Capítulo 69: Restricciones
Chuuya sonrió sujetando con sus dos manos la katana rozando de este modo el corazón de Yuan, no estaba usando la gravedad, ya que si la activaba terminaría por destrozarla antes de que hablara
- Debes tener los huesos de los brazos en polvo y ninguna de las heridas que te hice con la katana se curara hasta que bebas sangre – comento el pelirrojo mirando de reojo a su alrededor, asegurándose de haber vencido a todos los vampiros, suspirando aliviado al ver que no quedaba ninguno capaz de ir detrás de los civiles – Te dejare ir si me dices porque están tan interesados en encerrarme – De todos modos, no era su pasión torturar
- No lo sé – sentencio la chica antes de gritar por los huesos de sus piernas volviéndose polvo
- Si la katana atraviesa tu corazón, te volverás polvo, no puedes curarte de una herida de un arma antivampiro – espeto bajando un poco mas el arma
- ¡Espera! Bien – no podía soportar más el dolor - Solo sé algunas cosas, y más que nada rumores... nada de lo que tengas que preocuparte
- Habla – espeto el pelirrojo con una mueca de molestia
Yuan suspiro, tratando de alcanzar con su mano rota algo que llevaba en el bolsillo de manera disimulada
- Los rumores dicen que tu hermano logro escapar de donde lo tenían – No iba a mencionar lo alterado que tenia estas noticias a todo el mundo, el tigre blanco era una pieza clave y la habían perdido - Así que, no pueden dejar que lo encuentres primero
Ante eso Chuuya inhalo con fuerza, bajando por completo la guardia por la sorpresa
- Atsushi – sonrió aliviado, si su hermano estaba libre... solo le quedaba una cosa por eliminar en ese lugar – Asi que, simplemente me quieren encerrar porque tienen miedo de que los traicione y me vaya a buscar a mi hermano ahora que no tienen nada con lo que amenazarme – su sonrisa era cada vez más grande – Vaya, si pensaron así, entonces tienen toda la maldita razón – espeto, se había estado conteniendo, no creía que hubiera alguna persona en esos momentos a su alrededor que pudiera detener su escape
Se levanto sacando su katana con rapidez, sin importarle los gritos de Yuan ante el gesto
- Espero no volver a verte – fue todo lo que dijo como despedida
- Eres muy fuerte, Chuuya-kun – susurro la chica deteniendo su andar, justo cuando alcanzaba con dificultad lo que guardaba en su bolsillo. No podía negar que el pelirrojo solo había masacrado a todo su equipo, sin embargo, no es que esperaran vencerlo, nunca fue su intención, la diferencia de fuerzas era abismal, así que, su verdadera meta siempre fue solo tenerlo a su alcance – Pero sigues siendo demasiado suave con las víctimas, lindo Chuuya
El pelirrojo frunció el ceño ante eso, quizás la diferencia con los demás radicaba en que el seguía viendo a las personas como personas y no como víctimas, al menos eso fue lo que pensó antes de sentir un agudo pinchazo en su pierna
De inmediato cayo de rodillas, soltando la katana por la debilidad que se apodero de su cuerpo. Termino recostado en el suelo sin poder moverse y con su vista nublándose poco a poco
- ¿Qué mierda me hiciste? – murmuro con dificultad
- Se supone que es una sedante que solo funciona con animales peligrosos, debe ser un honor que funcione en ti, Chuuya-kun – Yuan le enseño una jeringa con una sonrisa – Aunque es una pena que te este regresando a la tortura - Con una sonrisa se coloco a la altura del pelirrojo recorriendo con una de sus manos el rostro de un muy enojado Chuuya - ¿Sabes? Siempre quise tocar esas orejas tan lindas que tienes, ahora que esta indefenso, no estaría mal aprovechar
- Mi habilidad no necesita que me pueda mover para matarte, Yuan, solo necesita un pequeño contacto tuyo – gruño el pelirrojo enseñando sus colmillos de lobo, logrando que la chica diera varios pasos atrás por el miedo
- Todos los cambiantes odian que los toque, incluso cuando estoy por rebanar sus cuellos ¿Sera una característica de todos ustedes? – termino por decir con un puchero
- Cualquiera se negaría si eres tu la que toca – gruño tratando de levantarse, siendo detenido por un nuevo pinchazo en su brazo
- Tengo varias dosis, nunca se sabe cuando te dejara de hacer efecto, eres increíble Chuuya-kun, tienes una resistencia alarmante
¿Cómo no la iba a tener? No era la primera vez que lo drogaban para que dejara de resistirse. Aun así, seguía siendo incomodo cuando colocaban eso en su sistema
- En algún momento saldré – murmuro mareado con la vista fija en Yuan, quien juro ver un destello rojo en el azul de sus ojos – E iré por tu maldita cabeza, debiste aprovechar la pequeña piedad que tuve contigo
- ¿Aun puedes hablar? – Comento en cambio Yuan con una sonrisa – Vamos por la siguiente dosis – su sonrisa se hizo más grande al ver que la vista del pelirrojo se nublaba, pero aun no perdía del todo la conciencia, la chica silbó impresionada ante eso – Vamos con las siguientes, espero que tu corazón no se detenga o se enojaran mucho
Luego de muchas dosis más, Chuuya termino por cerrar sus ojos agotado, para él fue solo un segundo, ni siquiera soñó algo o proceso que se había desmayado hasta que volvió a abrir los ojos y su ambiente cambio
No tardó mucho en distinguir en donde estaba, miro que sus manos y piernas estaban encadenas con fuerza a la pared, estaban hechas de un material especial que impedía que se liberara con su habilidad.
Se rio sin humor, luchando con todas sus fuerzas para que sus orejas no cayeran contra su cabello en señal de desesperanza, era un gesto que había logrado controlar conforme pasaba el tiempo, no resultaba nada bueno que supieran cuales eran sus debilidades
- Rando-san – termino por decir, no tuvo que hablar demasiado fuerte como para que lo escuchara, después de todo, estaba a cargo de él
El vampiro entro a los pocos minutos frotando sus manos, que, aun cuando llevaba guantes, las sentía congeladas
- ¿No hace demasiado frio aquí? – comento este mirando a su alrededor - ¿Quieres un poco de café?
El pelirrojo hizo una mueca ante eso
- Si vuelves a sacarme solo para beber café van a matarte – No seria la primera vez que lo hiciera
Rando tembló con fuerza, pero no era miedo, realmente tenia frio
- Puede que me maten, pero, no puedo sacarte esta vez, Chuuya-kun – comento el vampiro con un suspiro, no mintió cuando dijo que había gastado todas las oportunidades que tenía para negociar el castigo del muchacho – Aunque puedo traerte café aquí
El pelirrojo lo miro fijamente antes de suspirar
- Rando-san – Las palabras del pelirrojo salieron extrañamente determinadas, logrando captar la atención de Rando quien con un suspiro atrapo la cámara de la habitación en su poder evitando de este modo que se escuchara el audio
- Supongo que escuchaste sobre lo que sucedió con tu hermano – había pasado un tiempo desde que no veía esa mirada animada en el pelirrojo
- Así que era verdad – comento el chico con una sonrisa suave, que desapareció tan pronto como llego – Ya que es así, me voy
Un silencio se creo entre los dos, aunque el vampiro parecía pensativo
- Bien – pregunto acomodando su bufanda
Chuuya alzo una ceja ante eso
- ¿No vas a detenerme? – si no lo hacía, lo matarían por dejarlo salir mientras estaba bajo su vigilancia
Los ojos del vampiro brillaron con algo parecido a la curiosidad
- Mi interés no está sobre si logras o no escapar, esta sobre lo interesante que sería ver al Arahabaki en un estado más libre – Chuuya suspiro ante la mirada de ese extraño renegado – Después de todo, nunca has tratado de usarlo en su totalidad por voluntad propia
- Porque es un monstruo – susurro el muchacho mirando a otro lado, un monstruo que sabe que nunca podrá controlar si libera por completo el poder que guarda
- Es el dios de la destrucción – espeto Rando antes de que su teléfono comenzara a sonar, no contesto, pero el nombre en la pantalla lo hizo suspirar – Me tengo que ir, alguien viene a verte – esas últimas palabras paralizaron al pelirrojo
- Vete y no te atrevas a volver, Rando-san – gruño con una mueca de molestia, sería la ultima vez, iba a escapar y trataría de destruir todo a su paso
Rando lo miro unos segundos antes de salir del lugar, susurrando algo sobre que necesitaba entrar en calor
Chuuya se dejo caer contra las cadenas pensativo, necesitaba una oportunidad, eso era todo, una sola oportunidad para liberarse. Pero, antes que nada, enfoco toda su mente en los pasos que se acercaban a su celda
- ¿Qué es lo que hiciste como para que tuviera que venir? – la mirada de Chuuya se encontró con la de la persona que mas odiaba en el mundo - ¿Sabes la respuesta?
Chuuya no contestó, solo mirándolo fijamente, había aprendido con el tiempo que gritar o resistirse era algo que llamaba aún más la atención de un renegado, aunque, por otro lado, hiciera lo que hiciera llamaría la atención de este vampiro, así que, daba lo mismo como reaccionaria
- No te me acerques – termino por decir con un gruñido que enseñaba sus colmillos, así de furioso estaba
- Sigues reaccionado igual incluso cuando pasan años, Nakahara Chuuya – comento este sin importarle el comentario - ¿Hace cuanto que no nos vemos? ¿Ya han sido dos meses?
- Esperaba que fuera más tiempo – espeto el pelirrojo mirando hacia otro lado – Ojalá que en toda mi maldita vida no te volviera a ver
Fyodor sonrió ante eso
- ¿Sabes? Tú compañero decía cosas parecidas – era un comentario muy mal intencionado y Chuuya lo sabía, vaya que lo sabía, pero aun así no pudo evitar reaccionar
- ¡No lo menciones, bastardo! ¡No te atrevas a mencionarlo! – sus manos se movieron tratando de liberarse en vano
- ¿Quieres verlo?
El pelirrojo se tenso ante eso, sus ojos azules parecieron opacarse, sin reflejar nada mientras dejaba ir su ira
- No
- ¿Así es como pides un favor, Nakahara-kun?
Chuuya de inmediato lo miro aterrado sin poder recuperar la luz en sus ojos
- No...por favor...no quiero – susurro dejando de luchar – No quiero verlo...- repitió con la angustia apoderándose de él
- Cuando lo dices así no puedo negártelo – comento Fyodor con simpleza – Volviste a rebelarte contra la ordenes que se te dan y atacaste a tus colegas ¿No sería más fácil obedecer? No sufrirías tanto, puedo ofrecerte esa paz – lo tomo por la barbilla para que lo mirara
El pelirrojo le sonrió sin gracia ante eso, no era bueno caer en sus juegos, la inteligencia de este sujeto era algo a tener en cuenta incluso si quería ignorarlo
- Como si supieras lo que significa colega – termino por decirte alejando el rostro de la mano del vampiro. A los pocos segundos sintió como lo agarraban por el cuello, aunque no era un gesto de ataque, solo le estaba quitando la gargantilla - Te odio – espeto el pelirrojo al sentir la mano de Fyodor directamente sobre su piel
- Lo sé – comento este respirando cada vez cerca de su cuello
Chuuya al verlo bajar la guardia abrió la boca y lo mordió con fuerza en el brazo que se había acercado a su cuello. Fyodor se alejo mirando su brazo ahora desgarrado, aunque no tenía expresión alguna en su rostro
- Si, definitivamente sigues reaccionado igual por mucho que pasen los años, Nakahara Chuuya
- Gracias – contesto el muchacho escupiendo la sangre que había quedado en sus labios, sabia que no era un halago, pero lo tomaría como uno
Sonrió un poco aliviado, se acaba de dar un poco de tiempo para posponer su castigo, después de todo, aun cuando la regeneración era rápida en Fyodor, el olor de su sangre ya se había esparcido por el lugar
- ¡Detengan al contenedor! – espeto uno de los muchos guardias que habían entrado para ayudar a su líder, rápidamente colocaron electricidad sobre el pelirrojo hasta que este cerro sus ojos
Fyodor suspiro, sacudiendo su brazo herido, antes de salir de la habitación junto con los guardias, iban a comenzar a molestar aun mas si es que no se quitaba su sangre de encima
Chuuya espero unos segundos antes de volver a abrir sus ojos, riéndose para si mismo, como si la electricidad le fuera a hacer algo, pero si no fingía estar afectado le harían aun mas daño.
Su mirada se quedo fija en el techo, sin saber como proseguir, lo importante era desaparecer antes de que Fyodor regresara.
La pregunta "¿Quieres ver a tu compañero?" No significaba que lo iba a matar para enviarlo a la otra vida o que traería de vuelta a Dazai
Era un juego de palabras muy cruel que solo el pelirrojo comprendía, su significado era mucho mas retorcido de lo que parecía, siendo la verdadera pregunta "¿Quieres ver una parte de tu compañero?"
Chuuya comenzó a respirar con dificultad ante los recuerdos que tenía al respecto, la ira y la tristeza se acumularon en su corazón, había cosas que amaba de su compañero, por no decir que quería cada cosa de él, aun así, lo que siempre había llamado su atención desde que era un cachorro, era como los ojos de su compañero cambiaban por las emociones, cuando estaba feliz, cuando estaba frustrado e incluso cuando se enojaba, había un brillo único en aquellos ojos castaños
Por eso, no había peor tortura que ver a aquellos ojos atrapados en un lugar diferente al de sus recuerdos
Se mordió el labio con fuerza ante eso con ira, odiaba con toda su alma como había osado usar aquella mirada de sus recuerdos para torturarlo, porque dolía, dolía demasiado ver algo así, lo destruía el solo pensar que su compañero no podía descasar en paz solo porque querían seguir torturándolo a él, porque sabían, que aun cuando tenia resistencia a dolor, nunca lo tendría al dolor que sentía su alma cada vez que le recordaban que la vida nunca le permitiría ver a su compañero
Chuuya se quebraba un poco cada vez que pensaba en ello, los iba a destruir a todos, nunca perdonaría lo que les hicieron a sus seres queridos, y empezaría por volver polvo todo este maldito lugar.
Las cadenas que lo contenían cayeron en pedazos ante las fuertes emociones, ya no tenia porque contenerse, puede que la mayoría de las personas en el lugar no lo supieran, pero, él y Rando lo tenían claro desde algún tiempo, nadie podría detener a Chuuya si no tenían con que amenazarlo
El muchacho rompió la puerta de su celda de una patada sobresaltando a los guardias en los pasillos que rápidamente corrieron a contenerlo, Chuuya les sonrío antes de lazarlos a todo al suelo, la gravedad no perdonaba a nadie
- Es hora de volver a casa – susurro con una suave sonrisa
Gracias por leer ❤️🥺
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