes, no era casi nada pero estaban conformes. Cuando estaban a punto de abandonar el callejón, escucharon algo.

— Oe, sumimasen. -una voz grave se escuchaba y el responsable se acerca de forma calmada con un cigarrillo en la boca, una máscara y ropa informal-.

— ¿Quién eres y qué buscas? Y ten cuidado con tus palabras, porque pueden que sean las últimas. -Mimic fue el primero en acercarse, pero no intimidaba nada por su estatura-.

— Gomen, no quiero pelear // Ja ja, un oompa loompa. -decía el sujeto, con un claro desorden de personalidad-.

— Nani? -Mimic estaba a nada de explotar-.

— Gomen, gomen, es que vi lo que hicieron y fue increíble. Parecen profesionales y algo así está buscando mi grupo y... -Kurono levantó la mano para interrumpir-.

— Nosotros ya estamos ocupados, nuestro grupo está completo y no nos interesa trabajar con desconocidos. -Rikiya se acercó a querer increpar al sujeto-.

— Ore wa Twice desu, soy parte de la Liga de Villanos. -se presentó el enmascarado-.

— La Liga de Villanos... hemos oído de ustedes. Todo el mundo los reconoce como ese grupo de inadaptados que lideraba All For One, un gran líder. Él acabó con All Might en Kamino. -indicó el doctor-.

— Hai, hai. Entonces, queremos fortalecer a la liga por una causa común y creo que su grupo y ustedes pueden ser aliados valiosos. Así que si les interesa, podrían ir a esta dirección en dos días, el líder actual, Tomura Shigaraki los esperará en la noche. También está mi contacto para confirmar la reunión. -Twice le entrega a Mimic la tarjeta con unas coordenadas para asistir y número de teléfono de él-.

— Hai... se los daremos al jefe y él decidirá qué hacer... -decía Mimic mientras guardaba la tarjeta-.

— Matanne, los héroes vendrán pronto así que retírense. -Twice encendería otro cigarrillo para abandonar el callejón-.