Capítulo 86: Soltar

Atsushi poco a poco se separo de su compañero con un terrible dolor de cabeza, ehhhh ¿Qué era lo que acababa de hacer?

- ¿Cómo estas, mocoso? - pregunto Kunikida al ver que había regresado a la normalidad

- ¿Sabes donde estas? - Odasaku no parecía afectado por lo que le habían dicho

El rostro del tigre blanco se sonrojo fuertemente al notar todo lo que había hecho

- ¡Lo siento! ¡No quería hacer eso! ¡Ni siquiera sé que me paso! - fue lo primero que exclamo antes de que sus ojos brillaran nuevamente, pero con un control adecuado - pero ¡Si se va a romper y mucha gente morirá dentro de dos días! - grito apresurado

Todos los presentes lo miraron agotados, hasta Odasaku suspiro de cansancio por primera vez en muchos años, solo le había pasado con Dazai

- No has cambiado, mocoso, incluso cuando niño me despertabas con algún mensaje aterrador que va en contra de mi horario - Exclamo Kunikida suspirando junto a el vampiro

- Lo siento, Kunikida-san - respondió algo avergonzado

Este acomodo sus lentes, negando como si no hubiera perdón, pero sus palabras, aun cuando eran enojadas, estaban llenas de un cariño

- Es bueno verte despierto, mocoso, no sabes el escándalo que crearon al encontraste inconsciente y al primer príncipe desparecido

- Mi hermano... encontraría el modo de salir incluso si yo no hubiera intervenido, Kunikida-san, si seré castigado por ello, no me negare - la seguridad en su voz solo era por la cercanía del hellhound, quien escuchaba sin mucho interés hasta que Atsushi menciono lo ultimo

- Si le hacen daño a Jinko, quemare a una persona por cada herida que tenga - gruño con molestia atrayendo inconscientemente a Atsushi detrás de él - Solo yo puedo lastimarlo

Kunikida no sabía si que pensar del sonrojo que se apodero del rostro de su protegido y sobre la amenaza de asesinato tan normal que surgió de ese perro rabioso

- Akutagawa no matara a nadie por algo así - señalo Atsushi aclarando su garganta tratando de que el calor ya no se sintiera en su rostro

- ¿No lo hare? - gruño el hellhound

- No - espeto Atsushi con el ceño fruncido

Kunikida analizo ese gesto... Atsushi estaba buscando su contacto como si no le molestara en lo más mínimo, además, el mocoso que tenía una mirada despiadada no había permitido que los separaran hace unas horas, muchos terminaron heridos con tan solo tratar de quitar de sus brazos a Atsushi...

-Realmente compañeros destinados - comento Odasaku interrumpiendo la discusión que ambos chicos mantenían, ganándose una mirada fija de ambos

-Si, es mi amo // si, es mi compañero - exclamaron al mismo tiempo

Ambos chicos se miraron ante sus repuestas

- De que hablas, Jinko, es mejor decir que eres mi amo - gruño el hellhound

- Akutagawa... no me llames así, es vergonzoso - espeto Atsushi cubriéndose un rostro muy sonrojado - Si no me quieres decir compañero, al menos dime amigo... o algo así... pero los compañeros no son amigos... bueno sí, pero también son... ya sabes... pa... pare... - no podía terminar lo que decía sintiendo que humo podría salir de cualquier momento de su rostro

Aunque eso fue lo de menos, Kunikida parecía estar a punto de tener una embolia, quería decir varias cosas, pero sería después, así que se conformó con suspirar

- ¿Tu visión, mocoso?

- ¡Cierto! - inhalo con fuerza, tomando un poco de valor para relatar lo que había visto - Mi hermano estará de regreso en poco tiempo...no podemos dejar que regrese y este lugar se haya destruido por una pequeña brecha en la barrera - señalo con sus ojos levemente transformados -...una gran masacre

Kunikida se acomodó los lentes tratando de creer en ello, sobre todo porque...

- No hay nadie igual de poderoso que el compañero de Odasaku-san, y él... no es el tipo de mago que cometa ese tipo de errores - señalo hacia el vampiro, que se había tensado de pies a cabezas

Atsushi se mordió el labio ante eso

- Yo... no lo sé - él solo veía muerte...tortura... asesinatos... pero, no podía ser tan especifico con cosas que no se relacionaran con eso, de ese modo habían guiado su habilidad en su encierro - pero, aun se puede evitar, comuníquense con Ango-san...

Odasaku asintió de inmediato, cerrando sus ojos por un segundo antes de mirar hacia Kunikida

- Dice que no hay ningún problema, pero que si lo llevamos a lugar exacto puede arreglar cualquier brecha... y realmente debo ir a su lado en estos momentos, me disculpo - comento algo exaltado, saliendo de la habitacion apresurado, su mirada parecía impactada por lo que sea que haya percibido en Ango

- Atsushi, ¿Puedes encontrar la brecha? - comento el tigre luego de observar la salida del vampiro, ganándose un asentimiento del muchacho - Entonces, te lo encargo, tengo que avisar sobre que este chico es tu compañero por lo que esta fuera de los límites y sobre lo que ocurrió con Chuuya-san a los demás altos cargos- comento caminando lejos para poder ir en búsqueda de los mencionados - Realmente no debimos dejarlo sin vigilancia incluso si estaba visitando la tumba de Kouyou-sama - se lamentó antes de salir de la habitación

Akutagawa sintió como su pecho se apretaba de una manera muy dolorosa...

No... esas no eran sus emociones... este dolor tan vivido y destructivo definitivamente no era suyo...

- Jinko - llamo comprendiendo de donde venían esas emociones, pero al sostener la mirada del tigre solo se encontró un gran vacío

- ...Deberíamos ir a ver el lugar de la barrera... no sé dónde está... pero podemos revisar - comento con una sonrisa que no estaba acompañada en ningún sentido por esa mirada tan destruida - Si... creo que sería buena idea... - susurro parpadeando casi en trance - Tenemos que ayudar... -Kunikida había dicho las palabras que no quería escuchar, fue tanto el impacto que por un buen rato solo escucho algo parecido al estéreo en su mente

El hellhound trato de detener su caminar, pero su voz no lograba atravesar ese molesto sonido que se trasmitía a su mente, así que solo pudo seguirlo en su caminar perdido y tambaleante.

Solo cuando había caminado durante una hora sin hablar el hellhound se atrevió a hablar, el dolor que se le estaba trasmitiendo era demasiado

- Tú lo sabias, Jinko - señalo Akutagawa, paralizando el caminar del tigre que lo miro aterrado - Se que tú lo sabias

- No... - le gruño a la defensiva - No me digas eso, no quiero escuchar eso

- Él que lo niegues no lo hace menos real - respondió el hellhound gruñendo igual que el tigre - ¿Por qué no lloras? Tu dolor es vivo en mi mente

- No quiero llorar, estoy bien

Akutagawa lo miró fijamente ante eso

- ¿Me lo dices a mi o te estas convenciendo?

Atsushi tembló ante esas palabras... había olvidado que su compañero podía sentirlo

- Déjame en paz - espeto con sus puños cerrados con fuerza - Estoy bien, no pasa nada, no quiero oír nada

- Nakahara Kouyou...

- ¡No! ...- interrumpió Atsushi sin dejar de gruñir, si fuera estuviera en su forma de tigre su pelaje se hubiera erizado

-Está bien...no te molestare con eso... por ahora... pero...- el hellhound se acercó rápidamente a su lado, desde hace un rato el tigre había estado evitando su cercanía - Deja de hacerte daño, Jinko- sin más, agarro por las muñecas al muchacho, sacudiéndolo para que dejara de enterrar sus uñas en sus palmas sangrantes

- No me toques - le gruño luchando contra su agarre con todas sus fuerzas, pero su cuerpo estaba temblando

Akutagawa suspiro

- Tus manos están heridas... tu mente está cansada... ¿Sabes lo que vas a provocar si me alejas, Jinko? - en su mirada gris había severidad - ¿O eres estúpido?

Atsushi lo miro aterrado antes de empujarlo lejos con todas sus fuerzas, lográndolo para su sorpresa, sin más se comenzó a correr lejos de su compañero, quien no lo siguió, pero sintiendo en todo momento el dolor que estaba atravesando a Atsushi mientras más distancia se creaba entre ellos

El tigre se encerró en su habitación, recostándose con la mirada perdida, estaba bien... él estaba bien... porque él lo sabía...

Las horas pasaron mientras él continuaba mirando un punto fijo en el techo, sin escuchar nada a su alrededor... como si nada existiera... poco a poco cerro sus ojos, queriendo dormir, aunque fuera unos minutos, sin embargo, eso no duro mucho, no cuando el dolor lo atravesó. Sus manos fueron hacia su cabeza aferrándose a su cabello, el cual fue tirado por él mismo tratando de que el dolor que lo atravesaba fuera olvidado por el daño que se hacía así mismo...

Siempre pasaba esto cuando su mente estaba agotada por usar su habilidad, pero aquí había otro factor que estaba aumentando el dolor y eso era la fuerza con la que estaba obligando a su mente a negar la realidad. Después de todo, para controlar su habilidad necesitaba estar con una mente equilibrada... una mente con resistencia... pero... ahora todo se había descontrolado como cuando era un cachorro

Las imágenes futuras que antes podían controlar ahora llegaban bruscamente a su cerebro creando una destrucción total en sus nervios... el filtro que había creado parecía haber desaparecido

- Duele...No... duele... basta... detente... por favor - espeto con su vista este dolor que ahora lo atravesaba siempre lo hacía gritar con desesperación, queriendo desaparecer con tal de no seguir sintiendo

No procesaba nada de lo que pasaba a su alrededor, ni siquiera cuando ingresaron a la habitación tratando de calmarlo por culpa de sus gritos desgarrados o cuando lo tomaron de los hombros preguntándole que ocurría, aunque, aquellos toques desinteresados en su piel solo provocaban aún más daño y rechazo, Atsushi seguía sin poder soportar el contacto ajeno y el más mínimo toque le hacía aún más daño a su ya dañada mente. Luchaba con todas sus fuerzas para que dejaran de tocarlo.

- ... Basta... no quiero...no quiero - Atsushi jadeaba lleno de dolor, queriendo enfocar su vista, pero sin lograr nada

Un fuerte ruido se escuchó en la habitación antes de que el silencio se apoderada de todo el lugar, al tigre no le importo, no cuando ese silencio fue acompañado de un cese de contacto, al menos hasta que su mano fue sostenida deteniendo sus gritos mientras el dolor poco a poco bajaba de intensidad

- ¿No dijiste que estabas bien, Jinko? - la voz grave se notaba cansada pero preocupada - Te dije que ibas a provocar esto, estúpido

Atsushi se quedó en silencio por un largo minuto parpadeando entre sus ojos de tigre y su color normal, hasta que tanto su lado animal como su lado humano reconocieron a quien sostenía su mano

- Akutagawa... - susurro aferrándose a la mano que se entrelazaba con la de él - Akutagawa... Akutagawa...Tú... - su compañero reconoció esa mirada asustada

- ¿Qué? ¿Voy a morir, Jinko? - Esos ojos parecían decirle eso ¿Cómo lo sabía? Sencillo, Jinko ya le había dicho esas palabras varias veces desde que se conocían, un futuro aterrador pero que siempre tenía solución, aunque los ojos del tigre se llenaron de lágrimas ante esas palabras, soltando la mano de su compañero, pero solo para abrazarlo con desesperación

- No...- Akutagawa sintió como las manos que se aferraban a su espalda temblaban - No... no... no...aquí...no...dolor...Akutagawa- los murmullos sin sentido continuaban, pero, el hellhound solo suspiro antes de regresar el abrazo, acariciando el cabello del muchacho algo torpemente, pero tratando de dar un consuelo a aquellos gritos que no dejaban de resonar en su mente producto del vínculo.

No era la primera vez que estaba en esta situación con Atsushi, solía ocurrirle cuando sobre usaba sus habilidades. Si, ser un tigre blando traía consigo un poder incomparable, pero no era algo que se debiera usar tan a la ligera como lo había estado haciendo Atsushi o traería secuelas que lo dejarían en su actual estado... había un precio a pagar

- No me aleje demasiado de ti, aun cuando por primera vez Jinko me mando al diablo y me empujo- comento Akutagawa luego de unos minutos, logrando que Atsushi dejara de balbucear parecía haber recordado su discusión

- Yo...no...yo - le estaba costando un poco expresarse bien, ya no sentía dolor, pero su mente seguía confundida

- No te estoy pidiendo excusas, sabía que algo así iba a pasar - Pero, no se había preparado para escuchar aquellos gritos llenos de dolor y desesperación en su mente o... para sentir en piel propia el dolor de Atsushi ¿Seria cosa del vínculo? Aunque... nunca se lo diría, sabía que eso solo haría sentir culpable al tigre, pero... aun así las palabras sinceras escaparon de sus labios sin que pudiera poner filtro - Hubiera sido bueno ver el futuro para alcanzarte antes de que terminaras torturado por tu propia mente

Atsushi tembló en sus brazos ante eso

- No...no debes ver... el futuro... conmigo es suficiente - le susurro frotando su rostro contra el cuello de Akutagawa - No quiero que sufras así...mi compañero no tiene que sufrir...tienes que estar bien... tienes que ser feliz - Un suave ronroneo escapo de él mientras transmitía su cariño a través del contacto a Akutagawa quien se paralizo de pies a cabeza por los mimos que estaba recibiendo, definitivamente estaba acostumbrado a este estado en el que quedaba a Atsushi, y a sus toques, los cuales solían ser un abrazo o manos entrelazadas pero... este contacto se sentía extraño, más cuando el tigre inhalaba cerca de su cuello lleno de comodidad ... ¿El contacto cambiaba cuando se era un compañero? El suave toque los labios de Atsushi en su cuello fueron toda la respuesta que necesito

- Vas a estar tan avergonzado cuando entres en consciencia, Jinko - comento enfocando su vista en cualquier lado que no fuera en la persona en sus brazos, que, no había dejado de besar su cuello con dulzura, succionando de vez en cuando... que más daba, tampoco es que le molestara, aunque no pudo evitar estremecerse cuando sus besos fueron subiendo de su cuello a su rostro, posando sus labios en sus mejillas, paralizando a ambos cuando en un descuido beso la comisura de su boca - Tan avergonzado - repitió consternado por el toque

Atsushi se separó un poco para mirarlo fijamente, Akutagawa sostuvo su mirada algo confundido por como estos se iban tornando como los de su tigre

- ...No te atrevas...- le gruño al ver sus intenciones, pero recibiendo una sonrisita

- Te quiero... - comento el muchacho siguiendo puramente sus instintos

Akutagawa no se iba a engañar, no era un "Te quiero" de cariño, era uno de poseer, lo cual solo se vio confirmado cuando Atsushi se escondió nuevamente en su cuello

- Hueles tan bien - ronroneo

Akutagawa no lo pensó mucho, alejándolo bruscamente al sentir los colmillos del tigre rozando su piel

- Hey, no me molesta que me muerdas, pero ¿No decías que era algo que no se debía hacer como si nada, Jinko? - fue lo que gruño mientras sus ojos se tornaban dorados

Atsushi parpadeo lentamente ante eso, sosteniendo la mirada de Akutagawa antes de que su rostro comenzaba a tonarse rojo conforme pasaba el tiempo y su mente lo ponía al día de lo que sus instintos habían estado haciendo

- AHHHHHH ¡LO SIENTO! - grito tratando de alejarse de Akutagawa, pero este no lo estaba soltando fácilmente, quería enterrarse en un pozo y nunca más salir - Soy terrible, trate mal a mi compañero y luego... yo... yo... yo... bes... bes - su rostro se tornó aún más rojo sin poder decir la palabra - Yo...yo... yo

- Besaste mi cuello y mi rostro- señalo Akutagawa sin irse por las ramas, mostrando su cuello al tigre, haciendo énfasis en las pequeñas marcas de besos que tenía - Varias veces

- AHHHHHHH - Al no poder separarse Atsushi se cubrió el rostro con ambas manos escondiendo sus gritos detrás de sus manos - ¡Tu olor...es tu culpa...! - Atsushi tenía los ojos llenos de lágrimas de vergüenza - Es tu culpa... no deberías oler tan bien...por eso... por eso...yo... tu...AHHHHHHH- los gritos eran su único modo de expresarse, cosa que hizo chasquear la lengua a el hellhound

- ¡Deja de gritar! ¡Soy yo el que tiene chupones en el cuello, Jinko!

- ¡No digas esa palabra! - se estaba muriendo de la vergüenza en esos momentos - ¡Además! ¡Tú me dejaste! - solo entonces entro en consciencia de ese detalle, mirando entre sus dedos a Akutagawa - Tu... me dejaste... no me alejaste... ¿No me odias por empujarte?... fui muy cruel

El hellhound suspiro ante eso, lo único que él vio fue a un gatito con los ojos llenos de lágrimas mientras huía de su lado

- Jinko, te he dicho cosas peores y tú a mi ¿Por qué te odiaría por algo así? No seas idiota

- Pero...

- Y más importante aún, soy tuyo - sus ojos no habían dejado ir ese color dorado que siempre fascinaba al tigre -Y tú eres mío - la posesividad estaba en el matiz de su voz, no se le podía culpar, su raza era posesiva por naturaleza - Primero ambos muertos antes de odiarte por algo así

Atsushi dejo caer poco a poco sus manos de su rostro, mostrando una temblorosa sonrisa

- ¿Puedo llamarte mío? - dejando de lado el hecho de que Akutagawa acababa de marcar territorio, le gustaba como sonaba el "Tuyo"

- ¿Eso es lo que llamo tu atención de lo que acabo de decir? - Atsushi asintió rápidamente

- Significa que puedo tocarte como quiera - no había malas intenciones en sus palabras

El hellhound suspiro

- No es como si no me tocaras como quieres, Jinko, siempre ha sido un gato mimado con el contacto - aunque lo de los besos en su piel fue nuevo

Atsushi se sonrojo avergonzado ante eso

- No me digas gato - susurro, aunque no podía apelar a eso - pero... gracias... no sé qué haría sin ti... y hace un rato... cuando te empuje... no quería alejarme... pero si me tocabas yo... yo... - se mordió el labio con fuerza, sin saber explicar bien lo que hubiera ocurrido, pero... si lo hubiera seguido tocando se hubiera roto, su compañero siempre lograba traer sus sentimientos a flote y en esos momentos prefería estar en negación - Me gusta Akutagawa... me gusta tocarte...tú también puedes tocarme...no quería negarte el contacto - termino por decir como si hubiera hecho algo imperdonable

El hellhound parpadeo ante eso ultimo

- Solo fue un empujón, Jinko, no es como si me hubieras golpeado

Atsushi negó rápidamente con la cabeza

- Bueno... lo que hice... suele ser peor que un golpe... - parecía ser serio mientras decía eso así que Akutagawa solo pudo asistir - Así que... puedes golpearme de regreso

- Bien - el hellhound levanto un puño

Atsushi abrió los ojos con fuerza ante eso, moviendo sus manos nervioso

- No espera, ¡Me arrepiento! ¡Se supone que tenías que negarte! ¡Eres mi compañero! - se quejo

- Y tu deberías conocerme bien por eso, Jinko, ahora cierra los ojos

- ¡Bien! Pero... controla tu fuerza por favor - se quejó temblando, aunque cerro sus ojos, esperando un golpe que nunca llego, en cambio, Akutagawa había apoyado su mano en su cabello, atrayéndolo hacia él en un gesto que lo sorprendió, aun mas cuando sintió que lo apoyaba en su cuello, no es que se quejara, simplemente inhalo calmando su corazón acelerado - ... ¿Qué ocurr...

- Llora - lo interrumpió para su sorpresa

- ¿Qué? - ¡Había escuchado bien?

- Llora, Jinko, sé que digo que siempre estas llorando... y... - suspiro un segundo - Si, siempre estas llorando y cuando realmente lo necesitas te haces el idiota, así que, hazlo, llora, tengo casi todos tus recuerdos en mi memoria, Jinko, me contaste cada uno de ellos, así que ya sabes que puedo hablar por un buen tiempo - señalo dejando su mirada fija en un punto aleatorio para no dejarse llevar por las dolorosas emociones que le estaba trasmitiendo Atsushi - Si sigues tratando de contener tus recuerdos, tendrás estos ataques dolorosos cada noche por el resto de tu vida ¿Quieres eso?

- Si... no me importa...

Ante eso el hellhound gruño con molestia

- No, vas a resolver esto ahora, sabes bien que no puedes forzar tu mente cuando ya está bastante agotada por tu habilidad

Atsushi comprendido hacia donde se dirigía la conversación

- No... ¡No!... déjame... no quiero hablar de esto - gruño tratando de separarse, pero Akutagawa lo mantuvo firme - No...no... - se mordió el labio con fuerza lleno de frustración - No me hagas esto

- Tú me hablaste de ella ¿Verdad? - Comenzó Akutagawa paralizando el corazón de Atsushi

- No... por favor... no quiero - una sonrisa se pozo en sus recuerdos con aquella hermosa voz que siempre lo calmaba

- Dijiste que te acepto y amo como nadie nunca lo hizo - Akutagawa lo sintió temblar en sus brazos, pero aun así no dejo hablar, recordándole poco a poco lo que el tigre le había contado en sus años de encierro - Y que tú la querías tanto como ella a ti

Los recuerdos que llegaban a su mente eran tan dolorosos como preciados

- Akutagawa... por favor... - Por mucho que rogo su compañero continúo trayendo a su memoria los recuerdos hasta que su mente simplemente se rompió - ¡Basta! ... Basta...duele... duele mucho - Akutagawa dejo de hablar

- Ahí está, la culpa que no te dejaba llorar - señalo sintiéndola en piel propia, realmente dolía - Mira, Jinko, puedes decirme lo que quieras, no te voy a juzgar - no tenía tiempo para esas cosas

El tigre tembló contra fuerza contra su cuerpo, esperando un largo tiempo antes de hablar

- Yo... Lo vi... - susurro abriendo poco a poco su corazón, sonaba bonito, pero literalmente estaba desgarrando su corazón - Vi lo que le iba a pasar a mamá ese día...- y no pudo hacer nada por ella - Me dijo que iba a estar bien...que me adelantara... me mintió para consolarme - su cuerpo temblaba con fuerza en sus brazos - Mamá sabía que no iba a sobrevivir y aun así... y aun así - su voz estaba rota y llena de dolor - Me abrazo como si nos fuéramos a volver a ver - su voz se quebró sin poder continuar pero esforzándose por ello - Entonces... realmente creí en ello, que la volvería a ver... porque mi madre no me miente - se aferró con fuerza a su compañero sin dejar de temblar - Si lloro... si lloro... aceptare que no está...y no quiero dejarla ir, Akutagawa - No quería dejar ir los regaños, sus sonrisas, su hermosa voz... no quería dejar ir a Kouyou

- Mira, Jinko... realmente no soy bueno consolando, pero... - comento acariciando el cabello de Atsushi con una ternura que logro estremecerlo, sobre todo porque su compañero casi nunca era así de táctil - Admitámoslo, no tenías el poder para haber cambiado algo en ese entonces... Nakahara Kouyou no sería alguien que huiría dejando desprotegido a sus cachorros incluso si eso significa su muerte

Atsushi asintió ante eso con dificultad

- Es su orgullo...- susurro

- Y sobre todo...no creo que tu madre... haya querido que la recordaras así, con tanto dolor...

Atsushi se paralizo ante eso


"No quieres mirar al pasado y solo encontrar recuerdos tristes ¿Verdad? Es mejor recordar una sonrisa"



El tigre cerro sus ojos, había una hermosa sonrisa junto a esas palabras que resonaron en su mente

- Me enseñó a leer ¿Sabes? - comento luego de unos segundos - Mi hermano se reía porque me costaba pronunciar algunas palabras y mamá lo regañaba, le decía que a él le había costado pronunciar la r por años - se rio con suavidad ante eso - Me decía que podía ir a mi propio ritmo, que no tenía que apresurarme a ser como los demás... también...me abrazaba siempre que el futuro me sobrepasaba en los sueños...y su voz...su voz era hermosa...- su voz se quebró ante aquellos recuerdos - Mamá fue... el primer adulto que me ofreció amor incondicional... y... yo... yo realmente la voy a extrañar - sin más los sollozos escaparon desesperados mientras se quebraba en mil pedazos en los brazos de su compañero, que, en ningún momento se quejó, dándole la fortaleza que Atsushi necesitaba más que nunca en esos momentos

- Algún día la volverás a ver, Jinko - comento cuando el llanto del tigre se había convertido en un pequeño hipo

- ¿Tú crees?

- Estoy seguro, dicen que la muerte es eterna, pero si fuera así, no te habría conocido - después de todo, como hellhound él había desaparecido hace siglos, pero aquí estaba, con un llorón en sus brazos que nunca creyó querer tanto como lo hacía

Atsushi busco con la mirada la de su compañero

- Conocernos... es lo único bueno de esta guerra...si nos hubiéramos conocido en otras circunstancias... creo que me habrías quemado - no, estaba realmente seguro que lo hubiera quemado

- Y te hubiera golpeado - sentencio el hellhound

- ¡Si! ¡Exacto! ¡Realmente eres terrible! ¡Tu carácter es terrible! ¡Siempre me fuerzas a hacer cosas que no quiero! Y ¡Eres un insensible! - sus puños se cerraron aferrado a la camisa de Akutagawa - ¡No hay forma de que nos hubiéramos llevado bien!

- ¡Mira quien vino a hablar! ¡El llorón y cobarde gato! ¡Desde que te conocí has sido una molestia! ¡Siempre te estas quejando de todo y me regañas como si todo lo que hiciera está mal! ¡Eres un estúpido, Jinko!

Ambos se quedaron mirando ofendidos... ahora que lo pensaban, en realidad, sean cuales sean las circunstancias en las que se hubieran conocido hubieran terminado igual...siempre hubieran peleado... se hubieran gritado... se hubieran lastimado el uno al otro... pero... pero... sus almas siempre habrían terminado por reconocerse

- Yo... - Atsushi termino por sonreírle - No te cambiaria por nada en el mundo

- ¿Quieres que diga lo mismo, Jinko? Puedes ordenármelo - contesto el hellhound con una mueca

El tigre arrugo la nariz ante eso

- ¿Ves? Realmente tienes una actitud terrible, podrías demostrarme un poco de aprecio de vez en cuando - se quejó, aunque por dentro estaba sonriendo... realmente no lo cambiaria por nada

- Aprecio... - repitió el hellhound pensando en ello, en realidad, había varios términos que había aprendido con su compañero - ... ¿Qué es lo que quieres que haga como aprecio?

El tigre hice un puchero ante eso

- Lo que se te dé la gana - dijo eso, pero no pudo evitar sobresaltarse cuando Akutagawa sostuvo su rostro con una de sus manos, con una delicadeza no típica de su compañero

- ¿Akutagawa? - susurro confundido por la cercanía que poco a poco desaparecía entre sus rostros

- Cállate, me dijiste que hiciera lo que se me dé la gana - gruño con solo un suspiro separándolos

- No me refería a...- su voz se vio interrumpida por un jadeo de sorpresa de su parte al sentir los labios de Akutagawa sobre los suyos

No sabía que hacer, había esperado cualquier cosa menos esto, aun así, sus manos se mantuvieron aferradas a su camisa en busca de un apoyo que no sabía que necesitaría, optando solo por cerrar sus ojos respondiendo tímidamente al beso. Fue un contacto suave, casi como el toque de una pluma y... sus labios tenían ese sabor amargo pero adictivo... si, como el café... solo pudo dejarse llevar perdido en el toque de su compañero, su pecho hormigueaba ante los toques tiernos que recibía de Akutagawa conforme pasaban los segundos.

No fue nada intenso, fue un beso suave que no buscaba segundas intenciones con el otro, tal como se lo pidió Atsushi, solo estaba tratando de demostrar aprecio y, cuando se separó del otro, supo que lo había conseguido, sobre todo, cuando los ojos del tigre brillaban de una gran felicidad


G

racias por leerrrrrrr ❤❤ los amooooo muchooooo, gracias por todo su apoyo

Quedan exactamente 4 capítulos antes de terminar, son largos, contienen mucha historia ¿Qué opinan? Que largo viaje hemos tenido gente ❤😮🔅🔅🔅😖

Perooooo tengo que pasar la entrevista la primera de semana de enero antes de subirlos (inserte sticker de gato acostado en el suelo en la murision) así que debo estudiar akjajajaja quien hubiera pensando que debía estudiar hasta cuándo no tenía clases T_T eso no estaba en los planes de mis ganas de escribir

Besos los amo, feliz navidad y prospero año nuevo ❤❤❤😖😖😖

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