Capítulo 75: Informacion

El pelirrojo se separó del abrazo de Odasaku con una suave sonrisa en su rostro, notando luego de unos minutos que el vampiro no le quedaba la mirada de encima con concentración

- ¿Odasaku-san? – pregunto confundido sintiéndose incomodo ¿Era por su cuello? O ¿Sus muñecas? Pero, no debería poder verlas, estaban ocultas, pero...

- Sigues siendo un cachorro, príncipe – espeto el vampiro con seriedad quitándole los nervios al muchacho quien se rio divertido por ello

- Siempre seré un cachorro para Oda-san – se defendió el pelirrojo queriendo ocultar sus orejas con sus manos inconscientemente, aunque rápidamente bajo sus manos – Yo... no logro entender... - el muchacho se encontró con la mirada del vampiro - ... ¿Por qué la barrera... estaba en el lado de mi manada?

Odasaku pareció pensar en cómo explicarlo

- Dazai y tu familia no iban a dejar que cuando volvieras este lugar fuera un desastre – comento el vampiro logrando que el pelirrojo lo mirara sorprendido

Ante eso el pelirrojo lo miro con tristeza ante la mención de las personas que habían tratado de darles toda la paz posible

- ¿Usted... no pensaron que yo estaba muerto? – comento en cambio

Odasaku negó con la cabeza

- Estaba seguro de que Dazai hubiera encontrado el modo de mantenerte con vida, cachorro – señalo el vampiro con certeza

- Mi compañero... sí que lo hizo – susurro el pelirrojo recordando la fuerte punzada que sentía en su pecho cada vez que pensaba en Dazai - ¿Entonces?... ¿Cómo evitaron que este lado fuera un desastre?

- Es más fácil mostrártelo que explicarlo – comento el vampiro asintiendo en dirección a Kunikida – Me gustaría poder mostrártelo yo, pero el sol no me lo permitirá

- Yo me encargo, hay muchas cosas que deben ver, príncipes – comento Kunikida limpiando sus lentes disimuladamente antes de señalar la puerta de la sala – Acompáñenme

Atsushi miro en dirección de su compañero nervioso, Akutagawa no iba a poder a salir al sol

- Tienes un deber que cumplir – señalo el hellhound, aunque parecía igual de nervioso de dejarlo ir, claramente habían llegado a su límite de separación por el día, desventajas de tener el vínculo a medio hacer

- No creo que sea buena idea separarlos – comento con una suave sonrisa Chuuya, una nueva expresión en el hellhound

Kunikida entrecerró los ojos en dirección a Akutagawa, antes de suspirar asintiendo

- Venga conmigo, su majestad – termino por decir saliendo del salón de claro mal humor

- ¿Kunikida-san está enojado con Akutagawa? – comento el tigre confundido ganándose una mirada del hellhound y de Chuuya

- Desde que atravesé la barrera, Jinko – termino por comentar Akutagawa

Chuuya se rio divertido por eso

- Los veo al anochecer – señalo el pelirrojo despidiéndose de su hermano y de su compañero, antes de mirar a Odasaku – También a usted, Oda-san

- Estaré esperando, cachorro – espeto el vampiro con una suave sonrisa

Chuuya los miro a los tres por un largo segundo antes de decidir salir, confiaba en que estarían a salvo detrás de la barrera

- Creo que el ver a su alrededor le contestara un poco su duda – comento Kunikida cuando el pelirrojo llego a su lado

¿Su alrededor? Por un segundo su respiración se congelo... no podía ser...

- Esta... es una vista muy hermosa – susurro el muchacho mientras en sus labios nacía una sonrisa llena de felicidad

Estaba recién comenzando a amanecer, pero aún se podía ver como varios vampiros se despedían de cambiantes y vampiros en el centro de lo que alguna vez fue su conservadora manada, se notaba que habían estado conviviendo por mucho tiempo

- La paz si se mantuvo gracias a usted y su compañero, esta es una vista que nunca hubiera imaginado ver, aunque, aun es poco en comparación a todos los que están siendo lastimados fuera de esta barrera – explico Kunikida comenzando a caminar por el centro de la manada mientras las miradas se quedaban fija en Chuuya, algunos con ojos llenos de esperanza y otros con algo de miedo, más de uno lo saludo con la mano y uno que otro le hizo una reverencia de reconocimiento

Chuuya les regresaba el saludo sin importarle de que con que mirada lo estuvieran observando, estaba lo suficientemente impactado como para que esto no le importara

- ¿Quién ha estado a cargo del mando de los cambiantes, Kunikida-san? – comento el muchacho al ver que se dirigían a su hogar

Su pregunta hizo que Kunikida lo mirara de reojo con algo parecido a la resignación

- Vera, príncipe, la persona que se supone que debía estar a cargo por ley se negó diciendo que era un "fastidio", cuando se le señalo que era una orden llena de tradición, contesto que debía venir Fukuzawa-dono y decírselo, como sabe... eso no era posible así que el poder se me fue otorgado a mi

- ¿Ranpo-oniisan? - comento el pelirrojo con una sonrisa por la ingeniosa respuesta

Kunikida asintió avergonzado

- Realmente tratamos por todos los medios de que aceptara, pero... - se encogió de hombros como diciendo "Pero ya ves como termino todo"

- Eso ya no es necesario ahora que el verdadero heredero al trono ha regresado – interrumpió una nueva voz

El pelirrojo se giró con una gran sonrisa en su rostro encontrándose de frente con el que se había negado a aceptar el poder

- ¡Ranpo-oniisan! – espeto Chuuya sin perder su sonrisa, aunque esta decayó al encontrarse con los ojos verdes del lobo fijo en él

Sin poder evitarlo hizo una mueca revolviéndose el cabello con una de sus manos nervioso

- ¿Quieres un dulce, niño? – fue todo lo que lobo comento buscando en sus bolsillos hasta dar con una paleta, sacándole una risa a Chuuya

- Quiero – contesto extendiendo su mano extrañado por el gesto sumamente raro de Ranpo, casi parecía querer consolarlo - ¿No se ven? – pregunto cuando recibió el dulce con un suspiro

- Nop, te quedan bien – señalo este entregándole el dulce – El jefe tenía varias de esas

- Gracias – espeto el pelirrojo con una suave sonrisa

Kunikida no entendía de que estaban hablando, pero, eso estaba bien, la razón detrás de sus cicatrices tan bien ocultas no era algo que Chuuya quisiera contar o enseñar

- Ya estoy de regreso, Ranpo-onisan – fue todo lo que pudo decir Chuuya quitándole la envoltura a la paleta antes de llevarla a su boca

- Aunque no por mucho – espeto el lobo con un suspiro luego de haberlo mirado por unos segundos – Eso es un problema, niño

Esas palabras paralizaron tanto a Chuuya como a Kunikida

- Tan genial como siempre – espeto el pelirrojo con una mueca

- ¿No por mucho? – repitió Kunikida

El pelirrojo suspiro antes de encontrarse con la mirada del nuevo líder de los cambiantes

- Primero, tengo información que quiero compartir, supongo que ya saben dónde estuve todo este tiempo, las noticias se esparcen rápido – espeto con seriedad el pelirrojo captando la atención de Kunikida – Supongo que a pesar de todo tienen sospechas de que puedo ser un traidor de nuestra raza o al menos que estoy bajo en control de los renegados ¿Verdad? Prefiero que me interroguen a mi antes de que a Atsushi

- Yo no...- espeto Kunikida bajando la mirada

- Usted no, pero seguro hay varias personas en contra de que este caminado libremente por la manada, así que, hagamos esto corto y llamen a una reunión – Chuuya no estaba dejando espacios para dudas, y en realidad, tanto Kunikida como Ranpo se sorprendieron, Kunikida por la voz de mando que tenía el muchacho, la voz de un líder, mientras que Ranpo, que siempre supo que Chuuya estaba destinado a liderar, estaba sorprendido por la información que el chico iba a decir

No fue de extrañar que las palabras del chico fueran puestas en acción en poco tiempo, siendo el pelirrojo transportado a una sala de reunión, aunque, más que nada parecía ser un lugar para la interrogación, más cuando su silla estaba apartada de las demás

- Eso es una falta de respeto – comento la primera persona en llegar con una mueca de molestia – Incluso si los cambiantes lo permiten estoy en contra de que traten al compañero de mi rey de ese modo

- Hola, Ango-san – contesto el pelirrojo sin pisca de miedo por su situación, al parecer Ango-san sería el representante en la reunión de los vampiros – Estoy bien, no es de extrañar que duden de mi

- Príncipe, bienvenido de regreso... - señalo Ango con respeto, Odasaku también se hubiera molestado si hubiera venido -

- Yo ya dije que no dudaba – espeto Ranpo alzando la mano con fastidio - Es más, ni siquiera quiero estar aquí

- No hay nadie además de Ranpo-san para saber si el príncipe está diciendo la verdad – comento la nueva persona en ingresar

- Es cierto, soy un genio sin igual – comento Ranpo con un suspiro

El pelirrojo se encontró con la mirada de ese hombre, quien se la mantuvo con cierto aire de sospecha, Chuuya trato de recordar quien era... hasta que cierta imagen apareció en su mente de una de las reuniones de su madre

- Puede que este en una interrogación, pero sigo siendo un Nakahara, Hirotsu-san – comento Chuuya con el ceño fruncido al ver que le estaba faltando el respeto al mantenerle la mirada, como representante de los leopardos debería tener eso claro

- Mis disculpas – comento este haciendo una reverencia mientras se sentaba en su lado – Solo media su potencial, la sangre en sus venas es la de todo un líder – eso fue un halago hacia Chuuya

- Cuando niño se parecía a la princesa, pero ahora es aún más claro, su majestad – comento una nueva voz que ingreso a la sala

- Yosano-san, bienvenida – El pelirrojo la miro fijamente sin reconocerla del todo

La mujer le sonrió acercándose para mirarlo de cerca

- Si, muy atractivo – espeto evaluando los ojos del pelirrojo - ¿Te gustaría después que te hiciera un chequeo gratis? Has cambiado tanto desde que eras un cachorro

Chuuya la miro sin comprender

- Es la nueva representante de los tigres mientras estoy a cargo de los lobos, es una doctora muy reconocida dentro de nuestra manada – Kunikida miro de reojo a Ranpo quien debería estará a cargo, era una falta de protocolo que un tigre estuviera al mando absoluto del poder, bien, al menos Ranpo asistió a la reunión y ahora que el príncipe estaba de regreso él podía abandonar el puesto

- Si el interrogatorio se torna violento me encargare de curarte, príncipe – comento la chica alejándose de Chuuya para sentarse en su puesto

- Parece que estamos todos – suspiro Kunikida arreglando sus lentes – Bien, estamos haciendo esto solo para que la paz dentro de la manada se mantenga y solo porque el príncipe está de acuerdo, no se aceptara ningún uso de violencia o tortura contra el príncipe

Todos asintieron en acuerdo

- ¿Esta bajo el poder de los renegados? – pregunto Kunikida

- No – espeto el pelirrojo con un suspiro – Tampoco he traicionado a nuestra raza, ni busco hacer algún daño a la manada - Cuando Ranpo asintió todos respiraron más tranquilos

- ¿Por qué trabajo para los renegados durante todo este tiempo? – fue la siguiente pregunta, era una información que les había llegado solo cuando se esparció la noticia de que el arma más importante de los renegados había escapado

- Amenazaron con matar a mi hermano – gruño el pelirrojo enfadado por el recuerdo – Pero no hay modo de que este del lado de esos asquerosos imbéciles descerebrados – chasqueo la lengua al ver que había insultado, mentalmente se recordó que debía recordar la etiqueta que su madre se había esforzado en enseñarle, sin insultos...no digas insultos – No quería estar ahí...

Todos miraron a Ranpo quien se balanceaba en su silla antes de mirarlo con una expresión que decía "Hacer esto es ridículo, no sean estúpidos"

- Necesitamos una confirmación, Ranpo-san – señalo Kunikida

- Dice la verdad – refunfuño este

El pelirrojo suspiro, antes de mirarlos con seriedad

No tengo mucho tiempo, incluso si desconfían de mí, les diré que no me quedare mucho tiempo, solo quiero entregar la información que tengo sobre los renegados y sobre su líder, será necesaria para acabar con la guerra

Todos lo miraron con interés ante eso, atentos a escuchar, el pelirrojo comenzó a informar sobre todas las bases de las que tenía conocimiento al igual de los experimentos que se estaban llevando a cabo sobre el traspaso de poder, sin mencionar que él había adquirido uno con éxito, aun si muchos ya habían escuchado de su sobrenombre en el campo de batalla

- Si se queda como estratega, su majestad, terminaremos con esta guerra mucho más rápido – señalo Hirotsu pensativo, la información que se les había brindado sería un arma poderosa si se utilizaba bien

- Estoy de acuerdo – afirmo Ango con seriedad – Debería quedarse aquí

Chuuya le sonrió con algo de molestia, no era idiota, querían mantenerlo protegido tras las líneas de ataque

- Tengo cosas que hacer en el campo de batalla – por ahora, solo había regresado para que Atsushi estuviera a salvo... era su cumplimiento a la promesa con su madre y su cariño por su hermano – Volveré cuando haya terminado mis asuntos

Kunikida de inmediato se levantó de la mesa con un rostro atónico, golpeando sin querer la mesa con sus dos manos

- ¡Nakahara-san usted es sigue siendo la persona a cargo! ¡Tiene que respetar su obligación como príncipe de nuestra raza! -

El pelirrojo lo miró fijamente ante eso, no dijo ni una sola palabra, pero Kunikida termino por bajar la mirada al igual que la mayoría de los presentes

- No me mal entienda, Kunikida-san – comento finalmente con el ceño ligeramente fruncido – No estaba pidiendo permiso

El "deber" era algo que a Chuuya se le había inculcado desde que era un niño, el deber de ser un cambiante, el deber de ser un Nakahara, el deber de ser un príncipe, el deber ser el compañero de un vampiro y el deber con su familia. Nunca considero estas obligaciones una carga y siempre estuvo dispuesto a acatarlas sin problema alguno, pero, en estos momentos el "deber" si era algo que le estaba impidiendo tomar decisiones, pero... ¿Entre el deber y Dazai? La decisión estaba clara...

- Tienen que ser claros con él o no entenderá ¿Acaso son niños?– espeto con fastidio la líder de los tigres

- ¿Qué es lo que tengo que saber? – espeto Chuuya con el ceño fruncido escuchando un suspiro agotado de parte de Kunikida

- Nos están amenazando con matar Mori-san y Fukuzawa-dono sino lo entregamos en dos días – señalo Kunikida acomodándose los lentes – Claramente no lo entregaremos, Nakahara-san, pero está el miedo de que si sale de aquí lo vuelvan a capturar ...

- Espera un segundo...- interrumpió consternado el pelirrojo - ¿Mis tíos no están muertos? 


Gracias por leer ❤️💔🦇🐾🦇🐾🦇🐾🦇

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