Capítulo 15: Vino
- Chuuya, tranquilo, tranquilo – Mori movió al niño que gritaba entre sueños, esta ya era la tercera noche desde que había regresado y las pesadillas no parecían querer dejarlo ir.
El cachorro abrió los ojos por el movimiento, el miedo se reflejaba en estos, pero aun así hizo una expresión de confusión
- ¿Tío Mori? ¿Por qué me despierta? – comento refregándose los ojos por el cansancio. Lo cual hizo evidente las ojeras en su pequeño rostro. Era extraño ver a un niño con ojeras tan remarcadas, aunque para el pelirrojo no era algo de lo cual extrañarse teniendo en cuenta que casi no dormía de la intranquilidad que existía en sus sueños.
- Tenias otra pesadilla – Mori le sonrió con suavidad - ¿Quieres decirme de que trataba?
Chuuya negó con la cabeza. Buscando casi inconscientemente el conejo con sus manos para abrazarlo. Este gesto no pasó desapercibido para Mori.
Habían intentado pasarle otros peluches, pero el niño no generaba el mismo apego que con su juguete perdido
- No puedo dormir, lo he intentado tío – murmuro el niño mirando hacia la ventana, la noche aún no se marchaba
Chuuya apretó las sabanas por la frustración. No recordaba lo que soñaba, era más una sensación de estar sumergido en agua sin poder moverse, ni pedía ayuda, hasta que sus pulmones colapsaban por la falta de aire. Quizás por eso gritaba en la realidad, un grito desesperado por poder respirar
Miro nervioso a su tío, no quería quedarse solo pero tampoco quería admitir que tenia miedo. Nunca sentía miedo, esto era solo por ahora
- ¿Hoy tampoco dormiremos, sobrino? Entonces vamos a comer a la cocina – Mori incorporo al pelirrojo para que estuviera sentado en el borde de la cama. Miro alrededor de la habitación hasta dar con las pantuflas del niño- ¿Qué tal un vaso de leche para ti y una botella de vino para mí?
- Dijiste que no debía comer de noche o me enfermaría
- Podemos hacer una excepción - Coloco las pantuflas en los pies del niño, este lo miraba entre bostezos
- Tío Mori, si quieres puedes ir a dormir – el pequeño sabia lo ocupado que estaba su tío, aun así, siempre que tenia una pesadilla este se despertaba – Yo iré mas ratito
- Ya dormí bastante, Chuuya-kun – anuncio este mirando el reloj en su muñeca- Me acosté a las 01:13 y son casi las 5 de la mañana, es mas de lo que acostumbro a dormir
Era una mentira, la hora marcaba las 3:45 de la madrugada. Pero no se iba acostar a descansar mientras su sobrino estaba aterrado en su habitación
Ambos bajaron las escaleras hasta llegar a la cocina. Hacia frio debido a la hora en que se habían levantado, Mori había regulado su temperatura de inmediato pero el cachorro comenzó a temblar por la sensación
- No queremos que pesques otro resfriado, Chuuya-kun – anuncio el pelinegro mientras encendía la calefacción. Había sido instaladas a penas llego el pequeño. De ese modo podía andar con más libertar por la casa
Mori prendió las luces buscando en el refrigerador la bebida para Chuuya
- ¿Frutilla, Chocolate o Vainilla? – comento Mori mirando de reojo al niño que ya se había sentado en una de las sillas que estaban en la encimera
Este alzo sus orejas por la pregunta, era una gran decisión para el cachorro
- Hoy quiero de vainilla – anuncio este con el ceño fruncido por la concentración
Mori asintió
- Buena decisión – coloco un vaso frente al niño llenándolo hasta arriba con la leche que había seleccionado. El cachorro le sonrió con alegría. Ayer había sido leche de frutilla, era el turno de la vainilla
El pelinegro se sentó frente al niño con un vaso de vino para él. Había estado al lado del niño en estas tres noches, pero en ninguna de las tres noches había querido contar lo que había sucedido, por no hablar que el vampiro no había vuelto a aparecer desde ese día.
No podía ignorar el hecho de que Chuuya pasaba mas tiempo sentado en el porche mirando hacia el bosque que haciendo cualquier otra actividad. Y lo mas preocupante es que nunca se alejaba más allá del porche, no importaba lo mucho que le insistieran, él se mantenía en ese lugar
- ¿Tío? – Mori de inmediato miro al pequeño que lo miraba con confusión
- Disculpa, estaba perdido en mi mente ¿Qué me decías?
- ¿No hay dulces? – pregunto este bebiendo un trago de la leche con vainilla- La leche sabe mas rico con duces – comento este con una sonrisa
El pelinegro pensó en ello. Si, tenían dulces de sobra, Fukuzawa había llegado con una gran cantidad de ellos un día después de que Chuuya llegara. Dijo que los había encontrado en el camino.
Tenia seria dudas sobre ese argumento
- Creo que quedan galletas – comento Mori buscando en la alacena, sacando un paquete de estas – Toma, no comas tantas o se te caerán los dientes
Chuuya asintió feliz, llevando dos galletas de una sola vez a su boca con su cola moviéndose de un lado a otro de la felicidad.
Mori lo observaba con atención, el niño se negaba a hablar ¿Quizás estaba apresurando demasiado las cosas? Fukuzawa le había dicho que le diera su espacio, después de todo era solo un niño, a veces olvidaba ese hecho. Sobre todo, por la mirada madura que solía tener Chuuya al enfrentar situaciones
Suspiro con cansancio. Tenia que tomar una decisión respecto al tema que habían estado ignorando desde hace días ¿Por qué? ¿Porque un vampiro tenia que ser el compañero de su sobrino? ¿Qué clase de broma estaba jugando el destino? Y, sobre todo, Chuuya era tan pequeño
Se tapo el rostro con frustración ¿Cómo debía intervenir en este caso?
- ¿Tío? – Chuuya lo miraba confundido, era extraño ver a su tío tan nervioso en su presencia, siempre parecía tener una actitud seria
Mori lo miró fijamente
- ¿Qué opinas de los vampiros, Chuuya-kun?
El niño se mordió el labio sin querer ante eso, recordando lo que había ocurrido la ultima vez que había hablado algo al respecto
- ¿Puedo mentir? – pregunto en cambio con completa seriedad
- No – espeto Mori con una ceja alzada ante la pregunta del niño
- Yo…– anuncio este mordisqueando una galleta sin mirar a su tío- No sé qué decir
- ¿No quieres decir nada?
El cachorro levanto un poco la mirada. Los vampiros eran distintos, pero no por eso eran malos ¿Su tío se enojaría si decía eso? No debía decir esas cosas. Pero su tío estaba esperando una respuesta
- Hay vampiros malos, muy malos – susurro finalmente Chuuya recordando las palabras que le había dicho Dazai hace algún tiempo- Pero…también hay vampiros buenos
Mori parpadeo ante esa respuesta
- No hay vampiros buenos – comento intentando mantener la voz en calma, Chuuya negó con la cabeza ante esa respuesta, parecía un poco incomodo al hablar sobre esto, sobre todo por toda la educación que había recibido
- Tío ¿Todos los cambiaformas son buenos? – pregunto con una sonrisa algo triste
Mori estaba algo sorprendido ante esa repuesta. No podía decir que si, era imposible que toda una raza fuera buena. En simples palabras no había modo de responder, no cuando su sobrino había experimentado de primera mano lo que era ser odiado por su propia raza
- También hay vampiros buenos – comento el pequeño algo alegre al ver que su tío realmente estaba pensando la respuesta
Mori no podía procesar esa opinión, no quería responder lo que tanto anhelaba al pequeño. Chuuya aun no comprendía las consecuencias de lo que estaba diciendo.
Era hora de cambiar el trma
- Chuuya-kun ¿Por qué no quieres salir de la casa?
Ante esa pregunta el cachorro perdió la sonrisa dejando caer la galleta que tenia en su mano al piso. Bajo la mirada con tristeza, su cola se había detenido por completo
- No quiero salir aun – susurro luego de unos segundos, sin levantar la mirada – Tengo que estar aquí
Mori lamento haberlo preguntado, sobre todo por la forma en que el niño estaba actuando
- Esta bien, Chuuya-kun- dijo acercándole el paquete de las galletas y el vaso de leche - ¿Por qué no te las comes antes de que se vayan volando?
Chuuya le sonrió levantando por fin la mirada
- No se irán volando – aun así, tomo las galletas volviendo a comerlas, pero en silencio, casi perdido en sus pensamientos.
Mori lo miraba con atención, levantando por fin su vaso con vino que había dejado olvidada en la encimera. Aunque cuando la bebió encontró que el sabor era dulce, parecido a la vainilla. ¿Desde cuando tomaba este tipo de vino?
Sorprendido miro el vaso que tenía en la mano. Era el vaso con leche, ¿No le había acercado ese vaso hace solo un segundo? Esperando que en realidad se hubiera equivocado y servido dos vasos con leche, miro al niño, el cual bebía del vaso con vino, dejándolo de golpe en la mesa para mirarlo con una mueca de desagrado
- Amargo – anuncio el cachorro sacando la lengua por lo fuerte del alcohol que se sentía en sus papilas gustativas- Esta leche esta mala, Tío Mori
El pelinegro lo miro en Shock, no, no le paso vino a su sobrino de ocho años. Observo consternado como el niño volvía a beber otro trago con curiosidad por el sabor, reaccionado se lo quito de las manos.
- Chuuya-kun, tienes razón, la leche esta mala, hay que botarla – comento dejando el sujetando el vaso lejos del cachorro, el cual ahora tenia su mentón apoyado en la mesa con el rostro sospechosamente sonrojado - ¿Estas bien, Chuuya-kun?
El pelinegro hizo una mueca cuando el cachorro comenzó a hipar debido al alcohol. El pequeño lo miro con sus ojos azules aguados por las lágrimas, negando con la cabeza.
- Lo siento, no volveré a servirte ese sabor de leche – espeto Mori al ver que su sobrino estaba a punto de llorar
- Hip…- el niño volvió negar con la cabeza entre hipos, apoyando su cabeza del todo en la encimera. Parecía que quería decir algo, pero se contenía con todas sus fuerzas
- Vamos a acostarte – comento Mori levantándose de la silla, pero deteniéndose de golpe al escuchar las palabras que el niño murmuraba
- ¿Por qué no ha venido Dazai? – susurro este sin mirarlo, recostándose cada vez más en la mesa
Mori apretó la mandíbula con cada palabra que salía del pequeño. Innumerables muertes pasaron por su mente ante el solo nombre de ese vampiro. No eran crímenes que pudiera perdonar
- No lo menciones, no es alguien que quiera escuchar – gruño molesto a su sobrino. Apretó la mano sobre el vaso que tenía en la mano
Chuuya sintió de inmediato el cambio en al ambiente. Se sentía mareado, pero levanto la mirada para mirar a su tío, el cual buscaba la completa obediencia de parte del cachorro.
Chuuya no comprendía del todo la petición. Pero estaba demasiado cansado para pedir una explicación, simplemente se apoyo mejor para poder dormir.
Mori cerro los ojos, calmándose poco a poco. Sabía que la situación actual no era algo que el tuviera que manejar. No cuando el odio no abandonaba sus decisiones, esta no era una batalla que fuera a hacer objetivamente. No era algo que pudiera tratar sin actuar con violencia
Saco el teléfono de su bolsillo
Era hora de hacer lo que había evitado con todas sus fuerzas…Informar a su hermana
Gracias por leer 💖💖💖💖
Wey, ¿A ustedes le salía mi historia? A mi me salia:
Tu no has escrito nada, mentirosa
Kajakaka broma, pero si me salia que no había escrito ninguna historia 😞😞😞😞😞😱 casi me da un infarto, no tengo respaldo de todas mis historias porque escribo en el celu asi que ver eso casi me mata
Me comunique con Wattpad y me dijeron que esperará....
Y eso hice, espere...
Asi que...
Ya las recupere! Si pasan por ese susto la solución es ESPERAR, tarde o temprano las devuelven, la pregunta es:
¿Porque se banearon mis historias?
¿Fui reportada? ¿Fue mi presidente? Me inclino por mi gobierno
Hay que revelarnos!!😂😂😂😂
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