Capítulo 12: Nagahaul 🔞
*Créditos de la imagen: @ XoxoMika_213 en Twitter*
Como aviso de utilidad pública, a los que lean este capítulo les recomiendo discreción debido a que las siguientes líneas vendrán acompañadas de escenas sugerentes. ________________________________________________________
La cita donde habían confirmado nuestros protagonistas que ya eran oficialmente una pareja tuvo un abrupto desenlace. Tanto Kaina como Chisaki tenían emociones dispersas que acapararon más su atención que el hecho de sellar su "amor".
En estos momentos ambos estaban caminando más tranquilos y alejados de las calles más transitadas, ya que se mantenía el alboroto y la policía había acordonado el área.
— Sumimasen, Kaina. No esperaba que algo así llegara a pasar... -Kai quería sonar inocente y le salía bien-.
— Kai, no tienes que decir eso si no fue tu culpa, solo fue una situación desafortunada en un mal momento. Ya los héroes se encargarán de esa situación. Además es algo tarde y debo... -Kai le tomó de la mano, cabe aclarar que está usando el guante-.
— Hoy dormirás en mi casa, no quisiera que te pase algo peligroso. -dijo él y al segundo cayó en la cuenta que sus palabras podían malinterpretarse, pero disimuló su reacción al tener puesta la mascarilla-.
— Pero, ¿estás seguro? -Kaina estaba insegura-.
– Hai, además sería una bonita sorpresa para Eri que despierte y te vea. -ahora recuperó la compostura como para decir eso, pensando en su plan-.
— Si tú quieres... -Kaina sonreía con un ligero sonrojo en sus mejillas-.
El camino a la casa de Chisaki fue tranquilo, en ningún momento se separaron de las manos. Pero cuando llegaron a la residencia, los recibió Kurono quien estaba leyendo en la entrada del lugar.
— Gomen, Kurono por no avisarte que tendría visita. -se excusó con una voz tranquila el jefe de los yakuza-.
— Descuide, igual el cuarto de invitados siempre está listo para cualquier eventualidad. La niña está durmiendo ya, así que yo me retiro. Omedettou, kumichou. -el doctor hizo la reverencia para retirarse, y al darse cuenta que estaban de la mano, decidió dar la enhorabuena-.
— Arigato, Kurono. -se despidió levantando la mano-.
— Arigato, Kurono-dono. -Kaina también hizo la reverencia pero sonriendo-.
Ambos entraron finalmente a la propiedad, la luz estaba encendida y todo era silencioso. Kaina se sentía con en casa, pero era más acogedor porque esta vez no estaba sola. Su ahora novio, Kai Chisaki, la había invitado a quedarse por la noche y aunque era algo apresurado, algo se le cruzaría por la mente.
— Kai, ¿una pregunta? -el mencionado levantó la vista hacia la chica-. ¿Dónde dormiré yo?
— Pues, el cuarto de invitados está entre mi habitación y la de Eri. ¿Quieres dormir en otro lado? -preguntó sin notar la connotación de sus palabras-.
— Etto... -el sonrojo de Kaina apareció y cubría todo su rostro-. Quisiera dormir con mi... mi novio.
Chisaki abrió los ojos como platos y con la mascarilla aun puesta. El sonrojo estaba oculto en el barbijo, pero la verdad es que ahora se encontraba en un dilema.
— Maldita sea, nunca pensé que llegaría a esto en la vida. Me concentré tanto con lo de Eri y el plan de conseguirle una figura materna que no contemplé que si conseguía una relación de pareja, haría cosas tan íntimas. Pero bueno, creo que para todo existe una primera vez, solo espero no lastimarla para que no huya. Si ella se va, el plan se arruinará. Dicen que las relaciones tienen cierta influencia en la relación. -pensaba el castaño-.
— No puede ser, le dije que quería dormir con él. Pero Eri-chan estaría al lado y nos escucharía. Aunque dormir con él sería un gran paso cuando apenas empezamos a estar juntos. De todos modos... me encantaría probar sus labios, ver más su rostro y despertar junto a él. Me gusta Kai, me gusta verlo, me siento feliz con él, me genera un vacío cuando no sé de él. Y también... siempre quise saber lo que se siente estar con alguien... y más si es esa persona especial... -pensó la bicolor con una sonrisa pequeña, pero un sonrojo grande-.
El silencio empezaba a ser incómodo, pero debían hacer algo pronto. Y el dueño de la casa se encargaría de romper el hielo.
— Kaina, vamos a... a dormir... -él estiró la mano para tomar la de ella y comenzar a subir las escaleras-.
Ella solo asintió y lo siguió con unos nervios gigantescos, ya que estaba a nada de convivir de forma demasiado íntima con su novio. De parte de Chisaki, quería convencerse que era para su plan de limpieza de dones y debía hacer lo que fuera para que el plan siguiera su curso.
Cuando finalmente entraron a la habitación de Chisaki, ella cerró con llave y notó que él se estaba quitando la camisa. Kai dejaba entrever que tenía un cuerpo bien trabajado, músculos bien definidos en los brazos, sobretodo en los bíceps. Y sin mencionar que tenía unos abdominales bien marcados. No era una musculatura de físico-culturista, sino de un deportista.
Kaina, al ver semejante espectáculo adornado por la luz de una fogata pequeña en el muro opuesto al de la cama, su sonrojo se intensificó hasta generar vapor que salía de su cabeza. Aparte, cuando veía que su novio se quitaba la camisa y movía su torso, se le formó un sangrado de nariz.
Al sentir que algo líquido se deslizaba entre su labio superior y sus fosas nasales, se asustó y lo limpió como pudo y le salió mal. Chisaki al notar esto, se estaba quitando la mascarilla y, se acercó a ella con un pañuelo.
— Kaina, daijobou? -le limpia cuidadosamente el sangrado de su rostro con mucho cuidado-.
Sus respiraciones podían escucharse y la de ella era más agitada. Sin embargo, él no se quedaba atrás al notar con mucho más detalle sus expresiones. Ella tenía un rostro hermoso, bien definido, unos ojos morados tiernos, una nariz fina, unos labios tersos.
— Hai, arigato. -ella al levantar la cabeza se dio cuenta de lo penetrantes ojos color miel, su rostro perfecto a su vista, sus pestañas casi tan delicadas como los de una dama, pero con ese toque varonil que impone respeto-.
— Kai. -ella empezó a acercar su rostro luego que le limpiaron la sangre-.
— Kaina. -él también comenzó a asomar su cabeza y acortar la distancia entre los dos-.
Sus respiraciones eran agitadas, pero en perfecta sincronía. El contacto visual era mutuo, pero a medida que se acortaban los centímetros entre ambos, sus miradas se posaban en sus labios hasta que finalmente reinaba las oscuridad.
Entre la oscuridad de sus ojos cerrados solo había una sensación perceptible: el contacto entre sus labios. Se habían unido en un ósculo tierno e inexperto. Para ambos era una sensación increíble, diferente a su primer beso bajo los fuegos artificiales.
En esta ocasión, sentían un calor diferente y más cercano. Por impulso, él tomó con las manos la cintura de ella, que también hizo lo propio y abrazó del cuello a su pareja para afianzar el contacto.
Para ser primerizos en este campo, parecían ser tan naturales y se complementaban de una manera especial. Los segundos se hacían cortos y a la vez eternos, el mundo no existía en sus mentes y sus prioridades era conocer el sabor de cada uno.
Cuando se separaron, lo hicieron lentamente para luego abrir los ojos y notar que los ojos de ambos brillaban. Una sonrisa se dibujó en los dos, sus miradas se concentraban las expresiones de la otra persona.
— Kai, daisuki. -Kaina acaricia la mejilla de su novio mientras mantenía sus ojos fijos en los de él-.
— Ore mo daisuki, Kaina. -mantenía su sonrisa mientras la abrazaba por completo-.
Era el primer abrazo que él daba en la vida, o al menos a alguien que no fuera su padre y protector. Kaina estaba sonrojada, pero con una tonta sonrisa. El cuerpo de Chisaki era fuerte y la vez cómodo.
— Kai, es primera vez que hago esto... -decía ella sonrojada, sonriente pero con la cabeza baja-.
— La mía también, Kaina. Aunque decirlo así abiertamente es un poco vergonzoso pero... -Chisaki simplemente se dejaba llevar-.
Ambos se tomaron de las manos y comenzaron a acercarse a la cama, que era algo amplia. En cierta forma, Chisaki había pensado en todo. Ya que para que el papel de viudo, debía "mantener" la cama para dos como parte del "recuerdo".
— Kaina, ¿estás de acuerdo con...? -no pudo acabar su frase ya que ella se le abalanzó para tirar al castaño a la cama-.
La señorita estaba encima de él, sus ojos prácticamente formaban una línea tan delicada y tan fuerte que nada podría romper el contacto. Y lo afianzarían con un beso más intenso que el anterior. Chisaki quiso probar al meter la lengua, y sin saber lo que provocaría, comenzó una lucha un poco torpe de lenguas.
A medida que sus sentidos del gusto disputaban una batalla sin cuartel donde el premio era el placer mutuo. Él la abrazaría suavemente mientras disfrutaba de los besos apasionados de su pareja. Kaina miraba de reojo el cuerpo de Chisaki y ella comenzaría a desabrocharse el sostén por debajo de la blusa.
La falta de oxígeno impidió que siguieran disfrutando del contacto lengua con lengua, formando un hilo de saliva al separarse. Esto lo aprovechó Tsutsumi para levantar su blusa y dar a conocer a los ojos de su pareja que su cuerpo estaba bien trabajado también.
El sonrojo de Chisaki no le hacía justicia al ser testigo de su abdomen tonificado y con pequeños indicios de cuadritos, unos pechos que podría decirse que son copa D, rosados y firmes, acompañados de un sonrojo tierno y una mirada apenada pero a la vez adorable.
— Te ayudaré a que estés más cómodo, Kai. -ella le dio una pequeña mordida en la mejilla para después bajar hasta la altura de la cintura del hombre-.
Ella miró atentamente que Chisaki tenía un bulto algo pronunciado en su pantalón. Y al ver de forma provocativa a su novio, ella aflojó el cinturón y con los nervios a flor de piel comenzó a batallar con el botón y luego la cremallera.
Con mucho cuidado, como si fuera una misión de desactivar una bomba, ella fue abriéndose paso hasta llegar al objetivo. El pantalón de él fue bajando con algo de dificultad y notó que su pareja tenía un miembro imponente. Aunque, un punto para ella es que es el primer pene que veía de cerca.
— Kai, ¿esto... lo provoco yo en ti? -preguntó la bicolor, recibiendo un asentimiento corto-. ¿Puedo... tocarlo?
Al recibir el consentimiento de parte de él, Kaina acercó tímidamente su mano derecha hacia el miembro viril, el cual estaba erecto. Luego de tomarlo suavemente, ella levanto la mirada y Kai le dijo que sí para que comenzara ella a moverlo de arriba a abajo de forma suave.
Para él era una sensación totalmente nueva, sentía que su piel se achinaba con el tacto de ella. Mientras que para la fémina, la textura suave del aparato reproductor de él era agradable, el sonrojo de Kaina era grande y ella comenzaba a sentir un cosquilleo en sus partes íntimas.
Ella quiso probar con su mano libre acariciar el escroto de Chisaki, para él esto era sensación casi poderosa. Su respiración era algo agitada y soltaba ligeros gemidos graves, lo cual fue señal para Kaina que indicaba que él lo disfrutaba.
A medida que ella jugaba con las partes de Kai, ese cosquilleo se fue incrementando en sus partes íntimas. Luego de un par de minutos de estímulo en los genitales de su novio, la bicolor seguía con esa sensación y necesidad de sentir el contacto de él en ella.
— Kaina... yo quiero también... que lo pases bien... -la respiración de Chisaki era agitada-.
(Cr: @ ArtLumiin en Twitter)
Ella asintió y se acostó en la cama, abriendo las piernas para él y mostrando una tanga de hilo de color rojo, al igual que el brasier que ella traía puesto. Chisaki procedió a retirar cuidadosamente la prenda hasta dejar sus labios inferiores al descubierto.
— Así que también los vellos son de dos colores... -susurró Overhaul, cosa que ella escuchó-.
— H-hai... me da un poco de vergüenza que me veas tan fijamente ahí... -ella no quería decir que quería que la tocaran ya-.
Ella miró atentamente que Chisaki tenía un bulto algo pronunciado en su pantalón. Y al ver de forma provocativa a su novio, ella aflojó el cinturón y con los nervios a flor de piel comenzó a batallar con el botón y luego la cremallera.
Con mucho cuidado, como si fuera una misión de desactivar una bomba, ella fue abriéndose paso hasta llegar al objetivo. El pantalón de él fue bajando con algo de dificultad y notó que su pareja tenía un miembro imponente. Aunque, un punto para ella es que es el primer pene que veía de cerca.
— Kai, ¿esto... lo provoco yo en ti? -preguntó la bicolor, recibiendo un asentimiento corto-. ¿Puedo... tocarlo?
Al recibir el consentimiento de parte de él, Kaina acercó tímidamente su mano derecha hacia el miembro viril, el cual estaba erecto. Luego de tomarlo suavemente, ella levanto la mirada y Kai le dijo que sí para que comenzara ella a moverlo de arriba a abajo de forma suave.
Para él era una sensación totalmente nueva, sentía que su piel se achinaba con el tacto de ella. Mientras que para la fémina, la textura suave del aparato reproductor de él era agradable, el sonrojo de Kaina era grande y ella comenzaba a sentir un cosquilleo en sus partes íntimas.
Ella quiso probar con su mano libre acariciar el escroto de Chisaki, para él esto era sensación casi poderosa. Su respiración era algo agitada y soltaba ligeros gemidos graves, lo cual fue señal para Kaina que indicaba que él lo disfrutaba.
A medida que ella jugaba con las partes de Kai, ese cosquilleo se fue incrementando en sus partes íntimas. Luego de un par de minutos de estímulo en los genitales de su novio, la bicolor seguía con esa sensación y necesidad de sentir el contacto de él en ella.
— Kaina... yo quiero también... que lo pases bien... -la respiración de Chisaki era agitada-.
Ella asintió y se acostó en la cama, abriendo las piernas para él y mostrando una tanga de hilo de color rojo, al igual que el brasier que ella traía puesto. Chisaki procedió a retirar cuidadosamente la prenda hasta dejar sus labios inferiores al descubierto.
— Así que también los vellos son de dos colores... -susurró Overhaul, cosa que ella escuchó-.
— H-hai... me da un poco de vergüenza que me veas tan fijamente ahí... -ella no quería decir que quería que la tocaran ya-.
Con bastante cuidado, Kai asomó su órgano sexual a la entrada de ella, trataba de entender cómo podía hacer el primer movimiento. Al girar su vista a ella, Kaina dio el sí con la cabeza. Él tomó su miembro y comenzó a frotar el glande en los labios inferiores.
Solo ese contacto ya hacía que ambos se estremecieran, pero no podían entretenerse más en esa sensación. Con sumo cuidado, luego de rozar sus partes, el yakuza trató de introducir una parte del tallo de su miembro.
Esto provocaría un dolor bastante sensible a la señorita, cosa que alarmaría a Chisaki por el rostro de sufrimiento que tenía la bicolor. Así que trató de hacer algo al respecto. Al tener una de las manos de Kaina cerca, estiró el brazo para juntar su mano con la de ella.
Sin hacer mucho movimiento, entrelazaron sus dedos y esto fue tranquilizando a la fémina. El himen se estaba estirando mucho y el dolor era incómodo pero comenzaba a disminuir.
— Ya... puedes moverte. -ella dio el visto bueno para que Chisaki pudiera continuar-.
(Cr: @ hasbun_nsfw en Twitter)
Él empujo un poco más su pelvis para que su miembro terminara de entrar en el interior de su novia. Luego de esto, volvió a acostarse sobre ella, pero esta vez él fue quien la abrazó para luego concentrar los labios en los de ella.
— Hmmm~ Kai... -ella gemía el nombre de su pareja mientras él comenzaba a moverse lentamente-.
Una nueva batalla de lenguas había iniciado, pero acompañado de leves embestidas que Kaina recibía con una sensación de placer increíble. Al ser su primera vez, no había punto de comparación, y más si Chisaki comenzó a besar el cuello de ella.
— Kaina... me encanta... -respiraba muy agitado y gemía con una voz super grave que eso estremecía a la bicolor-.
Dicen que el oído es todavía más sensible a estímulos de afuera. Los sonidos de placer que emitía Chisaki, más el hecho de ser penetrada por él solamente incrementaban su lívido, haciendo que el acto se disfrutara todavía mucho más.
Pasaron varios minutos entre besos de cuello, mordidas leves de labios entre ambos y un movimiento constante para Kaina ahora abrazara con sus piernas a Kai. El ímpetu del momento lo hacía querer moverse más rápido.
Y siguiendo su instinto y deseos, el yakuza comenzó a dar embestidas más veloces. Los gemidos de Tsutsumi eran más sonoros, y opacaban el sonido formado por el contacto constante de la pelvis de él con la intimidad de ella. Los aplausos del amor retumbaban en la habitación.
Kaina quería también que su novio probara otras partes de su cuerpo, así que ella tomó sus dos pechos con ambas manos para ofrecérselos. Y él se acercó sin mediar palabra a lamerlos en círculos y luego morderlos suavemente con sus labios.
Los chillidos de ella no se hicieron esperar, y esos sonidos solo harían que Chisaki aumentara un poco más la velocidad de sus embestidas. La lujuria y el deseo hacían de esos momentos, algo inolvidable para ambos. Pero, tristemente el amor era el único sentimiento que no estaba en perfecta sincronía.
Luego de varios minutos de chupetones de él en los pechos de Kaina y que ella volviera a abrazarlo con sus piernas para después darle pequeñas mordidas en el cuello a Chisaki, el miembro de este comenzaba a palpitar.
— Kai... ya casi llego a mi límite... hazlo más rápido... uhmmmm~
— Kaina... yo ya voy a...
— Hazlo Kai, juntos... -ella le dio un beso profundo, largo y lleno de lujuria-.
Las últimas embestidas fueron más fuertes, el cansancio de ambos era más que obvio y el placer siempre estuvo presente. Luego de los últimos movimientos de cadera, Kaina comenzó a liberar un líquido transparente con cada embestida, mientras que Chisaki expulsó su semilla en un chorro blanco y espeso.
Luego de unos segundos, él sacó su miembro viril de la intimidad de ella. Kaina estaba cansada, respirando con la lengua de fuera y toda sudorosa, lo mismo para Chisaki. Lo que mantuvo al mencionado algo pasmado fue notar cómo chorreaba su néctar de las partes de Kaina.
Ella se tapaba el rostro por la vergüenza, pero él veía eso y le pareció tierno. Tsutsumi por su parte, agradecía al de arriba que para su primera vez fuera un día seguro. Pero no se arrepentía de nada al haber dado el gran paso, ella sentía que su relación podía tener el mejor de los progresos.
— Kai, arigato. -ella decía en la misma posición, pero con las piernas estiradas-. Por ser mi pareja y por haberme tenido la confianza de presentarme a tu hija y por... ser todo un caballero en mi primera vez...
— También era mi primera vez... -después de tantas emociones, el sonrojo de Chisaki era por pena de haber demostrado una faceta desconocida para él mismo, pero también porque le gustó hacerlo-.
— ¿Me ayudarías a levantarme? Quiero limpiarme y dormir... -ella preguntó juntando sus dedos, le dolían las piernas por el acto-.
Chisaki solo asintió y le ayudó a ponerse de pie para llevarla al baño del cuarto. Luego de un rato donde él tuvo que asistirla para limpiarse y después limpiarse él, se acostarían en la cama luego de haber retirado las frazadas que quedaron como prueba de su unión carnal.
(Cr: @ hasbun_nsfw en Twitter)
— Kai, este momento y los que sigan los atesoraré en mi memoria... -pensaba Kaina quien caía dormida-.
— Maldita sea, quería evitar mezclar sentimientos con mi objetivo y sé que esto me jugará en contra... pero no quiero que Kaina se vaya de mi vida... -pensó Chisaki para también dormir profundamente-.
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