Gracias Por Todo

- ¿Que es eso? ¿Es...un arma? - preguntó Peridot por milésima vez pero en esta ocasión señalando un libro.

- jajaja no Peridot, esto es un libro, un objeto donde gente que sabe mucho escribe cosas para que las podamos leer y aprender -respondió Steven orgulloso.

- muy...arcaico - comentó la gema verde con sus ojos incrédulos.

- quizá esté te guste - le comentó el chico mientras le alcanzaba un libro que en la portada decía "Hyperion" - es de cosas futuristas - finalizó.

- Hy...perion - dijo Peridot mientras curioseaba la portada que traía un enigmático monstruo - está bien, trataré de asimilar esta información, pero lo considero una pérdida de tiempo...-

El libro le había encantado a Peridot, se había emocionado con las aventuras e historias espaciales que se describían, e incluso cayó en temor de que la entidad que allí describían fuera real.

- ¿y si es real Steven? - dijo mientras temblaba agarrando al chico por la espalda muerta de miedo.

- es sólo una novela Dot , nadie te hará daño - luego se volteo y la agarró de los hombros - además si algo te atacara, yo te protegería...

...te protegería...

...te protegería...

...tu sabes que te protegería...

...no permitiría que te llevarán de mi lado...

...

Peridot sangraba por la boca y la cabeza bañando su rostro. Los recuerdos difusos eran casi sueños; estaba por perder la conciencia (y la vida) y enfocó su poca atención a los momentos felices.

Sólo contaba con los potenciadores de sus pies, los de sus manos habían sido groseramente arrancados lastimándola en ambos antebrazos. Colgaba de la mano de un monstruo quien la agarraba por la mitad de su cuerpo y la acercaba a unas fauces con dientes agudos. Ella ya no se podía mover.

Peridot tenía medio cuerpo dentro de las fauces de la gema carnívora cuando de pronto, algo golpeó al monstruo lanzándolo contra la pared.
Era otra gema carnívora de menor estatura (unos dos metros) y forma humanoide pero tenía una cuchilla de un metro en su brazo izquierdo. La gema de 4 brazos se incorporó, soltó a Peridot que cayó pesadamente y atacó a la gema de la cuchilla con sus 4 brazos.

Fueron gritos, chillidos, gruñidos entre ambas gemas. Rodaban por el suelo hasta que la de 4 brazos, aprovechando su tamaño lanzó a la de la cuchilla girándola de una pierna contra la enorme puerta de entrada tirándola y dejando ver la selva afuera de ese recinto. La gema más grande se dirigió a Peridot y con prisa se acercó para devorarla. La agarró del potenciador del pie izquierdo, la elevó y la dirigió a su boca.

Peridot, en un estado semi inconsciente entendía lo que le pasaba, pero no podía hacer más.

Entonces una gran cuchilla atravesó a la gema de 4 brazos por el pecho. Luego por la garganta. La gema gritó, chilló.

La gema verde, nuevamente en el suelo abrió su ojo para ver qué pasaba; entonces tuvo en primer plano a la gema de la cuchilla encima de la otra atravesándole el cuello, luego con la otra mano arrancar las dos gemas de la garganta, abrir sus cabeza sin rostro con una boca enorme y devorarlas. La gema brilló aumentó su estatura y le crecieron dos brazos más

La gema de la cuchilla se puso de pie, ahora de 3 metros y 4 brazos (sólo uno contaba con dicha navaja) se dirigió a Peridot y al estar frente a ella, levantó la cuchilla de su brazo, la puso en el pecho de la verde. La atravesó.

- ¡AAAAAH! - gritó Peridot quien estando atravesada, fue levantada a la altura del rostro de la bestia.

- no...me deja...volver a...mi gema - pensó con dificultad, y es que ella hubiera querido explotar para por lo menos no sentir el horrible dolor que la quemaba, pero por algún motivo no podía.

Reuniendo toda su energía, valor y coraje Peridot gritó

- ¡Matame de una vez maldita gema idiota! - luego sollozo y gritó nuevamente

- ¡Steveeeeeeeen! ¡Dijiste que siempre me protegerías! ¡¿Donde estaaas?! ¡Sálvamee! ¡No es cierto lo que te dije! ¡No hay nada que ame más que estar conti... -

Peridot abrió su ojo desmesuradamente, las palabras se le atravesaron en la garganta; la gema traslúcida, acababa de arrancarle el brazo derecho de un tarascada. La gema monstruo tragó siniestramente. Luego abrió la boca dispuesta a comerse la cabeza está vez.

¡Tu!...¡TU! ¡ALEJATE DE ELLA!

Entre la bestia y Peridot de pronto se encontró un joven que, con brazos y piernas extendidos miraba furicamente al monstruo.

¡QUE TE ALEJES HE DICHO! - y procedió a generar un escudo burbuja tan grande que empujó violentamente a la gema monstruo lanzándola contra la pared, manteniendo a Peridot dentro.

Steven tomo a Peridot en sus brazos y cayó lentamente al suelo. Se quitó su camiseta y se la puso para cubrir su enorme herida.

En la entrada de la nave estaban Garnet, Perla y Amatista.

- que bien que lanzaste a Steven Garnet, de otra forma no llegamos a tiempo - dijo Perla angustiada.

Steven paso corriendo entre ellas

- la voy a llevar al templo - dijo sin detenerse.

- ¡Perla ve con él! - ordenó la roja.

Perla asintió y corrió tras el niño, luego la roja se dirigió a Amatista

- Amatista, esta va a ser una pelea a muerte - se dirigió a ella y le sonrió - quiero a la Amatista más ruda que me puedas ofrecer -

- la tendrás - respondió.

Enfrente de ellas, una gema traslúcida de 3 metros, 4 brazos y una enorme cuchilla en uno de ellos se acercaba amenazante.

- ¡ahora! - gritó Garnet.

Amatista giro y salió por un lado de la bestia. Garnet atacó de frente e impacto con toda su fuerza en el pecho, Amatista había llegado a la espalda y enredó su látigo en el cuello del monstruo.

----CASA EN EL TEMPLO, SALA---

Steven colocó a Peridot en el mueble. No tenía su brazo, no volvía a su gema, no sabía que hacer.

- Peridot - decía mientras que era consciente del terrible estado de la gema verde. Sangre seca en la boca y en la cabeza, manchas de la misma en su cabello rubio. Su cuerpo maltrecho, la herida de la navaja en su pecho que sangraba.

Ella tenía un ojo casi abierto pero ya no lo movía. Podría decirse que estaba en un estado catatónico.

En eso llegó Perla por el portal

- ¡Steven! - llegó hasta donde estaban, el chico había lamido su mano y puesto en la gema de Peridot pero no funcionó.

- tenemos que hacer que vuelva a su gema - dijo Perla visiblemente angustiada.

- No servirá - dijo Steven con lágrimas en los ojos - mira la cantidad de daño que tiene y no ha vuelto. Creo que podemos matarla si le hacemos más daño -

- pero con Amatista funcionó - replicó Perla.

- es por que Amatista no fue mordida - dijo Steven, luego miró a Peridot, tan pequeña y vulnerable - es mi culpa, es mi culpa - Steven se desmoronaba.

- ...no...es...tu...culpa - dijo Peridot con mucha dificultad sin mover sus ojos. Sólo dejaba escalar un hilo de voz.

-...no...puedo...volver...a ...mi gema... Per...doname Steven -

- recupérate y te perdono todo - dijo el niño llorando. - recupérate e iremos a la feria, te cantaré una canción, iremos donde tú quieras ¡por favor! No vayas a morir -

Entonces Steven y Perla notaron con horror que la gema de Peridot tenía una fisura que iba creciendo.

- oh no - dijo Perla - su cuerpo está tan mal que está ejerciendo mucha presión en su gema...¡necesitamos que vuelva a ella! -

- s..stivi...es..to...no es...tu culpa... - dijo Peridot mientras en su ojo inmóvil, el único que tenía semi abierto pero sin mover, escapo una lágrima.

Steven la abrazó - mi hermosa Peridot - le dijo al oído.

Luego, unió su frente con la de ella, ella esbozó una leve sonrisa.

- gracias...por todo...mi amor...- dijo Peridot.

La gema verde en su frente hizo un crack y un fragmento muy pequeño rodó por la nariz de Peridot, quien aún sonreía.

- Ste...ven...¿que es... un... beso? ¿Es...un...arma? -

Steven sonrió mientras en ambos ojos se dejaba caer su tristeza,

- si Dot, es un arma, el arma más poderosa del mundo -

Steven se acercó a ella y la besó.

Peridot no se movió, intensificó su llanto, su gema se quebró aún más, ya casi dividida en dos. Entonces comenzó a brillar...

Perla se tapó la boca con las dos manos - ¡no!, ¡se va a ir! ¡No! - dijo mientras perdía el control.

Steven estaba en shock - ella se va ¡se va! -

- Gracias Steven - se oyó la voz de Peridot desde lejos.

Luego, en el más puro silencio, con el cuerpo de Peridot brillando, se dejó oír como proveniente de algún lugar lejano, un sonoro

¡POOFF! - el cual retumbó como un eco...-

...y una gema verde en perfecto estado cayó sobre el sillón...

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Gendou dice:

Al final las despedidas fueron medio chafas. Supongo que el recibimiento será mejor allá en Coahuila será mejor xD.

Les traigo la nueva entrega (uno de las pocas no hecha en la madrugada). Y bueno, ya ustedes juzgarán este capítulo.

Veo que hay nuevos lectores ¡bienvenidos!

En los próximos capítulos se viene el final de este arco. Saludos a todos.






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