Capítulo 8: Preocupación

Mori miraba fijamente los restos del peluche que tanto quería su sobrino. La mayoría del algodón se había arrastrado por todas partes por la fuerza del viento, pero el tejido de este se mantenía en el frío suelo.

La noche no parecía tener piedad con el ambiente que se había creado.

- Recójanlo - espeto de la nada con una mirada que no demostraba nada.

Uno de los cambiantes que lo acompañaba en la búsqueda se apresuró a tomar los restos del peluche.

Habían pasado dos horas desde que la madre del cumpleañero reporto su desaparición. Explicando entre lágrimas que Chuuya había salido a jugar con los amigos que había hecho en la fiesta y se había perdido en el bosque. Cuatro niños en especial dijeron que vampiros los habían atacado, llevándose a Chuuya lejos.

No había motivos para sospechar, después de todo, los presentes apoyaron la cuartada.

Mori no había dicho nada al respecto. Simplemente observando la situación. La desesperación no parecía aferrarse a él, dejando una calma que realmente intimidaba mucho más que la ira.

Mori miro hacia el otro lado del río. Notando inmediatamente el olor a sangre que se mantenía apegado al pasto. Era mucha sangre perdida para un niño pequeño.

Se giro mirando con una sonrisa a las personas a su alrededor. La mayoría habían estado en el cumpleaños. Cada uno de ellos se congelo ante la sonrisa de Mori.

- Ha pasado un tiempo desde que no hacia lo que voy a hacer - comentó de la nada mirando a cada uno de los presentes - siempre está mi compañero para detenerme, es una suerte que no esté a mi lado ¿Verdad?


Fukuzawa suspiro al llegar y ver tanta sangre alrededor de Mori. Había pasado un tiempo desde que no veía una imagen tan desagradable de parte de su compañero. Aunque cuando lo conoció estaba igual de cubierto de sangre.

- Tan desordenado para asesinar como siempre, "Mori- Sensei" - le espeto con un suspiro, llamándolo como en los viejos tiempos. El mencionado le sonrió

- No mate a nadie- respondió tirando su bisturí al aire y atrapando con facilidad - ¿No te prometí no matar a nadie de mi manada? Yo cumplo mis promesas con mi compañero. Solo me divertí sacando información

Fukuzawa evaluó la cantidad de sangre que había a su alrededor. Luego miro a Mori que tenía una sonrisa, pero en sus ojos destacaban el color de ojos de un lobo. Realmente estaba enojado.

- ¿Chuuya? - pregunto finalmente.

Había estado intentando contactar con Ranpo para terminar rápidamente con la búsqueda, pero lo habían enviado a una misión lejana. Por mucho que intento que este contestara el teléfono no llego a ningún lado.

Observo como Mori se quitaba la sangre del rostro con un pañuelo.

- Cierta parte de la manada decidió educar a sus hijos para discriminar a los defectos- comento este conectando miradas con Fukuzawa, quien estaba atento a cada palabra- Como no podía herir niños para sacar información, mejor torture a los padres para que los niños hablarán ¿No es lo justo que paguen por lo que criaron?

Fukuzawa asintió con calma. Aunque por dentro la ira vibraba potente. En parte por sus sentimientos y en parte por los sentimientos que su compañero estaba compartiendo con él.

- Lo tiraron al río luego de golpearlo- Dijo Mori casi en un gruñido- Chuuya logro llegar a la orilla, pero ciertamente un vampiro se lo llevo - señalo el bosque sin voltearse a mirar- Encontré demasiada sangre, por la cantidad, se debe haber lastimado de gravedad. Es un cachorro. Si no recibe ayuda en las próximas horas...- Mori se llevó las manos tapando su rostro sin querer terminar la frase - Fui a buscarlo, no logro dar con él

No era extraño que no pudiera dar con el cachorro si se lo había llevado un vampiro. Si fuera tan fácil dar con estos no estarían constantemente buscando su guarida. Se decía que era debido a una barrera puesta por un mago.

Fukuzawa sabia lo peligroso que era que el jefe de la manada se internara en el territorio enemigo solo. No dudaba de las habilidades de su compañero, pero seguía siendo completamente arriesgado. Ya que no solo significaba un peligro hacia la integridad física de Mori, sino también un gran problema de políticas.

- Es un niño, no le harán daño - espeto el lobo plateado con claridad - No romperán esa ley

Mori suspiro

- Si, la gran mayoría no lo haría- gruño molesto - Pero nunca faltan los que se dejan llevar por el sabor de la sangre de un cambiante. Si no puedo encontrarlo- Negó con la cabeza quitándose el pensamiento de encima - Mandare un mensaje a los vampiros

Fukuzawa lo miro con curiosidad. Los ojos de Mori brillaban con un odio que solía retener.

- Si no devuelven a Chuuya en perfectas condiciones. No habrá vampiro que quede pie. Destacando que empezaremos por lo niños

Fukuzawa lo miro inexpresivo. Sería una violación completa al código de honor que tenían en esta guerra. Aun así...

- ¿Llevo el mensaje?

- No, irá alguien que haya comenzado este lío - espeto Mori levantándose sin hacer ruidos al pisar las hojas- Después de todo, el que lleve el mensaje será el más afectado ¿Verdad?







Dazai estaba tenso. Lo cual no era normal, siempre era la imagen de perfecta frialdad. Por eso los presentes lo miraban asustados.

Caminaba de un lado a otro en la sala de reunión en la que estaban. Tenía cierto cosquilleo en la nuca que no lo dejaba pensar con claridad ¿Quizás se debía a que no veía a Chuuya desde hace una semana?

Se despeino el cabello ansioso. No podía concentrarse y la reunión no era algo que no podía prestar atención. Desde hace algún tiempo habían encontrado varios cadáveres de vampiros, todos sin ojos y con claras mordidas de lobo. El claro trabajo de los cambiantes, pero ¿No era realmente extraño? Mori no solía hacer movimientos tan descuidados ¿El amor por fin lo volvió estúpido? Aun así, ni lograba concentrarse...quizás necesitaba un pequeño descanso.

Sin molestarse en preguntar a los demás vampiros que estaban en la sala, salió. No sin antes hacerle una ceña a Odasaku para que tomara el mando por él.

Camino por los pasillos del castillo. Mansión para llamarla de forma actualizada. Era donde vivía y también el sitio destinado para las reuniones importantes.

- ¿Porque estas tan enojado? - Al parecer Ango había salido de la sala de reuniones junto con él. Dazai lo miro con atención

- ¿Que te hace pensar que estoy enojado?

- Vamos, Dazai- le dijo este irónico- Tus ojos están rojos desde que comenzó la reunión

- Yo...no estoy enojado - Lo dijo completamente en serio. Observo su reflejo en una de las ventanas climatizadas para impedir que el sol ingresara, si, efectivamente estaban rojos. ¿Por eso estaban todos tan asustados en la reunión? Tenía un mal presentimiento

- Tengo que ir a ver Chuuya - camino hacia la salida siendo retenido de inmediato por Ango. Recibió una mirada llena de ira de parte de Dazai

- Por mucho que me amenaces con esa mirada, no puedo dejarte salir ¿Has olvidado que faltan una hora para que anochezca? - Le espeto el consejero con una ceja alzada, soltando el brazo del castaño

Dazai parpadeo confundido por sus acciones erráticas. Aunque miro con urgencia hacia la salida.

- Algo no se siente bien - comento de la nada Dazai, sobresaltando a Ango.

Esto si era extraño, su amigo parecía estar demostrando características no adecuadas a su personalidad. Lo miro con curiosidad

- ¿Qué quieres decir?

- Me siento inquieto, como si estuviera frente a un enemigo que no puedo vencer, es algo que no había sentido antes - comento este mirando hacia el bosque.

Ango parpadeo sorprendido

- A eso se le llama preocupación, Dazai

El castaño lo miro confundido, pero luego asintió como si confirmara esas palabras

- Si, estoy preocupado...necesito ver a Chuuya - respondió algo cansado por la situación

Ango lo miro con algo de lastima. Si pudiera marcar a su compañero sentiría en cualquier momento las emociones de este, incluso sus pensamientos, lo cual permitía tener un radar sobre si el otro se encontraba en peligro, pero Dazai no podía marcarlo, primero, porque Chuuya era un niño pequeño, y este acto obligaría al cachorro a dejar todo, ya que, los compañeros que están unidos no se pueden separar mas que por cierta distancia, si llegara el caso en que se separan estarían expuestos a un gran dolor. Y segundo, porque marcarlo era algo sumamente íntimo. Tendría que esperar a que Chuuya fuera mayor, eso es lo malo de conocer a tu compañero tan joven.

Ango miro a su amigo. Suspirando en último momento.

- Iré vigilar que este bien, Dazai, así que vuelve a la reunión- le comento el consejero caminando hacia la salida.

El castaño lo miro con agradecimiento, era bueno que Ango pudiera salir al sol al no ser un vampiro, aun estando unido con Oda, su único cambio fue que su vida se extendió tanto como la de su compañero. Aunque entre las parejas si uno moría, el otro lo seguía poco después, así que era una inmortalidad bien estricta.

Confiando en que Chuuya estaría a salvo si Ango lo vigilaba, regreso a la reunión. Aunque sin quitarse la sensación de angustia de encima.



- Que olor más agradable- dijo Dazai mientras miraba sus cartas - Casi podría decir que comería.

Odasaku lo miro confundido. Intentando atrapar la esencia. Pero sin conseguir nada en particular

- Yo no siento nada- le dijo encogiéndose de hombros. Saco una carta del maso. Sin mostrar expresión en su rostro

Dazai levanto una ceja ante eso. No...realmente era un olor agradable. ¿Porque estaba pensando eso?

Cuando volvió a la reunión, su amigo noto de inmediato su estado de alerta, así que intentando distraerle Odasaku sugirió que jugara a las cartas. Aunque Dazai ya llevaba cuatro victorias y seguía con la sensación de angustia. No dejaba de pensar que la única persona que actualmente le provocaría esto era su compañero, pero, el cachorro dijo que estaría en su casa. Allí no le harían daño...estaba a salvo ¿Verdad?

- Señor Dazai...Señor Odasaku...- espeto una voz a la izquierda del castaño.

- Espera un momento, Odasaku quiere ganar esta partida- espeto Dazai sacando una carta intentando quitar el pensamiento de su mente. Ango avisaría si algo estuviera mal a Oda a través de su vínculo, pero aún no había noticias. Miro el reloj en la pared, ya había anochecido.

- Pero señor...es urgente - murmuro este nervioso

- Estoy escuchando - respondió Dazai indicando que pasaba a Oda

- Pero...realmente necesito que tome atención señor

Dazai miro de reojo la reunión que se estaba llevando a cabo. Era un alivio que Ango no estuviera o ya habría destruido sus cartas. No podían estar comprando nuevos mazos de cartas cada mes, se supone que estas debían durar más. Quizás debía empezar a traer su tablero de ajedrez a las reuniones

- De todos modos, termine el juego- espeto ante la mirada de los presentes.

Bajo sus cartas mostrando una escalera real. Oda suspiro. No había modo de ganarle a Dazai

- ¿En que estábamos? - pregunto el castaño volviendo a su normal seriedad

- Aun no empezábamos- comento Oda guardando las cartas en su empaque.

- ¿Y qué esperan? Tengo que ir a ver a alguien - espeto Dazai bostezando.

Todos, menos Oda, lo miraron con una cara que decía: Te esperábamos a ti. Aunque nadie dijo nada, no eran tan estúpidos como para pensar que esa apariencia paciente era la real

- Hay que encontrar al culpable de las muertes, Señor. Aunque es obvio que es una amenaza de parte de los cambiantes - comento uno de los vampiros con un suspiro. Todos estaban acostumbrados a la actitud de su rey, aunque hace poco su actitud parecía más despiadada que despreocupada, no tenía piedad contra nada. Así que no se quejaban al ver que había recuperado parte de su actitud anterior.

- Entonces hay que preguntarles - comento Dazai con una sonrisa, apoyándose en una de sus manos.

Todos lo miraron impactados, luego simplemente dirigieron su mirada a Oda intentando que este les tradujera el significado, pero este solo se encogió de hombros. Así que optaron por preguntar a Dazai.

- ¿A qué se refiere?

- Últimamente han estado cruzando mas de lo normal la frontera y nosotros hemos ignorado este hecho - explico el castaño con molestia al ver que no lo habían captado, Había ignorado el hecho por Chuuya, aunque era un pensamiento que no tomaría mucho en cuenta - Atrapen a uno y le sacan toda la información que puedan

- Bien, no es una mala idea - comento el sujeto que había hablado primero.

Dazai sintió que sus colmillos aumentaban ante el agradable olor que lleno la habitación de la nada. Se tapo la boca confundido, este olor...no...no podía ser.

Justo en el momento en que golpeaban la puerta pidiendo ingresar, Oda se levantó de golpe mirando fijamente a su amigo, Ango había contactado con él.

- Dazai... Chuuya está desaparecido - le dijo este con los puños apretados.

La mesa que estaba debajo de las manos de Dazai se volvió polvo ante eso. Los presentes se levantaron alterados. Oda les indico con un gesto que se retiran, lo cual hicieron sin quejarse. Permitiendo que la persona que golpeaba ingresara.

Dazai de inmediato enfoco su vista en el vampiro que había entrado, notando la sangre que manchaba sus ropas.

Ese olor...

Sin esperar un segundo el castaño agarro al otro vampiro y lo estrello contra la pared.

- ¿Está vivo? - exclamo apretando la mano con fuerza. El vampiro se retorció intentando soltarse

Oda no detuvo, la furia de su amigo no parecía ser algo que no se calmaría con simples palabras.

- Mi rey, no hice nada- grito esté intentando quitarse al castaño de encima. Pero este solo apretó con más fuerza el cuello del vampiro

- Eso no es lo que pregunte

Por la fuerza que estaba ejerciendo parecían que los ojos del vampiro iban a explotar. No iba a sobrevivir mucho mas tiempo en las manos del castaño, así que, Oda, que no había sido detenido por el ambiente que tenía su amigo, hablo.

- Dazai, si lo matas no sabremos donde esta - le comento este entre dientes. Dazai no era el único furioso, como se atrevían a lastimar a un niño.

El castaño analizo estas palabras por un segundo, antes de soltar al vampiro que de inmediato comenzó a toser, intentando recuperar el aire que había perdido.

- Habla - le espeto con frialdad, sus ojos brillaban de rojo, pero esta vez si era producto de la ira

- ¡Lo encontramos herido a la orilla del rio! ¡Las heridas ya las tenía! - dijo desesperado el vampiro- Aun esta vivo, mi hermano esta con él

Dazai chasqueo la lengua, iba a matarlo, no podía soportar mas sentir el olor de la sangre de Chuuya en este sujeto. Lo iba a matar. Como si fuera a creer que lo sacaron por la amabilidad de su corazón, no cuando la sangre de un cambiante era tan deliciosa.

Para él, el olor de la sangre de Chuuya era exquisita por ser su compañero, más de lo que cualquier otro vampiro podría sentir, pero eso no significa que el sabor fuera menos delicioso, después de todo seguía siendo un cambiante.

Antes de que mataran a la única pista que tenían sobre el cachorro, Oda se interpuso. Permitiendo unos segundos de calma a Dazai. No quería saber lo que sentía su amigo al ver la sangre su compañero en las ropas de otro vampiro. Y esperaba nunca tener que experimentarlo.

Dazai no podía pensar, no podía hacerlo. ¿Por qué Chuuya había cruzado? El cachorro nunca lo hubiera hecho por su voluntad, y había tanta sangre sobre el vampiro.

- Dazai, el tiempo es fundamental - espeto Oda agarrándolo por los hombros - Ha perdido mucha sangre, si no lo llegamos tiempo...

Oda no continuo, pero Dazai lo comprendió de inmediato las palabras tacitas. Asintió mas concentrado, luego enfoco su vista en el vampiro.

- No te matare por ahora, pero, si descubro que lo tocaron, aunque sea un poco no tendré piedad - gruño con molestia, simplemente mirando al vampiro, pero esta mirada se sintió como una puñalada en el corazón para el sujeto en suelo

El vampiro trago con fuerza, temblando.

- Ahora ¿Dónde está?

Gracias por leer 🐾🐾🐾🦇🦇🦇

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