Capítulo 24: Historia

La situación que había llevado al pequeño a vivir en su manada no era difícil de explicar teniendo en cuenta el complicado trasfondo.

En un principio Kouyou había sido un personaje clave en las fuerzas de ataque, su fuerza e inteligencia la hacían un soldado que tomar en cuenta, pero eso cambio de un momento a otro.

No es que se hubiera vuelto menos fuerte o perdido alguna capacidad física, simplemente, cuando cargo a su hijo por primera vez en brazos, supo que nunca podría exponerlo a ese peligro, así que se retiró sin importarle lo mucho que estuvieran en contra.

Por ello, la existencia de Chuuya fue un gran secreto, todo lo que podría relacionarse con el pequeño solo fue conocida por pocas personas. Kouyou no estaba dispuesta a que la información de su querido hijo fuera filtrada.

Ella sabía, que una vez que los enemigos de su familia se enterasen que un príncipe había nacido, irían uno tras otro por la vida de su pequeño como venganza. Para mantener ese secreto visitaban pocas veces a su familia y trataban de no vivir en el mismo lugar por más de tres meses.  Por ningún motivo dejaría que Chuuya se viera expuesto al conflicto, al menos, mientras pasaba por su infancia. Tampoco es como si pudieran esconderle la verdad de su raza por mucho tiempo

Esa estrategia funciono durante ocho años, hasta que meses atrás la existencia del cachorro fue expuesta. Mori y Kouyou sabían desde un principio que solo era cuestión de tiempo para que eso ocurriera, una de sus aproximaciones había sido que ocurriría cuando Chuuya cumpliera doce o trece años, pero no cuando este era tan pequeño.

Al ser la información de la existencia de Chuuya expuesta, cada día de la vida cotidiana de Kouyou y su hijo había sido interrumpida por asesinos tras la vida del pequeño. El eliminar a un Nakahara, sin importar quien fuera, sería un logro para cualquiera que estuviera en contra de ellos. El cachorro algún día tendría la capacidad de defenderse por sí solo, pero, aun era muy pronto para que eso ocurriera. Por lo que, tuvieron que comenzar a eliminar a todos aquellos que los habían traicionado al vender el secreto de la existencia del niño.
Sería un ojo por ojo, dando a entender que cualquier que buscara hacer daño al niño tendría que enfrentarse a las consecuencias.
Kouyou se ofreció voluntaria para eliminar a todos los que hubieran traicionado a su familia. Era su misión encargarse de eso y traer noticias de cada sujeto que hubiera participado en eso, tuvo que dejar a su cachorro lejos de ella por primera vez.

Cuando lo dejo sabia, por mucho que le doliera el corazón, que sería por un bien mayor, además, su hermano y su compañero no podía ser tan malos cuidando a un niño de 8 años durante unos pocos meses

- O eso era el plan ¿Realmente fue tan difícil mantenerlo lejos de problemas? – Comento Kouyou con una suave sonrisa mientras ponía su mano en el mango de la katana

- Quizás un poco – contesto Mori sin preguntar a que problemas se refería, si lo hacía, terminaría por delatar problemas que habían ocurrido que su hermana quizás no sabia

Kouyou lo miro molesta.

- ¿Sabes el susto que tuve cuando el rumor de que el “príncipe Nakahara” había sido secuestrado por los vampiros llego a mis oídos? – su tono de voz aun siendo tranquilo demostraba un gran enojo – Luego no contestaron el teléfono…- La mujer pareció apretar los dientes con fuerza - ¿Cómo se lo llevaron? ¿Por qué ese vampiro es su compañero? – miro fijamente los ojos de Mori ante su siguiente oración - ¿Cómo y por qué lo conoció?

Mori levanto ambas manos en señal de paz. Realmente no quería pelear con uno de sus miembros mas fuertes.

- ¿No te dije que una vez que nunca seria padre por mi pésima segura crianza? – desde que eran niños había mantenido ese pensamiento

- Lo recuerdo – comento la hermosa mujer pensativa – También recuerdo que dijiste que a cambio cuidarías bien a tus sobrinos, y según recuerdo, mi Chuuya es el único sobrino que tienes

 - Bella Kouyou, es imposible que alguien pueda mantener fuera de peligro a un niño tan pequeño durante siete meses

La pelirroja levanto su perfecta ceja ante eso.

- Yo lo mantuve lejos del peligro durante ocho años ¿Qué son siete meses en comparación?





Chuuya miraba con una mueca por la ventana la escena que se estaba dando en el patio. Sus orejas estaban alzadas tratando de captar hasta el más mínimo ruido. Cuando se concentraba podía escuchar con claridad cosas que estaban lejos.

- Ranpo-Onichan… ¿No deberíamos decirles que pelear es malo? - comento finalmente el pequeño

El mencionado estaba recostado en el sillón, sin intención de moverse. Abrió un ojo para mirar a Chuuya antes de volver a recostarse

- En una pelea se necesitas más de dos personas, y como puedes ver, solo tu madre está atacando – contesto este divertido- Por ahora, mi gran consejo es que dejes de mirar

- ¿No es mejor ir a detenerlos?

- ¿Mejor para quién?

Chuuya miro de reojo la ventana antes de devolver su mirada a Ranpo

- Para tío Mori

Ranpo asintió de acuerdo ante eso.

- Yo no lo hare, no voy a batallas en las que no gano nada

El cachorro hizo un puchero

- Entonces iré yo – el cachorro se alejó de la ventana con la intención de ir hacia su madre

- Debo decirte que soy el encargado de que te quedes aquí sano y a salvo – comento Ranpo sin moverse

Chuuya lo miro confundido

- ¿?

- Si, así que tienes que decirle a tu madre que hice todo lo posible para detenerte

El cachorro asintió sin comprender del todo lo que le había dicho.

Cuando llego a la puerta no hubo modo de abrirla. Sobre todo, porque estaba puesto el seguro más algo de la puerta y claramente un pequeño niño nunca lo iba a alcanzar.

Dio unos cuantos saltos ante de rendirse

- Ranpo-Onichan ¿Me ayudas a quitarlo?

- Recuerda, hice todo lo posible – repitió de este sin moverse ni un solo centímetro

Chuuya lo miro malhumorado. Pero termino por regresar a su posición en la ventana. Su madre seguía regañando a su tío

- ¿Tío Mori hizo algo muy malo? Es primera vez que veo a mami gritar tanto – pregunto el niño con el ceño fruncido, Kouyou nunca alzaba la voz hacia su hijo, así que era algo sorprendente de ver lo que estaba ocurriendo

- Si te contesto, estarías solicitando mis servicios, y si los solicitas, tienes que pagarme

El cachorro pensó en ello

- ¿Cómo tengo que pagar esta vez?

- Lo de siempre niño

Chuuya asintió antes de correr hacia la cocina. La cual había sido limpiada antes de que el niño despertara.

Chuuya había despertado una hora después de que su madre arrastrara fuera a Mori, solo para encontrarse con Ranpo recostado en el sillón. Parecía ser que Kouyou le había solicitado que lo cuidara

- Aquí – el pequeño le extendió la bebida favorita del lobo

Este la acepto de inmediato

- Bien, ¿Qué quieres saber?

- ¿Por qué están peleando mamá y tío Mori? – comento este sentándose en el lado vacío que Ranpo había dejado para poder escucharlo más cómodamente

- Porque eres un niño – dicho esto bebió un trago de la bebida. Jugando uno segundos con esta antes de continuar hablando – Un niño que se ha enfrentado a demasiado peligro para su corta edad, y de paso, seguirías experimentando ese peligro por mucho tiempo gracias a tu posición. No te envidio en lo más mínimo, cachorro

- ¿Es malo que sea un niño?

Ranpo se encogió de hombros.

- En estos momentos, si – afirmo dejando la botella vacía en el suelo – Seria distinto si hubieras sido adulto

El cachorro bajo la mirada ante eso. Si, él sabía que todo sería distinto si hubiera sido adulto.

Quizás podría haberse podido defender el solo

Quizás así Dazai no hubiera tenido que irse

Quizás…todo hubiera sido más fácil

- Hey- el llamado de atención hizo que el cachorro lo mirara de inmediato - Yo no dije que esto fuera tu culpa, solo dije que es porque eres un niño– comento Ranpo con un encogimiento de hombros- Si los cambiantes no tuvieras esta lucha con los vampiros tampoco habría existido algún problema con tu compañero – Ranpo pareció pensar en ello – Bueno, quizá sí. Tu compañero es un caso especial

- ¿Dazai? – susurro el niño levantando un poco la mirada ante la mención de su compañero

- Si, ese desquiciado – Ranpo lo decía con tanta sinceridad que ni siquiera parecía un insulto

Chuuya parpadeo ante eso

- ¿El problema es que Dazai sea mi compañero?

Ranpo hizo un puchero molesto ante eso

- El día que comprendas lo maniático que es el hecho que ese tipo sea tu compañero entenderás la razón por la que todos están tan exaltados – Ranpo parecía realmente divertido con que lo que fuera que estuviera pensado- ¿Qué clase de karma es esto para la manada?

- ¿No me lo explicaras?

Ranpo en cambio señalo hacia la ventana. Chuuya miro en la dirección que le indicaban, parecía ser que la pelea por fin había sido detenida. Teniendo en cuenta que Fukuzawa había entrado en escena

- Se demoro más de lo que calcule – susurro Ranpo con un bostezo – El jefe está perdiendo su toque, y respecto a tu pregunta, no es mi trabajo explicártelo – comento el cambiante sacando una paleta dulce de su bolsillo – Tendrás que preguntárselo a alguien mas

El pequeño frunció el ceño sin comprender

- ¿Por qué Ranpo-Onichan no puede?

- Muy sencillo – contesto este incorporándose por fin del sillón – Porque no quiero

- ¿Por favor?

- Eso es algo que yo debo explicarte, cariño - El cachorro se sobresaltó ante la voz de Kouyou. El pequeño se apresuró a correr hacia su madre. Esta lo sostuvo entre sus brazos apenas lo tuvo a su alcance. Kouyou miro con una sonrisa a Ranpo

- Gracias por cuidarlo un rato – Ranpo asintió con una sonrisa como respuesta. Luego dirigió su mirada al cachorro.

El pequeño abrió los ojos recordando

- ¡Ranpo-Onichan hizo todo lo posible para detenerme, mamá! – repitió el niño con rapidez. Miro a Ranpo como preguntándole si lo había hecho bien. Este le contesto con un pulgar hacia arriba

Kouyou miro confundida la interacción. Antes de volver a elogiar a Ranpo, quizás eso era lo que buscaba.

Aunque Chuuya negó con la cabeza

- A Ranpo-Onichan se le paga con dulces, mamá – susurro el cachorro como si esto fuera un secreto.

La bella mujer parpadeo ante eso

- Supongo que Ranpo-kun puede sacar los que quiera de la alacena – comento esta con tranquilidad

- Mi oferta de cuidar al cachorro fue sin segundas intenciones, pero no me negare a esa oferta – comento Ranpo por fin levantándose del sillón para dirigirse a la alacena. Después de todo, podía sacar todo lo que quisiera

Cuando Ranpo abandono la habitación, Kouyou observo atenta a su hijo

- Pensé que aun estarías dormido – comento está devolviendo algunos mechones de cabello que tapaban los ojos del cachorro – Mi niño precioso tendrá ojeras feas si no descansa bien

Chuuya apoyo su cabeza en el hombro de su madre

- Estaban peleando, mamá. No tienes que pelear con tío Mori, no es mal tío y me quiere mucho, no tiene la culpa de nada – susurro este sintiéndose cansado al escuchar la voz arrulladora de su madre

- Lo siento, bebé. No deberías haber escuchado o visto eso - comento Kouyou caminando hacia la habitación del niño – Era solo una pequeña pelea de hermanos, a veces los hermanos peleamos y es algo muy normal

- ¿Es normal?

- Lo es - especialmente cuando no podían cuidar a sus sobrinos unos pocos meses.

Una vez en la habitación del Chuuya. Kouyou se acercó a cerrar todas las cortinas para que su hijo pudiera dormir un poco más sin que la luz del sol molestara sus ojos

-  Mamá, es de día, no puedo dormir de día – comento el cachorro al comprender las intenciones de su madre. Aunque el pequeño se refregó los ojos agotado

- Te contare una historia y luego tomaras una siesta pequeña, cariño – comento está sentándose en la orilla de la cama

- ¿Pequeña, pequeña? – argumento Chuuya acomodándose en la cama

- Pequeña, pequeña. Tan pequeña que no notaras que dormiste – afirmo la bella mujer con una sonrisa dulce. El cachorro le sonrió de vuelta más confiado

Kouyou acaricio con lentitud el cabello de su hijo

- Hay un cuento que me contaban cuando era niña, me gustaría que lo escucharas con atención, cariño – murmuro Kouyou con voz suave. Chuuya la escucho atento, le gustaban los cuentos de su madre - Hace mucho mucho mucho tiempo, un hombre caminaba por un bosque, uno que había encontrado solo al intentar perderse de los demás humanos. Quería estar solo, no podía soportar estar entre personas sonrientes cuando el sentía su corazón vacío y triste. Nada se podía comparar al sufrimiento que ese hombre guardaba en su alma. En su caminata llena de soledad, tropezó con una pequeña flor, la cual, para su sorpresa, contenía una preciosa hada que dormía tranquila. Su rostro era precioso, pero no se comparó al bello color de ojos que mostro cuando despertó, unos ojos que sin querer movieron el corazón de ese humano. Cuando el hada encontró su mirada, soltó una pequeña lagrima antes de decir: “Me has despertado de un sueño eterno, como agradeciendo, puedes pedir aquello que más desees” Aquellas palabras hicieron despertar el alma de aquel hombre. Aquella voz que logro traspasar su dolor, le parecía dulce y hermosa, como música para sus oídos, casi como si alguna vez ya lo hubiera escuchado. No sabía qué decidir, solo opto por decir “Sólo te pido que me cumplas un deseo que me haga feliz” El hada, ante esas palabras, puso una mirada destrozada “Eso me pediste cuando eras solo un lobo y te convertí en el hombre triste que eres ahora”

Chuuya miro sorprendido a su madre ante eso

- ¿Era un lobo?

- Lo era, sin embargo, anteriormente había ayudado a ese pequeño ser, quien como agradecimiento, lo convirtió en humano pensando que eso lo haría feliz, borrando de su memoria sus recuerdos de ser un lobo, pero solo logro que el hombre sufriera por anhelar su otra forma, entonces, llena de arrepentimiento por haber llevado a ese estado a un viejo amigo, le regalo tres dones: Primero, le devolvería su forma de lobo, pero no le quitaría su humanidad, podría mantener ambas formas. Segundo, le regalaría una habilidad, la que el quisiera para hacer más fácil su vida y tercero, lo haría un líder, para que de este modo no estuviera solo, siempre tendría un lugar al que pertenecer – Kouyou acaricio con suavidad las orejas de Chuuya mientras hablaba- Asi es cómo surgió el primer Nakahara

El cachorro la miro sorprendido. Su cola se movía emocionada.

- ¿Enserio mamá?

- Por supuesto

Ciertamente Kouyou había buscado la forma mas suave de contárselo, y recordó esa historia que le contaban sus padres hace muchos años atrás. No quería lanzar información que podría afectar de mala manera a su hijo, así lo comprendería mejor

- No sé si el cuento sea cierto, pero, si es cierto que todo Nakahara tiene ciertas habilidades que otros cambiantes no tienen tan desarrolladas

- ... ¿Habilidades? - pregunto el cachorro interesado en la conversación

Kouyou asintió.

- Inteligencia, fuerza, talento, envejecemos más lento - enumeró la bella mujer con tranquilidad

- ¿Yo también tengo eso?

- ¿No es mi hijo un Nakahara también?

- ¡Lo soy! – la cola del cachorro se movía en un suave vaivén

Kouyou beso las dos mejillas de su hijo con cariño, antes de volver a hablar

- Por estos dotes, durante generaciones se nos ha otorgado el honor de guiar a nuestra raza, un tipo de realeza para todos los cambiantes ¿Has escuchado que te llaman príncipe? - El pequeño asintió de inmediato – Es porque lo eres cariño, y tu tío sería algo así como el rey, aunque no solemos usar mucho esos títulos

El niño abrió la boca sorprendido. Eran muchas noticias para un día tan largo

-  No me gusta que me digan príncipe – dijo por fin el niño con un puchero

- Eso no quita que mi querido hijo sea el único príncipe de esta generación – el orgullo era claro en el tono de voz de Kouyou

El cachorro pensó en ello. Inteligencia, fuerza, talento y… envejecían más lento

- Mamá…- el niño pareció algo nervioso sobre la pregunta que iba a hacer, pero era su madre, ella no se enojaría – si…envejecemos mas lento ¿Somos como un vampiro?

Kouyou en realidad había esperado una pregunta así. Cerro los ojos un segundo antes de mirar al niño con toda la seriedad que pudo reunir sin asustar a su cachorro

- No, cariño, nunca seremos como un vampiro

El pelirrojo se mordió el labio jugando con sus manos. No quería molestar a su madre. Kouyou noto de inmediato el comportamiento nervioso y algo asustado de su hijo, sobre todo por las orejas que ahora se mostraban caídas y tristes. Lo atrajo un abrazo para tranquilizarlo

- Esta bien, Chuuya, se que has notado cuanto se detesta a los vampiros, pero puedes preguntarme lo que quiera – comento Kouyou con una suave sonrisa – No quiero que mi hijo tenga dudas en su corazón – Chuuya devolvió el abrazo más tranquilo, asintiendo contra su madre- Nunca hemos podido congeniar con los vampiros – comento finalmente Kouyou - en un principio fue por un choque de pensamientos, como decirlo...Ellos creían que su raza tenía que sobresalir por sobre las demás…y nosotros pensábamos que todos teníamos el derecho a vivir como quisiéramos. Y ese vampiro con el que has entablado una amistad- Por no decir compañero - fue un fiel participante de esos ideales – Aunque recordándolo, Dazai nunca pareció importarle del todo los ideales, sino que cuando se le veía luchar parecía disfrutar del matar a otra persona. Su mirada siempre estaba analizando cada muerte que lograba.

Kouyou pensó en ese vampiro, no siempre fue un rey como se le conoce ahora…no se sabe porque, pero, Dazai elimino al anterior rey obteniendo de ese modo el trono. Aunque se desconocen las razones detrás de eso

- ¿Dazai? – Chuuya no podía asociar esa imagen con el vampiro que el conocía.

Kouyou frunció levemente el ceño

- Si – comento está separándose del abrazo para mirar a su hijo – Tengo miedo, cariño. Que solo te este usando para destruirnos – No podía aceptar del todo que su Chuuya fuera compañero de alguien como él – Que solo te quiera lastimar, no puedo permitir que te haga eso

El cachorro escucho con atención en todo momento

- Dazai no me hará daño, mamá – susurro con confianza el niño – Es un buen vampiro

Kouyou no podía juntar las imágenes de buen vampiro con ese desquiciado. Pero, la mirada llena de confianza de su hijo, le hizo preguntarse si realmente podían ser compañeros.

De todos modo es un tema que conversaremos mucho mucho mucho más adelante – dijo Kouyou abrazando a su hijo. No habia posibilidad alguna de que dejara ir a su hijo

Chuuya se apoyo en el abrazo.

- Mami, ¿Que significa envejecer mas lento? - pregunto el niño curioso

- Demorarse mas en ser un anciano

- ¿A los vampiros tambien les ocurre eso?

Kouyou negó con la cabeza con suavidad

- Los vampiros no llegan a envejecer por completo, cariño. Ellos solo se paralizan en una edad para siempre. Nosotros no, aun cuando vivimos más que un ser humano y un cambiante normal, tenemos un fin

El cachorro solo podía pensar en una cosa ante eso

- ¿Cuántos años tienes, mamá? – pregunto curioso el cachorro

Kouyou se paralizo antes de comenzar a hacer cosquillas a su cachorro

- Nunca le preguntes eso a una dama, Chuuya

- ¡Ya! ¡No lo hare más, mamá! – decía entre risas el cachorro

Kouyou se detuvo con una suave sonrisa.

- Duerme tu siesta, mi querido hijo

- No tengo sueño

- ¿Quieres que te cante una nana para dormir?

Chuuya asintió. Apoyando su rostro en la almohada con sus ojos cerrados. La suave voz de Kouyou se apodero de la habitación. El cachorro estaba acostumbrado a dormir con la voz de su madre. Era algo que había extrañado. La suave melodía lo arrullo hasta que sus ojos se cerraron sin ningún tipo de resistencia

Kouyou observo como su hijo se quedaba rápidamente dormido. Acomodo bien las frazadas a su alrededor. Para a continuación observarlo con su mirada extrañamente agotada.

No era por el claro ejercicio físico que tuvo que hacer hace un rato. Era más un cansancio mental. Tenia muchas cosas que arreglar, aunque, si era por el bien de su hijo, no se quejaría

Se quedo cuidando el sueño de su cachorro un tiempo antes de retirarse lo más silenciosa que pudo de la habitación, tenía que ir a defender el futuro de su hijo.

Su bebé estaría bien mientras esa pulsera siguiera en su muñeca, era desagradable de donde venia el regalo, pero, era útil. Ese vampiro realmente quería protegerlo incluso si no estaba cerca. No encontraba otra explicación para que le hubiera dejado una joya tan poderosa

Gracias por leerrrrrrr preciosos seres increibles❤❤❤🤭❤❤❤❤

Tengo la mala costumbre de escribir todas mis historias comiendo dulces, pero no se porque en mi familia les dio por comer solo fruta….asi que… ahora escribo mientras como una manzana…esta cuarentena me hará bajar de peso si sigo asi

Por otro lado ¡Ya salí de esas dos infernales semanas de pruebas! Asi que vuelvo con todo
Eh eh eh 🎼🎤🎤🎤🎵🎵🎵🎵🎵

Besoss~

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