Capítulo 11: Mensaje
- No hay ningún problema con el niño, Señor Sakunosuke, solo debe comer algo para regular un poco el metabolismo de su cuerpo y descansar
El doctor retiro el estetoscopio del pecho del niño. Chuuya lo miraba con atención, la curiosidad brillaba en sus ojos, pero parecía estar guardándose las preguntas que iban surgiendo en su mente
- ¿Alguna comida en especial? – pregunto el Odasaku
- ¡Galletas! – anuncio Chuuya con emoción
El hechizo de Ango seguía impidiendo que los vampiros vieran su cola y orejas, pero Oda podía ver como estas se movían emocionadas por su sugerencia.
- Yo preferiría que bebiera un poco de sangre – comento el doctor en cambio – A tu edad es sano que tomes un trago cada cierto tiempo y vayas dejando los alimentos solidos
Chuuya arrugo la nariz ante eso, él quería galletas
- No creo que me guste la sangre – comento este confundido. ¿De verdad debía beber sangre para estar sano? Él se sentía bien y nunca había bebido ese liquido
- A todos los vampiros les gusta la sangre – el doctor guardo las herramientas en su bolso – Tiene un sabor dulce para los niños
Había sido extraño que el Rey lo solicitara, durante todos los años que lo había servido nunca había tenido que atenderlo.
A penas ingreso en la habitación, se le solicito confidencialidad sobre cualquier cosa que viera en el lugar o le sacarían la cabeza… Eso no fue extraño en su trabajo, lo extraño fue ser solicitado por el rey para atender a un niño que no había visto ni una sola vez en su aquelarre.
- ¿Sabe dulce? – las orejas de Chuuya se levantaron alerta ante eso, el doctor de inmediato miro al pequeño - ¡Entonces yo quiero!
- ¿No has bebido sangre? – pregunto sin poder aguantar la curiosidad. ¿Quién era este niño
Antes de que Chuuya hablara Odasaku se aclaró la garganta. Era una advertencia para que el medico dejara de hacer interrogantes innecesarias.
El doctor cerro la boca de inmediato. Chuuya miro ambos sin comprender
- De todos modos, eso es lo único que necesita – dijo luego de un rato el medico saliendo de la habitación. Era mejor no interferir en este tema.
El cachorro no podía quitarse de la mente lo que le habían dicho sobre la sangre. Miro a Odasaku
- ¿Beberé sangre?
- ¿No quieres galletas? – pregunto este confundido, si quería sangre le traería. Pero Chuuya negó rápidamente con la cabeza
- ¡Quiero galletas! – había querido comer desde que Ranpo se había comido las de la caja
Luego de que Chuuya comiera una sopa de verduras, recién se trajo a la habitación las galletas.
Chuuya balanceada sus pies en la orilla de la cama esperando que las entregaran. No podía moverlas de todo, pero el balanceo lo hacía relajarse un poco. En sus manos había un vaso de leche de vainilla, el cual bebía con una bombilla.
Odasaku le acerco el plato con galletas
- Me gustan las galletas - comento Chuuya sacando la más grande - Ranpo Onichan suele llevarme cuando me va a visitar
- ¿Ranpo?
- Familia- murmuro el pequeño masticando las galletas con una sonrisa
Ante eso sus ojos de llenaron de tristeza
- Deben estar preocupados por mi - susurro con sus orejas caídas- ¿Odasaku-san?
- Solo Odasaku- contestó el vampiro
- Odasaku- repitió el niño sonriendo
- ¿Sí?
- ¿Cuándo regresare a casa?
El peli marrón rojizo se tensó. Bien, esa era una pregunta difícil, sobre todo si analizaban la mirada de Dazai al ver a su compañero tan malherido.
- Cuando Dazai se sienta mejor - contesto finalmente. Chuuya lo miro preocupado
- ¿Dazai se siente mal?
Odasaku asintió
- Se siente muy mal - contesto con sinceridad- Así que tienes que acompañarlo hasta que se siente mejor ¿Puedes hacer eso?
Chuuya asintió con rapidez
- Estaré aquí hasta que se sienta mejor- anuncio sin dudas en sus grandes ojos – pero ¿Puedo avisarles a mis tíos?
Odasaku no sabia como responder a eso, así que hizo lo más sabio
- Pregúntale a Dazai cuando venga
El pelirrojo asintió, Dazai debía saber la respuesta. Devolvió el vaso vacío mirándose unos segundos las manos, están tenían. Se las enseño a Oda
- Sucias – espeto sin saber con que limpiarlas. Su madre siempre lo regañaba cuando las pasaba por su ropa.
Odasaku le sonrió entregándole una servilleta de las que habían traído junto con la comida. Cuando el pequeño termino la dejo junto al vaso vacío.
Chuuya se recostó en la cama con un bostezo, se sentía cansado. Casi inconscientemente busco con sus manos a su peluche, dejando caer sus orejas con tristeza cuando no dio con este. Escondió su rostro en la almohada, recordando como lo habían roto.
- ¿Qué ocurre? – pregunto Odasaku al ver lo decaído que estaba el niño
- Mi peluche- fue un susurro triste de Chuuya
- ¿Tu peluche?
Oda coloco las mantas encima del niño para que se acomodara
Chuuya parpadeo adormilado hacia Odasaku
- Me ayuda a dormir mientras mamá no está- susurro este aferrándose a las sabanas. Casi como si estas fueran su peluche - Tendré pesadillas si no esta
- ¿Quieres que lo vaya a buscar?
El pequeño negó con la cabeza
- Se fue lejos, porque le dolió mucho que lo rompieran - dijo con sus ojos cerrados al intentar dormir- Mamá me dijo que no podemos recuperar lo que ya se fue...
Oda escucho ese comentario con respeto. Era muy cierto con la vida, pero si solo era un peluche...
- Mi compañero puede arreglarlo - señalo Oda. Las orejas de Chuuya se levantaron de golpe. Sus ojos ahora miraban con brillo al vampiro
- ¿Enserio? ¿No me mientes? - pregunto intentando sentarse, pero sus piernas seguían sin obedecer.
- Lo arreglemos por ti ¿Sabes dónde está?
Chuuya frunció el ceño intentando recordar.
- En el bosque- respondió con la voz firme.
Él recordaba que fue cerca del río donde lo encontraron, pero no sabía bien dónde. Oda parecido comprender este dilema porque asintió hacia el niño
- Lo encontrare para ti
Chuuya asintió con sus orejas cayendo con suavidad
- A mí me dolió mucho cuando mi mano estaba rota por eso mi peluche debe sentir mucho dolor - murmuro el pequeño captando la atención del vampiro. Sus ojos azules no dejaban de mirar a Oda - si lo podemos arreglar no le dolerá como a mi
Ante la voz triste del niño, Odasaku estiro la mano para tocar su cabello como consuelo, pero Chuuya le gruño.
Oda alejo la mano antes de que los dientes del cambiante lo tocaran.
El pelirrojo lo miro avergonzado, no lo hizo a propósito. Su cuerpo reacciono solo.
Oda no dijo nada, Dazai había explicado los privilegios de piel de los cambiantes, y según la exclusividad de estos él no era bienvenido a tocar al cachorro. Era casi innato en los cambiantes
- No te preocupes- le dijo Oda con calma. Chuuya estaba sonrojado- Ahora descansa, te despertare cuando Dazai llegue
El pequeño asintió, acurrucándose en la cama con un suspiro de comodidad. Dejándose llevar por el sueño a los pocos segundos.
Oda se retiro de la habitación, apoyándose en la puerta para poder vigilar quien pasaba por los pasillos.
No había mucho movimiento en esta ala, se había advertido que solo el personal autorizado por ingresar. Por eso le sorprendido un poco cuando escucho unos pasos suaves en su dirección a los pocos minutos de su salida
- ¡No me toques bastardo asqueroso! ¡No me arrepiento de nada!
Esas palabras fueron las primeras que llegaron a oídos de Oda cuando ingreso en la sala en la que estaba Dazai. Este tenía una sonrisa de molestia mientras miraba al cambiante en el suelo, el cual no dejaba de escupir groserías hacia él. El castaño enfoco su vista en Oda con confusión
- ¿Odasaku? ¿No estabas con Chuuya?
- Ango me dijo que tomara su lugar porque no soportaba los gritos del prisionero – explico el mencionado apoyándose en la pared – Se quedo vigilando al cachorro
Dazai le sonrió
- Ango siempre es muy sensible, solo jugaba un rato – explico este pateando al sujeto en el suelo para que se callara. Este se quejo por el dolor del acto- Aunque en realidad aun no le he sacado información
Oda levanto una ceja ¿No llevaba cerca de una hora en esta habitación? Antes de preguntar el castaño explico
- No es necesario que me diga el porque esta acá, ya lo se
- Entonces ¿Algún motivo en especial para alargar este acto?
- Es un cambiante enviado por Mori, no me causa ninguna gracia– anuncio Dazai con una mueca de desgrado
Odasaku asintió comprensivo. No sabia como el castaño había llegado a esa conclusión, pero si lo decía era porque tenía sus razones. Así que solo observo en silencio
- Terminare en unos minutos, quiero ir a ver al cachorro – comento Dazai con un suspiro, había retrasado demasiado el final de esto.
El cambiante en el suelo recupero su voz ante eso
- Asqueroso vampiro- le grito el hombre retorciéndose en las ataduras. Tenía el brazo retorcido hacia atrás. Los huesos habían sido pulverizados. Dazai parecía haber estado jugando un buen rato
- Me pregunto, ¿Por qué Mori te envío?
El sujeto parecía lo miro aterrado ¿Cómo sabia quien lo había enviado? El no había dicho nada desde que fue capturado, pero aun así tenía una mirada insolente
- Por el defecto – contesto entre dientes
El castaño escucho eso y con una sonrisa le rompió el otro brazo, retorciéndolo para que se demorara en curarse. El cambiante grito de dolor. Si, había sospechado que el sujeto había sido enviado por su compañero, pero aun así le desagradaba como lo llamaban
- Entiendo que es por Chuuya - comento Dazai como si no acabara de destruir el brazo del hombre - Pero no entiendo porque mandaría a alguien de su manada. Sobre todo, cuando no regresará vivo, a no ser…- analizo al hombre en el piso, sonriendo de manera burlona- ¿Qué hiciste para merecer la muerte a manos de un vampiro? ¿No es esa una muerta indigna para un perro como tú?
El tipo se desesperó por la humillación a la que estaba siendo sometido. El ser entregado por su propia manada a los vampiros era la muerte más indigna aun así el cambiante respondió con una sonrisa de orgullo
- Mi hijo elimino a ese defecto de la manada tal como le pedí, ahora la manada vuelve a ser pura - le dijo este riéndose divertido- No es algo que merezca la muerte.
Dazai parpadeo ante eso y comenzó a reírse
Oda suspiro, Ango se enfadaría por lo que tendrían que limpiar después.
El castaño paro de reír de golpe mirando al sujeto en el suelo con una mueca.
- Tienes razón, ese crimen no merece la muerte ni mi tiempo - comento colocándose frente a la mirada del confundido sujeto. El cual procedió a asentir con fuerza
- ¡Si! ¡No la merezco! - argumento con un brillo de triunfo en sus ojos - Ese defecto solo buscaba quitar el orgullo de nuestra manada. Un vampiro no tiene que interferir en cosas de la manada
- Mori solo me está pasando su trabajo sucio - comento Dazai agarrando una de las piernas del cambiante - Normalmente no habría intervenido en estos problemas, sin embargo…
- ¿Sin embargo? - susurro con miedo el cambiante al sentir como su pierna era presionada
Dazai se acercó al oído del lobo. Susurrando
- Es mi compañero al que dañaste
Luego de esa frase solo se escucharon gritos de desesperación por toda la habitación. No era una vista agradable lo que Dazai estaba llevando a cabo.
Solo cuando el cambiante estaba al borde de la muerte se permitió soltarlo
- Sufrirás mucho si te dejo así- comento el castaño mirando a lo que quedaba del cambiante. Este lloraba por el dolor. Aunque en voz baja debido a que los gritos habían destruido sus cuerdas vocales - ¿Quieres que te mate?
El lobo asintió como pudo.
- Lo hare si me dices porque te envió Mori
El sujeto no parecía tener más fuerzas para explicar con palabras así que entregó una carta formal. Bien al estilo de Mori.
El castaño la abrió, sonriendo un poco ante el mensaje
- En perfectas condiciones ¿Eh? - repitió divertido. - Bien, lo devolveré en perfectas condiciones...en algún momento
El cambiante suspiro de alivio esperando su muerte, no podía soportarlo más. Pero Dazai ni siquiera le dio una segunda mirada cuando señaló
- No pudiste decírmelo así que te dejare así hasta que dejes de respirar, en unas tres horas mas
Sin más salió de la habitación seguido por Odasaku.
Observo al alrededor. Había varios guardias vigilando, estos miraban con demasiada curiosidad la sala donde había estado el castaño. Así que Dazai aprovecho para anunciar
- Necesito enviar un mensaje a Mori ¿Algún voluntario?
Nunca había visto a sus vampiros correr tan rápido. Dazai sonrió, que mejor modo de esparcir una multitud.
- Yo iré - Odasaku se ofreció sin problemas. El castaño lo miro reacio
- El que lleva el mensaje es el que más mal queda - comento con seriedad- No te voy a enviar a ti, Odasaku
- Puedo dejarlo donde no lo vean - Oda se encogió de hombros.
Dazai lo miró fijamente, parecido pensarlo. Luego asintió.
- No cruces la frontera, Odasaku- ordeno el castaño con seriedad- No dudarán en destrozarte
- No me acercare ni un solo poco, no alcanzaran siquiera a sentirme – dijo Oda con seriedad – Solo lanzare el mensaje
Dazai asintió ante esto. Miro por uno segundos hacia la habitación donde estaba el cambiante antes de mirar a su amigo
- Bien, este es el mensaje...
Gracias por leer 🦇🦇🦇🐾🐾🐾
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