Capítulo 26: Paseo
Chuuya coloco la capucha sobre su cabello. No quería salir y que miraran sus orejas. Ya no se avergonzaba o enojaba por ello, pero seguía siendo incomodo que lo miraran con tanto asco.
Era un niño, pero sabia cuando las miradas que le dirigía no eran buenas, lo hacían sentirse incómodo.
Kouyou miro la conducta de su hijo perspicazmente. Su mirada nerviosa hacia la puerta, sus orejas escondidas tras la capucha estaban abajo y, sobre todo, su cola parecía querer enrollarse en su pequeña pierna, casi como si estuviera tan asustada como su hijo.
La bella mujer se agacho para poder quedar en el rango de mirada de su hijo.
El niño le sonrió sin comprender. Su cola se movió de nuevo emocionada, no era que pensara algo en particular, solo se sentía feliz
- ¿Qué pasa, mamá? – pregunto abrazándola sin quitar la sonrisa de su rostro.
Kouyou le devolvió el abrazo conmovida. Su hijo era el más lindo del mundo.
Lo alzo en brazos con ella, tenia que aprovechar mientras aun podía hacerlo. Los niños crecían tan rápido
- Te vi incomodo con salir a la calle, cariño ¿Ocurre algo? – pregunto quintándole la capucha de sus rojizas orejas. Aprovechando de acomodar bien el cabello del niño.
El cachorro la miro con sus ojos azules abiertos de par en par ¿Por qué su madre sabia esas cosas? Se supone que no podía leer su mente, pero, siempre parecía saber cuándo le pasaba algo.
Pensó si debía contarle a su madre, ella no se enfadaría…aunque tampoco quería preocuparla
- No pasa nada de nada – contesto con una sonrisa, intentando volver a colocar la capucha en sus orejas. Aunque Kouyou volvió a detenerlo con suavidad
- ¿Te han estado molestando, Chuuya?
El cachorro la miro con sospecha ¿Cómo lo sabía?
- ¿Mamá sabe lo que pienso?
Kouyou le sonrió
- Habilidades especiales - contesto esta
- ¿Por ser Nakahara?
- Por ser tu madre, Chuuya
El cachorro la miro sin comprender ¿Las madres podían hacer eso? No se arriesgaría a mentir si eso era verdad
- A nuestra manada no le gustan los defectos – explico Chuuya rindiéndose con colocar la capucha sobre sus orejas – así que las escondo
- ¿Qué defecto?
- Mis orejas y mi cola no son normales, mamá – el puchero en el rostro del niño
El ceño fruncido en el rostro de Kouyou fue evidente
- Cariño, no hay nada malo en ti ¿Cuántas veces te lo he dicho?
Chuuya asintió rápidamente
- No hay nada malo en mi – no tenia dudas sobre eso, no es que no tuviera confianza en eso – pero, es mejor cuando no me miran extraño, no quiero portarme mal cuando camino con mamá – Si se enojaba y terminaba peleando de nuevo con la manada podría enojar nuevamente a su tío
Kouyou le sonrió
- Chuuya, si vas a defenderte cuando te molestan, no me enojare contigo, puede que hasta sea yo la que termine peleando
El cachorro la miro sorprendido
- Mamá no haría eso – contesto este sonriente abrazándose al cuello de Kouyou.
- Nunca se sabe, cariño
Al final, Kouyou dejo que el niño mantuviera su capucha, si así estaba cómodo era mejor. No quería que la inseguridad impidiera que se divirtiera un segundo.
Camino por las calles con Chuuya de la mano, el cachorro no dejaba de parlotear sobre cosas que veía o cosas que había hecho.
Para suerte de Chuuya, las personas no lo miraban, en realidad, parecían más interesado en evitarlo. Era la primera vez que salía tan lejos desde que fue tirado al rio, así que, el cachorro se preguntó por que ahora todos los miraban con cierto respeto o miedo ¿Su tío los había regañado?
Asi que un poco mas confiado se quito la capucha, caminando por primera vez con mas libertad por su manada. No parecía que nadie quisiera molestarlo
Luego de varias incursiones en tiendas, Kouyou se sentó con Chuuya en una pequeña tienda donde vendían helados.
El cachorro parecía bastante concentrado en comer el helado antes de que se derritiera, casi como si fuera un juego. Aun así, termino con la mayor parte de su rostro sucio
- ¿Esta rico?
El niño asintió
- ¡Mucho! – Kouyou limpio con unas servilletas las mejillas del niño, quien solo se dejo mimar por su madre
La bella mujer le sonrió, observando hasta que el niño termino todo el helado
- Tengo que preguntarte algo, Chuuya
El niño de inmediato la miro concentrado. Era raro que se lo dijera así
- Tu sabes que no me gusta que te quiten tus cosas – explico esta al observar que tenia la atención del niño – pero ¿Me dejarías tener tu pulsera unos minutos? Esta bien si no quieres, cariño
Chuuya se sorprendió por esa pregunta. No…podía decirle que no a su madre, pero…no quería que se la quitaran. Era su recuerdo
- Yo…no quiero…que se rompa – susurro apoyando sus manos en la mesa nervioso. Estaría triste si su madre se decepcionaba de el
- No la romperé, lo prometo, a penas termine te la devolveré
Chuuya jugueteo con la joya roja ¿Estaría bien romper una promesa si era por su familia? ¿Dazai lo perdonaría?
- ¿Por qué mamá la quiere? – pregunto finalmente, encontrando la mirada de Kouyou
La bella mujer no le iba a mentir, pero busco una forma sencilla de explicárselo
- Necesito hablar con…Dazai – comento está diciendo el nombre sin poder evitar tener cierta molestia en el tono de voz
El cachorro la miro asustado
- No le hagan daño – insto este de inmediato. Su mirada pareció cada vez más asustada- Dazai no ha hecho nada malo, mamá
- Tranquilo, Chuuya, solo quiero conversar con él
El cachorro analizo esa respuesta, antes de dejar ir la emoción llena de miedo de sus ojos. Solo miro curioso a su madre
- ¿Sobre qué?
- Eso no te lo diré, cachorro – aun cuando fue un tono de voz suave había cierta severidad en su forma de decirlo
Chuuya no insistió, preguntaría después. En cambio, miro la pulsera en su muñeca
- ¿Se puede…hablar con él a través de la pulsera? – susurro el cachorro interesado, quizás lo intentaría cuando estuviera solo
Aunque sus esperanzas terminaron por irse cuando Kouyou negó con la cabeza
- Esa joya roja, está conectada a el vampiro
Las orejas del pequeño se alzaron ante eso.
- ¿Dazai? – miro aún más encariñado la pulsera
- Esta hecha a partir de sus poderes, son sumamente raras porque su creación involucra muchos factores– explico la mujer con cuidado, por no decir imposibles de hacer, no había visto muchas en su vida. No cualquier persona podría hacer una – Pero, su función principal es proteger a quien la porta
El cachorro sonrió.
- Dazai siempre me protege, mamá – comento el niño balanceando sus pies en la silla – Te caerá bien
Kouyou suspiro. Ya lo conocía, y ciertamente no dejo una buena primera impresión, pero no le diría eso a su hijo
- En fin, cariño, si activamos esa pulsera tenemos la esperanza de que se acerque a ver que ocurrió para poder conversar con él ¿Comprendes?
Chuuya asintió, perdiendo un poco su sonrisa… ¿Estaría bien entregarla por esos motivos?
- Y…si yo no quiero ¿Estará bien?
- Claro que sí, encontrare otro modo
- ¿Puedo confiar en que no lo lastimaran? – susurro el niño apretando sus pequeños puños
- No lo haremos, solo para conversar
Chuuya miro los ojos de su madre con una seriedad poco propia para su edad
- No podría perdonar a nadie que le hiciera daño, mamá – susurro este con remordimiento por la emoción que esto le causaba. Aunque Kouyou comprendía que esa emocion era bastante normal si eran compañeros– así que…no lo lastimen
- Lo prometo, Chuuya
El cachorro suspiro. Mirando unos segundos su pulsera antes de estirar el brazo hacia Kouyou
- Solo un momento, mamá – susurro este con una mirada triste
- Gracias cariño, la devolveré de inmediato
Aunque antes lograr quitársela, el sonido de múltiples gritos interrumpió la acción.
Kouyou de inmediato agarro a Chuuya entre sus brazos para protegerlo de cualquier peligro.
Ambos observaron como gran parte de los civiles que estaban en la zona corrían llenos de terror, en su mayoría, eran esos cambiantes que no tenían enteramiento de defensa. Niños, ancianos y algunas madres.
Uno de ellos reconoció a Kouyou y se acerco con el rostro lleno de terror a ella
- ¡Princesa! ¡Están atacando! – explico este señalando hacia la frontera - ¡Hay muchos heridos! ¡Por favor, vaya a detenerlos!
Luego de que dijera eso, comenzó a correr nuevamente. Parecía realmente aterrado.
Kouyou evaluó la situación, mirando a su hijo. No podía dejar a Chuuya solo…pero tampoco podía permitir que lastimaran a más personas.
El cachorro pareció comprender el dilema de su madre.
- Puedes ir mamá – comento el niño con una sonrisa tranquilizadora – Yo me iré a casa
Kouyou lo miro con el ceño fruncido. En primer lugar ¿Su hijo sabia volver a casa solo? No iba a confiar en una probabilidad
- No voy a dejarte solo, Chuuya – espeto está a la defensiva.
Mas gritos desesperados se escucharon, cada vez mas cerca de los dos.
La mujer bajo al cachorro tomándolo de la mano. Esto seria como en los viejos tiempos, en una mano llevaba su katana y en la otra sostenía a Chuuya con fuerza
- Chuuya, cierra los ojos y no vayas a soltar mi mano en ninguna circunstancia ¿Comprendes?
El niño asintió apretando la mano de Kouyou. Dio un ultimo vistazo antes de cerrar los ojos.
No comprendía porque, pero siempre que su madre entraba en alguna batalla le decía que cerrara los ojos, suponía que era para que no viera la batalla.
- ¿Son vampiros, mamá? – susurro el niño caminando junto a Kouyou
- Si, pero no te llevare al enfrentamiento primero te dejare en un lugar seguro, cariño, así que, no me sueltes la mano – Si estaba Dazai no podía permitirse que su cachorro lo viera ser lastimado.
La verdad, Chuuya no quería soltarla. Pero, cuando una gran multitud que huía paso por al lado de ellos, no pudo evitar soltarla por la fuerza con las que las personas corrían. Terminando por ser arrastrado por ellos.
Escucho como Kouyou trataba de encontrarlo, pero ya habían sido separados.
- ¡Quédate en un solo lugar! ¡Iré por ti! – la mujer grito tratando de alcanzarlo, pero le fue imposible
Cuando la gente dejo de arrastrarlo se encontró solo en medio del bosque. Miro a su alrededor, reconociendo de inmediato a donde estaba, de algo le había servido que caminara por estos lados. No estaba tan lejos de su casa
No estaba asustado, cualquiera lo hubiera estado, pero la experiencia ya era algo que se había aferrado al cachorro.
Extrañamente, su corazón palpitaba con fuerza, como cuando te enfrentas a un gran peligro. Llevo su mano a su corazón sin comprender. Miro alrededor del silencioso bosque, sintiéndose observado, pero sin lograr encontrarse con nadie.
Frunció el ceño molesto, había alguien, sentía su presencia. Lo hacía ponerse incomodo
- ¿Ya me notaste?
Chuuya se giro hacia el sonido de la voz. Un hombre joven le devolvía la mirada entre el bosque, por su presencia se noto que era uno de los vampiros que habían atacado a su manada ¿Le iban a hacer daño a él ahora?
- Los vampiros…no tienen que cruzar la frontera – comento el cachorro mirando al sujeto
Este pareció realmente curioso ante la falta de miedo del niño. Aunque era un Nakahara, que podía esperar de esa raza de sangre
- Una disculpa príncipe – Chuuya le gruño molesto ante eso, mostrando sus pequeños colmillos de lobo. El vampiro dio un paso atrás ante eso, no estaba buscando que lo mordieran - se suponía que solo tenían que tráete a ti, pero, seguían diciendo que no había ningún niño con orejas y colas – la mirada fría pareció brillar ante eso -realmente no se pueden ver para los vampiros, que curioso
- ¿Por qué estás aquí? – Chuuya arrugo la nariz ante el asqueroso olor que ese hombre tenía. Al punto de querer dar un paso atrás, era sumamente desagradable estar cerca del vampiro. Por no hablar de su aspecto maligno
- Nuestro rey me solicito que te llevara con él
Chuuya escondió sus colmillos ante eso
- ¿Dazai?
- Si, ¿Vendrías conmigo a buscarlo?
Chuuya observo como el vampiro estiraba la mano hacia él. Dazai le había dicho que había vampiros malos… y que no tomara la mano de desconocidos sin preguntar a donde lo iban a llevar antes.
El cachorro inhalo, tratando de captar, aunque fuera un poco del olor de Dazai. Pero…no había nada
- Tú …no tienes el olor de Dazai – comento el cachorro dando un paso atrás – Si Dazai lo hubiera pedido…tendrías su olor en ti – conecto su mirada con la del sujeto – Mientes porque quieres hacerme daño – contesto el cachorro con todos sus instintos diciéndole que se alejara
- Claro que no, no tengo su olor porque fue una petición por mensaje, realmente te extraña, dice que quiere verte ¿Lo rechazaras?
Chuuya negó con la cabeza escuchando las palabras algo abrumado. ¿Por qué Dazai diría eso? Si estaban cerca se iban a hacer daño, el había comprendido eso. No quería hacerle daño a su compañero
- Vete – contesto el niño bajando la mirada. Era una mentira, pero…su curiosidad le quería hacer aceptar la oferta, pero…no debía…no debía desobedecer a Dazai y a su madre
- ¿Estás seguro?
El cachorro asintió rápidamente. Volviendo a mirar al hombre, el cual había perdido su fingida amabilidad. Dejando caer su mano
- Hubiera sido más fácil para ti si hubieras aceptado venir, niño
Chuuya le gruño nuevamente molesto. No le había pasado esto con los otros vampiros, pero, ahora la sensación era incomoda.
Casi como el sentimiento que le explicaba su tío Mori cuando hablaba de su desagrado hacia los vampiros
- ¿No es mala educación que le gruñas a las personas?
Chuuya inmediatamente negó con la cabeza
- No cuando son desconocidos – murmuro el niño mirándolo precavido.
- Soy un vampiro como tu compañero ¿No me hace eso de fiar?
La sonrisa fría que siguió ese comentario solo provoco que Chuuya se pusiera alerta. Sus instintos le decían que lo mordiera y corriera lejos.
- No te quiero aquí – el niño estaba realmente alterado por la mala sensación que envolvía su cuerpo – Vete – el cachorro estaba gruñendo enfadado, con ese gesto daba a entender que no era bienvenido para estar en su cercanía. Para los cambiantes era una expresión de rechazar por completo cualquier contacto
El sujeto se encogió de hombros
- Es interesante que seas la cordura nuestro rey – comento este con un tono de voz neutra, aunque parecía más estar hablando consigo mismo que con el cachorro – Con solo eliminarte podría venir a nuestro lado, no creo que comprendas lo increíble que era nuestro rey cuando no te tenía cerca, hubiéramos sido perfectos como raza si tu no existieras – Su mirada, como la de una persona a punto de diseccionar un animal de experimento, provoco que el niño se estremeciera. Chuuya estaba con todas sus alarmas encendidas– Deberían dejar de lado el sentimentalismo ¿No es la decisión más obvia el usarte para lograr su caída? – analizo al cachorro de pies a cabeza antes de enfocar su vista en la pulsera del niño- No podre hacer lo que quiero si tienes eso en tu poder ¿Me la entregarías?
El cachorro se sobresaltó bajando la mirada al regalo que le había dado Dazai. La sencilla pulsera parecía estar brillando con suavidad. Un tono rojo que parecía destacar aún más en la tensa situación
Rápidamente negó con la cabeza
- Es mía – espeto el niño colocando manos atrás de su espalda. A Dazai no le gustaría que la entregara…era un regalo, no podía entregar su regalo - Vete – gruño el niño sin dejar ver su pulsera
- Solo déjame verla un segundo y prometo que me marchare – comento estirando su mano con la palma abierta en señal para que se la entregara
Chuuya era un cachorro de lobo, uno que no podía controlar sus trasformaciones, pero un lobo, a fin de cuentas. Es de conocimiento común, que no debes molestar a un animal que se siente acorralado, nunca. El pequeño solo reacciono como debía
Mordió con fuerza la mano que le extendían. Al estar sus dientes trasformados inmediatamente causo daño. No tanto teniendo en cuenta que eran dientes de un lobo cachorro, pero lo suficiente como para que el sujeto quitara su mano por el dolor
- No debiste hacer eso, niño
Chuuya cerró los ojos por reflejo al ver como el hombre hacia un gesto para hacerle daño. Intentando protegerse con las manos, pero el golpe nunca llego. No le tocaron ni un solo cabello de su cabeza.
El olor a sangre hizo que el niño volviera abrir los ojos
Noto de inmediato como el sujeto quitaba su mano gravemente herida de las cercanías cachorro. Miro curioso como un aura roja salía de la joya. El vampiro intento acercar nuevamente su mano, pero nuevamente fue rechazado, sin salir ileso de su segundo intento. Su brazo estaba en carne viva
El vampiro dejo de intentarlo preocupado al ver que las heridas no se estaban curando
- ¡Entrégamela, mocoso! - Chuuya le gruño a la defensiva. No era estúpido como para entregar algo que lo estaba protegiendo – Es por esto que odio a tu asquerosa raza, perro
Chuuya parpadeo ante eso, ¿Le dijo perro? Frunció el ceño molesto
- Yo soy un lobo – espeto enfadado, atrás había quedado el intento de ser amable del vampiro
La ira contenida del sujeto, lo impulso a tratar de atacar de nuevo al cachorro. Quien por reflejo volvió a cerrar los ojos
De repente, el vampiro se detuvo. Quizás fue por remordimiento o porque la katana de Kouyou lo sostuvo en el suelo
- ¡Maldición! ¡Déjame ir! – grito el vampiro desde el suelo intentando zafarse - ¡No quiero morir a manos de un cambiante! ¡Menos de un Nakahara!
Kouyou suspiro, arreglándose el cabello que se le había escapado de su peinado.
- ¿Cariño, estas bien? – contesto está ignorando al vampiro. Chuuya asintió consternado al ver como el vampiro luchaba para quitar la espada de su cuerpo. Kouyou miro molesta al vampiro – No quería que mi hijo viera una escena así, nunca – con un tono más dulce miro a Chuuya – Cierra los ojos un minuto, mi niño
- ¿Por qué?
- Solo un minuto
El cachorro asintió, tapando sus ojos con sus manos. Lo único que capto fue un jadeo sordo antes de que el silencio volviera a reinar.
- Ahora si cariño, mírame
Chuuya quito las manos de su rostro, enfocando su vista en Kouyou, no parecía haber rastro del vampiro. Aunque las palabras que salieron de su boca fueron extrañas para la situación
- Dazai no fue mamá – el suave susurro del cachorro lleno el espacio
Kouyou se sorprendió ante eso.
- No tenemos que hablar de eso cariño – Kouyou saco un pañuelo blanco para tratar de limpiar el rostro de Chuuya. Tenia unas gotas de sangre que habían caído cuando el vampiro trato de dañarlo.
Pero su mano fue impulsada para atrás. Parpadeo confundida observando como su mano ahora estaba herida, una quemadura que a los pocos segundos comenzó a sangrar
- ¿Mamá? – el cachorro la miro asustado, olía a sangre. Tratando de buscar consuelo Chuuya estiro su mano tratando de que su madre la tomara. Provocando que la herida en la mano de Kouyou aumentara
Entonces la bella mujer lo noto, la joya se había activado, pero ¿Por qué también la rechazaba a ella? Miro como sus manos se llenaban de sangre por el daño de la quemadura
- Sangre…
Kouyou observo a su cachorro. Este la miraba con los ojos abiertos del miedo, no dejaba de mirar las heridas que había en los brazos de su madre. Estas se iban curando rápidamente al ser una cambiante poderosa. Pero, eso no ocultaba la sangre de las heridas…
- Yo lastime…- susurro el niño angustiado
- No, no, estoy bien cariño, no hay herida – comento Kouyou con suavidad limpiando la sangre con una de sus mangas rotas por el impacto
Pero Chuuya no escuchaba, la imagen de haber herido a su madre era demasiado impactante. Junto con que no podía tocarla, no cuando era evidente que solo la lastimaría
- Tranquilo, Chuuya, veremos cómo solucionar esto – comento la mujer preocupada por los ojos llenos de lagrimas de su hijo. No tenía como consolarlo – No te voy a dejar solo, así que tranquilo – su voz era a propósito mas suave de lo normal
El cachorro asintió, limpiando su rostro con sus manos.
Aunque, tal como se esperó, hubo una respuesta inmediata de parte de Dazai por este evento
Gracias por leerrrrrrrr ❤❤❤❤❤🦇🦇🦇🐾🐾🐾🐾🐾🦇🦇🐾🦇🐾
Wey, hoy es mi cumpleaños y estaba pensando que es bien fome cuando estas en cuarentena así que, salud por todos los que tendrán que pasar su cumpleaños en su casa🍾🍾🍷🍷🍹🍹🍷🍾🍾🍷🍹🍹 kajkjkakjakaj no es como si hiciera algo la verdad para mis cumples, pero, al menos tenia la libertad de salir un rato. El año pasado fui a un bar de entretenido con mis amigas (las pendejas me usaron para beber gratis por mi cumple, me usaron)🍷🍷🍷
Asi que, junto con esto, espero que todos pasen un feliz cumpleaños incluso si es en cuarentena, hay que mirar el lado bueno de las cosas, al menos estamos con la familia❤❤❤❤❤
#Quedateencasa❤
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top