Capítulo 16: Entrenamiento
Fukuzawa miro a su compañero sin expresión. A lo largo de los años se había acostumbrado a ver sus distintas facetas, pero era la primera vez que lo veía tan descuidado. Se acerco a Mori, acariciando con suavidad su cabello. Intentando despertarlo, este se removió ante el gesto, pero mantuvo la respiración regulada, sin mostrar signos de querer despertar
- Creo que tío Mori esta cansado – anuncio una pequeña voz, bajo la mirada para mirar a Chuuya, este tenía el cabello revuelto y aun no se quitaba su piyama. El cachorro traía en su mano un vaso con agua. Había aparecido a su costado silenciosamente, seguramente lo había escuchado llegar. Esas orejas en su cabeza no estaban de adorno.
- ¿Cansado?
Fukuzawa regreso la vista a su compañero recostado en medio del pasillo. No parecía que fuera a despertar en cualquier momento.
Chuuya se sentó al lado de Mori, moviéndolo con su mano. Luego miro nuevamente a su tío
- Muy muy cansado
Fukuzawa sintió de inmediato el remordimiento en la voz de Chuuya. Era algo extraño de escuchar en un niño tan pequeño.
- ¿Cómo ocurrió esto?
Chuuya miro hacia el techo, con el ceño fruncido por su intento de recordar. Luego se encogió de hombros
- Cuando desperté ya estaba aquí, no pude despertarlo, así que… – levanto el vaso con agua- Pensaba tirarle esto
El lobo plateado miro algo consternado esa respuesta del niño
- ¿No sería mejor dejarlo dormir?
El cachorro asintió
- Intente llevarlo a la habitación, pero pesa mucho – explico este, mientras buscaba en los bolsillos de su piyama – Entonces encontré esto
Extendió un papel arrugado hacia Fukuzawa.
Al extenderlo apareció un simple mensaje:
“Tengo una reunión temprano Fukuzawa-dono, busca el modo de despertarme”
- Este mensaje es para mí – comento este mirando a su sobrino por ley. Chuuya miro el suelo ante eso, sus orejas parecían moverse incomodas
- Es que tenía hambre y no alcanzaba el estante de los cereales– murmuro este avergonzado
- Entonces no podíamos hacer nada
Chuuya levanto la vista sonriendo algo mas calmado. Realmente había dado todo de si mismo por alcanzar los estantes altos, pero no había llegado a tocar la manija.
- ¿Despertamos a Tío Mori?
- No es necesario – con suavidad quito el vaso con agua de la mano del niño, dejándolo en el suelo
- ¿Y su reunión?
- Ya me encargaré de eso
Agarro a Mori en brazos sin dificultad, recostándolo en la cama. No recibió respuesta de este, ya se estaba empezando a preocupar
- ¿Por qué no vas a cambiarte de ropa mientras despierto a tu tío?
Chuuya asintió con la cabeza, antes de alejarse corriendo hacia su habitación.
Fukuzawa suspiro. Pensando en que hacer en la situación actual, seguro su compañero había llegado al limite respecto a cuánto tiempo podía soportar sin dormir. Aun así, era extraño para alguien con un lobo arisco con los ruidos. Quizás era porque confiaba en que solo era un niño y su compañero en la casa
- ¿Fukuzawa-dono? – mientras estaba perdido en sus pensamientos Mori había abierto los ojos. Unas grandes ojeras destacaban en su pálida piel- ¿A qué debo tu visita en estas horas de la madrugada?
- 11 am – espeto el lobo plateado sin cambiar la expresión serena en su rostro
Mori parpadeo por la sorpresa de esa respuesta
- ¿A qué viene esa broma? No es propio de mi compañero
Fukuzawa levanto su teléfono para mostrar la hora como prueba
- ¿Qué paso con la reunión?
- Se llevo a cabo sin mayores problemas
- Gracias, Fukuzawa-dono – sabia que su compañero se había hecho cargo en su lugar
Mori suspiro agotado. Queriendo seguir durmiendo, anoche había intentado por todos los medios contactar con su hermana, pero no hubo forma de establecer la conexión con ella. Debió sospechar que había algo extraño cuando no llamo a Chuuya cuando desapareció. En ese momento había estado mas preocupado por recuperar al cachorro que por una llamada que no llego. ¿Qué le habría ocurrido? Sabia que Kouyou estaba en una misión algo complicada, pero no le pareció que fuera mayor problema para una mujer tan poderosa, además, su hermana amaba a su hijo, no había día que no llamara para saber cómo estaba, pero, esta vez no había llamado. Tenia que investigar el asunto con más seriedad
Antes de que Fukuzawa preguntara por la expresión seria de su compañero, se escucharon pasos apresurados hacia la habitación. Pasos que casi tropezaron en un momento
- ¡Ya me vestí! ¿Podemos comer cereales, tío? - Chuuya apareció en el marco de la puerta. Abrió los ojos sorprendido al ver a Mori despierto
- Buenos días, Chuuya-kun – comento este incorporándose a una posición sentada
- Hola tío– el cachorro tenia una mirada preocupada, el que su tío no despertara era realmente que no veía seguido - ¿Esta bien?
- Si, solo tenía sueño – comento este con una sonrisa calmada para el niño, este se la regreso con confianza- ¿Por qué no van a comer algo? Tengo que alistarme – Mori miro a su Fukuzawa al decir esto
- ¿Por qué? – Mori comprendió que la pregunta no era sobre ir a comer
- Tengo otra reunión – bostezo al decir eso. Era una que tenia que tener si o si, sus aliados no podían esperar, se alegraba de haber despertado antes de la hora anunciada, aun tenia dos horas para prepararse. Luego intentaría volver a contactar con su hermana, no podía dejar el tema del cachorro sin solucionar.
Miro fijamente al niño, las ojeras habían bajado un poco en tamaño, pero se seguía viendo agotado. El cachorro al sentir la mirada de su tío sobre él, le frunció el ceño sin comprender porque lo miraba así. ¿Estará enojado porque intento tirarle agua? Quizás debía explicarse antes de que lo regañara
- Puedo encargarme de eso por ti – ese comentario de Fukuzawa interrumpió las miradas del pelinegro y Chuuya
Mori enfocó su mirada en su compañero con una sonrisa traviesa. Fukuzawa suspiro. Sabía que esa expresión venía a acompañada de algún comentario mal intencionado
- Chuuya está en la habitación - espeto el lobo plateado evitando algún comentario de Mori
Ante la mención de su nombre el cachorro miro a los a dos adultos completamente concentrado
- Puedo salir y volver después- comento este finalmente. Quizás tenían que hablar cosas importantes
- No es necesario, Chuuya-kun - Anunció Mori sentándose en el borde de la cama. Estirándose con cansancio- Y, Fukuzawa-dono, aunque tu oferta es demasiado tentadora tengo que atender esta reunión, aunque si podrías ayudarme con algo
- ¿Qué cosa?
Mori volvió a bostezar. Se veía realmente cansado.
- Mantén entretenido a Chuuya-kun, se aburrirá en una reunión de adultos- dicho esto se dirigió a la ducha. Dejando a los dos cambiantes solos en la habitación
Ambos se miraron algo extrañados. No habían estado solos desde hace algún tiempo, Fukuzawa no había tenido la oportunidad de hablar con el cachorro luego de incidente que había ocurrido
- ¿Y qué hacemos? – pregunto el niño. Parecía realmente nervioso ante la posibilidad de moverse de la casa.
Fukuzawa tenía un rostro extrañamente serio. Casi podía decirse que su rostro demostraba un gran enojo.
El cachorro pasaba su peso de un pie a otro. Quizás su tío si estaba enojado por lo que había ocurrido
Aunque esto no era cierto, Fukuzawa solo estaba nervioso ante lo que podrían hacer.
Había pensado en llevarlo con Ranpo para que compartieron un poco de tiempo juntos, pero desde que confiscó sus dulces se reveló y no se le ha vuelto a ver
Aunque había anunciado que si le devolvían el triple de dulces que los que había escondido regresaría.
Suspiro cansado. Sabía que iba a terminar por llenar el almacén. No era algo factible perder a Ranpo durante mucho tiempo. Le podían hacer algo debido a sus habilidades
....
Retiraba lo dicho, el peligro aquí era Ranpo, no se imaginaba en los problemas en los que se podía involucrar
....
Iba a rellenar el almacén a penas se desocupará
- ¿Qué quieres hacer? - pregunto Fukuzawa finalmente.
Chuuya pareció pensarlo, se le notaba extrañamente nervioso
- No quiero salir de la casa – susurro con una extraña seriedad – Cualquier cosa que no me haga salir de la casa
Ante la extraña petición el lobo plateado frunció el ceño. Eso era nuevo en el niño
- Cualquier cosa mientras sea en la casa – repitió el adulto, Chuuya asintió
Bien, eso le dejaba la elección a Fukuzawa.
El cachorro cayó al suelo con quejido, soltando la espada de entrenamiento que sostenía en sus manos. Miro con el ceño fruncido a su tío
- Eso dolió
Quizás fue mala idea dejar elegir a su tío un juego. Al menos había podido desayunar
- Levanta la espada, Chuuya
El cachorro se quejó exhausto desde su posición en el suelo. Fukuzawa lo había convencido de salir al patio, pero lo suficientemente cerca de la casa para que el niño no entrara en pánico
Llevaban casi dos horas en este entrenamiento improvisado que consistía en caídas del cachorro por no poder vencer a Fukuzawa.
Si tan solo supiera que el adulto estaba controlando su fuerza
- Arriba - insistió el cambiante
El cachorro se levantó con las piernas temblando por el cansancio. Recogiendo la espada en el proceso.
- Ahora intenta aplicar lo que te enseñé
El niño lo hizo con destreza siendo vencido a los pocos minutos. Puede que pareciera un ejercicio increíblemente difícil, pero Chuuya mantuvo una sonrisa divertida en todo momento. A el niño le gustaba entrenar con su tío y gracias a esto su mente se logró distraer de los múltiples pensamientos que lo atormentaban últimamente
- Cuando vuelvas a tener problemas solo hace lo que te enseñé- comento algo orgulloso Fukuzawa. Desde que lo comenzó a entrenar hace algunos meses supo que el talento en estos aspectos era innato en el pequeño. Sin duda sería una fuerza para tener en cuenta si continuaba mejorando como ahora
- Si tío - Chuuya le sonrió emocionado dejándose caer en el pasto por el cansancio. Era divertido entrenar, realmente era algo que disfrutaba
Fukuzawa noto que el cachorro estaba mucho mas relajado que cuando lo encontró en la mañana
- ¿Alguna razón para que no quieras salir de la casa?
Chuuya alzo la vista del suelo para mirar a su tío Fukuzawa. El silencio continuo por uno buen rato. Pero Fukuzawa espero con paciencia a que el niño admitiera su problema
- Dazai no me encontrara si me muevo – comento el cachorro sentándose con las piernas cruzadas – Quiero verlo
Fukuzawa lo miro fijamente, sin cambiar su expresión en ningún momento. ¿Por qué Chuuya estaba tan unido a ese vampiro? No era normal…a menos que
- ¿Bebiste de su sangre? – pregunto Fukuzawa sin tapujos. Esa era la principal razón por la que se crearía un vínculo tan fuerte entre el niño y el vampiro
- Dazai dijo que no – respondió el cachorro confundido por la pregunta
El lobo plateado se quito ese peso de encima, le creía al niño, no había mentira en su respuesta. Eso solo dejaba la segunda opción, el tiempo que pasaban el uno al lado del otro había comenzado el vinculo sin que ninguno de los dos lo quisiera y eso solo pasaba… entre compañeros
Suspiro. Así que realmente eran compañeros
- ¿Por qué Dazai no habrá venido? – el cachorro tenia el rostro lleno de tristeza
Fukuzawa alejo la mirada del niño, no sabría cómo explicarle eso sin asustarlo. Teniendo en cuenta el vinculo que se había generado entre los dos y las heridas que le había causado al vampiro. Seguro estaba en un estado sumamente peligroso…especialmente para Chuuya, la sed no sería algo fácil de controlar…
En estos momento el pequeño niño era la mayor debilidad que existía para los vampiros ¿Cómo deberían proceder con esa información?
- Vendrá – comento Fukuzawa en cambio- Y cuando venga te vera triste y con ojeras en tus ojos
Chuuya lo miro angustiado
- Se preocupará – susurro este ante lo que dijo su tío. No podía hacer eso… tenía que ponerse bien…
Se mordió el labio nervioso. Pero no había logrado dormir, quizás si viera un poco a su amigo…solo un poco
Antes de que pudiera continuar con la conversación, Fukuzawa lanzo su espada con precisión contra uno de los pilares que daban al patio de la casa. Chuuya levanto sus orejas ante el ruido del metal atravesando el mármol. Miro nervioso hacia el lugar en que su tío había apuntado. ¿Había peligro de nuevo?
Un quejido asustado se escuchó desde detrás del pilar, dejando a la vista al intruso en el patio
- Es un niño – dijo Chuuya con extrañeza. Lo dijo como si no reconociera que el también era un niño
Fukuzawa evaluó al intruso, haciendo una mueca que para los demás podría parecer la expresión de alguien a punto de atacar. Pero era solo arrepentimiento por haber actuado precipitadamente contra un cachorro.
- ¿Quién eres? – preguntó el adulto intentando ser suave pero no lográndolo.
El niño en cuestión lo miro aterrado antes de comenzar a llorar. Fukuzawa lo miro sin saber que hacer, esto era algo que no le había sucedido antes
Gracias por leer XD
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