Capítulo 74: Egoísta

Dos días habían pasado desde que las noticias habían llegado a los oídos del pelirrojo, quien por apariencia parecía estar bien, era difícil saberlo cuando no demostraba emociones la mayor parte del tiempo y la otra mitad simplemente parecía estar pensando en muchas cosas

Aunque, era difícil ocultar su estado a los ojos de Atsushi, su habilidad no era algo que fuera a desactivar mientras su hermano estuviera así, aun cuando se agotaba mucho más rápido de lo normal

- Iré a revisar una vez más los alrededores – comento Chuuya con una suave sonrisa hacia Atsushi quien parpadeo rápidamente tratando de concentrarse nuevamente en la voz del pelirrojo, su mente se sentía demasiado cansada

- Yo te acompañ... - el muchacho trato de acercarse a su hermano, pero termino tropezando con el aire, aunque alcanzo a recuperar el equilibrio rápidamente – Estoy bien – espeto rápidamente, aunque su respiración era agitada, casi como si en realidad hubiera corrido en vez de caminar esos pasos

Chuuya lo miró fijamente, ya había notado que algo raro había con Atsushi, pero, por más que le preguntara este solo le decía que estaba bien, que no se preocupara. Con un suspiro se encontró con la mirada de Akutagawa, sabía que el hellhound también se había dado cuenta de esto, quizás primero que él, por lo que, el pelirrojo asintió levemente en dirección Akutagawa quien rápidamente lo capto

- Esperaremos aquí, Chuuya-san – interrumpió el hellhound agarrando a Atsushi por la muñeca – Si necesita ayuda, escuchare

- Bien, no tardare mucho – comento Chuuya dándole una última mirada a su hermano antes de alejarse, suponía que no había nadie mejor que un compañero para encargarse de lo que le estaba sucediendo a su hermano

Cuando este desaparecido entre los árboles Atsushi trato de liberarse del fuerte agarre del hellhound en su brazo

- Jinko, eres un estúpido – la voz de Akutagawa sonó amenazante sujetando con más fuerza el brazo del tigre quien le gruño enseñándole los colmillos con amenaza

- ¡Déjame! – espeto con sus ojos transformados

- ¡Si tantas ganas tienes de hacerte daño estoy dispuesto a ayudarte! – espeto Akutagawa con molestia

- ¡No! ¡No! ¡Déjame! – espeto tirando de su brazo sin importar si terminaba por hacerse daño - ¡No tienes que tocarme!

Akutagawa le sonrió con frialdad

- ¿Ah? ¿Es una orden? – gruño sin soltar el brazo del tigre sin importarle que este lo estuviera amenazando con un claro gruñido – Solo te soltare si lo es, Jinko

Ante eso Atsushi dejo de gruñir, dejando que la transformación de sus ojos desapareciera

-Ah... no... no... no es eso... lo siento...pero...no duele...no duele – susurro Atsushi dejando de luchar – Esta vez... no me duele

- Mentiroso ¿Crees que no estoy acostumbrado a tu habilidad, idiota? - no estuvieron encerrados juntos por tanto tiempo como para perderse los más mínimos detalles en el tigre

Atsushi iba a contestar, pero ante el silencio que se creó en su mente por el repentino toque de Akutagawa se dejó caer sin fuerza contra él quien lo atrapo con un suspiro de cansancio

- Eres un estúpido – repitió el hellhound, aunque subió una de sus manos para apoyarla en el cabello de Atsushi quien rápidamente se relajó contra sus brazos como si varias cuerdas lo hubieran dejado ir

Atsushi inhalo y exhalo ante el dolor que rápidamente desapareció de su cuerpo

- ¿Cómo... te diste cuenta...?-murmuro refregando su rostro contra el pecho del hellhound tratando de captar más cerca ese olor a café

Akutagawa hizo una mueca ante eso

- Estamos vinculados, Jinko – fue la sencilla respuesta, no solo se refería a su nuevo enlace como compañeros sino al de servicio que él le ofreció, siempre sabría cuando Atsushi estuviera sintiendo dolor

El tigre sonrió ante eso, llevaba un tiempo tratando de dar con la sombra de Dazai, pero el hacer eso lo exponía a cualquier otra que se encontrara en su camino, y al estar tan cerca de la primera línea solo se estaba torturando al captar tantas imágenes de muerte y susurros de venganza

- ... Es lo menos que puedo hacer por mi hermano – se explicó el tigre sin abrir sus ojos, disfrutando del silencio que le otorgaba el toque de Akutagawa – Incluso si estoy... cansado... no me vencerán... tan fácil...

El hellhound se quedó en silencio unos segundos, tratando de dejar de decirle estúpido, pero sin lograrlo incluso en sus pensamientos

- Deja de hacerlo – fue lo que pudo decir entre dientes, Atsushi sabia controlar su habilidad gracias a todo lo que había pasado, pero eso no significaba que no siguiera siendo un poco tortuoso usarla

- ¿Crees que... me lastimaran? – comento pensando en que el que estuviera usando así su habilidad solo lo dejaría débil ante los posibles ataques

- Los mataría primero – era una sentencia que no dejaba espacio para dudas – Asi que puedes ser tan débil como siempre, Jinko – en realidad, el tigre no era débil, pero Akutagawa no quería que siguiera fortaleciéndose a costa de su cordura

Atsushi se rio entre dientes por eso, terminando por asentir, de todos modos... no estaba consiguiendo nada, y tenía el miedo de que si trataba de buscar el futuro de Dazai solo encontrara muerte como siempre le ocurría

- Mi compañero me está abrazando voluntariamente, que bien se siente – comento en cambio el tigre abrazando con más fuerza Akutagawa quien se tensó por completo por lo que estaba haciendo, pero no se separó del tigre

- Compañero... - repitió algo pensativo

Atsushi se encontró con sus ojos con una tímida sonrisa

- Mientras no me rechaces – comento el tigre con un poco de miedo en sus ojos

- No – espeto Akutagawa con una mueca - Es mejor que sea yo, seria molesto que tuvieras a alguien más y tuviera que protegerlo para que tú no te mueras, Jinko

Atsushi lo miro atónico por la cantidad de palabras antes de que sus ojos brillaran por la emocion

- Yo solo quiero a Akutagawa – comento con una gran sonrisa, no podía ser nadie más – Seria difícil encontrar a otro loco suelto que tratara de comprenderme

Ante eso el hellhound rodo los ojos

- No tienes tu suerte, Jinko – comento recordando que él había empezado con ese tema – Entonces... ¿Por qué andas tan preocupado?

Atsushi se encontró con su mirada con una mueca

- No lo hago – comento Atsushi, aunque sus ojos poco a poco se tiñeron de tristeza, aferrándose nuevamente con fuerza a su compañero ¿De qué le servía mentir cuando Akutagawa ya se había dado cuenta? – Mi hermano... está sufriendo mucho...- su sombra era algo terrible de ver, la ira, el dolor... la tristeza...lo ahogaban cada vez que se acercaba a Chuuya – Se que... solo quiere correr hacia su compañero... y aun así... no ha tratado de ir por Dazai-san... - y eso no dejaba de hacerlo sentir nervioso, como si de un momento a otro Chuuya fuera a desparecer – No quiero... separarme de él aun...pero duele tanto sentirlo sufrir

- ¿No sería mejor que se lo digas mirándolo a los ojos, Jinko?

- ¿Mmm? – Atsushi lo miro sin comprender, al menos hasta que Akutagawa lo tomo por los hombros separándolo de su cómodo abrazo girándolo para que se encontrara con la mirada fija de Chuuya quien tenía una mueca en su rostro, había escuchado todo

El pelirrojo suspiro, revolviéndose el cabello con una de sus manos

- ¿Chuuya-san? – espeto Atsushi usando el "San" sin querer

- No volveremos a eso, hermano – se quejó Chuuya por la forma en que se dirigió a él Ven aquí, Atsushi – termino por decir encontrándose con la mirada del tigre quien parecía estar a punto de llorar por la vergüenza y la tristeza

El tigre miro a Akutagawa nervioso, pero este solo se encogió de hombros sin ofrecerle ayuda, por lo que, Atsushi termino por caminar lentamente hacia el pelirrojo quien a penas lo tuvo a su alcance extendió su mano antes de dudar en último segundo, nunca le había pasado eso... nunca había dudado sobre si tenía permitido tocar a su hermano, Atsushi también se quedó mirando el gesto con el corazón en la garganta

- Yo... ¿Puedo? – pregunto Chuuya con una triste sonrisa, no quería hacerle daño, aunque esas palabras paralizaron al tigre, quien sin importarle nada lo abrazo

- No preguntes eso – se quejó Atsushi aferrándose a Chuuya, no importaba cuanto hubiera crecido su sombra seguía siendo la primera persona que tomo su mano sin miedo

Chuuya le regreso el abrazo queriendo poder transmitir bien lo que iba a decir

- No tienes que preocuparte tanto por mí, acabo de encontrarte, no te dejare en medio del peligro por mi egoísmo

Atsushi negó con la cabeza ante eso

- No es egoísta... querer ir a ver a su compañero – murmuro el tigre, Chuuya si estaba sintiendo mucho dolor y aun así seguía a su lado

El pelirrojo suspiro ante eso, separándose de su hermano para que pudieran mirarse a los ojos, no le iba a mentir a Atsushi

- Antes de ir Dazai quiero que tu estés al otro lado de la primera línea – no había propuesto volver a su manada por nada, su razón siempre fue que su hermano estuviera lejos del peligro – Akutagawa está de acuerdo conmigo

Ante eso Atsushi se giró para mirar al hellhound con el ceño fruncido

- ¿Ya lo sabias? – espeto de malhumor

- Tú no me preguntaste – espeto este sin interés

El tigre no quito su mirada enfadada, al menos hasta que el pelirrojo lo agarro de la mano con una suave sonrisa

- No te preocupes, Atsushi, no iré a ningún lado hasta entonces

Atsushi suspiro, mirando entre Akutagawa y Chuuya

- Aun si soy una carga, quiero ayudar – sentencio con determinación – Hare todo lo que este en mis manos para encontrar a Dazai-san...- fue su determinada repuesta

El pelirrojo sonrió ante eso

- Entonces cuento con tu ayuda, Atsushi – no es que no estuviera desesperado, pero... no podía sentirse triste cuando sabía que su compañero estaba vivo... no, ... solo estaba preocupado y angustiado, pero no triste, y preferiría mil veces esa preocupación a volver a aquellas emociones de creer que su compañero se había ido para siempre

- ¿Entonces? ¿Está el camino libre? – comento Akutagawa luego de unos segundos, captando la atención del pelirrojo quien se rio levemente por esas palabras

- ¿Es una broma? – pregunto hacia Atsushi quien asintió con una sonrisa en sus labios, era el único que entendía que era lo que pasaba por la mente del hellhound

- Sigue siendo un infierno como siempre – comento finalmente, nunca lo habían enviado a específicamente a este lado para evitar que quisiera regresar a su hogar, pero, no era un secreto el que aquí se concentraba el principal punto que decidiría quien ganaba la guerra, por lo que, el solo pensar en cruzar por aquí era una muerte asegurada – Asi que no nos servirá de nada pensar en una estrategia complicada

Atsushi trago con fuerza ante eso, a diferencia de Akutagawa y Chuuya, él nunca había pisado directamente el campo de batalla

- No te preocupes, Atsushi, tengo un plan – comento el pelirrojo con una sonrisa alentadora

- ¿Cuál? – El tigre lo miro emocionado por ello

- Rodeemos – espeto Chuuya logrando que tanto Akutagawa como Atsushi lo miraran con preocupación, el pelirrojo se rio ante eso – Tranquilos, confíen en mí, nos tardaremos más, pero al menos no llamaremos la atención innecesariamente

- Y en los extremos sueles haber menos soldados – comento el hellhound

Chuuya asintió

- Menos soldados y menos fuerza de ataque, los renegados tienen como estrategia mantener a la fuerza principal en el centro, así que, si evitamos eso, no tendremos tanto problema – ya se había acostumbrado el modo de ataque de los renegados, en realidad, no dejaba de pensar en la mala idea de que sería para los traidores el que su manada lo recuperara a él, a Atsushi y Akutagawa, sería una enorme brecha en la fuerza – Iré primero – termino por decir con una sonrisa confiada

Tal como habían predicho, al caminar rodeando solo terminaban por encontrarse con soldados comunes, pero, aun así, trataron de pasar con toda la velocidad, ya se iba a comenzar a esparcir la voz de que había problemas por la zona donde ellos iban cruzando, llegaron justo cuando faltaban pocas horas apara el amanecer

- ¿Querías pelear, Jinko? – le comento el hellhound con una aburrida mirada

- No, pero veo que Akutagawa si quería – contesto este con una gran sonrisa

El hellhound solo suspiro, no iba a negar eso

- Si quieres puedo desactivar la gravedad para ti, Akutagawa – comento Chuuya creando pequeñas olas de poder que mandaban a volar a los pocos soldados que iban quedando de ese lado – En lo personal no disfruto pelear con personas más débiles que yo o te acompañaría

- Es una pérdida de tiempo – comento en acuerdo el hellhound ganándose una sonrisa de Chuuya

- No les algo parece extraño – comento de la nada Atsushi cuando estaba pocos pasos del bosque que se veía igual al de su infancia - ¿Por qué esta ha sido la línea que los renegados no han podido cruzar en todos estos años aun cuando solo es entrar al bosque e invadir a los que se les resisten?

Tanto Chuuya como Akutagawa se le quedaron mirando fijamente ante eso, logrando que Atsushi se sonrojara

- ¿Qué? – espeto pensando que había dicho una estupidez - ¿No debí preguntar?

El pelirrojo negó con la cabeza

- No, no es eso, es solo que... tienes razón, hermano – murmuro mirando hacia el bosque, era una respuesta que nunca le habían dado

- Si tienes miedo, Jinko solo tienes que decirlo – espeto Akutagawa tomando la delantera

- ¡No tengo miedo! – se defendió el tigre extendiendo su mano para detener a su compañero, pero no fue necesario, no cuando este choco de frente con una pared invisible paralizando tanto a Atsushi como a Chuuya que reconocieron de inmediato de que se trataba

- ¿Una barrera? – comento el hellhound con una mueca por el golpe que se había llevado

- Si tienes miedo, solo tienes que decirlo, Akutagawa – espeto Atsushi con una sonrisa llegando a su lado

- No empieces, Jinko – le gruño este

El tigre se encogió de hombros antes de extender su mano hacia la barrera sin encontrarse con ninguna resistencia

- ¿Eh? ¿Por qué? – comento sorprendido encontrándose con la pensativa mirada de Chuuya, quien también extendió su mano sin encontrarse con ninguna resistencia, este no era territorio de su compañero era de su manada, entonces ¿Por qué la barrera ahora estaba de ese lado?

- Oh... esto es un problema – termino por comentar el pelirrojo mirando a Akutagawa

- Pueden seguir sin mi – señalo este quitándole importancia

- ¡No! – Atsushi rápidamente se aferró a su brazo - ¡No hay modo de que te deje aquí!

Mucho menos ahora que se escuchaban muchos pasos acercándose en su dirección, Chuuya rápidamente creo una barrera de gravedad para que los frenara por un tiempo, pero, el uso excesivo de su habilidad pronto comenzaría a pasarle la cuenta

- Atsushi, yo me quedare también, lo protegeré por ti – señalo el pelirrojo encontrándose con la mirada de su hermano – Tú tienes que lograr que le den permiso para pasar es tu compañero, no hay modo de que lo dejen aquí si dices eso

Atsushi se encontró con la mirada de Akutagawa

- No necesito que me protejan – fue todo lo que el hellhound con una mueca – Estaré bien, Jinko

El tigre lo soltó con dificultad... esto era doloroso... estaba ahogándose con solo el pensar en dejarlo en el peligro... entonces... ¿Cómo es que hermano logro hacerlo por tantos años?

- No se lastimen – espeto encontrándose con la mirada de su hermano quien le sonrió con confianza

- Estaremos bien, Atsushi

El tigre inhalo con fuerza antes de pasar corriendo la barrera desapareciendo de la vista de ambos chicos, después de todo, la barrera solo mostraba un bosque, pero nunca se sabe que podría haber al otro lado

- ¿Ahora quieres pelear? – comento Chuuya con una sonrisa sosteniendo la barrera para que los múltiples soldados que llegaban en su dirección no pudieran alcanzarlo

- Nadie vale la pena – fue su respuesta mientras elevaba otra barrera, siendo la suya una de fuego

Ambos se sentaron en el pasto sin mucho interés en lo que estaba sucediendo, mientras los minutos pasaban, minutos que se convirtieron rápidamente en una hora y media

- Va a amanecer – comento Chuuya levantándose del suelo preocupado por el hellhound - ¿Cuánto puedes soportar el sol?

Akutagawa pareció pensar en ello mientras se incorporaban

- Unos cinco minutos – luego se volvería cenizas

El pelirrojo se asustó por ese comentario ¿Cómo podía ocultarlo del sol? Extendió su mano hacia la barrera logrando pasarla, mirando al compañero de su hermano

- Quizás ahora si puedes – señalo, si no era así tendría que ir él a forzar un permiso para Akutagawa, quien extendió su mano chocando nuevamente con la barrera

- Chuuya-san, puede ir usted primer... - Fue bruscamente interrumpido al ser agarrado repentinamente de la mano desde dentro de la barrera, rápidamente fue arrastrado hacia el otro lado

- ¡Akutagawa! – Chuuya tampoco logro reaccionar, no cuando su muñeca también fue sujetada mientras era arrastrado hacia el otro lado

Se preparo para defenderse,

Sin poder evitarlo por la sorpresa termino por tropezar con su cola para su vergüenza, no le pasaba desde que era un cachorro, cayo hacia el suelo solo logrando atenuar la caída con su gravedad

Alzo la mirada con un gruñido, notando que estaba en una sala cerrada y con una leve iluminación, siendo observado por un arrepentido cambiante

- Lo siento su majestad – fue el comentario del desconocido soldado que lo había agarrado por la muñeca

- ¿Qué demoni...- rápidamente se vio interrumpido por la voz de Atsushi

- ¡Le quemaste la mano a Kunikida-san! – se quejó este en dirección a Akutagawa

- ¡Pues no debió agarrarme así, Jinko! – grito este de vuela

- ¡Dejen de gritar mocosos!

El pelirrojo dirigió su mirada en la dirección del bullicio, sonriendo cálidamente al ver que su hermano era abrazado por un inconsolable Kunikida, que parecía estar entre regañarlos y abrazar a Atsushi, secando sus lágrimas por debajo de sus lentes

- Kunikida-san, estoy bien - susurro el tigre palmeándole la espalda asustado por verlo llorar tanto, nunca en su vida lo había visto llorar, así que se sorprendió demasiado cuando entro en el centro de la manada a pedir, y se vio atrapado en ese abrazo lleno de lágrimas de Kunikida

- Si, ya puedes soltarlo – gruño Akutagawa sin rastros de arrepentimiento por haberle quemado la mano ganándose un gruñido de parte de Atsushi quien seguía tratando de consolar a Kunikida

- Su majestad bienvenido – comento luego de un rato el cambiante cuando Chuuya se incorporó del suelo

- Gracias – comento el muchacho con una sonrisa educada, extrañamente... se sentía bastante solo al escuchar ese saludo

Bajo la mirada con tristeza, quizás... solo quizás... espero ver a su madre recibiéndolo... a sus tíos...pero... después de todo, solo le quedaba su hermano, y ahora... era doloroso el pensar que en realidad... nadie lo había estado esperando a él por algo distinto a su posición como Nakahara...

- Gracias por recibirnos con tantas precauciones, nunca se sabe que intenciones podríamos tener, mi tío estaría orgulloso – señalo en cambio el muchacho alzando la mirada como si esos pensamientos no hubieran llegado a su mente

Sus palabras llamaron la atención de Kunikida quien de inmediato soltó a Atsushi, tratando de recuperar la compostura

- Lo siento mucho, príncipe – señalo con una reverencia en su dirección – Es bueno tenerlos de vuelta – comento con cortesía tratando de disimular que sus ojos estaban rojos por tanto llorar – Los cambiantes esperábamos con ansias el regreso de ambos príncipes, por indicaciones de su hermano se le trajo a una sala donde no llega el sol

- Gracias, Kunikida-san – Chuuya le sonrió sinceramente, se alegraba de que su hermano tuviera cerca a quien siempre actuó como un padre para él – Se que ha pasado mucho tiempo sin vernos, pero me gustaría ir directo al punto y preguntar cómo van las cosas para los cambiantes – Necesitaba entender porque la barrera protegía a ambos lados

Aunque, antes de que lograran contestarle la puerta del lugar se abrió bruscamente, dejando entrar por un segundo la luz del amanecer encandilando un poco al muchacho, quien cerro los ojos por reflejo, aunque si instinto se activó rápidamente cuando la razón por la que la puerta se abrió tan bruscamente comenzó a correr directamente hacia él

El muchacho se preparó para defenderse tratando de acostumbrarse a la entrada de la luz, pero fue esquivado fácilmente, cosa que lo sorprendió de sobremanera, y mucho más cuando fue atraído a un fuerte abrazo

Chuuya se paralizo por completo...Oh... ¿No lo estaban atacando? ...¿Abrazo?... ¿Es un abrazo?

- ¿Quién? – susurro confundido, al parecer un abrazo era el ataque más efectivo con el pelirrojo quien no sabía cómo responder por el shock de no haber sido abrazado por nadie más que su hermano durante años, luego de unos segundos logro reaccionar para olfatear, sintiendo como los brazos a su alrededor temblaban al mismo tiempo que lograba reconocer a quien se aferraba a él con tanta fuerza – ¿Odasaku-san?

- Ha sido un tiempo, cachorro – el sonido de su voz solo confirmo su sospecha

Chuuya sintió como su corazón latía apresurado por la emocion, con sus manos temblando devolvió el abrazo... se permitiría sentir debilidad un segundo

... Solo un segundo

- Mucho más que...un tiempo – su voz sonó rota al pensar en la última que lo vio - Yo... lo siento mucho...Odasaku-san– era palabras que siempre pensó en decirle cuando lo volviera a ver – Lo siento mucho...- repitió sintiendo como su voz se apagaba en último segundo

- ¿Por qué te estas disculpando? – señalo el vampiro sin entender

- No pude... proteger a Dazai... – fueron las apagadas palabras que escaparon desde su comprimido pecho

Odasaku se tensó ante eso, eran las últimas palabras que esperaba oír de Chuuya, no cuando él había fallado en proteger a ese pequeño príncipe que siempre tenía una sonrisa en su rostro y que ahora había regresado con una mirada apagada, pero... el príncipe no parecía estar esperando palabras que lo confortaran ni que le quitaran culpa

- Yo tampoco pude, cachorro – fue el comentario del vampiro acompañada de una triste expresión – Podemos decir que es culpa de ambos para que no tengas que cargar con eso solo - Chuuya sonrió levemente ante eso, incluso cuando trataba de no confortarlo, sus palabras soñaban muy parecido a ello - Así que, bienvenido de vuelta, príncipe – fue todo lo que pudo decir el vampiro sin querer soltar al muchacho

- Yo... estoy de regreso – susurro el muchacho, ahora... podía decir esas palabras con más confianza  

Gracias por leer 🐾🐾🐾❤️❤️💔

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