¿Qué me pasó?
13:08 tarde. Leslly estaba sentada en un sofá en su casa frente a su padre Jarry que estaba de pie frente a ella, Jarry le reprochaba diciendo:
—Entiendo que quieres trabajar, pero estas castigada. Y además primero están tus estudios, antes de...
—Lo sé, lo sé. Pero quiero hacerlo. Le dije a Maduro que estaría allá mañana y no quiero quedarle mal. Es una persona muy amable y bondadosa...
—¿Y quién es ese Maduro?
Dijo Jarry poniéndose las manos en la cintura.
—Es el dueño de la Agencia de Viaje para el que voy a trabajar. Déjame hacerlo. Cada vez que quiero hacer algo siempre me niegas todo lo que quiero hacer. Pero tengo el deseo voluntario de hacerlo. Así que déjame hacerlo, por favor.
Jarry se quedó pensando un buen rato con sus manos en la cintura. Luego suspiró y dijo:
—Está bien, pero...
Cuando Jarry dijo aquello Leslly saltó del sofá y abrazó a Jarry dándole un fuerte abrazó y diciendo:
—Gracias pa. Sabía que me dejarías.
—Sí, sí. Pero... Aún sigues de castigo. No saldrás con tus amigos y desde que salgas del trabajo vienes directamente para la casa.
Cuando dijo aquello Leslly le dejó de abrazarle y preguntó:
—¿Y por qué?
—Por lo que hiciste ayer.
—Pero...
—Ya te dije. Ni te subirás en esa moto más. Solo irás a ese trabajo y vendrás directo a casa. Y... Cuidado si te quedas por ahí después de que salgas del trabajo o si no, tu castigo será más largo.
Dijo Jarry señalándole con el dedo. Leslly pensó unos segundos, luego sonrió y dijo sarcásticamente:
—Está bien.
Cuando Leslly dijo "está bien," algo tenía en mente, lo cual daba la impresión de que no iba a cumplir con esa palabra. Más bien, Leslly lo dijo para quitárselo de encima, pero para ella no iba hacer así.
Ya eran la 20:30. Leslly estaba en su habitación acostada a bocarriba leyendo el manual, que decía en la portada:
Manual de Operadora Turística.
Y en letras más pequeñas decía:
Aprende lo básico.
Leslly ya llevaba algunas páginas leídas. Mientras leía el manual escuchó su móvil sonar.
Liiiiiii. Liiiiiiiii. Liiiiiii.
Miró hacía una mesa o gabetero pequeño al lado de su cama. Se levanta y mira la pantalla de su móvil. "Kendry." Cuando vio quién era, Leslly tomó el móvil y se lo llevó al oído sentándose en el borde de la cama cruzando sus piernas una encima de la otra.
—Hola Kendry.
—Hola Leslly. ¿En qué estás?
—En nada. Solo estaba acostada.
—Oh, que bien. Oye, ¿Vas a ir con el tipo del restaurante al lugar donde te dijo?
—¿Cuál tipo?
—El de pelo largo. El de McDonald's.
—Aaahhh. Si ya lo recuerdo. Se me estaba olvidando. Me gustaría salir hoy por que ya mañana empiezo un nuevo trabajo.
—¿Un nuevo trabajo? No me habías dicho.
—Sí. Fue una amiga que me dijo de ese trabajo. Te lo iba a decir, pero... Tuve que ponerme a leer un manual que me habían entregado sobre el puesto que voy a desempeñar mañana.
—Vale. Y...
Se quedó en silencio unos segundos y luego dijo:
—... ¿Irás entonces con el chico ese?
—Sí, quiero ir. Pero, hay un problema, que mi Papá me tiene de castigo. Pero, pensándolo bien...
Leslly pensó y luego continuó:
—... Me puedo escapar por la parte de atrás. Mis padres de seguro estarán en la sala leyendo y llenando algunos folletos. Puedo aprovechar hay para salir.
—Bueno, ¿Quieres que te vaya a buscar?
—Sí, claro. Le diré a Paola para que vaya. Ella me dijo que si yo iba que le avisará.
—Ah... Sí. Está bien. Entonces me alistare e iré por la parte de atrás a buscarte.
—Está bien, pero tráeme mi moto.
—Ja ja. Está bien.
—No te rías. Que malo.
—Ja ja. Púes vístete, iré por ti en menos de media hora.
—Está bien.
Colgó. Leslly se levantó de la cama y fue hasta el armario. Empezó a buscar algo de ropa elegante para ir al lugar que fue invitada.
En los últimos días Leslly había mejorado mucho con su problema de depresión. Aunque se tomaba sus medicamentos antidepresivos lo cual hacía que sus malos hábitos depresivo desaparecieran, no por completo, pero si por un período de tiempo.
Después de buen rato, Leslly se había cambiado más de 10 veces de ropa por el motivo de que ninguna de sus ropas le quedaba bien. Típico en las mujeres.
Leslly se miró en el espejo, para ver si ahora estaba bien. Sonríe.
—Ahora sí.
Cuando buscaba su bolso, el móvil sonó. "Paola." Leslly lo miró y lo tomó.
—¿Ya están ahí?
—Sí, ya estamos aquí, por detrás. Baja.
—Está bien ya bajo.
Colgó y se dio prisa. Luego se dirigió a la ventana y la deslizo hacía arriba. Cuando hubo subido la ventana, ya con un pie del otro lado se acordó de ponerle seguro a la puerta de su habitación. Volvió a entrar su pie, corrió hacía la puerta y le puso el seguro. Luego volvió a la ventana y salió al tejado. Se dirigió hasta donde había un árbol y empezó a descender por él.
Cuando llegó al suelo salió corriendo abriendo la puerta del jardín trasero. Del otro lado estaban sus amigos y su moto. Leslly le sonrió mientras Paola y Kendry estaban parados al lado de las motos. Luego Leslly vio su moto.
—Vámonos.
Dijo Paola. Leslly caminó hacía su moto.
—Waao estás realmente bella.
Dijo Kendry contemplando el super cuerpo de Leslly.
—Gracias.
Dijo Leslly sonriendo. Cuando Paola escuchó lo que Kendry le dijo a Leslly, se dio vuelta hacía Kendry y le miró enojada. Cuando le miró por unos pocos segundos dijo mientras Leslly se ponía su casco:
—¿Y a mí porque no me dices nada de eso?
—¿Qué?
—Lo que le dijiste a Leslly.
—Si te lo digo.
Dijo Kendry con el casco puesto y mirando atrás vez de él.
—¿Cuándo?
Leslly con el casco puesto, subió el plástico visual para mirarle. Se quedó mirando a ambos discutir.
—Tal vez no lo escuchaste cuando te lo dije.
—Nunca me lo dijiste mentiroso. Y casi ni me lo dices.
Dijo Paola mucho más molesta que antes. Luego Kendry dijo:
—No empieces...
—Ya basta chicos. Tendemos que irnos.
Dijo Leslly interrumpiéndolos. Luego Paola se dio vuelta hacia Leslly y dijo tomando aire y expulsándolo por la nariz:
—¿Ya le avisaste a ese chico?
—Sí.
—Vamos ya, sube.
Dijo Kendry a Paola mientras se montaba en la moto. Paola miró a Kendry enojada, luego dijo:
—Yo me iré con Leslly. Tu vete solo.
Caminó para montarse con Leslly y se colocaba su casco. Kendry se subió el cristal visual de su casco y se quedó observando a Paola mientras se montaba con Leslly. Miró a Leslly y ella también le miraba. Leslly se arregló su casco y dijo:
—¿Estás listas?
—Sí.
Paola se aferró abrazándose de Leslly y salieron de allí. Kendry se quedó pensando por unos instantes, se arregló su casco y salió allí.
Cuando llegaron al lugar, llevaron sus motos al estacionamiento detrás del bar. Luego de allí caminaron hacía dentro del bar y antes de entrar en él, estaba el chico que Leslly había conocido en el restaurante de McDonald's y los chicos que estaban con él allí también estaban. Después de haberse saludado habían entrado al Bar. A Kendry le daba mala espina aquellos chicos. Paola solo miraba a Kendry como se comportaba y no se decían nada. Kendry parecía estar atento a Leslly y a los chicos.
En el Bar llegaban más personas y otras se quedaban afuera hablando o esperando a otros.
Ya dentro, se sentaron, Leslly y los tres chicos en un sofá que había por una esquina, mientras que Paola y Kendry estaba por un lado en una mesa. Ninguno de los dos se decía nada. Kendry miraba dónde estaba Leslly con los chicos. Leslly parecía estar disfrutando del momento junto a ellos. Desde la distancia de Kendry, Leslly se veía feliz o se sentía feliz con la compañía de los chicos. Mientras Leslly se reía mirando al chico que le había invitado, ella miró de pronto por donde estaba Kendry y Paola; en ese momento dejó se reír por unos segundos mirando a Kendry y él por igual le miraba. La mirada de Kendry no era de buen agrado. Luego Leslly le sonríe y Kendry parecía molesto. Paola desde que llegó al lugar no había dicho ni una palabra, solo le pegaba unos tragos a su copa.
Kendry después de mirar a Leslly, miró a Paola que estaba a su lado y ella miraba a la gente bailar. Parecía que se acordó que ella estaba allí. Después miró a los que bailaban en la pista, se levantó y extendió su mano invitándola a bailar. Paola miró su mano y luego a la cara. Kendry sonreía, Paola sonrió de mala manera y se levantó tomando su mano, caminaron a la pista de baile.
Luego de unos ratos de bebidas y bailes, el chico de pelo largo siempre invitaba a Leslly a bailar y ella siempre asentía. Bailaban y bailaban.
La canción que bailaban era estilo pop clásica que decía:
Vamos todos a bailar, tú y yo somos seres pro etéreos donde nos besamos como dementes delicados. Uuuuuhhh, tu y yo dementes pro, aaaah, somos dos dementes, Uuuuuhhh, somos dos dementes inconmensurables, aaaah, tu y yo seres pro.
Cuando hubo acabado dicha canción Leslly se le acercó al oído del chico y le dijo:
—Iré al baño.
—Está bien.
Leslly caminó hacía donde estaba Paola. Ahora parecía que Paola y Kendry estaban felices.
—Paola podemos ir al baño.
Dijo Leslly en su oído, Paola asintió y se levantó. Mientras caminaban, Leslly miró a Kendry y él le miraba. Luego se fueron perdiendo entre la multitud para la vista de Kendry.
Leslly y Paola entraron en el baño, y cuando la puerta se cerró la música de la pista en el baño se escuchaba opaca. El ruido estaba más leve allí. Leslly esperó que saliera una chica de los inodoros y luego entró en él. Paola también fue a uno de los inodoros al lado de el de Leslly, desde el otro lado de las cabinas se hablaban mientras hacían sus pis.
—¿Y qué te ha dicho el chico?
Preguntó Paola.
—No hemos podido hablar mucho. Él solo lo que quiere es besarme, pero no le he dejado.
Luego Leslly terminó de hacer pis, se subió sus bragas y se bajó la falda. Paola del otro lado se quedó pensativa aún sentada en el inodoro por lo que Leslly dijo. Luego dijo levantándose:
—Leslly...
Leslly había salido de la cabina, y se lavaba las manos en el lavamanos. Después Paola salió arreglándose el pantalón y caminó al lavado. Se colocó al lado de Leslly y continuó diciendo:
—Leslly...
Paola le miró mirando al espejo y Leslly miraba por igual el espejo, mirando allí la apariencia de Paola.
—¿Sí?
Paola cerró la pluma, Leslly por igual. En el momento que Paola cerraba la pluma suspiró y Leslly se paró frente de ella secándose las manos con papel higiénico. Paola también toma papel higiénico y mientras se secaban las manos, Paola dijo:
—... Creo que Kendry está enamorado de ti.
Leslly la miró como si estuviera asombrada subiendo su entrecejo y actuó como si fuera que no sabía nada.
—Bueno, eeh... No creo que lo esté. Porque él solo me habla de ti... No creo que este enamorado de mí. Él te quiere mucho.
—¿Tú crees?
—Sí. Siempre me habla de ti.
—¿Él te habla de mí? ¿Enserio?
—Así es.
Leslly se peinaba las puntas de su pelo mientras le hablaba. Luego guardaron silencio y después de unos segundos, Leslly dijo:
—Ya vamos a fuera.
—Sí.
Leslly caminó para salir del baño y Paola se quedó pensando en lo que Leslly le había dicho. Luego se miró en el espejo.
—¿Por qué se tardarán tanto?
Preguntó Kendry para sí mismo en medio del ruido. Luego se puso de pie intentando ver si las podía ver. Mientras miraba, miró por donde estaban los chicos con los que Leslly compartía y alcanzó a ver que los chicos hablaban con más mujeres y se besaban.
El chico que había invitado a Leslly estaba con la espalda en el sofá, los brazos a los lados y su cara fija adelante con una sonrisa en ella mientras miraba las personas bailar.
En casa estaba Jarry y Sandra sentados en el sofá, dándose un poco de amor, ambos se besaban, ya que los trabajos y el estrés diario de cada día parecían ser que no tenían tiempo para estar juntos de esa manera. Luego se dejaron de besar y Jarry se levantó sonriéndole, diciendo:
—Vamos arriba a hacer lo nuestro.
Sandra le miraba y se echó a reír. Luego dijo:
—Ji ji. Y si Leslly nos escucha.
—Vaa. Tiene que estar dormida. Y demás, ya lo hemos hecho antes. Así que, ¿Cuál es la escusa?
Sandra se reía aún más y Jarry la tomó entre sus brazos levantándola del sofá.
—Aayyy. Ja ja. Bájame, me vas a dejar caer. Ja ja ja ja.
—Soy el monstruo del lago Ernet. Ja Ja Ja.
—Ja ja ja ja. Estás loco. Ja Ja Ja.
Jarry subía por las escaleras con Sandra en sus brazos.
Cuando llegaron al descanso del pasillo para ir a los dormitorios, caminaron hacia la puerta de Leslly, Jarry aún con Sandra entre sus brazos tomó la cerradura y giró hacia ambos lados, cerrado. Estaba cerrada la habitación de Leslly. Tal como ella la había dejado.
—Parece estar dormida ya.
Dijo Jarry. Luego Sandra dijo:
—Sí, tiene que ir a su nuevo trabajo mañana, debe descansar temprano.
—Sí. Pero yo sigo siendo el monstruo. Graa.
—Aayyy noo. Ja ja ja.
—Graaaaa.
—Ja ja ja.
Fueron a su habitación para hacer el amor. Para que narrar lo que iba a pasar allí.
Leslly estaba ya borracha; abrazaba a los chicos que estaban con ella y hablaba media pegajosa diciendo cosas raras y sin sentido en medio el ruido del lugar. Los chicos parecían estar normales. Kendry de envés en cuando miraba entre la multitud a Leslly. Paola veía siempre a Kendry mirando hacia Leslly y le había preguntado: "¿Por qué miraba siempre dónde está Leslly?," él le había dicho: "que esos chicos no le inspiraban confianza." Paola pudo entender por qué él actuaba de esa manera.
Leslly se reía como toda una borracha y los chicos igual reían. Luego llegaron tres chicos más, se saludaron levantándose del sofá. El chico que invitó a Leslly, se la presentó y ellos le saludaron. Kendry alcanzó a ver a los tres chicos. Se puso de pie y Paola le miró. Luego Paola dijo casi gritándole:
—¿Qué sucede?
Kendry no le escuchó. Paola al ver que Kendry no le respondió le agarró por el antebrazo y en ese momento Kendry le miró. Paola le hizo un gesto con sus manos de, "qué pasaba." Kendry negó con la cabeza y se sentó. Luego Paola extendió su mano levantándose invitándolo a bailar. Kendry se levantó y fueron a la pista de baile mirando dónde estaba Leslly.
En el momento que Paola y Kendry se divertían bailando, los seis chicos se levantaron y el chico que invitó a Leslly la tomó de la mano y tomó el bolso de Leslly. Los chicos estaban esperando a que Kendry no estuviera mirando para hacer lo que iban hacer.
—Vamos a fuera.
Le gritó el chico cerca del oído de Leslly. Ella se levantó cayendo en los brazos del chico.
—Yo... Aún no me quiero ir a casa. Los pajaritos son bonitos.
Decía Leslly sin saber que decía.
—Camina.
—Nooo, no quiero irme a casa.
—¿Qué dices? No iras a casa. Vendrás conmigo.
—No quiero estar en casa. Me verán rara.
Leslly se le soltó y se tiró en el sofá tumbando dos copas al suelo. El chico la miró y se sentó en el sofá nuevamente mirando por donde estaba Kendry. Ya los amigos del chico estaban afuera.
—Si Leslly supiera cuando la queremos, no fuera así con nosotros. Queremos lo mejor para ella.
—Pero ella no lo ve así. El problema es que salió a ti.
—Ja ja. ¿Y a ti no, verdad que no?
—Ja ja ja. Bueno, salió más a ti enojona y cabeza dura.
—¿Tu cree? No creo.
Jarry se quedó pensando, mientras Sandra se daba vuelta en la cama hacia Jarry.
—Si nuestra otra hija no hubiera muerto cuando nació... hubiéramos tenido dos hermosas princesas.
Dijo Sandra. Jarry le miró estando bocarriba y Sandra estaba de lado con una mano en el pecho de Jarry. Él se quedó pensando mientras miraba ahora el techo. Sandra que le miraba, miró luego hacia un lado y no dijo nada más. Ambos suspiraron.
De vuelta al bar, Leslly bailaba como podía, saltando por todas partes y dando vuelta. Parecía que Leslly nunca en su vida había disfrutado tanto como lo estaba pasando esa noche.
—Nunca he visto a Leslly tan feliz como ahora lo está. Parece que la está pasando super. Ja ja.
Dijo Paola casi gritándole en el oído a Kendry. Él solo miraba a Leslly bailar entre la multitud cayéndose de la borrachera mientras Kendry y Paola bebían moderadamente.
—¿Crees... que se hayan besado?
Preguntó Paola. Kendry miró a Paola a la cara y dijo:
—No lo sé. No lo he visto hacerlo.
Luego volvió y miró moviendo su cabeza intentando ver entre la gente a Leslly en la pista. Luego no le vio, parecía que se le había perdido, pero Leslly ya estaba sentada, cansada. Tenía su cabeza en los hombros del chico y él le acariciaba el pelo. Al lado del chico solo había uno de sus amigos, los demás estaban fuera del bar.
Después de mirar a Leslly allí, Kendry miró su reloj de mano, y ya eran la 5:54 de la madrugada, dijo:
—¡Mierda!
Se levantó tomándole la mano a Paola y le dijo gritándole al oído:
—Ya es tarde. Ve a fuera y espérame hay, mientras yo busco a Leslly.
—De acuerdo.
Kendry se dirigió hacia Leslly cruzando entre la multitud, hasta que llegó dónde estaban ellos, dijo:
—Leslly, ya es hora de irnos.
El chico le miró y le gritó a Kendry:
—¿Cómo?
—No te hablo a ti, le hablo a ella.
Gritó Kendry. Luego tomó a Leslly por el brazo y le hizo incorporarse quedándose aún sentada. Leslly ya con sus párpados pesados y sin ánimo dijo:
—¿Qué pasó?
—Ya hay que irnos a casa.
—Yo me quedo aquí con mis amigos.
—No, no te vas a quedar con nadie. Levántate.
Kendry le hizo levantar y Leslly se resistió.
—Nooo. Yo no voy. Me quedó aquí.
Kendry la sujetó por la cintura y se la echo encima de sus hombros. Leslly iba dando patadas hacia atrás y con sus puños le pegaba en la espalda. El chico al ver que Leslly no quería irse se levantó del sofá, le agarró el brazo a Kendry y dijo gritándole:
—Ella dijo que no se quiere ir. Bájala.
Kendry le empujó hacia atrás tirándolo en el sofá. Luego Kendry caminó con Leslly en sus hombros mientras ella le daba golpes y gritando.
—Noooooo. No quiero. Noooo.
El chico se le quedó mirando desde el sofá y el otro chico estaba de pie, no hicieron nada más.
Mientras Kendry sacaba a Leslly de allí, la gente era pateada por Leslly y se detenían a mirar lo que pasaba. Dos seguridades se acercaron por la puerta y preguntaron deteniendo a Kendry:
—¿Qué sucede con ella? ¿Vino con usted?
—Esta borracha. Ella vino conmigo y ahora no quiere irse.
Se quedaron mirándole hasta que le abrieron paso. Kendry salió de allí, dirigiéndose hacia las motos. Paola le esperaba con las motos listas.
—Dámela.
Paola le ayudo a bajarla. Luego Kendry dijo:
—Dame las llaves.
Paola le entregó las llaves y Leslly se había calmado un poco mientras abrazaba a Paola.
—Porque esta tan oscuro aquí afuera. Adentro estaba mejor. Si. Sabes... Estoy sola ahora y me haces falta bebé. Bésame.
Decía Leslly intentando besar a Paola y ella le impedía.
—Leslly, tranquilízate.
—Vamos, dámela.
Dijo Kendry. Paola y Kendry ayudaban a Leslly a subirse en la moto de Kendry, hasta que le subieron. Luego Kendry dijo:
—La llevaremos a tu casa y mañana temprano tendré que llevarla a su casa para que vaya al trabajo. Lleva la moto de Leslly, ve con cuidado y sígueme despacio.
—Bien.
—Vamos.
Paola se monta en la moto de Leslly y salieron del lugar. A Kendry no le gustaba que Paola condujera las motos por motivo de su seguridad.
7:11. Ya había amanecido. El sol daba sus ramalazos de un nuevo día. La gente desde temprano ya empezaba a ir a sus trabajos como de costumbre. Donde viven Jarry y Sandra, la calle del vecindario no era muy transitada como en la ciudad, pero los vehículos salían de los garajes para ir a sus rutinas de trabajos.
Jarry sale de su dormitorio en sacado y en corbateado, con un maletín en mano. Cuando iba ya pasando por la puerta de la habitación de Leslly se detuvo. Tomó la cerradura de la puerta y giró hacia los lados. Aún estaba cerrada. Luego se asomó a la puerta para ver si escuchaba algo a través de ella, pero nada. Estando aún asomado, tocó la puerta con los nudillos de su mano.
Toc. Toc.
Esperó unos segundos. No hubo respuesta. Luego dijo:
—Leslly, levántate ya. Tienes que ir a tu nuevo trabajo. ¿A qué hora es que tienes que estar haya?
Esperó, y no hubo ninguna respuesta. Volvió y dijo tocando la puerta:
—Leslly... ¿Estás ahí?
Toc. Toc.
Tocó varias veces. Luego bajó por las escaleras y cuando llegó al descansillo de la escalera para ir a la sala estar, dijo:
—¿Lucita?
—Sí señor Hoss. ¿Qué sucede?
Dijo Lucita saliendo del cuarto de lavando, al lado de la cocina. Por fin no estaba en la cocina, siempre estaba en la cocina.
—¿Sabes si Leslly salió de su habitación temprano?
—No sé decirle. No la he visto desde ayer en la noche después de la cena.
Jarry se quedó pensativo. Luego dijo:
—¿Crees que se haya levantado temprano?
—Tal vez. Sabe cómo es ella cuando tiene que hacer algo, pues lo hace. Además, si salió y dijo algo, tal vez no le escuche por el ruido de la lavadora. Seguro ya se marchó al trabajo.
—Le llamaré a ver.
Dijo Jarry sacó su móvil y empezó a buscar el número de Leslly, en ese momento Lucita dijo:
—¿Y qué hay si dónde Leslly trabaja no se permite coger llamadas?
—Si verdad. Bueno, seguro ya se fue al trabajo.
—Sí. Eso creo.
—Bueno, Lucita nos vemos más tarde.
—Si señor Hoss, que le vaya bien.
—Gracias.
Abrió la puerta y salió para ir al garaje.
Leslly corría y corría, tratado de esquivar de los obstáculos que caían a su alrededor mientras intentaba llegar a su casa. Había un terremoto sumamente impresionante, que toda la ciudad era puras ruinas, todo caía al suelo, las calles estaban extremamente abierta. Todo estaba vuelto un caos, la gente corría y gritaban. Leslly corría tratando de ponerse a salvo y buscaba a su familia.
—¿Mamá? ¿Papá? ¿Dónde están?
Leslly se movía de un lado a otro y tropezaba con las personas allí. De repente templó la tierra nuevamente y cuando Leslly dobló una esquina intentando agarrarse de lo que fuera; pequeños trozos de migas caían juntamente con un muro del edificio sobre Leslly. En el momento que caía, Leslly se movió rápidamente, lanzándose hacía un lado y golpeándose la frente con un trozo de piedra. Mientras intentaba incorporarse meneando la cabeza y con una mano en la frente lo cual de una herida que se ocasiono cuando se golpeó con la piedra, corría sangre por su rostro y su mano, alguien le gritaba:
—¡Leslly! ¡Leslly! ¡Leslly!
Leslly se despertó espantada sin incorporarse mirando hacia todas partes, y luego vio la cara de Paola.
—¡Levántate ya!
Leslly se aclaraba los ojos y arrugaba su cara, luego se puso la mano en la cabeza y dijo:
—¿Qué me pasó? Tengo un fuerte dolor de cabeza.
—Bebiste mucho a noche y bailabas más que un trompo.
Leslly se dio vuelta quedándose de lado dándole la espalda a Paola.
—Levántate de ahí, ¿No tenías que ir a tú nuevo trabajo hoy?
—Oh rayos, sí. Oh mierda.
Se tiró de la cama como si hubiera tenido un alacrán encima de ella. Luego miró a los lados y preguntó:
—¿Qué hago en tú casa?
Paola se rio y Leslly preguntó:
—¿Por qué te ríes?
—Es que a noche me dijo Kendry que cuando te sacaba del bar empezaste a lanzar patadas y trompadas por todos lados. Ja ja ja.
—¿En serio? ¿Yo hice eso?
—Sí. Y hablabas como toda una excelente borracha. Ja ja ja.
—Oye, no te rías.
—Bueno, es que todo lo que hiciste fue gracioso. Ja ja.
—Sí, sí, sí. Bueno ya tengo irme a casa.
—Pero, ¿Te dará tiempo llegar? Son la 7:36.
Dijo Paola mirando la hora de su móvil.
—Hay no. No, no, no me dará tiempo. ¿Y ahora qué hago?
—Púes mira, te prestaré una de mis ropas. Sé que esta se te vera bien para tu primer día de trabajo.
Fue hasta su armario y buscó. Leslly se sentó en la cama y dijo:
—Debo ducharme, porque huelo extraña. Y tengo un fuerte dolor de cabeza, que siento que se me va a estallar la cabeza.
—No te preocupes se te quitará cuando te duches.
Dijo Paola con la ropa en mano.
—Creo que no me dará tiempo ducharme.
—Bueno, púes quítate esa ropa y ponte esta. Tienes que vestirte lo más rápido posible...
Cuando Paola hablaba, Leslly se estaba durmiendo mientras estaba sentada en el borde de la cama, en ese momento Paola le miró y le gritó:
—¡Oye!
Leslly se espantó y miró a Paola.
—¿Qué? ¿Qué pasó?
—... No te duermas ya tienes que alistarte. Toma. Ven, te voy ayudar.
Leslly parecía estar ida, aún qué, haya estado despierta. Tenía un fuerte dolor de cabeza, tenía jaqueca y estaba mareada, aunque se iba para el trabajo sin ducharse y el olor a alcohol encima iba a despertar la curiosidad de todos los trabajadores allí. Pero aun así tenía que llegar lo más rápido posible a su trabajo.
Después de un buen rato Leslly bajó las escaleras para marcharse al trabajo. Abrió la puerta y salió. Afuera le esperaba un taxi amigo de Paola.
—Bueno, gracias por todo. Nos veremos luego.
Dijo Leslly diciéndole "adiós" con las manos.
—Cuídate. Nos vemos luego. ¡Suerte!
Leslly se montó en el taxi, y el taxista prendió su marcha.
Cuando Leslly llegó al trabajo, se desmontó del taxi rápidamente, y cuando le hubo pagado salió corriendo hacia el edificio. Cuando estaba a dentro fue hasta el ascensor, que ya estaba a punto de cerrársele la puerta, allí iban varias personas. Corrió y logró entrar.
Leslly esperó unos segundos en el ascensor, hasta que el ascensor llegara al piso correspondiente. En todo el transcurso del ascensor mientras subía Leslly iba muy desesperada esperando que el ascensor se diera prisa. Cuando el ascensor llegó al piso 12 y las puertas se abrieron, Leslly salió corriendo y casi se lleva a una señora por delante.
—¡Cuidado chica!
—¡Lo siento!
Dijo Leslly casi gritándoles mientras corría. Cuando Leslly llegó a la puerta en dónde estaba la asistente de Maduro, dijo con la puerta en mano:
—Lamento haber llegado tarde hoy. Mañana llegare más temprano. De verdad.
Leslly estaba sofocada. Respiraba profundo intento calmar la respiración y las pulsaciones de su corazón. La asistente de Maduro le miraba y dijo mientras se levantaba:
—Bueno, está bien. No hay problemas. Ven sígueme.
Leslly le siguió por un pasillo a la derecha. Luego la asistente abrió una puerta y entraron. Cuando entraron Leslly se quedó atónita mirando la inmensidad de gente que había allí. Todos parecían muy educados y el murmullo retumba en el oído de todo el que entraba en esa habitación amplia de algunas 50 personas. Los teléfonos chirriaban por donde quiera. Todo estaba en orden, organizado y catastróficos en murmullo.
Leslly sonrió, miró a la asistente entre ojos; la cara de Leslly daba la impresión de que el trabajo no era de su agrado.
—Ven. Te mostraré tu puesto. Este es un trabajo que los primeros días te encontrarás incómoda, pero después de ahí será pan comido. Mira, este es tú puesto.
Dijo la asistente mostrándole su lugar.
—Ven, toma asiento y relájate.
Leslly se sentó y miró todo lo que estaba en el escritorio. Las paredes de su cabina de trabajo parecían de pleibo. Y la altura de las paredes era un poco alta lo cual no le permitía ver a los demás, si quería ver a los demás desde su asiento no iba a poder, a menos de que se levantara de su asiento y mirara por encima de aquellas paredes de pleibo.
—Cómoda, ¿Verdad?
—Sí.
Respondió Leslly sonriente.
—Ahora bien, te enseñaré lo que debes de hacer. ¿Bien?
—Bien.
La asistente busco una silla, se sentó al lado de Leslly y desde que se sentó al lado de Leslly le daba un aroma a cerveza; la asistente no le decía nada. Leslly olía a cerveza o a puro bar, ignoraba aquello.
Aquella mujer le mostraba y le explicaba cómo funcionaba todo allí. Leslly aprendía todo lo que la asistente le decía. Así estaban las dos sentadas por largas horas.
Luego unas largas horas, por fin concluyeron. El primer día de trabajo de Leslly pasó. Leslly ya marchaba a casa para descansar. Cuando Leslly salía la puerta del edificio, un hombre levanto su mano y con ella le decía:
—¡Adiós Leslly, hasta mañana!
Leslly se dio vuelta, le miró y le dijo:
—Adiós. Hasta mañana.
—Y llega temprano. Ja ja ja.
—Ja ja. Claro que lo hare.
Cuando Leslly llegó a casa, subió las escaleras corriendo, y desde la habitación de Jarry y Sandra salió Lucita con un jumper pequeño lleno de ropa sucia. Lucita miró a Leslly y le preguntó:
—¿Cómo te fue en tú primer día de trabajo mi niña?
—Bien.
Dijo Leslly sin mucho ánimo entrando en su habitación. Luego Lucita caminó y se detuvo en el quicio de la puerta; Leslly tiró sus cosas a un lado y se tiró en la cama.
—¿Qué le pasa mi niña, la noto extraña?
—Solo estoy cansada eso es todo.
Dijo Leslly en voz baja. Lucita dejó el jumper en la puerta y se acercó. Se sentó en la cama poniéndole su mano en la espalda a Leslly.
—¿Es muy agotador ese trabajo?
—Noo.
Cada vez que Leslly decía algo lo decía entre dientes y sin deseo de querer hablar. Luego Lucita empezó a olfatear como si fuera un perro. Le daba el olor de algo que provenía de Leslly.
—¿Por qué hueles como... ¿Alcohol?
Preguntó.
—Ah sí, fue en el trabajo que se me cayó algo que olía así.
Decía Leslly sin impresionarse y con la misma postura que cuando se tiró en cama.
—¿Y cómo fue eso? Y, ¿Por qué tienes un chichón en la frente?
—Hay Lucita ya, no me preguntes. Tengo sueños y estoy cansado. Me duela la cabeza y quiero dormir.
Dijo Leslly ahora poniéndose de lado dándole la espalda a Lucita.
—¿Quiere que te traiga algo para el dolor de cabeza?
—Noooo. No quiero nada. Sólo vete.
Le gritó Leslly en tono promedio un poco molesta girando su cabeza hacia Lucita y luego volvió a la misma postura (de lado).
—Está bien.
Lucita se levantó, caminó hacia la puerta tomando el jumper, se quedó unos segundos mirándola y luego salió cerrando la puerta.
Cuando Leslly le hubo dado la espalda se puso a llorar sin motivos algunos. De seguro era la depresión en ese momento. Luego se dio vuelta quedándose bocarriba; ahora lloraba aún más. Se llevó las dos manos a la cara y la contuvo allí. Después de unos minutos llorando se levantó y fue hasta el baño. Antes de entrar en él, tomó un frasco de color naranja y tapa blanca que decía: Antidepresivo Fluoxetina (Prozac®). Se paró frente al lavamanos, destapó el frasco desesperadamente, ansiosa y nerviosa a la vez. Cuando la hubo destapado se miró en el espejo, sus ojos estaban casi rojos, quizás porque lloraba. Después que Leslly se miraba en el espejo volvió y miró el frasco y sacó dos pastillas de color verde y blanco. Sus manos templaban. Se las tomó. Luego de haberlas tomado, rebuscó en el gabinete frente a ella dónde estaba el espejo y sacó una porta navaja con su alfiler o Gillette en él. Cerró el gabinete y tomó la porta navaja en su mano.
Levant su mano derecha para corta las venas de su muñeca. Mientras lloraba continuamente estaba nerviosa. En su muñeca tenía varias cicatrices, llevo la porta navaja hasta su muñeca y empezó a templar sudando a la misma vez. Después de mirarse la muñeca, miró el Gillette que estaba a punto de pasearse por su muñeca, se veía reluciente y afilada. Leslly levanto su mirada al espejo y cuando se miró por unos segundos lanzó un grito de ira.
—Aaaaaaaaaaah.
Cuando hubo gritado, se tumbó en el suelo soltando la navaja en el lavamanos. Leslly se sentó en el suelo con la espalda en la pared, con sus rodillas dobladas y con sus manos sosteniéndose la cabeza. Leslly lloraba desconsoladamente. Por poco hace Leslly una de sus locuras otra vez. Pero gracias a Dios no lo hizo.
—No quiero vivir más. Odio mí vida. La odioooo.
Decía Leslly en su misma posición. Todo parecía de color negro para ella y el mundo en el que estaba se le venía encima. El vivir en depresión no nada fácil. Las personas como Leslly que padecen de depresión por un período de tiempo, desea alejarse de los demás, eluden las conversaciones, se encierra y desea estar sola alterando su carácter y cada vez está más irritable. También algunas personas al igual que Leslly perciben que la vida sólo le ofrece sufrimiento, no tiene esperanza alguna de mejoría y solo empieza a pensar en la muerte como si fuera la posible salida a su situación. Pero muchos de estos problemas provienen de cáncer, hepatitis e hipotiroidismo. También pueden ser otros factores que pueden causar la depresión, como: la muerte de un ser querido, separaciones, pérdida de trabajo, situaciones de maltrato, alcoholismo, drogadicción, aislamiento. Pero Leslly proviene con su dicha depresión desde su nacimiento se podía decir. Aparte de eso Leslly había dicho desde que tuvo conciencia, "que la vida solo le brinda oportunidades aquellos que no la merecen; que la vida no le muestra por qué debe de luchar; que la vida todo lo que le trae es sufrimiento, y porque afanarse tanto cuando la vida no te da todo lo que mereces." Estos eran los remordimientos que Leslly traía consigo desde que tuvo razón de memoria.
ParaLeslly era una lucha continúa, el ver que su depresión no desaparecía por sí,todas las cosas se vuelven insignificante e insuficiente. Incluso todo sevuelve más doloroso. Pero Leslly se forzaba cada día por levantar nuevamente sucabeza, olvidándose de aquellos oscuros pensamientos. Es como luchar contranuestro dos (yo) al mismo tiempo.
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