Capítulo 18: Extraño

Los dos niños estaban sentados en la alfombra de la habitación de Chuuya. El pelirrojo miraba realmente curioso al niño frente a él. Tenia que ser menor que el por su forma de actuar, aunque tampoco podía decir mucho sobre como actuaban los niños, no después de que lo lanzaran al río. Tenia que ser cuidadoso con el tigre de mirada triste

- ¿Cuántos años tienes? – pregunto el pelirrojo al ver que Atsushi no comenzaría una conversación

El pequeño tigre se sobresaltó. Realmente no parecía costumbrado a interactuar con alguien más, aunque, por otro lado, Chuuya tampoco interactuaban muy bien con los niños de su edad. Cuando estaba con su madre, recibía lecciones privadas para que no supieran que el cachorro existía y en la manada, no era bien recibido por los infantes

Así que el estar con otro niño lo hacia un poco feliz

- Seis…seis…seis años – tartamudeo nervioso. Sus ojos se movían por toda la habitación sin enfocar la vista en ningún sitio en especial

Chuuya balanceo su cola con tranquilidad ante la respuesta nerviosa que recibió. Así que el era mayor que este niño, aunque lo pudo percibir porque era mal alto. Se sentía extrañamente orgulloso de ese hecho

- No debes tener miedo – comento el pelirrojo reconociendo la forma de actuar del tigre

Atsushi por fin enfoco la vista en el niño frente a él. Aunque no respondió ante esa afirmación

- ¿Porqué estas asustado?

El pequeño tigre se estremeció ante la pregunta

- Estaba muy oscuro...- la respuesta era un susurro lleno de terror

- ¿Oscuro?

El tigre frunció el ceño tratando de pensar en como explicar sus palabras

- Se ve así- Atsushi señaló la sombra que provocaba el sol al pasar por la ventana. Era una sombra común así que Chuuya lo miro sin comprender. Técnicamente la sombra era de color negro, suponía que eso contaba como algo oscuro

- La sombra es oscura siempre- comento finalmente el cachorro tocando con la punta de los dedos su sombra - No debe dar miedo

- No...no es la so…sombra- a Atsushi por un segundo le destellaron los ojos dorados. Aunque se apresuró a parpadear asustado, el pelirrojo no hizo ningún comentario al respecto- Es lo negro que se ve

Chuuya no comprendía ¿Qué era lo que el tigre veía que le causaba tanto miedo?

- No entiendo

Atsushi miro el suelo deprimido ante esa respuesta. No es que supiera explicar bien lo que solía ver en los demás. Tampoco lo comprendía del todo

Se creo nuevamente un silencio entre los dos, al menos hasta que Chuuya se levantó del suelo, acercándose rápidamente a su cómoda para sacar un cuaderno y un lápiz, extendiéndolo hacia el tigre. Atsushi lo miro confundido

- Puedes dibujar lo que ves – le sonrió. Tenia curiosidad respecto a lo que le estaban contando

- ¿No crees que miento? – susurro este sin recibir el cuaderno. Chuuya ladeo la cabeza sin comprender

- ¿Estas mintiendo?

Atsushi negó con la cabeza con rapidez. Agarrando entre sus manos el cuaderno y el lápiz que Chuuya le había entregado.

Comenzó a dibujar con concentración en una de las hojas del cuaderno. No se demoro mucho en darle forma a lo que solía ver cuando estaba muy cerca de las personas, aunque era peor cuando estos lo tocaban, si eso ocurría…la sombra le hablaba…nunca eran cosas buenas. Cuando termino le entrego su dibujo a Chuuya

El cachorro levanto sus orejas de golpe ante el escalofriante dibujo

- Wow, eso si da miedo – comento sorprendido por la ilustración

En ella se veía una persona rodeada por una sombra negra, daba la sensación de ser perseguido constantemente por la muerte

- Es horrible…– exclamo el tigre con una pequeña sonrisa. Chuuya parecía creerle sobre esas sombras

- ¿Sabes que es? – pregunto el niño sin dejar de mirar el escalofriante dibujo

- KunikidaKunikida-san dice que es la oscuridad en las almas de las personas – susurro este como si fuera un secreto

Chuuya lo miro sorprendido ¿Se podía ver la oscuridad de un alma?

- ¿Eso tiene mi tío Mori y mi tío Fukuzawa?

Atsushi asintió con rapidez. Era lo que había visto, y lo asusto mucho. Por que los susurros de esas sombras eran terroríficos…aunque

- No…eran solo oscuro…había un poco de luz - Atsushi pensó en la luz que parecían compartirse mutuamente

Chuuya pensó en ello con confusión ¿Cómo se vuelve un alma oscura, pero al mismo tiempo no lo es? No podía comprenderlo

-  Eres extraño - el pelirrojo lo dijo sonriente. No le molestaba el que fuera tan extraño

El tigre blanco bajo la mirada deprimido

- Lo siento....Yo...si...soy extraño... ¿Es malo que sea extraño? - parecía asustado de la respuesta que le pudieran dar

- Claro que no- se señaló las orejas- ¿Crees que soy extraño por no poder esconderlas?

Atsushi negó con la cabeza

- No habían pensado en eso – dijo Atsushi con sinceridad, simplemente asumió que era algo normal

Chuuya la sonrió feliz ante eso. Normal, el era normal, no era desagradable de escuchar

- ¿Quieres jugar con los bloques para construir? – pregunto el pelirrojo feliz por haberse acercado un poco mas al niño frente a el

Atsushi asintió alegre. Por primera vez en mucho tiempo se sentía cómodo al lado de una persona que no fuera Kunikida

Jugaron toda la tarde, como dos niños que nunca había sufrido nada. Fue un día divertido para ambos

Atsushi se levantó en la madrugada, tenia mucha sed. No era extraño que se levantara en medio de la noche para beber algo. Aunque Kunikida siempre lo regañaba por ello, sobre todo porque en el proceso lo despertaba a él y eso lo sacaba de su: "Horario". Al menos ahora no podría regañarlo, no cuando estaba en una habitación para el solo

Kunikida le había explicado horas antes que no podrían regresar ese día a su casa porque aún quedaban temas que tratar con Mori. Así que se le entrego esa habitación para que descansara

No sabía dónde estaba la cocina…y le daba miedo caminar solo en ese lugar tan desconocido

Dudo un poco, pero decidió despertar a Chuuya para que lo ayudara

Se bajo de la cama con dificultad por su pequeño tamaño. Abrió la puerta, asomando primero su cabeza para ver si había alguien despierto. Aunque lo único que vislumbro fue el largo pasillo que para su joven mente era interminable, al menos estaba alumbrada por el brillo de la luna.

Cerro la puerta a su espalda con suavidad, no debía molestar a nadie. La verdad el pequeño niño ya se sentía culpable por despertar a su amigo, pero si no bebía agua sentía que no iba a poder volver a dormir

Según recordaba la habitación de Chuuya era la segunda del pasillo

Atsushi se dirigió hacia esa puerta en específico, esperaba que Chuuya no se enojara con el

No había avanzado mucho, no cuando daba pasos cortos, cuando su mente se llenó de gritos llenos de terror. Se cubrió los oídos, cerrando los ojos con fuerza.

Cállense…cállense…cállense” – era lo único que podía decirse a si mismo para que estas se callaran

Se escucharon pasos tranquilos a lo largo del oscuro pasillo. El niño quito las manos de sus oídos ¿Quién era el que llevaba una sombra tan dolorosa?

Atsushi no vislumbro nada al girarse, pero los pasos se seguían escuchando.

-... ¿Hola? - el susurro del pequeño tigre se escuchó como un eco a lo largo del pasillo sin recibir respuesta alguna. Realmente esperaba que fuera Chuuya

Entonces Atsushi lo vio. El hombre que se acercaba por el pasillo era aún más escalofriante que cualquier otra persona que hubiera visto. Comenzó a temblar nuevamente, ese color negro que ahora veía no podía compararlo al negro de Mori y Fukuzawa. El de ellos al menos tenía un poco de luz que compartían. Pero mirar a este sujeto era ver un pozo negro que no parecía tener fin

Se sintió mareado.

El sujeto se detuvo y lo miro con frialdad. No había emociones en esa mirada. El pequeño tigre se estremeció ante el frio que se comenzó a sentir en el pasillo

- ¿Por qué hay un niño aquí? – comento este observando fijamente a Atsushi

El niño se cubrió la boca aterrado para no gritar. Sus ojos no podían creer lo que estaba viendo. Aun así, se escucho la palabra “vampiro” contra su mano

Dazai sonrió, aunque la sonrisa no llegaba a sus ojos. El niño sintió el peligro más que nunca, dio un paso hacia atrás ¿No era refrescante que la primera reacción de un niño al verlo fuera miedo? Lo mas normal era que tuvieran una reacción de rechazo y desprecio producto de las enseñanzas de los cambiantes

Atsushi se sujetó de la pared cuando sus piernas le comenzaron a fallar por el miedo. Sus orejas y cola surgieron por tercera vez en el día. Ya estaba harto, este lugar era peligroso.

En todo momento sus ojos no se enfocaban en Dazai, sino que miraba de un lado a otro a su espalda

- Hay un pequeño tigre mirando algo que no debe - canturreo Dazai al notar la mirada de Atsushi sobre él - ¿Qué tal si alejas la mirada de eso? Sólo te consumirá

Atsushi lo miro sorprendido. ¿Como sabía lo que sus ojos analizaban? Ni el mismo comprendía bien su habilidad

- No eres el primer tigre blanco que me choco- mi mirada de duda de Atsushi era demasiado obvia. El niño se sobresaltó de nuevo ante su deducción clara - Aunque... - continuo Dazai- si el más joven ¿Cuantos años tienes?

Atsushi no podía hablar del miedo que estaba sintiendo

- No controlas bien tus poderes, así que apostaría ¿Cinco? ¿Siete años?

- Seis…años – susurro Atsushi al ver que sujeto no lo dejaría en paz. Quería huir, pero sus piernas no se movían

Dazai no dejaba de analizar al niño. Una sonrisa apática apareció en sus labios

- Debió dolerte mucho – el comentario en si no tenia significado para nadie, pero Atsushi comenzó a temblar- De todos modos, te aconsejo que no mires esa sombra a mi alrededor o te matara

Atsushi trago con fuerza ¿Como podía no mirar una sombra que se apoderaba de todo el pasillo?

Quería gritar y llorar. Era desesperante estar cerca de esta persona. Dazai intento continuar caminando por le pasillo ignorando al niño, Atsushi no se tomó bien la cercanía. Su pecho se comenzó a apretar teniendo dificultades para respirar, la sombra lo estaba rodeando

- No me toque...- comento el pequeño tigre, aunque más que una amenaza sonó como ruego desesperado. El castaño no había hecho ningún gesto de tocarlo, pero Atsushi lo dijo como advertencia a cualquier posible ataque

Su respiración era cada vez más agitada. Dazai tenía que alejarse de él antes de que lo matara, pero el castaño miraba interesado sus reacciones. No era preocupación, era el interés de un científico en objeto sin vida

- ¿Puedes oírlo? - le comento sin quitar su mirada del niño.

- Están gritando...- murmuro el niño aterrado

Dazai realmente quería hacer algo respecto a ese poder tan molesto. Así que le mantuvo la mirada al niño

- ¿No te gustaría despertar el resto de tus habilidades? - El tigre negó con la cabeza aterrado. Pero Dazai lo ignoro, estirando su mano hacia el niño – Te ayudare, tu encárgate de no gritar

Atsushi cerro los ojos con fuerza, recordando todo lo que le tuvieron que hacer para que pudiera ver las sombras de las personas. Iba a doler…

- ¿Dazai? -un murmullo sorprendido se escuchó a lo largo del pasillo

De golpe los gritos que había estado escuchando Atsushi en la presencia de Dazai se detuvieron. El ambiente perdió su frialdad y la oscuridad poco a poco se retiró al interior del castaño

- Siento la demora, Chuuya – respondió este con una voz completamente diferente a la que había estado usando con Atsushi. Era un tono lleno de cariño

El cachorro se mordió el labio al ver al vampiro. Había muchas cosas que quería decirle, pero primero lo primero

- ¿Atsushi está bien? – pregunto el cachorro acercándose a ambos

- ¿Lo conoces?

- Es mi amigo – dijo Chuuya sonriente agarrando de la mano a Dazai.

Ese simple gesto calmo la ira que se había acumulado los últimos días en él. Las emociones poco a poco regresaron a su sistema. Eso es lo que el cachorro lograba hacer por él.

El vampiro debía admitir que su temperamento últimamente era algo horrible de presenciar

- No le tienes que hacer daño, Dazai- el pelirrojo mirando fijamente los ojos del vampiro mientras decía eso

- Solo conversaba con él, pero, parece ser que se asusta con facilidad – a continuación, miro al tigre a los ojos con una sonrisa - ¿Verdad, Atsushi-kun?

Fue una amenaza fácil de percibir para el pequeño tigre, una que le advertía que no le dijera ni una sola palabra a nadie nunca. Atsushi asintió apresurado

- Yo esto…¡Estoy bien! – gimoteo tomando firmeza en su paso. El no escuchar los gritos y que la sombra se hubiera escondió lo ayudaba – Regresare…a la cama, buenas noches…

Se alejo corriendo por el pasillo, cerrando rápidamente la puerta de su habitación. Su mente no lograba comprender del todo lo que había sucedido en ese pasillo

Gracias por leer 💖💖 mañana subo la continuación de esto, que me dio sueñito para editar el otro cap💖💖💖😘😘😘😘

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