Primeros Cambios
-500 años después-
-Año Actual-
Te aseguras de que todas tus maletas subieron al avión para luego abordarlo. Al fin, después de tanto trabajo y demás preocupaciones de la vida diaria, y debido a que al fin terminaste tu carrera en la universidad y ya eres toda una profesional, decides cambiar de lugar; mudarte de ciudad para empezar una vida más tranquila, en un pueblo más tranquilo. La vida en Nueva York es bastante ajetreada y tu corazón necesita un poco de paz para seguir viviendo.
A tus 21 años ya tuviste suficiente con "la vida nocturna" de la gran ciudad. Ni hablar de las personas que la habitan, cada día andas más locas por el ritmo de vida. Sólo quieres tener tu pequeña casita en un lugar donde no se escuche ni un solo coche de noche cuando quieres dormir. O que al menos se puedan ver las estrellas al mirar el cielo nocturno.
Decidida a empezar una vida pacífica, te diriges rumbo a Forks, un pueblo pequeño cuya cualidad te atrajo y es el motivo por el que vas allí: tranquilidad. Estando en el avión empezaste a recordar toda tu vida como por acto de nostalgia. Ya después, al llegar les escribirías a tus padres qué tal el viaje y demás cosas.
Volviendo a lo de los recuerdos, habías tenido una vida bastante tranquila. Desde niña, no tenías problemas para relacionarte con los demás, siempre tuviste muchos amigos. Desde pequeña eras muy bonita; y había algo en ti que atraía bastante a los hombres. De eso te diste cuenta recién hace unos años atrás.
Desde adolescente siempre tuviste el cuerpo mucho más desarrollado que las demás niñas, provocando un poco de envidia en ellas, pero debido a tu personalidad, no podían odiarte.
Poco a poco, desde esa difícil etapa, te ibas dando cuenta de los cambios que se producían en ti. Grandes pechos, un buen trasero, largas piernas bien torneadas, unas curvas infartantes; en fin, un cuerpo bien moldeado y más que envidiable. A medida que crecías el sex appeal en ti también, y bastante. A pesar de tener un cuerpo de modelo de revista, y a pesar de la sensualidad que desprendías; tu rostro siempre daba un aire tierno e inocente. Por ello no te hacía falta usar mucho maquillaje, de por sí tu rostro es hermoso.
Lo malo de todos estos dotes es que todos los hombres siempre "te violaban" con la mirada, lo que te molestaba bastante. A pesar de usar siempre ropa discreta, no había forma de que tu figura no destacase. A veces de broma pensabas que habías nacido para atraer hombres debido a tu cuerpo y a tu rostro.
Terminaste el colegio sin problema, después fuiste a la universidad donde los años parecían interminables. Fue allí donde descubriste hobbies interesantes y poco comunes con la gente de tu alrededor. Conociste personas a las que les gustaba mucho el anime, el manga, los videojuegos y demás cosas. Así fue como de a poco fuiste conociendo ese maravilloso mundo oculto para muchos, y debías admitirlo, era fascinante.
Preferías leer historias de romance con tus personajes favoritos que buscarte un novio, ya que candidatos no te faltaban. Pero preferías estar sola, ya que sabías perfectamente que todos se te acercaban sólo por tu cuerpo.
Y así, leyendo fanfics, viendo gameplays, leyendo mangas, viendo animes; que tu conocimiento sobre esos temas fue aumentando. Nunca antes te hubieras imaginado que había gente en internet que ganaba dinero a costa de subir videos de cómo se cagaba de miedo jugando a juegos de terror. Sí, ¡gameplays de terror! Esos son los mejores que existen, la risa que causan con las reacciones de los jugadores no tiene precio.
Fue de esa manera, y buscando información sobre el nuevo pueblo a donde te dirigías; que conociste a un personaje que nació como una leyenda urbana. Según las informaciones que enconstraste, ese "ente" apareció por primera vez en el gran bosque de Forks. Muchos dicen que sólo son rumores que la gente inventa para asustar a los demás por diversión; otros aseguran conocer personas que llegaron a ver al ser. Sean verdaderos los rumores o falsos, ese ser conocido como "Slenderman" llamó bastante tu atención debido a todos los rumores que giran a su alrededor. ¡Cada cosa que se leía de él en internet! Al buscar más a fondo hasta podías encontrar reportes de periódicos, documentales, evidencias fotográficas y de video que trataban de demostrar su existencia. A pesar de que dichas cosas se vean muy realistas, muchos dicen que sólo son ediciones en Photoshop.
De dónde salió nadie sabe. Se desconoce hace cuánto anda merodeando los bosques. Según decían, muchas personas habían desaparecido en aquel bosque. Unos piensan que mata por diversión; otros que esas personas fueron su alimento; pero en lo que todos concuerdan, es que tarde o temprano, quien invada el bosque; no sale vivo. Algunos se suicidaban, otros se los encontraban muertos; otros descuartizados. Bueno, aunque todo eso a lo mejor también es invento de la gente.
Lo que más te llamaba la atención de ese personaje eran las características que tenía; era algo totalmente fuera de lo común. Rostro blanco, sin ojos ni nariz, aunque dicen que tiene boca a pesar de que no se le note. Su estatura anormal, sus brazos largos y esos tentáculos que le salían de la espalda. Al menos su aspecto es bastante cool, pensabas mientras rememorabas en tu mente todas las imágenes que habías visto del personaje.
Realmente siempre te atrajeron bastante las criaturas mitológicas como los vampiros, licántropos, y demás entidades incomprendidas. Pensabas que si el Slender de verdad existiera, tal vez se sienta realmente solo en el bosque, a lo mejor sólo busca compañía...
Y así tus pensamientos fueron a los vampiros, dragones, hombres lobos, minotauros y demás. Si de verdad existiesen, sería genial poder ver alguno aunque sea antes de morir.
Después de todo ese análisis de las nuevas cosas que encontraste en el transcurso de la carrera de la universidad, volviste a tomar el hilo principal de los recuerdos. Después de terminar la carrera comenzaste a trabajar en tu ámbito laboral, pero, en serio, ¡la vida de la ciudad es demasiado estresante! Si seguías más tiempo por ahí, ibas a volverte loca. Por eso les comunicaste a tus padres que querías mudarte a un lugar en pleno contacto con la naturaleza. Esos paisajes que sólo podías ver a través de fotos eran tan relajantes, y si podías estar en uno de esos lugar en vez de verlo sólo a través de una pantalla, ¿por qué desperdiciar esa oportunidad? Después de todo, un cambio no le viene mal a nadie.
Más que sumergida en todos tus pensamientos, sin darte cuenta ya estaban aterrizando. Al tener todas tus maletas contigo, esperaste un taxi para que pueda llevarte a tu nuevo hogar. La verdad fue un poco extraño cómo conseguiste esa casa, ya que estaba regalada y al parecer nadie, nadie quería comprarla. Tal vez fue un golpe de suerte conseguirla tan barata. ¡Lo mejor de todo es que se encontraba muy cerca del bosque! De acuerdo a las fotos desde esa casa podías admirar el hermoso paisaje de los árboles, el silencio de la noche y las millones de estrellas que te imaginabas debían haber en el cielo nocturno.
Estabas muy emocionada, sólo querías llegar, acomodar tus cosas y disfrutar de la dulce, hermosa y adorable naturaleza. Apenas viste un coche amarillo le hiciste las señas para que te llevara. Tardaron como 40 minutos de viaje hasta llegar al tan ansiado lugar. Ya estabas frente a tu nueva casa con las maletas en la mano y el día apenas comenzaba.
Estabas tan feliz que ni te diste cuenta cómo pasaron las horas mientras desempacabas tus cosas. Mañana tendrías que ir a la ciudad a traer comidas, y ver qué más podías comprar con el dinero ahorrado que tenías. En estos momentos lo importante era equipar y decorar tu preciada casa.
¡Hasta se te pasó que mañana era tu cumpleaños! Casi al final del día, cuando el sol se estaba escondiendo lo recordaste. Y qué mejor regalo que ir de compras al centro del pueblo. Todavía querías ir a dar un paseíto por el bosque, pero con tanto trabajo estabas cansada, y lo mejor sería darte un buen baño y descansar para continuar mañana.
Fuiste al baño y saliste de la ducha casi media hora después. Cuanto más largos son los baños, más relajantes son. Te pusiste una remera floja como pijama y short que apenas te tapaba el trasero, más bien parecía un culotte, pero no, era uno demasiado corto nada más, para no dejar de usar algo debajo, total, la única que vivía en esa casa eras tú. ¿Qué rayos importaba? ¡Hasta podías andar desnuda por la casa si querías! Esa es una de las grandes ventajas de vivir sola.
Fuiste a la cocina a prepararte un té que sacaste de una de tus maletas, y mientras tomabas unos sorbos de la taza, observaste el calendario que habías colgado ahí hace unas horas. Allí marcaba que mañana habrá luna llena. ¡Eso es fantástico! Desde pequeña sentiste un apego especial por el astro cuando se encontraba en ese estado. Es que, ¡es tan encantador! Y de seguro que desde aquí se iba a ver mucho mejor. Sin duda, mañana sería un gran día.
-Slender POV-
Estaba tranquilamente recostado en la rama de uno de los altos pinos de mi bosque, cuando sentí la presencia de alguien. Cerca de mi terreno había llegado una persona, una víctima más. Qué ilusa habrá sido al comprar esa casa, en donde antes de ella vivieron tantas personas con las que me divertí bastante. Pues bueno, ya que ahora hay alguien nuevo, me divertiré haciéndole perder la cordura hasta que se suicide o me suplique que la mate.
«Humanos, tan frágiles» —pensé mientras miraba el cielo, cuando algo comenzó a incomodarme.
Conozco perfectamente una presencia humana, y estaba seguro que esa era una, pero, había algo diferente. No, eso no puede ser posible, ¿acaso no es del todo humana esa persona? Definitivamente, pensar eso es estúpido.
Decidí tomarme un tiempo hasta que al menos esa persona esté dentro de la casa, así podría verla sin que se diera cuenta de que la estoy mirando.
Unas horas después de sentir la llegada de aquella presencia, fui a echar un vistazo a mi nueva presa. Me oculté detrás del árbol más cercano a la casa y disimuladamente me asomaba para dar con aquella presencia intrigante. Al verla quedé un poco confundido. Pues, era una chica normal, común y corriente, por lo menos así se veía. Bueno, ni tan corriente, porque ese cuerpo no se ve en cualquier parte. ¿Qué demonios acabo de pensar? Bueno, no importa, omitiré eso.
Seguí concentrándome en observarla. Su aura era bastante contradictoria. Si te fijabas solamente en su cuerpo, desprendía una sensualidad irresistible; pero al fijarte en su rostro, esa inocencia que reflejaban sus facciones, la hacían verse muy tierna. Hasta yo hubiese pensado que es linda, si no fuera por el hecho de que todo lo que estoy pensando es resultado del análisis que le estoy haciendo a mi nueva víctima.
Comencé a perder cuidado de esconderme y me asomaba más tranquilamente, sin embargo ella ni se inmutaba. ¿Es idiota? A todas las demás personas que miraba de la misma forma que la estoy mirando a ella; luego de al menos 10 minutos ya reaccionaban y comenzaban a sentirse incómodas. Y a esta muchacha, la estaba mirando hace como media hora y parecía no darse cuenta de mi presencia. Tal vez tiene algún problema de percepción o algo así. De todos modos, continuando con el análisis, yo le pondría unos 20 años o más, por ahí anda.
Como sea, es aburrido mirar tanto tiempo a una persona si ni siquiera se inmuta. ¡Ya sé! Vendré a la noche a mirarla a través de la ventana, de seguro que eso sí la asusta.
Me lleva el diablo. Llevo 10 minutos pegado a la maldita ventana y ella sigue durmiendo plácidamente. Demonios, ¿acaso perdí práctica o qué rayos está sucediendo? Como sea, por más que ya me estaba enfureciendo el hecho de no provocarle ni una jodida reacción a esta mujer, hay algo en ella que me intriga bastante. Si es así de sosa no será muy divertido perseguirla, pero peor es nada. En el momento en que entre a mi bosque, no saldrá viva.
###########
Despertaste bastante temprano. Lo que te extrañó es que soñaste con Slender. Jaja, eso sí es un poco raro, más por el hecho de que en tus sueños estaba mirándote a través de la ventana y parecía estar enojado por alguna razón. Como sea, eso te pasa por estar leyendo tantas cosas sobre él, y ni que decir de todas las imágenes que habías visto de él, tanto que había algunas en las que te parecía bastante lindo el hombre. En fin, volviendo a la realidad... ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! Te felicitaste a ti misma dando un salto de la cama para prepararte lo más rápido posible para salir.
Estabas caminando a la cocina cuando sentiste una especie de mareo. De inmediato una especie de ardor invadió tu garganta, a tal punto que quemaba, ardía, sofocaba. Te tiraste al piso de rodillas sosteniendo tu garganta con ambas manos, en un desesperado intento para que dejara de arder. Sed, sed, sed, mucha sed, tenías tanta sed que sentías la garganta áspera de tanta sequedad. ¿Qué es esto? Nunca jamás habías experimentado algo así.
Abriste tu boca todo lo que pudiste, tratando de que el aire enfriara tu garganta o algo así. Pero la sensación no pensaba desaparecer pronto. Sed... sangre...
¿QUÉ? Lo que hace un momento pasó por tu mente te hizo reaccionar de tal manera que te levantaste de golpe del suelo. Tu respiración estaba bastante agitada. Poco a poco, esa sensación desapareció de tu garganta. ¿Qué había sido todo eso? Incluso pensaste en beber sangre.
Un momento.... Jamás habías mencionado algo de beber sangre. Sólo te había venido al pensamiento esa palabra, ¿y por qué ahora estabas pensando en querer beberla? No, debe ser el cansancio del viaje. Intentando volver en ti en un momento dado te sentiste bastante observada. Miraste en la dirección de la cual provenía aquella sensación y te quedaste con una cara de WTF épica, aunque te dio un poco de escalofríos. ¿Un huevo blanco? No, ¿Acaso fue un huevo blanco enorme lo que creíste haber visto? Te dio risa tu propia deducción.
—Jajajajaja. Ni que estuviéramos cerca de pascuas para estar viendo huevos enormes —te dijiste a ti misma entre risas.
Aunque eso fue extraño, te hizo olvidar por completo aquella rara sensación que tuviste momentos antes. De alguna manera, le agradeces a tu imaginación que a veces alucine tanto. Como si nada fuiste a la cocina a prepararte el desayuno, y una vez que tenías todas tus cosas listas para salir, cerraste la puerta con llave y fuiste caminando al centro del pueblo; ya que no estaba tan lejos y un poco de ejercicio no te haría nada mal.
-Slender POV-
Definitivamente, esto es lo más estúpido que me ha pasado en mi larga existencia. Esa mujer, tiene que ser retrasada. ¿Qué es esa reacción? ¿Es que...? ¡No sé ni qué decir del enojo! ¡Está tonta! ¡Esa es la verdad! Además, ¿me dijo huevo enorme? Será hija de....
En fin, ya llegará el momento en que la belleza de mi bosque la atraiga y cuando eso suceda, se las cobraré todas.
############
Estabas tan emocionada recorriendo todas las tiendas que podías, comprando cosas para la casa, y alguna que otra ropa nueva. Después de recorrer medio pueblo, ya estaba llegando la tarde y todavía no fuiste al súper. Agarraste todas tus bolsas de compras y fuiste a dicho lugar a comprar lo necesario para una heladera.
Ya tenías ganas de saber cómo hiciste para llevar todas las bolsas tú sola. Eran muchas, pero preferías hacerlo tu sola que aceptar la ayuda de algún pervertido que se ofrecía sólo para mirarte mejor, y más de cerca. Son asquerosos. De cualquier manera, agarraste el primer taxi que vino para que pueda llevarte a casa. A pesar de estar cerca, con tantas cosas no ibas a llegar viva.
Cuando llegaron a tu casa, le pagaste al taxista y te las arreglaste para rebuscar en tu bolso las llaves mientras sostenías la mayoría de las bolsas. Luego de abrir la puerta, tomaste las pocas bolsas que estaban en el piso y fuiste a ponerlas todas sobre la mesa de la cocina.
Acomodaste las cosas en sus respectivos lugares lo más rápido que pudiste, después de todo, el atardecer se estaba yendo, a punto de dar paso a la hermosa noche de luna llena. Terminaste de colocar las cosas justo a tiempo. Fuiste rápidamente a darte un baño y ponerte una ropa más cómoda para poder ir al bosque a contemplar la hermosa vista lunar.
Por alguna extraña razón, tal vez por la emoción, no tuviste hambre en todo el día, sin mencionar los constantes mareos que tuviste durante el día. Debía ser por el cansancio, por qué más podía ser.
Tomaste la linterna de una de las bolsas, la habías comprado exclusivamente para poder ir hoy a ver la hermosa luna llena. Teniendo lo necesario para salir de la casa, menos tu bolso y esas cosas que no hacían falta de noche, cerraste la puerta y fuiste adentrándote al bosque esperando en un claro ansiosamente a que se ponga el sol para poder ver la luna salir. Definitivamente, el paisaje, el viento, el silencio, eran las cosas de la naturaleza que más adorabas.
A lo lejos podías escuchar uno que otro lobo aullando, y de a poco el cielo se iba oscureciendo. Sinceramente, la vista desde allí era hermosa.
Cuando las estrellas comenzaron a verse en el cielo, no tuviste mucho tiempo de contemplarlas. En ese mismo instante, aquella sensación horrible de la mañana, volvió a atacarte. De nuevo tomaste tu garganta en tus manos, si no lo hacías sentías que te ibas a ahogar.
Auxilio, que alguien, quien sea, te ayude a que ese ardor desaparezca. Te tiraste boca abajo sobre la hierba, estrujando con tus manos cuanto pasto tengas cerca. No podías respirar bien, ese ardor te estaba sofocando, te estaba ahogando. No podías mantener la boca cerrada, si lo hacías, estabas segura que ibas a morir. En un intento desesperado por encontrar algo que aplaque ese sofocamiento, alzaste la vista al cielo, viendo frente a ti la hermosa luna llena, tan brillante, tan espléndida, tan mortal.
Fue en ese instante en que todo empeoró. Sentiste cómo todo tu cuerpo comenzó a dolerte, tus huesos... ¿salían de lugar? ¿estaban agrandándose? ¿Qué demonios estaba sucediéndote?
El dolor se volvía insoportable, y dejaste escapar un grito que pronto se convirtió en el rugido de una bestia. Qué... ¿acaso... ese gruñido salió de tu boca? Pero que dia...
En donde debería estar tu boca, te encontraste con un hocico, parecido al de un lobo, pero más horrible.
¿Qué era esto? El dolor desapareció de a poco, pero en vez de piernas tenías patas y en vez de manos... una enormes y afiladas garras. ¿Qué estaba pasando? Esto definitivamente tenía que ser un mal sueño, un malísimo sueño.
Antes de que sigas haciéndote más preguntas, algo en tu interior estaba invadiendo tu mente. SANGRE. Necesitas beber sangre, la necesitas en este mismo instante.
Espera... ¿qué demonios estabas pensando? No tuviste tiempo de seguir peleándote con ese instinto, o lo que sea que fuera, porque en pocos segundos te controló por completo. Viéndote a ti misma corriendo detrás de algo.
-Slender POV-
Sí, el momento llegó mucho antes de lo que esperaba. Definitivamente aquella chica es una tonta. ¿Cómo se le ocurre tan pronto adentrarse al bosque? Y lo mejor de todo, de noche. Sonreí dejando al descubierto mis afilados dientes. Había diversión que me estaba esperando cerca.
La muy retrasada se quedó sentada en un claro apenas lo encontró. Si su intención era quedarse allí, no sería nada divertido. Aunque claro, si me aparezco frente a ella seguro se echa a correr, y ahí sí será divertida la persecución. Mi sonrisa se iba ensanchando a medida que me acercaba a ella, ansioso por verle la cara de susto. Eso sería muy gracioso. Pero cuando estaba a unos pasos de ella, quien se llevó el susto fui yo.
Vi cómo comenzó a tener un ataque, a convulsionar o algo por el estilo. Sin dejar su garganta en ningún momento, hasta que se tiró al piso retorciéndose, parecía estar ahogándose. Pero eso no fue lo peor. Lo verdaderamente sorprendente fue cuando ese hermoso y atractivo cuerpo que tenía, comenzó a deformarse en algo que pensé ya se habían extinguido: hombres lobo. No, eso era parecido a un hombre lobo, pero no era igual, su cuerpo es mucho más grande que de uno normal; y sus colmillos; sobresalían de su boca largos y afilados, algo no común en esa especie. Ya los he visto antes; y lo que estaba frente a mí definitivamente no era eso. Incluso me hizo retroceder unos pasos por el pequeño, sí, muy pequeño temor que me invadió, sólo por un momento. Si por mí decían que era amorfo y horripilante, delante de eso me quedaba corto. Eso sí que era bastante espantoso.
¿Qué demonios era? No tenía la más mínima idea. Lo que más me llamó la atención fue que aquella bestia hacía movimientos extraños, como si se estuviera discutiendo con ella misma. ¿Acaso se volvió algo diferente al convertirse en eso? ¿No estaba consciente de lo que le estaba pasando? No lo sabía, y en esos momentos no tenía ganas de averiguarlo.
Cuando me salí de mis pensamientos ya estaba jodido. Esa cosa parecida a un lobo mutante comenzó a olfatear el ambiente, como si buscara una presa, y lo más cercano que olfateó fui yo. Que me lleven los mil demonios. Cuando se volteó a verme sentí que estaba mirándome el alma (es un decir, claro). Sus ojos, grandes y brillantes, de un color azul grisáceo; estaban clavados en mi persona. Intenté detenerla con mis tentáculos pero su fuerza era extraordinaria, si me seguía resistiendo estoy seguro que los haría añicos. Aprecio mis tentáculos, así que la solté y comencé a correr como si no hubiera mañana. Me sentía cuando era yo quien perseguía a aquellas personas que sólo corrían despavoridas de mí. Sí, es una sensación muy poco agradable. Me incomodaba más el hecho de que en esa forma esa chica medía lo mismo que yo; sí, esa bestia era bastante grande.
Mientras corría entendí que el miedo te manda hacer idioteces. Si yo podía teletransportarme, ¿por qué carajos estaba corriendo como imbécil? En ese momento llevé mi mano a mi frente y desaparecí delante de los ojos de aquello.
Como no tengo un lugar específico donde refugiarme, el lugar más seguro al que se me ocurrió acudir fue a la casa que estaba cerca del bosque. Aparecí en su habitación y con mi mano en mi mentón, recorría la habitación pensando seriamente sobre lo que podría estar buscando esa cosa. En ese momento, después de varios minutos pensando; recordé cómo se comportaban los licántropos. Hace tiempo que se extinguieron en manos de los humanos, que nunca creí volver a ver a uno parecido. Según recuerdo, su primer despertar es el más difícil y bestial de todos. No son conscientes de lo que hacen, no son capaces de controlar sus habilidades; no son capaces de controlar su apetito. Son ciegamente guiados por el instinto que llevan dentro. Claro, en estos momentos está buscando alguien que comer. En ese momento levanté la cabeza, ya sabía qué estaba buscando. Era obvio, lo único que podía llenarlo es una persona. Eso no me lo puedo perder, tengo que ver el espectáculo de sangre.
No sentía su presencia en el bosque. Eso quería decir que; o estaba en el pueblo o había ido a algún otro lugar. Al estar fuera de mi terreno, no puedo dar con su ubicación. Al menos para eso están mis tentáculos. Salí de la casa y saqué mis tentáculos (que me sirven como antenas) para saber dónde se encontraba. Localicé su presencia en las afueras del pueblo, ya cerca del pueblo vecino. ¿Cómo rayos llegó tan rápido hasta allí? Eso no importa, en un segundo me teletransporté al lugar y la seguí de cerca.
En un momento vi algo que me extrañó mucho más que toda la transformación que había visto hace unos instantes. Si tuviera ojos me los restregaría con ambas manos. ¿Acaso ese mutante acababa de convertirse en un gato? ¿Pero qué demonios le sucedía a los monstruos de hoy en día? Eso no era nada normal. Tanta masa ósea y muscular reducida a eso... Definitivamente era increíble ver algo así, y definitivamente, no es un licántropo normal. Jamás antes se me despertó tanta curiosidad por una criatura en particular.
Lo que más me gustó de todo esto de estar siguiéndola, es que cuando iba a atacar a una persona, volvía a su forma "normal" por así decirlo. Pero yo me esperaba algo como tripas, miembros y sangre volando por todas partes. Más lo que vi me decepcionó un poco. ¿Sólo se dedicaba a chuparle la sangre a las personas? Espera... ¿Qué eso no es trabajo de vampiros? Espera más.... ¿Un licántropo vampiro? ¿Acaso es eso posible? Nunca antes ni siquiera había escuchado sobre algo así. Sin duda tendría que investigar sobre ella.
Aunque sólo se dedicaba a chupar sangre, parecía que no se llenaba nunca. Ya iba por la décima víctima y seguía como si todavía no hubiera cenado. Admito que es un poco divertido seguirla de cerca, nunca sabes qué hará esa cosa.
Después de varias horas, y litros de sangre succionados, al fin parecía haber quedado satisfecha. Algo la alteró sacándola de su concentrada tarea de chupar sangre. Sin vacilar se echó a correr lo más rápido que pudo en dirección al bosque, donde había empezado todo viaje. A decir verdad, yo me sentía más que normal comparándome con ella.
Me di cuenta que ya estaba por amanecer, faltaban unas cuantas horas. La seguí de cerca hasta que llegué donde esa cosa se echó a dormir. Así se veía bastante inofensiva, parecía la mascota de algún gigante. Slender, que idioteces piensas a veces...
Cuando el sol se asomó en el horizonte, la abominable cosa volvió a recuperar lentamente su forma humana. Y está completamente desnuda... Por todos los cielos, ¿cómo ni se inmuta estando completamente desnuda en medio del bosque frente a un ente sobrenatural? Pero también, después de semejante cacería, cualquiera se quedaba tumbado.
Me imagino la desconcertación que sentirá si despierta en estos momentos. Desnuda en medio del bosque, con la sangre aun chorreándole del cuello hacia abajo, con las manos sucias en ese líquido rojo. Toda la ternura que pueda tener al verse durmiendo se desvanece en aquellas condiciones.
Por lo que veo ella llegó a este pueblo completamente sola. Aunque buscara ayuda a alguien lo más seguro será que huyan de ella. No tiene nadie a quien recurrir. Iba a dejarla ahí sola, a la deriva. Para que despertase y se quedase totalmente confundida y desesperada por no saber qué sucedió. Pero no pude hacerlo. Después de pensarlo un rato, lo mejor sería que no supiese todavía de su propia condición, así de paso podré estudiar mejor su comportamiento a partir de ahora.
Con un poco de pena por ella, me saqué la chaqueta que tenía puesta y se la puse, para cubrirla un poco aunque sea. La cargué en mis brazos y delicadamente caminé llevándola a su casa. Durante el camino la muchacha se acurrucó en mis brazos, en señal de parecer estar muy cómoda en mis brazos. Eso me alegró un poco. Al parecer, después de tantos años de soledad, creo que al fin encontré una compañía.
Llegué hasta la puerta y como no estaba cerrada con llave, con uno de mis tentáculos la abrí para no molestar a quien estaba durmiendo. La llevé hasta la habitación y me quedé pensando un momento en qué podía hacer. Si la dejaba en la cama, iba a mancharla con la sangre que tenía por la mayor parte de su cuerpo. Entonces, valiéndome de mis tentáculos, busqué una toalla y la humedecí para poder limpiar la sangre de su fina piel.
Delicadamente, intentando inmutarla lo menos posible, llevé a cabo la tarea de asearla. Admito que me fue difícil porque.... Bueno, a quién le importa el porqué.
Busqué en sus cajones ropa limpia para poder vestirla, y bueno, en el intento de que ella quedara como si nunca hubiera pasado nada; hice cosas que jamás pensé hacer en toda mi vida.
Bien, ya estaba completamente vestida. Sólo tenía que dejarla en la cama y taparla, para que piense que sólo fue una pesadilla, si es que lo recuerda. Algo me decía que la chica que tenía enfrente, estaba completamente ajena a la bestia que ayer succionó a medio pueblo vecino. Mejor dicho, estaba seguro de eso.
Se hace tarde, tal vez despierte en cualquier momento. Será mejor que me vaya antes de causarle más conmoción. De todos modos, mi primordial tarea en estos momentos es averiguar sobre algo que pudiese encajar con lo que vi anoche. Podría decir que eso era un vampiro dentro del cuerpo de un lobo mutante. Como sea, ya me encargaré de investigar sobre eso, por ahora, mejor me voy.
Antes de irme, decidí revisar su bolso. Tenía que ponerle un nombre ya. No podía estar refiriéndome todo el tiempo a esa persona como "ella", "esa muchacha", "esa chica" o "esa mujer". Cuando encontré su identificación esbocé una pequeña sonrisa.
—[Nombre y apellido], entonces así te llamas —murmuré hablándole al carnet. Menos mal nadie vio eso.
Salí cautelosamente por la ventana, no sin antes despedirme.
—Hasta pronto [Nombre], nos volveremos a ver —dicho eso me retiré a mi bosque.
Tenía hambre y estaba cansado. La noche que debí utilizar para cazar me la pasé espiando a otro monstruo. Ahora ya no puedo salir a cazar, mejor dormiré y por la noche veré qué hago.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top