No Puedo Quitar mis Ojos de Ti
"Espera un momento Steven, me estás diciendo que dejaste de sentirte seguro con Connie...¿por mi?
Ñiaaajajajajajaja no, espera, espera, ¿en serio? Aaaajajajaja no, no Steven no, ¡soy una gema extraterrestre!, mi piel ¡es verde! ¡Soy un ingeniero avanzado de otro planeta! No tengo tiempo para esto, jeje disculpame en serio si te cause confusión, pero es mejor que lo vayas olvidando.
¿Tu y yo? Que gran broma..."
Steven abrió los ojos, estaba en el cuarto de su madre (que era ya por default su cuarto) acostado en una cama hecha de esas extrañas nubes. Se sentó, se talló los ojos, los tenía con ojeras y sin brillo. Su cara era entre triste y molesta.
- Otra vez soñé lo mismo, no puedo dejarlo atrás - pensó Steven. - Ella no tenía que reírse de mis sentimientos -
Y es que las palabras que acababa de soñar Steven, Peridot se las había dicho después de que él le dijera que estaba confundido debido a ella.
- y a partir de ese día, me dejó de hablar más que para lo necesario - dijo Steven mientras se vestía.
Se sentía traicionado, pisoteado, usado. Después de intentar un par de veces hablar con ella se había rendido y había dedicado sus tiempos libres a jugar con Connie y esperar ansioso el regreso de Amatista.
Pero no dejaba de doler. Recordaba a la Peridot huidiza, cobarde que se ponía detrás de él, la que durmió en su cama por miedo, la que hundió su cara en su pecho por tener que dispararle a Amatista. Sentía que, a pesar de las semanas, algo no era coherente. Pero ya se había cansado de tratar de averiguar qué era.
Salió de su habitación para dirigirse al baño y al salir, se encontró de frente con Peridot. Mucho más alta que él gracias a sus potenciadores, Peridot lo vió hacia abajo y dijo un frío:
- Buen día Steven, te has levantado tarde - y siguió de largo hacia la salida.
- No veo que tienen de buenos y ¡la hora en que me levante no te incumbe! - dijo molesto.
- Si no sabes que tienen de buenos es por que no me has visto a mí - dijo una voz en la cocina.
A Steven se le fue todo el mal humor y su sonrisa y alegría típica volvieron de golpe.
¡Amatista! - gritó el chico y corrió para abrazarla fuertemente. Peridot volteó a ver la escena antes de salir y por un segundo mostró una profunda tristeza - así debería abrazarme a mi - pensó. Se dio cuenta que Amatista la miraba y salió.
¡Amatista estas aquí!
- Oooh si campeón, gracias a ti y a la mal encarada verde, ¿a pasado algo? - preguntó Amatista y agregó - está muy estirada, no parece ella misma -
- Si, bueno, es largo de explicar, lo que puedo decirte es que ella y yo ya no nos llevamos como antes - dijo Steven bajando la mirada.
- no te preocupes Steven, tengo idea de que se trata todo esto -dijo Amatista.
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Perla estaba en su cuarto con un viejo estuche que contenía un disco de vinil en sus manos. Frente a ella estaba un tocadiscos de los antiguos que había sustraído previamente del cuarto de Amatista.
- Al final tuve que decirle que buscaba un disco de Greg - pensaba Perla. - no me iba a dejar en paz si no le decía -
"¿Buscas tú algo de Greg? Me voy unas semanas y ya eres su enfermera personal" le había dicho burlonamente.
Perla, en su última visita a Greg, le había contado todo el drama que habían vivido con Amatista. Ella se puso un poco emocional y él dió palabras de aliento:
- Lo importante es que Amatista está bien y que nadie salió gravemente herido. Me preocupa más que alguno de ustedes pueda en un futuro volver a esa situación - le había dicho Greg ese día. Puntualizando además:
- Perla, por favor, cuida de nuestro Steven - Mientras la tomaba de la mano.
La pareja, con las visitas de Perla habían tomado un poco de confianza, no se habían vuelto a besar ni habían hablado directamente, Perla evitaba el tema, pero se tomaban de la mano y charlaban animosamente. Ella le contaba lo que pasaba en el templo y él le contaba anécdotas graciosas que la hacían relajarse.
Pero en la última visita, de un momento a otro y después de que Perla riera fuertemente, Greg se le quedó mirando con una leve sonrisa. Cuando Perla dejó de reirse, lo vió y le preguntó:
- ¿Pasa algo Greg?
- Pues es es que... no puedo quitar mis ojos de ti- respondió él - te ves hermosa cuando ríes.
Ella se sonrojo y él continuó tarareando -
"Eres demasiado buena para ser verdad
No puedo quitar mis ojos de ti
Tocarte sería como tocar el cielo
Tengo tantos deseos de abrazarte.
No puedo quitar mis ojos de ti."
Perla lo miraba con algo de susto, no sabía que decir. El se rió un par de veces y le dijo:
- Es una canción vieja, de un tal Frakie Valli. Solía tener su disco original pero se fue en lo que saqué de mi garage. Debe estar en el cuarto de Amatista ahora. ¿Sabes? Esa canción me recuerda a tí. -
Perla salió de sus pensamientos y regresó al ahora. Seguí sosteniendo el disco que leía en la carátula
FRANKIE VALLI
Can't Take my Eyes Off you
Greg había dicho que esta canción le recordaba a ella, le comía saber que diría la letra, así que se había dado a la tarea de buscarlo en las montañas de basura de Amatista; nunca lo hubiera encontrado sin ella. Perla suspiro, saco el disco de vinilo negro brillante, puso el disco en el tornamesa, puso la aguja y le dió cuerda al tocadiscos. *(la canción está en la multimedia -donde va la imagen-)*
La letra decía así:
Eres demasiado buena para ser verdad
No puedo dejar de verte
Tocarte sería como tocar el cielo
Tengo tantos deseos de abrazarte
Por fin el amor ha llegado
Y le doy gracias a dios por estar vivo
Eres demasiado buena para ser verdad
No puedo quitar mis ojos de ti
Disculpa la manera en la que te veo
No hay nada que se compare
A la visión de ti que me debilita
No hay más palabras que decir
Pero si te sientes como yo
Por favor déjame saber si es real
Eres demasiado buena para ser verdad
No puedo dejar de verte
Te amo nena y si está bien
Te necesito nena para calentar las noches solitarias
Te amo nena, confía en mi cuando te lo digo
Oh nena hermosa, rezo por que no me abandones
Oh nena hermosa, ahora que te he encontrado, quédate
Y déjame amarte, déjame amarte
Eres demasiado buena para ser verdad
No puedo quitar mis ojos de ti
Tocarte sería como tocar el cielo
Tengo tantos deseos de abrazarte
Por fin el amor ha llegado
Y le doy gracias a dios por estar vivo
Eres demasiado buena para ser verdad
No puedo dejar de verte
Te amo nena y si está bien
Te necesito nena para calentar las noches solitarias
Te amo nena, confía en mi cuando te lo digo
Oh nena hermosa, rezo por que no me abandones
Oh nena hermosa, ahora que te he encontrado, quédate
Y déjame amarte, déjame amarte"
La canción acabo y Perla respiraba entrecortado.
- Es...hermosa - dijo Perla mientras su pecho sentía una oleada de emociones. Sentía felicidad, nerviosismo, sonreía sin motivo y su pecho quemaba.
Salió de su cuarto súbitamente dejando el disco y el tornamesa girando.
----Hospital de Beach City----
Greg dormítaba, siendo ya mas allá de las 9 de la noche, las pastillas y analgésicos lo adormilaban.
Los médicos no sabían cómo ese hombre se estaba recuperando tan rápido de semejante estado en el que llegó. Aún estaba en medicamento y observación. Ensimismado estaba cuando de pronto Greg escuchó un ruido en su cuarto, abrió los ojos y miro hacia la puerta, estaba entre abierta pero no se veía nadie. Su cuarto estaba oscuro, la única luz era la que se colaba por la recién abierta puerta.
- ¿Hay alguien allí? - preguntó Greg nervioso - quien sea esto no es gracioso - continuó. Algo se movió a la derecha pero en las penumbras no vio nada. Luego a la izquierda.
- ¡Quien sea salga donde pueda verle, estaré enfermo pero aún puedo romperte algo con mi yeso! -
Dos gotas de sudor comenzaban a caer de la frente de Greg tratando de visualizar a su presunto atacante pero se quedó helado al sentir dos tibias manos. Una subía de su vientre a su pecho, otra en su hombro derecho, luego sintió un cuerpo liviano que se pegó él a su derecha (se había subido a su cama) y una cabeza que se apoyo suavemente en su pecho. Sintió la humedad de unas lágrimas y el contacto de una gema en su mejilla.
- ¿P..perla? - mencionó Greg sin poder creerlo.
La penumbra no dejaba ver más que siluetas, Greg abrazo a la gema por la espalda y la atrajo hacia él. Ella se acomodó, sentía que se acoplaba perfectamente.
- ¿De verdad te recuerdo a esa canción? - preguntó tímidamente Perla. Greg se quedó pensando y luego cayó en cuenta.
- La escuchaste - dijo y preguntó - ¿te gustó? -
- Mucho - dijo Perla metiendo más su cabeza entre el cuello y pecho de Greg.
- Cada letra, cada frase, cada sonido, cada arreglo de esa canción - Greg busco ver a Perla en la oscuridad - me recuerda a ti.
Perla lo besó y él la atrajo más con su brazo, acarició parte de su delgada espalda en un movimiento suave y rítmico de la zona lumbar hasta su cintura. Perla puso su mano en la mejilla de él acariciándolo e intensificando el beso. La respiración de Greg se hizo profunda, bajó su mano hasta topar con el moño en la espalda de la gema. Ella soltó un suspiro, se separó suavemente de él y le dijo:
- yo tampoco...yo tampoco puedo apartar mis ojos de ti - le dio otro beso más corto mientras acariciaba su mejilla, volvió a acomodar su cabeza en el pecho de Greg y para sorpresa de él; se quedó profundamente dormida.
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Gendou dice:
Que hubo chicos. Como les va? Anduve persiguiendo a las musas para hacer este capítulo que espero les haya gustado.
La canción que da nombre al capítulo es un clásico y bueno, Greg sabe de buena música. Les recomiendo la escuchen.
Una encuesta: meto ya la acción (batallas contra gemas que se va a poner pesado) o le doy un poquito más de desenredo a las parejas? Por que esto está color de Peridot (es decir verde) todavía, faltan Rubí y zafiro, que opina Connie, Amatista metiendo su cuchara, etc.
Opineeen!! Saludos jóvenes.
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