Capítulo 85: Negar
Atsushi abrió los ojos bruscamente con el corazón latiendo con prisa por el miedo que su cuerpo experimentaba por el vestigio de diversos sueños que lo atormentaron
- Tú te lo buscaste, Jinko – la voz gruñona logro relajar de inmediato su cuerpo, sin levantarse movió su cabeza de tal modo que pudiera mirar a su compañero, este leía un libro sentado en un sillón cercano a la cama, en ningún momento se encontró con su mirada– Sabes bien las consecuencias de usar de ese modo tu habilidad y estoy seguro que aun no has tenido la verdadera secuela de la sobrecarga de poder – Atsushi sonrió levemente por como a cada palabra Akutagawa sonaba más enojado
- Estoy bien, lo siento si te preocupe– susurro con su voz aun ronca por su despertar
El hellhound no contesto, pero cerro el libro con fuerza, por fin encontrándose con la mirada del tigre quien hizo un puchero ante el regaño que seguramente venia
- 24 horas, Jinko, estuviste inconsciente 24 horas, si quieres morir déjame ayudarte, me asegurare de que sufras
Atsushi suspiro, si, ahí estaba el regaño, tan despiadado como siempre. Poco a poco se incorporó hasta quedar sentado en la orilla de la cama
- Yo...tenía que ayudar a mi hermano... incluso si destruye mi mente por unas horas –bajo la mirada nervioso ante la muy fija mirada de Akutagawa – Y ¡Tu fuiste el que dijo que dejara de ser tan cobarde!
- No busques culparme a mí, Jinko – sin mucha delicadeza tomo por el mentón al tigre para que se encontrara con sus ojos que resplandecían en dorado paralizando al muchacho – No te escuche durante un día entero, ni una sola palabra, solo tu respiración para hacerme saber que estabas vivo y...– Atsushi trago con fuerza ante eso
- ¿Y? – susurro sin tratar de alejarse del toque de su compañero
- Fue desesperante – gruño el hellhound, desde que tenían ese vínculo, había algo en su mente que le dejaba saber cada emoción de Atsushi como si fuera las de él y... el silencio de eso lo volvió loco
- Pensé que querías que me callara – señalo el tigre con una leve sonrisa, alzando su mano para acariciar el cabello de su compañero
- No hablaba de que entraras en coma para dejar de hablar, estúpido – seguía enojado pero la caricia de Atsushi lo calmo por cada segundo que pasaba, dejando ir poco a poco su mentón
- Gracias – le susurro Atsushi con una suave sonrisa, sosteniendo la mirada del hellhound– El que estes aquí, hace que el dolor no exista incluso si tengo pesadillas... incluso si las sombras me tocan, incluso si tratan de que no pueda despertar... ya no me hacen daño...- sus palabras no podrían tener mucho sentido, pero Akutagawa lo capto de inmediato
- Si tuviste una pesadilla, ¿No son malas noticias? – comento el hellhound con un suspiro
Atsushi dejo caer su mano ante eso, negando con la cabeza, tratando de decirle con ese gesto que solo había pesadillas, cosa que Akutagawa comprendió de inmediato
- ¿Mi hermano? – comento en cambio el tigre
- Logro salir
Atsushi suspiro aliviado ante eso
- ¿Y dónde estamos? – comento confundido, no reconocía la habitación en la que estaban, era acogedora pero las rejas en la ventana asustaban
- Me encontraron contigo inconsciente en brazos y el primer príncipe desaparecido, estoy bajo investigación
- ¿Solo tú?
- Si – Atsushi lo miro sin entender
-... ¿Y por qué estoy yo aquí? – su manada no encerraba de este modo si no había sospechas de por medio
- ¿Quieres estar en otro lado? – Akutagawa lo miró fijamente ante eso, no iba a explicar la razón por la que no fueron separados
Atsushi rápidamente negó con la cabeza, no querría estar en ningún otro lugar
- No es eso... solo me sorprendió que permitieran que los dos nos quedemos en la misma habitación – jugo con sus manos nervioso – Ya sabes... tu siendo supuestamente peligroso... yo siendo un cambiante... aunque si esto es por lo de mi hermano, supongo que soy tan sospechoso como tú, pero aun así... - El hellhound no había dejado de mirarlo ni un solo segundo mientras hablaba... ¿Qué era lo extraño en Jinko? No estaba llorando... no, no era eso... porque cuando este chico no lloraba...- A un cambiante no se le debe encerrar bajo reja... es tortura psicológica, nuestros animales interiores se vuelven locos si se les niega la libertad... nosotros lo sabemos bien... es tan cruel – Ah, ahora lo entendía, no estaba hablando de ellos
Con un suspiro extendió su mano a Atsushi quien lo miro confundido por unos segundos
- Tomalá
El tigre lo miro nervioso varios segundos, parecía no saber dónde enfocar la vista
- Estoy bien – susurro aun cuando sus manos temblaban por aferrarse a ese toque que tan desesperadamente necesitaba
Akutagawa lo miró fijamente contando hasta 3 en su mente, segundos que fueron demasiados como para que el tigre se restringiera, así que, en vez de agarrar su mano, lo abrazo por la cintura restregando su cara contra su ropa
El hellhound ni siquiera se sorprendió, Jinko era cada vez más exigente respecto a cuanto podían tocarse... y si, era algo muy extraño, su raza no se caracterizaba por esto, pero ¿Qué cosa no era extraña desde que conoció a este chico?
- Es inútil que te culpes por vidas de personas que no conoces, Jinko – comento alzando una de sus manos para posarla en el cabello de un muy triste Atsushi, quien parecía no querer separarse en un buen rato
- Yo... lo sé... pero las sombras que quedan... eso que se ve... eso que te grita... se aferra a ti... ellos estaban... encerrados, en lugares pequeños, muchos de ellos... los golpeaban... los torturaban...a ellos...– se mordió el labio con fuerza recordando cada escena que vio en sus sueños, se repetían una y otra vez...- Sus gritos, sus ruegos...por favor, solo mátame – parecía una grabadora rota
- Hey – gruño Akutagawa logrando de inmediato que Atsushi regresara a la realidad – Jinko, concéntrate, no estas allí, no son tus recuerdos y mucho menos es tu futuro
El tigre suspiro contra la ropa de su compañero, dejando que los vestigios de las sombras lo abandonaran
- No quiero matar a nadie nunca más – comento de la nada Atsushi conforme pasaban los segundos, sin separarse en ningún momento del abrazo – Pero... estamos en guerra... ¿Qué clase de compañero seria si te dejo llevar esa carga solo a ti?... tampoco podría soportar que te hicieran daño...no te dejare solo – su voz se sonó determinada ante las últimas palabras – No podría soportar perderte, Akutagawa - el hellhound suspiro ante eso tratando de contestar, pero Atsushi había caído profundamente dormido, en un sueño tranquilo gracias a la presencia de Akutagawa
Pero eso no duro demasiado...no sabría decir si fueron unas horas o solo unos minutos desde que cerro sus ojos, pero Atsushi se removió incomodo ante el ruido de gritos en su mente, se sentía incomodo y lentamente el dolor se iba a apoderando de él. Odiaba esto, ¿Cómo podía hacer que se silenciaran? ¿Podía detener las muertes a su alrededor o... simplemente debería morir con ellos?
- "Jinko, deja de pensar estupideces y despierta de una vez" – esa voz llena de regaño logro que el dolor desapareciera de inmediato
Parpadeo rápidamente despertando se esa semi inconsciencia en la que estaba
- "¿Por qué está enojado?... no hice nada esta vez, acabo de despertar" – se incorporó con un bostezo, mientras que con la mirada buscaba a su compañero, pero sin dar con él - ¿Akutagawa? – ¿Dónde estaba? Cuando se fue a dormir él estaba allí, a su lado...
- "No estoy enojado Jinko, estoy muriendo de la felicidad ¿No lo sientes?"– era sarcasmo, claramente era sarcasmo, aun así, Atsushi sentía como poco a poco su corazón se llenaba de ansias al reconocer que en todo momento esa voz llegaba a su mente y no porque le estuviera hablando en directamente
- "¿Dónde estás?" – su voz asustada resonó en la mente del hellhound quien se paralizo ante las emociones que lo recorrieron... desesperación, miedo, anhelo... esas no eran sus emociones
- "Espera, no llores, Jinko" – espeto sintiendo que sus ojos se llenaban de lágrimas... debía admitir que era la primera vez que lloraba en esta vida... maldición, en todos sus siglos de existencia y para peor ni siquiera eran sus emociones, no podía siquiera imaginas como lo estarían mirando en esos momentos, más cuando su rostro se había mantenido inexpresivo, pero ahora las lágrimas lo recorrían
- Después de todo, si eres un mocoso – comento Kunikida al verlo llorar, aunque también se mostró bastante impactado, hace solo unos segundos este mismo "mocoso" le había gruñido y dicho que se fuera al diablo
- Tranquilo, no te queríamos lastimar ¿Algo de lo que dijimos te hizo sentir mal? – Odasaku fue el siguiente en tratar de consolarlo
Akutagawa les gruño con molestia
- Yo no estoy llorando, yo no lloro – señalo con ese rostro tan inexpresivo de siempre, pero las lágrimas no se habían detenido así que sus palabras solo hicieron que lo miraran con más lastima, aun así, tampoco pudo seguir discutiendo porque la voz desesperada y la trasmisión de emociones de Atsushi no se había detenido en su mente
- "¿Hice algo mal? Lo siento mucho" – Atsushi era todo lo contrario, no estaba llorando y su rostro se mostraba inexpresivo aun cuando su voz sonaba llena de emociones – "Realmente no quería morir, tú lo sabes mejor que yo... lo sabes... ¿Verdad? Akutagawa me conoce mejor que nadie, sabes que nunca te dejaría solo, así que... no me abandones, por favor"
El hellhound lo sabía, sabía que Atsushi tenía esos pensamientos cuando las sombras se aferraban demasiado a él, pero... lo que no sabía era porque estaba llorando aun cuando reconocía que no eran sus emociones y sobre todo... estaba a punto de incendiar todo con tal de poder llegar al lado del tigre aun cuando su cuerpo se sentía repentinamente débil
- Jinko está a punto de colapsar... me voy – gruño secándose con molestia las lágrimas de su rostro
Sin más se levantó de la silla en la que llevaba sentado las últimas 4 horas, se supone que lo iban a interrogar, era una persona sospechosa, reconocido en la guerra por asesinar sin piedad, que ayudo a que el primer príncipe escapara y al que encontraron con el segundo príncipe inconsciente en sus brazos, no es de extrañar que tuviera que ser interrogado... aunque no podría llamar interrogatorio a su situación actual, lo habían tratado bastante bien en comparación a las torturas que había sobrevivido, incluso le habían traído bocadillos... el tal Odasaku era demasiado amable para su gusto
- ¿Qué pasa con el mocoso? – Kunikida fue el primero en reaccionar preocupado
- Él... - no pudo terminar, comenzando a toser por la molestia que se aferraba a su pecho
Ambos lo miraron confundido, al menos hasta que los ojos de Odasaku resplandecieron rojo por unos segundos. Sin mayores explicaciones tomo a Kunikida por el brazo y lo hizo retroceder a una distancia considerable antes de que a los pocos segundos un gran sector de la habitación se incendiara
- Hey, niño, no te estamos atacando ¿Por qué tratas de rostizarnos? – espeto el tigre observando como las llamas comenzaban a cubrir el lugar, era un alivio que estuvieran en un recinto separado de la casa principal, aunque Akutagawa parecía tan confundido como ellos y eso era mucho decir de parte de la persona que no había mostrado expresión alguna desde que había sido separado de Atsushi
- No sé qué especie seas – comento de la nada Odasaku analizando la situación – Pero esto es muy parecido a un descontrol de habilidades – mientras decía eso le indico a Kunikida que diera unos pasos a la derecha, y a los pocos segundos de señalarlo un gran pedazo de escombro cayo en el lugar
- Eso solo pasa los primeros meses – gruño el hellhound, él había domado sus habilidades hace muchos años, aun así, se sobresaltó cuando sus manos se llenaron de llamas y sus ojos resplandecieron de dorado
... quizás si era un descontrol de habilidades... pero ¿Por qué?
- Definitivamente es un descontrol de habilidades, aunque tienes razón, no es algo que ocurra a tu edad – Odasaku lo miraba pensativo sin importarle muchos que las llamas estuvieran por rozarlos a ambos
Kunikida lo miro confundido
- ¿Descontrol de habilidades?
El vampiro asintió, vigilando que Akutagawa no se hiciera daño con su propio fuego, no sería de extrañar en el estado que estaba
- Akutagawa no es un vampiro, pero, supongo que se aplica – comento encogiéndose de hombros, no iba a pensar mucho en ello, lo de pensar le quedaba a su compañero, él trabajaba sobre la marcha – Una habilidad no es algo que se controle de un momento a otro, puede tomar meses o incluso años – exceptuando a Dazai... él no había demorado más que unas horas – Bien, primero trata de calmarte, respira profundo y no sueltes el aire – su voz se tornó suave y casi cautivadora
- No me trates como un niño – se quejó Akutagawa enfadado, aunque hizo caso, no podía quedarse más tiempo en ese lugar mientras Atsushi parecía a punto de romperse, permitiendo que las llamas bajaran de intensidad y se mantuviera en un sector - ¿Y ahora qué?
- Relájate, pareces muy alterado, muchacho – comento el vampiro con una sonrisa tranquilizadora
Akutagawa parpadeo lentamente ante eso, comprendiendo cual era el problema
- Es Jinko... - murmuro apretando los puños – Tengo que llegar a su lado
Tanto Odasaku como Kunikida se miraron sin comprender, al menos hasta que el vampiro tuvo una repentina idea
- Se que es irrespetuoso preguntar esto, pero... ¿El príncipe te está trasmitiendo sus emociones y se siente como si fueran más de las que se puede controlar?
El hellhound asintió lentamente, cerrando sus ojos tratando de calmar a su contratista... su compañero... pero el que no estuviera cerca parecía estar lastimándolo y de paso lo estaba afectando a él ¿Qué estaba ocurriendo? Era la primera vez que vivía algo así... ni hablar de las lágrimas que escapaban de vez en cuando sin ser suyas
- Son muchas - señalo Akutagawa demasiado inexpresivo como para estar realmente sintiendo tantas emociones
- Kunikida-san... - Odasaku observo con seriedad al tigre quien le devolvió la mirada con el ceño fruncido
- Acaba de cumplir 18 – parecía molesto mientras señalaba esto – Nunca pensé que realmente fuera su compañero – cuando Atsushi atravesó la barrara estaba más concentrado en abrazarlo que en otra cosa, aunque ante la mirada fija de Odasaku solo pudo suspirar – Dime, mocoso ¿Eres su compañero? – señalo ajustándose los lentes
El hellhound abrió sus ojos ante eso
- ¿Y? – esa fue toda la afirmación que se necesitó el tigre que casi quiebra sus lentes del shock
- ¡Que si iniciaron un vínculo y no lo terminaron no se deben separar por mucho tiempo, idiota! – grito Kunikida señalándolo - ¡Para un cambiante separarse sin haberlo completado es lo mismo que un rechazo! ¡Debiste explicar esto antes de que te trajéramos! ¡El mocoso te debe estar descontrolando!
Akutagawa le gruño ante eso, realmente no se llevaban bien... de todos modos, ¿Qué iba a saber él? Hace poco menos de unas semanas creía que no tenía alma y de la nada llega Jinko y le dice que están destinados, no tenía ni la más mínima idea de cómo eso funcionaba ¿Vinculo incompleto? ¿Rechazo? ¿No separarse?... una molestia, sin pensarlo mucho se encontró con la mirada de Odasaku esperando una explicación
- ... Solo sé que debes regresar a su lado antes de que... - justo en ese momento la puerta de la sala de interrogatorios cayo al suelo por la fuerza con la que fue empujada dejando ver a un muy enojado Atsushi que se tambaleaba por lo rápido que llego
- El mocoso se descontrole también - termino Kunikida suspirando
- Akutagawa... mi compañero... ¿Qué le hicieron? – sentencio con los ojos transformados, Atsushi podía parecer una persona débil, hasta muchas veces perdería a propósito para no crear mas conflictos, pero, por ningún motivo se debía pensar en él como alguien débil, Akutagawa lo sabia mejor que nadie, el entrenamiento dado por su madre mas los años de tortura lo habían vuelto una persona realmente peligrosa cuando no estaba en consciencia de si mismo
- No pensábamos quitártelo, solo conversábamos con él – comento Odasaku con suavidad
El tigre blanco parpadeo lentamente ante eso
- ¿Lo sabes? – susurro en cambio con un tono de voz tenebroso, señalándolo – La muerte parece querer alcanzarte... deberías caminar más rápido
El hellhound se sobresalto ante eso... parece ser... que no era él único que estaba teniendo un colapso de habilidades, solo que la habilidad de su contratista era algo horrible de presenciar
- ¿Eso es para mí? – pregunto curioso Odasaku
- ¿Era una profecía? – interrumpió Kunikida
- No le pregunten, no debe usar su habilidad cuando está agotado, se pone muy irritant...
Atsushi se rio interrumpiendo al hellhound
- Se va a romper – hizo sonar sus labios como si una burbuja estuviera explotando
- Así – suspiro Akutagawa, esto iba a ser un dolor de cabeza
- Roto... roto... roto – Atsushi busco con la mirada a Kunikida, dejándolo prendado de su mirada que poco a poco empezaba a resplandecer dejando oscura la habitación para el tigre mayor, que miro a su alrededor – Eso es... las sombras de las almas de los que matan... es oscuro y doloroso ¿Quieres escucharlas grita...
- Jinko, basta, no ha llegado el momento en que tengas que protegerme –interrumpió Akutagawa, era raro verlo tan enojado, pero, sobre todo, con ese descontrol de si mismo, se iba a terminar haciendo mas daño del que debía si seguía usando sus habilidades de esa forma... por no hablar de que cuando entrara en conciencia se arrepentiría de lo que estaba haciendo
Se hizo un silencio mientras Atsushi evaluaba lo que le decía, antes de sonreírle para sorpresa del hellhound
- ¿Tu futuro? – susurro
Akutagawa se había ganado por completo la atención de su compañero
- ¿Me toca ser atacado? – se burló el hellhound – Adelante, Jinko, ¿Qué me dirás?
Atsushi se sobresalto ante eso, parpadeando ante lo que estuvo a punto de hacer
- No...a ti no... a mi compañero no... pero... no alejen a Akutagawa de mi – susurro cubriendo su rostro mientras su cuerpo temblaba – Es muy doloroso...cuando él no está... ¿Por qué tienen que alejarlo siempre?... es mío... no pueden quitarme lo que es mío
Esas palabras fueron toda la aclaración parecía estar perdido en los recuerdos de su tiempo en la oscuridad, observando como se llevaban a Akutagawa sin poder hacer nada, esperando que cuando regresara no estuviera herido o simplemente esperando que regresara...
El hellhound rápidamente se acerco a su lado, agarrándolo por los hombros al comprender el problema con Atsushi
- Me pediste abandonar ese lugar contigo, Jinko, así que ¿Por qué regresas allí solo? – fue todo lo que necesito decir para que Atsushi saliera de ese lugar de recuerdos dolorosos
- No estabas en la habitación – susurro finalmente regresando a su color de ojos normales
- Solo debías llamarme, cualquier orden tuya la cumpliré
- No quiero que sea una obligación el que estes a mi lado – Atsushi parecía triste, aun así, termino por abrazar con fuerza a Akutagawa - No te vayas... no me gusta como se escucha cuando te vas – sin mas escondió su rostro en el cuello de su compañero...guardando silencio sin notar el desastre que había hecho
Kunikida fue el primero en hablar
- Los tigres blancos no viven muchos años – comento ganando la atención de Akutagawa – Su esperanza de vida se acorta después de los 18 años, por eso no hay ninguno con vida a parte del mocoso
- Jinko no va a morir – le gruño enojado abrazando inconscientemente a Atsushi más en sus brazos
- Ahora no, gracias a ti – Señalo Odasaku con una suave sonrisa paternal
– No es que el mocoso no tenga la esperanza de vida de un cambiante, sino que todos los tigres blancos se han suicidado antes de los 30 años por lo terrible que es tener esa habilidad que los carcome mentalmente, ninguno en la historia había logrado encontrar un compañero - se arregló los lentes algo incomodo por lo que debía decir – Gracias...por encontrarlo a tiempo...- el tigre había notado que con solo su cercanía el muchacho al que había cuidado se permitía descansar
El hellhound lo miro por un largo segundo... antes de decir lo que verdaderamente sentía
- Fue él... quien me encontró – fue todo lo que pudo decir, las palabras de la persona que se había enamorado de aquella sonrisa que brillo en la oscuridad en la que existía
Gracias por leerrr❤❤❤😖😖😖
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