Tiempo Lento
- Cuando abrí los ojos, Connie estaba enfrente de mi con su costado derecho quemado y sangrante. Recuerdo que me dijo que le dolía pero, que Peridot estaba muriendo. Me dijo que la salvara.
Me impresioné al ver la gema en la frente de Peridot quebrada casi en su totalidad por la mitad. Moverla me dio temor, la coloque en mis brazos y la besé en los labios. Yo tenía sabor a sangre en mi boca que, quizá, también cura.
Peridot se iluminó y se elevó un momento en el aire, noté que Connie palidecía y vi miedo en sus ojos al ver a Peridot brillar mientras ponía su mano en su costado, había sangre en el suelo. Era de ella. Luego Connie se desmayó en mi pecho, la tomé de los hombres y dije su nombre una y dos veces, me entró temor. Luego la besé.
Tenía sabor de sangre en mi boca y ella también.
El cuerpo de Peridot dejo de brillar y bajo a mi lado.
Yo sentí un dolor de cabeza fortísimo y recordé que sangraba de una fea herida en mi cráneo.
Luego vi que la herida de Connie se cerraba y su hemorragia se detenía. La coloque a mi lado.
Me dormí.
-TEMPLO, SALA DE LA CASA-
Dos días después de la batalla en la sala, las gemas se habían dedicado a reparar los daños que dejado la casa devastada. Perla había reparado la puerta, Amatista pintar las paredes y Garnet parte del techo.
Connie estaba con sus padres quienes al ver la ropa de la chica quemada, la habían castigado dos semanas sin visitar a Steven. Cabe mencionar que la joven estaba sana. Al parecer Steven la había curado.
Ella y Peridot habían hablado con las gemas, habían despertado como a las 4 horas después de que las chicas los habían encontrado en la casa devastada. Ambas sanas, ambas bien.
La explicación no había sido fácil; por su parte Peridot había manifestado que una voz en su cabeza había empezado a sonar y le robó el control de su cuerpo. Les confesó a las chicas la falla que había habido en su última regeneración y como estuvo a punto de herir a Steven. Con lágrimas en los ojos les pidió perdón por no decirles y por haber causado todo el desastre.
Ni Granet ni Perla ni Amatista se habían mostrado inquisitivas con la pequeña verde, pero la falla en ella las ponía alerta, ¿Podía Peridot recaer?, ¿Sería un peligro potencial?
Por otro lado Peridot estaba emocionalmente devastada. Connie le dijo a las chicas que está vez la regeneración de Peridot había sido correcta con la finalidad de ayudarla pero la realidad es que no había visto toda su regeneración, sólo confiaba en Steven y en su poder.
Connie explicó la batalla, como Peridot se había comportado acentuando que estaba poseída, o algo así. Como habían salvado la vida gracias a él niño de la estrella.
El cual por cierto. Aún estaba inconsciente.
-CAMA DE STEVEN -
Un joven con la cabeza vendada y diversos moretones en la cara y cuerpo dormía. Lleva ya más de 48 horas de inconsciencia y todas las gemas estaban al pendiente de él; sin embargo en ese momento solo se encontraba sentada en una silla con la cara enterrada en las sábanas, la gema de piel verde. No la habían logrado despegar de allí desde que había acabado la "interrogación".
- Me creen un peligro - pensaba Peridot - y quizá tengan razón. Tomaba la mano de Steven y acaricio el dorso de su mano con sus dedos pequeños.
- Te lastimé, te herí, te amenacé, te intente matar - sollozo - como no me di cuenta de que esto podría pasar si sabía que mi regeneración no fue adecuada. Te puse en peligro Steven - tomó su mano completa y cruzo sus dedos con los de él. Observó curiosa el contrastante color de su piel verde encendido y la piel del chico; eran muy diferentes.
- Aunque eres un híbrido somos diferentes, no tenemos la misma naturaleza, eres un ser único - bajó la mirada - y casi te mato.
No había palabras ni situaciones que animaran a la verde. Se sentía un monstruo a pesar que la misma Connie le había dicho que no lo era.
FLASH BACK
Peridot fue abriendo los ojos lentamente, todo se veía borroso. La cabeza le retumbaba y se sentó. Poco a poco su vista se fue habituando y lo primero que vio fue a Connie quien estaba sentada a su lado en un sillón que se había salvado de la batalla.
- Connie - dijo lentamente Peridot - yo...yo... - se llevo una mano a su gema y la sintió lisa y limpia, luego se dio cuenta que ella misma se sentía completamente bien, aún mas de lo que se había sentido antes de la batalla, lo cual le dio a entender que siempre había estado enferma. Peridot hizo una mueca de dolor y los ojos se le humedecieron, luego abrazó a Connie y estalló en llanto.
- Calma Peridot - le dijo Connie mientras la abrazaba - No fue tu culpa-
- si lo fue - dijo Peridot entre llanto - yo debí saber que estaba algo mal en mi ¡hubo pruebas y las ignoré! -
Connie la abrazó más fuerte - aún así sé que tu jamás le harías daño - dijo la morena.
- te lastime a tí - se separó y la miro - te intente matar. ¡pude haberlo hecho! - agachó la cabeza - soy un monstruo -
- ¡no lo eres! - Peridot paró el llanto y la miro sorprendida - No digas que lo eres jamás. A Steven no le gustaría; deja de sentirte culpable. Lo mejor es esperar a ver como sigues y si vuelves a sentirte rara, habla con las chicas. Te ayudaremos. Pero no eres un monstruo - la chica morena le sonrió - bueno, solo cuando te pones tonta conmigo y haces burla -
- jejeje - rió Peridot y una última lágrima cayó - jajajaja ¡tonta! que me haces reír y hechas a perder mi drama -
- luego se volvió a poner seria - en serio Connie, perdóname -
- Tú también perdóname por haber roto tu gema - dijo mientras acariciaba la verde gema en la frente de la pequeña alien.
FIN DEL FLASH BACK
- Por increíble que parezca, esperar la recuperación de Steven sería más fácil si ella me hiciera compañía - pensaba tristemente Peridot mientras seguía tomando la mano del chico.
- Las otras gemas, aunque han sido condescendientes conmigo, se nota que me vigilan y eso me hace sentir perseguida, como antes lo era - se volvió a recostar en la cama sintiendo la cálida piel del humano.
- como pudo pasar esto - se dijo y se quedó dormida.
CASA DE CONNIE
- ¡papá quiero ir a ver Steven! Él esta herido. - decía connie a su padre,
- Hasta que se cumplan las dos semanas, ya lo sabes - Mencionó el hombre sentado en su sillón, leyendo un diario.
- ¡Se termina pasado mañana! - expresaba la joven con cierto tono de voz - he cumplido ya casi todo. Por favor déjame ir - Connie estaba a punto de llorar.
Su padre la miró desde atrás del periódico, suspiró un poco - hasta pasado mañana -
- ¡aaaaaah! - dijo Steven mientras corría a su cuarto furiosa, entraba a su cuarto cerrando la puerta y se tiro en la cama. Mordía su almohada. No había visto al chico desde el día que había dejado el templo. Hablaba todos los días y todos los días era lo mismo, el chico no despertaba y ella temía por su vida. Sus heridas externas estaban curadas, pero estaba débil y al parecer, nadie sabía por que.
La mamá de Connie había hecho una visita al chico, todo estaba en orden, temieron que estuviera en coma pero no cumplía con las características, solo dormía.
- Quiero verlo - pensaba la morena en alguna parte de ella sentía que su presencia le ayudaría a despertar.
- Estoy a punto de cometer una tontería - pensó de pronto con la mirada entrecerrada.
- ARIZONA -
- Greg Universe - dijo un militar con lentes oscuro y gorra verde. Llevaba los pantalos típicos militares y botas lustrosas.
- ¡Dígame Señor! - dijo Greg
- ...es ¡si, señor! - dijo el soldado algo fastidiado - pero bueno, ya no importa, si no lo dijiste bien en tantos meses, menos ahora. Universe, ha completado con satisfacción el entrenamiento de MANEJO DE ARMAS, EN MODALIDAD CORTA Y LARGA, FASE DE MONTAÑA BASADO EN LA ESCUELA RANGER.
- Eres el hombre de mayor edad que logra pasar estas pruebas, viniste siendo alguien, ahora eres alguien mejor - dijo el militar - usa para bien tus conocimientos adquiridos -
- Los usaré para proteger a los que amo - dijo Greg seriamente.
DESDE EL FONDO DEL MAR
Un sonido, como un grito de muerte cimbró el lecho marino. Los animales se movilizaron espantados escapando por todos lados. Algo se arrastraba en el fondo, seres deformes y malignos como entidades infernales, cientos de Gemas traslucidas de diferentes tamaños caminaban lenta pero firmemente. Se acercaba el ataque final.
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Gendou Uribe:
Al final, se viene la batalla. Nada sera súbito jovenes. Todo quedará como debe de ser.
Comenten y sean felices.
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