Dazai pensó en su muerte varias veces en su vida. Oh, como la había buscado sin descanso, el suicidio siempre había sido una opción en su mente, siendo la deseada muerte su sueño por cumplir, pero ¿Por qué cuando menos se buscaban las cosas más se encontraban? Se recostó contra la pared sintiendo el desagradable dolor que lo atravesaba

- ¿Cómo me traicionaste no deberías ofrecerme al menos una muerte sin dolor? – comento Dazai divertido por la situación, como si no hubiera pasado cosas peores - ¿Es tu venganza por nunca haberme ganado en ajedrez?

Fyodor se rio divertido ante eso, aunque con una mirada fría

- ¿No fue siempre un empate?

- ¿Dirías que nos parecemos?

Ambos se sonrieron como si fueran amigos de toda la vida, y no alguien que le hubiera impartido una terrible tortura al otro

- Si nos pareciéramos hubieras visto venir lo que te sucedió

- ¿Y qué te hace creer que no lo vi venir? – se burlo Dazai con la mirada igual de fría que Fyodor – Pensé que entenderías como trabajan mi mente, sr mouse

- ¿Oh? Eso suena muy inteligente de alguien que se ha vuelto tan débil que ni siquiera puede curar sus heridas como antes, solo necesitamos de una pequeña cantidad de vampiros para derribarte

- ¿Llamas pequeña cantidad a ese ejercito? No puedo imaginarme a que llamarías una gran cantidad

- Te has vuelto débil por las emociones, mi rey, eres casi un mortal

Dazai se rio ante eso, jugueteando con el cuchillo que en esos momentos atravesaba su pecho sin tocar su corazón, aunque estaba a pocos centímetros de lograrlo

- ¿No es esto una agradable forma de coquetear? Los cuchillos siempre me han gustado, pero lo siento, le pertenezco a mi querido compañero – comento este ignorando el comentario que Fyodor le había dirigido

- El mismo compañero que te volvió débil, debería agradecerle por la oportunidad que nos entregó ¿Quieres que lo llame?

Dazai ante eso dejo de sonreír mirándolo fijamente

- No creas que no se lo que estas planeando hacer con Chuuya y conmigo – espeto con un frio tono de voz, una voz que muchos habían olvidado gracias a las emociones que había estado sintiendo, había sospechado desde el momento en que Chuuya lo dejo de sentir, seguro habían puesto algún tipo de barrera con tal de que no pudieran sentirse y solo la eliminaron cuando querían traspasar el dolor de Dazai a Chuuya– No sabes de lo que soy capaz de hacer con tal de impedir que lo logres

Fyodor por un segundo recordó aquel rey que los renegados habían admirado por siglos por su crueldad, suponía que esa crueldad nunca había desaparecido pero que ahora estaba opacada por emociones

- No serias capaz de hacerlo – espeto infiriendo a lo que se refería Dazai - Estas ignorando, que tu compañero esta en nuestras manos, quizás quieras despedirte, es una pena, si hubieras completado el vinculo hubieran podido morir juntos

Dazai pensó en ello, riéndose para si mismo, como si hubiera sido capaz de arrastrar a la muerte a su compañero, y, mas que nada, si ese vinculo hubiera estado completo, su Chuuya hubiera sentido en todo su esplendor lo que le habían estado haciendo.

- Tu no quieres matarme, quieres usarme, pero Chuuya te limita el camino, es una pena – comento regresando a sus labios esa sonrisa tan amable que tenía pero que se burlaba de los demás – Y no es lo único que no salió como esperabas ¿Verdad? Incluso si en contra del tiempo puedo destruir tus planes

- El encontrar a tu segundo al mando o a su compañero será cosa de tiempo

Dazai se encogió de hombros, no había modo de que encontraran a dos personas que estaban a miles de kilómetros, cuando Odasaku despertara lo iba a maldecir toda la vida, no podría enojarse con Ango por obedecer sus ordenes, más cuando había forzado su obediencia a través de su mente, si, ambos iban a odiarlo por algunos días, aunque, había pasado un tiempo desde que no veía enojado a Odasaku, hubiera sido una buena oportunidad para verlo una vez más enfadado, pero, si quería que quedara algo de futuro para su compañero...

Si, no podía arrepentirse de lo que había hecho, lo que quedaba a ahora... iban a capturar a Chuuya... no pasaría mucho tiempo para que eso pasara, si tan solo, hubiera visto esto venir antes de que los problemas tocaran a su puerta, quizás, el resultado hubiera sido distinto, pero eso no significaba que hubiera perdido

Además, estaba seguro, que incluso si Kouyou y Mori desaparecían de la faz de la tierra en esta clara traición, habrían tenido un plan B en marcha al igual que él lo había hecho, no todo estaba perdido

Fyodor pareció mirar en otra dirección por un segundo, como si hubiera estado escuchando un mensaje telepático, antes de mirarlo con una sonrisa

Dazai suspiro, si, habían encontrado a Chuuya...

- Entonces, ¿Si quieres despedirte? Destruir tu alma mientras ves como la vida escapa de los ojos de tu compañero – esas palabras solo confirmaron ese pensamiento – Perder eso te permitiría regresar a nuestro bando

El castaño no contesto a eso, aunque no fue necesario, no cuando arrastraron a un muy herido Chuuya a la habitación, este estaba consciente pero no parecía poder moverse, lo encadenaron con facilidad frente a Dazai, dejándolos frente a frente

Chuuya levanto la mirada ante el olor de la sangre, sintiendo como parte de si mismo se quebraba al ver a Dazai tan herido, quizás, podría compararse a la mirada que el castaño tenia sobre su compañero, una mirada que Fyodor no había visto en la vida, realmente parecía más lastimado por ver a Chuuya que por todas las heridas que tenia en el cuerpo

Cuando las miradas de Dazai y Chuuya se encontraron, fueron distintos significados, pero, ambos lograron llegar a la misma conclusión incluso sin decirse nada, era una despedida, una que ninguno de los dos había planeado, el castaño simplemente le sonrió, aun tenían mucho que decirse, mucho que hacer uno al lado del otro, pero, solo unas palabras llegaron al pelirrojo

- ¿No teníamos planeado decirnos adiós al amanecer? – susurro Dazai en la mente de su compañero con esa suave sonrisa que siempre le había regalado, esa sonrisa tan dulce y llena de cariño que Chuuya nunca planeo perder

El pelirrojo negó con la cabeza con desesperación, comprendió lo que su compañero iba a hacer con tal de salvarlo, fue una comprensión que lo horrorizo

- No...No... No lo hagas... No, Dazai – fue un susurro desesperado de parte del pelirrojo, tratando de correr hacia él con sus últimas fuerza, pero sin lograrlo con las restricciones que lo apresaban, realmente trato con todas sus fuerzas, el dolor en sus extremidades no importo, sabía que el dolor significaba que algo se había roto, pero, no podía compararse lo que estaba sintiendo en su mente... en su alma – Solo escapa... por favor – Dazai podría hacerlo, en realidad, escapar solo para el castaño hubiera sido sencillo, pero, no podía permitir escapar a costa de su vida, porque, eso era Chuuya para él , su vida, y no podía perderla cuando este estaba recién empezando a vivir - Nunca te lo perdonare – le grito Chuuya, palabras que en realidad no sentía pero que escaparon por la desesperación

- Si tengo que ganarme tu odio con tal de que vivas, no podría quejarme – fue el siguiente murmullo que llego a la mente de Dazai

Chuuya negó con la cabeza desesperado, no quería verlo morir por él , no cuando él no podía pagar con la misma moneda

– Nunca podría odiarte... pero... por favor...No me hagas esto... no te atrevas – sabía que eran palabras inútiles, sobre todo cuando él, estando en la situación de su compañero hubiera hecho lo mismo

Dazai trato de no mostrar el mismo dolor que Chuuya tenía reflejado en sus ojos, en su rostro, o en cada expresión de su cuerpo. Aun así, el castaño tenía que hacer esto, sobre todo cuando tenía algo muy claro, Fyodor iba a matar a Chuuya con tal de que el regresara a ser un renegado, había dicho que, si Dazai aceptaba voluntariamente, liberarían a Chuuya si prometía nunca más buscarlo, pero, no era un estúpido, no les convenía que separarlos

Así que la solución era simple, él tenía que desaparecer y cuando eso sucediera, se llevarían a su compañero, era un análisis fácil de hacer, si Dazai desaparecía y también el príncipe de los cambiantes, se lograrían los objetivos de ese grupo, pero, también sabía que podía hacer algo por su compañero, después de todo, había una verdad que nadie podía negar, si los compañeros se alejaban de la oscuridad cuando compartían sus almas en un vínculo, solo tenía que entregarle aunque fuera una parte de la suya a Chuuya sin vincularlos 

Así que, todo ocurrió en un segundo, incluso cuando Fyodor trato de detenerlo Dazai atravesó su corazón con el cuchillo antivampiros que habían dejado en su pecho para dañarlo, una estupidez de su parte, y, con sus últimas fuerzas extendió su mano dejando ir un poco de su poder, destruyendo de este modo la piedra roja que todo ese tiempo había acompañado a su compañero, solo quedando en la muñeca de este una pulsera con pequeños pedazos de piedra destruida

Por un tiempo nadie reacciono, nadie lograba comprender porque la pulsera había sido destruida, al menos hasta que el pelirrojo cayó al suelo lleno de dolor, un dolor que parecía estar fragmentando cada parte de su mente, los gritos ni siquiera lograban salir de su garganta obstruida

- Chuuya – el susurro de Dazai logro que el pelirrojo concentrara su mirada en él nuevamente, sin importarle el dolor en su ser. Sus ojos se encontraron con una mirada tranquila de parte de su compañero – Tienes que sobrevivir, compañero – luego, antes de caer por la herida fatal, gesticulo con sus labios algo para Chuuya

Chuuya no entendería en ese momento lo que Dazai había hecho con sus últimas fuerzas, no entendería la razón detrás de la destrucción de su pulsera, pero, cuando despertara del estado de inconciencia al que lo llevo la fractura en su mente, descubriría porque la pulsera que le había regalado Dazai había sido tan poderosa y valiosa para él, después de todo, el secreto de la creación de esa pulsera le fue dejado a Chuuya en ese último susurro de su compañero, un susurro que solo Chuuya pudo captar

"Siempre te perteneció, Chuuya"

El cambiante lo comprendería, comprendería que esa pulsera tan extraña de ver y crear, tan poderosa, fue creada en base a un pedazo del alma de su compañero

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