Capitulo 13: Flores

Chuuya miraba encantado el lado del bosque que Dazai le enseñaba. La luna parecía brillas más que nunca lo cual provocaba que todo el lugar estuviera alumbrado con una capa de brillo plateado, era algo que parecía mágico a los ojos del niño. Miro el rostro de Dazai con una sonrisa, lo había salvado. Este vampiro ya era preciado para él, pero ahora se había convertido en algo que no quería perder nunca

- Gracias – le susurro a Dazai con cariño, no había dicho esas palabras cuando despertó

- ¿A qué debo esa gratitud?

- Me salvaste – le susurro este con los ojos brillantes en agradecimiento – Y me quitaste el dolor

- De nada, pero no vuelvas a ponerte en peligro

- ¿No irías por mí? – pregunto el niño con curiosidad

- Iría, pero me encargaría de encerrarte en una caja con muchos candados en una habitación hecha de metal

Chuuya se imagino la caja que le describía el castaño. Hizo una mueca por la imagen que le llego

- No podría respirar

- Dejaría entrar aire de vez en cuando – argumento el castaño

- Entonces, está bien

Chuuya lo acepto como si no fuera una idea bastante psicópata. Dazai sonrió para si mismo, en un futuro se lo recordaría. El pequeño se quedo en silencio unos segundos antes de volver a hablar

- ¿No te gustaría salir al sol?

Dazai levanto una ceja ante esa pregunta, la mente de Chuuya siempre funcionaba demasiado rápido. Casi como si las preguntas se fueran acumulando en su cabecita hasta que el almacenamiento colapsara

- Me quemaría, Chuuya – respondió este pasándolo a su otro brazo

- ¿Pero si no te quemaras?

-Es una pregunta difícil, cachorro – respondió este con sinceridad – Porque no puedo permitirme soñar con algo que es imposible de lograr

El niño le acaricio el rostro como consuelo. Dazai parecía extrañamente triste, no había querido que su pregunta lo lastimara

- Yo te contare como el sol, Dazai, para que puedas conocerlo – la motivación surgió en sus ojos

Mientras caminaba hacia donde estaban las magnolias escucho al cachorro parlotear sobre cómo era la estrella, desde sus colores hasta que nunca se debía tocar con las manos.

Entonces a la vista de ambos aparecieron las flores blancas que Dazai le había contado. Estaban a unos metros de estas, pero se notaba que eran muy grandes y hermosas, sobre todo por el brillo que les daba la luz de la luna. Chuuya las miro emocionado

- ¡Pensé que eran flores! – espeto a Dazai con su cola moviéndose emocionada.

- Son flores - Miro las magnolias que el niño le señalaba con emocion

- ¡Salen de un árbol! ¡Eso las hace fruta! – argumento este al ver los árboles llenos de flores blancas, él se había imaginado que eran flores que crecían del suelo, como todas las flores que había visto.

El castaño miro confundido por esa lógica. Aunque quizás si las probaban podían saber a fruta ¿Debería darle una a Chuuya para que las pruebe?...

- Es una flor que sale del árbol – dijo finalmente Dazai abandonando su idea tan rápido como apareció. Chuuya acomodo la información rápidamente, la emoción solo lo hacía querer correr hacia estas

- ¿Puedo ir al árbol? – pregunto con una gran sonrisa

Dazai lo coloco en el suelo luego de esta pregunta. El niño de inmediato corrió hacia uno de los árboles, entonces noto que las flores igual estaban en el suelo. Parecía nieve.

- ¿Esas crecen en el suelo? – le pregunto a Dazai cuando este se acerco

- Esas cayeron del árbol

Efectivamente las flores que cubrían el suelo eran solo las que el viento había botado. Aunque eso había ayudado a que las vista solo se viera increíble

Dazai levanto una mano y con facilidad quito una flor del árbol, una que el viento aun no golpeaba con fuerza.

- Toma, Chuuya, un regalo – le dijo colocándola en las manos del niño.

La flor era tan grande que el único modo en que el pequeño pudo tomarla fue al juntar sus dos manos. Chuuya estaba fascinado por el tamaño, nunca había visto una flor tan grande. Toco uno de los pétalos con cuidado de no romperla, pensando en la historia que Dazai le había contado.

Levanto la vista con una gran sonrisa para el castaño

- Yo se porque la flor sale de un árbol – anuncio el pequeño sentándose en el suelo, Dazai miraba encantado como el niño resaltaba con todo el color blanco a su alrededor. Si, su compañero era el más hermoso

- ¿Por qué?

- El amor de la mujer por el vampiro era así de grande – señalo el árbol lleno de flores blancas- Tan grande que no pudo sostenido en una flor de las que crece en la tierra

La sonrisa que tenia Chuuya mientras explicaba esto hizo que Dazai le sonriera de vuelta. Le gustaría creer que una historia así existiera.

Por un tiempo el castaño solo miro al niño jugar con los pétalos que había a su alrededor. En todo momento mantuvo cerca la flor que le había regalado.

- Dazai, ¿Aun te sientes mal? – las palabras repentinas de su compañero lo hicieron verlo confundido

- ¿Sentirme mal?

El pequeño subió su mirada para ver bien los ojos del vampiro

- Odasaku dijo que debía quedarme contigo porque no te sentías bien - los ojos azules del cachorro reflejaban la mirada estupefacta del vampiro

- ¿Dijo eso? - El pequeño asintió

- Cuando Dazai este mejor debo volver a casa - anuncio el cachorro. Sin notar como el vampiro se tensaba por esas palabras

- ¿Quieres irte?

Chuuya observo a Dazai con una pequeña sonrisa

- No es eso - su cola estaba moviéndose con calma sobre los pétalos

- ¿Entonces?

Chuuya parecido pensar lo que iba a decir.

- Mamá me dijo que no me alejara de mis tíos, o no podría encontrarme cuando volviera por mi - explicó el niño jugando con los pétalos de la flor - Mamá me cuida mucho, no debo preocuparla - Dazai sabia lo mucho que Kouyou cuidaba a su hijo- Además, sé que mi tío Mori debe estar triste por mí, tengo que ir a decirle que estoy bien - Recordó como su tío lo había dejado en mi fiesta esperando que lograra hacer algún amigo. Si, su tío debía estar triste - Mi tío va a llorar si no vuelvo

A Dazai le dolía el pecho ante las palabras del niño. Incluso se llevo la mano a este para intentar dejar ir el dolor. Ya se había acercado demasiado a Chuuya

- ¿Que dirías si digo que no te dejare ir? ¿Qué te mantendré encerrado por mucho tiempo? - espeto con frialdad el castaño por lo que el niño hablaba

Chuuya parpadeo sorprendido ante las palabras. Sin poder sentir miedo por las palabras de Dazai

- No harás eso - respondió este con seguridad- Tú sabes que odio estar encerrado

Dazai no le quitaba la vista de encima

- A veces los adultos hacemos cosas estúpidas- comento el vampiro con molestia- No quiero dejarte ir

El pequeño miro la flor en sus manos por las palabras del vampiro, Dazai se la había regalado con una sonrisa llena de felicidad. Pero ahora solo podía pensar en la soledad que el vampiro transmitía

- Si yo me fuera sin avisar de aquí, Dazai también estaría triste- susurro el niño levantándose para tomar la mano del castaño - Por eso debe volver, no puedo dejar que mis tíos estén tristes también

Dazai lo comprendía, no era algo difícil de entender...pero, aun así

- Eres a quien más quiero proteger, cachorro - las palabras salieron sin esfuerzo de su garganta - Y el verte tan herido provoco que algo en mi se quebrara, no puedo perdonar el que te hayan hecho daño- Dazai cerró los ojos apoyándose en el tronco del árbol, tratando de buscar las palabras adecuadas. - Eres lo más importante que tengo, si te ocurre algo...si desapareces, nadie estará a salvo, cachorro- abrió sus ojos para conectar su mirada con Chuuya - No puedes desaparecer ¿Comprendes?

El pequeño asintió. No comprendía del todo, pero algo le decía que se refería a que no debía dejarlo solo. No haría eso. Él quería mucho a Dazai, nunca lo abandonaría

 - ¿Me tienes miedo ahora? - pregunto el vampiro con una sonrisa

- No - susurro el niño al ver la angustia que le proyectaba el vampiro - No tengo miedo de Dazai

El castaño suspiro, realmente no quería devolver al niño. Se sentí incorrecto de algún modo, pero…también sabia que aun no era momento de que el pequeño estuviera con él. Aun así, esos dos lados estaban constantemente luchando en su interior

- Te llevare de regreso – le dijo aun cuando no quería hacerlo, pero la sonrisa que le dio Chuuya le hizo olvidar el malestar que estaba sintiendo. Su compañero estaba bien, su compañero no había muerto

- Cuando sea grande me quedare contigo – anuncio el niño sin soltar la mano de Dazai – No me iré tan pronto y podremos jugar más tiempo

Las palabras de Chuuya eran sinceras, él no quería dejar solo a Dazai. Miro la flor en su mano y la coloco en el bolsillo de la chamarra que Dazai le había colocado, así podría verla después

- ¿Crees que necesito que un enano juegue conmigo? – espeto este alzándolo en brazos. El cachorro lo miro enfadado

- No jugare más contigo – le espeto con un puchero. Aunque igual se aferro al cuello del castaño

El castaño le acaricio el cabello con un suspiro

- No me quites ese privilegio, pequeño príncipe

- Dazai no seas idiota – le espeto el niño con el ceño fruncido. El castaño se rio divertido, había logrado sacar un insulto al niño

- Te daré chocolate caliente si superas tu enojo, cachorro

El niño de inmediato asintió olvidando su mal humor

- Con malvaviscos – exigió con una sonrisa

- Si, si, con malvaviscos, entonces, te enviare mañana a casa – espeto el castaño comenzando a caminar de vuelta con una pequeña sonrisa – Hoy te quedas conmigo

El suave vaivén al caminar hizo el niño bostezara, estaba cansado

- ¿Crees que Odasaku-san haya encontrado mi peluche? – le era difícil dormir sin el peluche, aunque ahora en los brazos de Dazai era en lo único en lo que podía pensar

- ¿Lo tiraron muy lejos en el bosque?

- Nop, está en mi manada, justo al lado del rio

El castaño detuvo el paso, mirando fijamente al niño

-Chuuya, cuando dices “En mi manada” ¿Te refieres a tu territorio?

El pequeño ladeo la cabeza confundido. Dazai busco en su mente un modo de explicarse mejor

- ¿Te refieres al lugar donde tu madre te permite caminar?

El cachorro asintió

- El otro lado del bosque – explico este con confianza

El castaño lo miro fijamente. Luego observo hacia donde estaba la frontera que dividía los territorios. Odasaku no se atrevería a cruzar en estos momentos ¿Verdad? Miro los ojos brillantes de Chuuya por su peluche…si, su amigo iba a cruzar la frontera por ese conejo, siempre había sido débil ante los niños que heridos. Así que sin duda le esperaba una muerte segura…era hora de cambiar los planes

- ¿Hay algo mal? – pregunto Chuuya refregándose los ojos al ver que Dazai lo miraba con atención

Dazai le sonrió revolviéndole el cabello

- Tengo que decirte algo – le comento sin responder la pregunta del niño

- ¿Qué cosa?

- Cuando vuelvas a tu manada, no nos podremos ver en un tiempo – le comento mirándolo a los ojos. Chuuya de inmediato lo miro asustado

- ¿Te iras? ¿Por qué? No te vayas, Dazai

-No, cachorro – lo dijo con voz suave para que este se calmara. El niño dejo caer sus orejas mostrando su clara tristeza - ¿Recuerdas que te dije que los vampiros y los cambiantes nunca se habían llevado bien?

El niño asintió con los ojos tristes

 - Cuando vean que era yo quien te tenia, te dirán muchas cosas malas para que te alejes de mi – Dazai no estaba mintiendo, sabia que iban intentar de todo para que no tuvieran contacto

- ¡No me alejare! ¡No me alejare, Dazai! – el niño se escuchaba realmente angustiado

- Lo sé, cachorro, aun así, te quiero pedir un favor

El pequeño lo escuchaba con atención, estaba asustado por la posible desaparición del vampiro

- Cualquier duda que nazca en ti por lo que digan, tienes que preguntármelas a mí, yo nunca te mentiré ¿Puedes hacer eso por mí?

- Si, lo hare Dazai – dijo el niño con toda la determinación que podía mantener en su pequeño cuerpo – pero tienes que ir a verme

El castaño le sonrió con suavidad

- Hare todo lo posible para ir a verte – aun cuando sabia que las cosas se iban a complicar de ahora en adelante.

Bien, era hora de ir a recuperar a su amigo

Gracias por leer, no olviden votar, comentar o dejar el visto 💖💖💖💖🦇🦇🦇🦇🐾🐾🐾🐾🐾

Dato: Estas son las magnolias⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top