Capítulo 36: Escuchar

Atsushi no había encontrado a Kunikida en la casa que solía alojarse, parecía ser que había tenido una reunión de emergencia con personas de la manada y aun no regresaba. Asi que, camino un rato por el centro de la manada para distraerse, no se atrevía a regresar luego de la escena que había causado. Se mentalizo para disculparse a penas regresara.

El tigre sonrió al ver a las personas de la manada, parecían vivir sin miedo, jugando en las calles, comprando en las tiendas, como si nunca hubiera estados expuestos a una guerra, él había crecido en la manada de tigre con sus padres antes…de que lo secuestraran. Se estremeció ante el recuerdo, negando con la cabeza para no perderse en esos recuerdos, volviendo a concentrarse en su hilo de pensamientos. Aun cuando era pequeño en esa época, recordaba el miedo de vivir en ese ambiente de guerra con los vampiros, así que…realmente era genial que todos estuvieran viviendo en paz.

Noto que el atardecer estaba a punto de dar paso a la noche, ya era hora de volver con su nueva familia, esperaba que no lo regañaran demasiado por su huida.

Decidió tomar el camino más rápido a través del bosque. No era peligroso, y para un cambiante era algo natural caminar por el bosque. Es solo que… estaba oscureciendo y Atsushi se asustaba con más facilidad cuando estaba oscuro.

Por ello no pudo evitar mostrar sus orejas y cola por el susto de un arbusto siendo movido con fuerza. Chillo asustado, notando que solo eran tres chicos con la típica apariencia de estar jugando en el bosque, parecían de unos 18 años.

- Lo siento, no estaba buscando asustarte – comento el chico riéndose por la reacción de Atsushi, notando de inmediato las orejas blancas con rayas de tigre- Oh, eres ese tigre blanco – Atsushi de inmediato controlo su cambio, ocultando sus orejas y cola – Pensé que vivías fuera de la manada

- No…yo…vengo por…el cumpleaños de…Chuuya – comento nervioso Atsushi queriendo marcharse, ya iba a oscurecer

- Oh, del príncipe defecto – comento el chico, recibiendo risas de los otros chicos

Atsushi lo miro enfadado

- No le digan así – gruño alterado por la forma de dirigirse a su hermano

El chico se encogió de hombros sin tomarlo en cuenta

- Como digas, en realidad no nos importa – espeto el chico sin más, además, así solían dirigirse a Chuuya - Oye, escuche que tienes la habilidad de ver el futuro ¿Quieres ver el mío? – hizo el ademán de agarrar a Atsushi del brazo siendo evitado por el tigre con facilidad, como si su toque fuera algo asqueroso- ¿Por qué hace eso? – dijo el chico indignado por la forma en que había sido evitado - ¿No soy lo suficientemente digno como para que veas mi futuro?

Atsushi se mordió el labio bajando la mirada, quien hubiera pensado que se metería en problemas apenas llegara

- No es eso – susurro moviéndose en su lugar nervioso, tratando de explicarse – No funciona de ese modo

- ¿Entonces cómo? – el chico parecía cada vez más enfadado, al igual que los otros dos chicos que lo acompañaban

-Tengo que irme – susurro Atsushi tratando de pasar por su lado sin tocarlo, pero siendo lanzado hacia atrás con un empujón

- Eres parte de nuestra manada, así que deberías ayudarnos – comento el chico con seriedad – Te dejaremos pasar si nos muestras nuestro futuro - Atsushi negó rápidamente con la cabeza, no es como si le gustara ver el futuro, no cuando últimamente solo veía dolor - entiendo, escuche una vez que el dolor es lo que despierta las habilidades que tenemos ocultas ¿Sera cierto?

Atsushi frunció el ceño ante eso

- ¿Eh? – espeto confundido,

- No estaría de más intentarlo – espeto el chico recogiendo una roca – Lo averiguaremos contigo, tigre

Atsushi dio varios pasos atrás asustado, antes de que varias rocas cayeran en su dirección. Agradeció en ese momento más que nunca el entrenamiento que le había dado Kouyou desde cachorro, ya que, ninguna piedra logro rozarlo por su rápida forma de evitarla.

Los chicos en cuestión parecieron más frustrados que nunca, optando por agarrar rocas más grandes. Sin embargo, antes de que las lanzaran una nueva voz interrumpió el intercambio

- ¿Por qué demonios están intimidando a mi hermano?

Atsushi se sobresaltó ante eso, reconociendo la voz, no se supone que Chuuya estuviera aquí

- Chuuya...san- susurro por lo bajo recibiendo un suspiro, se apresuró a corregirse - Chuuya, estoy... bien

El que había lanzado la piedra hacía Atsushi miro al nuevo cambiante en escena, su color de cabello...las orejas y cola de lobo, tuvo que obligarse a bajar la mirada en señal de respeto

- Príncipe - susurro entre dientes, ¿Por qué tenía que mostrar respeto ante alguien tan débil como un defecto? - Pido disculpas, no sabía que tenía hermanos

Se quedó esperando a que Chuuya le dijera que subiera la cabeza, pero ese comentario no llego.

- Pensé que se anunció que Atsushi era mi hermano - El tigre se removió incómodo. No...el no…tenía derecho a llamarse su hermano- ¿Sera que sus mentes de idiotas no les dejo procesarlo?

El chico levanto la mirada de golpe irritado

- Acaso te dije que podías levantar la mirada - Espeto Chuuya cruzándose de brazos.

Era curioso cómo podía mostrar tanta presencia siendo casi del mismo tamaño que Atsushi.

- Está bien, Chuuya - susurro Atsushi aferrándose a la camisa del lobo - Solo volvamos a casa

El pelirrojo hizo una mueca ante eso

- ¡Ni una mierda, Atsushi - espeto con sus orejas encrespadas - ¡Te golpearon! Tienes que ir y defenderte - comento apuntando al grupo que los miraba sin interés

Aun así, Atsushi negó con la cabeza rápidamente

- No...- jugo con sus manos nervioso – Los perdono, no hay problema, solo volvamos a casa – no quería conflictos innecesarios

- No es como si pudiera defenderse - dijo uno el chico que había lanzado la piedra

- ¿Oh? Atsushi puede con ustedes cuatro sin ayuda – espeto Chuuya cruzándose de brazos – No lo hagan enfadar, he recibido varios golpes cuando entrenamos juntos - Atsushi se sonrojo ante el halago en la voz del pelirrojo

Uno de los chicos se rio ante el comentario del pelirrojo

- ¿Qué? – espeto Chuuya frunciendo el ceño irritado

- Es solo…que no creo que sea un gran logro que venza a un defecto – comento con diversión en su tono de voz – Yo podría vencerte sin problemas – Los demás chicos se mostraron de acuerdo ante eso – Deberías solo dejarte acariciar como una buena mascota, su majestad

- ¡No! ¡No lo dice enserio! ¡Es una terrible idea lo que dices! - dijo agitado Atsushi tratando de colocarse frente a Chuuya - ¡Solo váyanse!

Por supuesto que no estaba tratando de proteger a Chuuya, no, ese no era el caso. Más bien estaba tratando de proteger a los que le habían lanzado las piedras.

Sin embargo, Chuuya lo mantuvo quieto a su espalda, ahora el problema también era con él. Tenía una suave sonrisa en su rostro, sus orejas rojizas habían caído con suavidad en su cabello. La perfecta imagen de un lobo inofensivo.

- ¿Quieres acariciarme? - repitió Chuuya con un tono de voz neutro - ¿Por qué no te acercas y lo intentas?

Atsushi lo miro asustado. Chuuya estaba enojado

- Neesan se enojará si peleas con alguien a penas llegamos – susurro Atsushi en su último intento de detenerlo – Solo vámonos

- Atsushi, ¿Quieres unirte? – pregunto el pelirrojo sin tomar en cuenta las palabras del tigre. Atsushi suspiro rindiéndose, dando un paso atrás mientras negaba con la cabeza

- Entonces solo espérame 5 minutos y regresaremos a comer algo ¿Bien?

Atsushi hizo lo más sano, se cubrió los ojos para no ver la golpiza que se estaban llevando los chicos. No tenía dudas de que Chuuya terminaría con esto rápido

Cuando los golpes se detuvieron quitó las manos de sus ojos para observar a un sonriente Chuuya.

- Kouyou-san nos va a regañar - susurro viendo cómo los chicos no se movían del suelo.

- No puedo creer que sean chicos mayores que nosotros, cayeron como pedazos de ramas – comento el pelirrojo decepcionado por lo fácil de la victoria – Y, si mamá te escucha decirle Kouyou-san sí que te va a regañar, Atsushi - comento este limpiándose las manos con la ropa de los chicos en el suelo- Solo ríndete y dile: mamá

Atsushi negó rápidamente con la cabeza.

- Yo...no tengo derecho a decirle así - susurro el tigre moviendo sus manos de manera nerviosa, el que lo hubiera atacado así solo demostraba su opinión sobre el tema, no tenía ni siquiera derecho a llamarse hermano de un príncipe

Se sobresalto cuando el pelirrojo chasqueo la lengua, mirándolo con tristeza.

- ¿De qué diablos hablas? Mi madre te quiere como si fueras un hijo - Y Chuuya lo consideraba un hermano pequeño…aun cuando eran del mismo tamaño - ¿No deberías ya dejar de crecer? – murmuro por lo bajo – No tienes que superarme más de altura, Hermano – espeto comenzando a caminar en dirección a la mansión – Cuando lleguemos beberé una jarra de leche

Atsushi miro a los chicos inconscientes en el suelo, decidiendo dejarlos ahí, ellos se lo habían buscado al retar a Chuuya

- ¿Sabes que la lechuga también ayuda a crecer? – comento el tigre alcanzando a Chuuya para caminar a su lado – Podríamos…comer un poco

Chuuya hizo una mueca de desagrado ante el comentario, sus orejas cayeron con fuerza ante la mención de la verdura

- No somos conejos, Atsushi – murmuro este con una mueca, antes de que sus ojos brillaran – Eso me recuerda, encontré varios conejos reunidos cuando venía a buscarte, había un pequeñitos, como Bugs

El tigre lo miro emocionado ante eso, ambos habían querido mucho a ese conejo que Dazai le había regalado a Chuuya, tristemente, el animalito había fallecido por causa naturales hace un año.

- ¿Dónde? – pregunto el tigre con una sonrisa triste

Realmente quería ver a más conejos, aun cuando seguro huirían de ellos a penas los vieran, Bugs había sido un conejo único por no temerles aun cuando eran animales peligrosos.

- Cerca de la casa, te llevaré mañana – comento con una sonrisa Chuuya – Ya está anocheciendo como para encontrarlos de nuevo

Atsushi asintió emocionado, se lo recordaría en la mañana. Junto a ese pensamiento surgió una duda en la mente del tigre, mañana era el cumpleaños de su hermano y no sabía que regalarle.

- ¿Qué quieres de regalo de cumpleaños? – pregunto finalmente el tigre notando las luces encendidas de la casa, ya iban llegando

Chuuya lo miro confundido sin dejar de caminar

- Entrena conmigo – contesto con una sonrisa – Hace tiempo que no lo haces

Atsushi trago con fuerza

- ¡Por qué golpeas fuerte! – espeto con un puchero, no era rival para Chuuya

El pelirrojo se rio divertido

- Regálame lo que quieras, pero me conformo con entrenar juntos – comento manteniendo su sonrisa – Por cierto, todos estarán fuera esta noche ¿Quieres ver una película? o ¿Contar historias de terror?

Atsushi lo miro confundido

- ¿Dónde fue Neesan?

- Tenían una reunión, así que somos solo tu y yo – comento el pelirrojo con tranquilidad- El único aviso que tenemos es que no debemos acércanos a la frontera, por lo demás, somos libres de hacer lo que queramos

- No me acercaría a la frontera – murmuro con un escalofrió el tigre

Chuuya parecía querer decir algo, pero termino por asentir. No es como si fuera arriesgar a su hermano al acercarse, estaban en tregua, pero sabia que aun existían grupos completamente en contra de esta “paz” y mas que seguro eso empeoraría luego del anuncio en su cumpleaños

- Veamos una película, espérame en la sala – dijo finalmente con una sonrisa, abriendo la puerta de la casa, apresurándose a subir las escaleras

Atsushi lo miro emocionado, hace tiempo que no hacían esto. Los estudios en casa y el entrenamiento de Chuuya los mantenían ocupados, así que podían divertirse un rato.

Se acerco a la sala curioseando, siempre iba a encontrar estar casa enorme. Sabía que debía esperar en la sala, pero comenzó a caminar mirando todo. Se pregunto cuál sería su habitación, quizás la misma que la última vez que vino.

Explorando llego hasta una habitación que aun estaba iluminada, dentro se escuchaban las voces de Kouyou y Mori. Atsushi escucho curioso, ¿No se habían marchado?

- Neesa- su voz se cortó antes de terminar la frase distraído por lo que había dicho la pelirroja

- ¿Estas seguro de que ese anuncio no empeorara las cosas? – pregunto Kouyou preparándose para salir

Atsushi escucho confundido ¿Anuncio? ¿Qué anuncio? Se apoyo en la pared escuchando sin que lo notaran

- Cuento con que empeoren, hermana – contesto Mori con una pequeña sonrisa – Sin embargo, si todo funciona bien la paz estará asegurada para ambos lados, pero ¿Estas de acuerdo con comprometer a Chuuya de ese modo?

Kouyou negó suavemente con la cabeza

- Claro que no, mi Chuuya aun tiene mucho que vivir como para comprometerlo con ese vampiro – comento esta con una mirada triste – pero se que es inevitable que algún día se acepten como compañeros, solo estamos afirmándolo para lo demás

Atsushi se sobresaltó cuando escucho lo del compromiso, ¿Iba a entregar a Chuuya ahora? ¿Sin preguntar su opinión? Apretó los puños desesperado. Era básicamente un sacrificio, no podía soportar que le hicieran eso a su hermano por mucho que fuera compañero de Dazai. No era justo, Chuuya tenia que ser capaz de elegir

No pudo interrumpir la conversación de los adultos para quejarse aun si era un grave error, ya que, cuando dio un paso en la dirección de estos, ya se habían marchado a la reunión

- ¿Atsushi? – el grito de Chuuya resonó en la casa - ¿Dónde estás?  Encontré una película de terror que quiero ver – los pasos se escucharon mas cerca hasta que se encontró con los ojos asustados del tigre – Aquí estas ¿Qué opinas de ver primero una de terror y luego tú eliges otra?

Atsushi se mordió el labio mientras lo miraba, Chuuya lo miro confundido

- ¡No te pueden entregar así! – grito enfadado antes de salir corriendo de la casa

El pelirrojo se quedó mirándolo con la boca abierta antes de perseguirlo sin comprender que le pasaba

Gracias por leer❤️

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