¡Qué extraño!

Leslly dormía a bocabajo. Soñaba que corría hacia su trabajo y cuando llegaba a la puerta del edificio la habían cerrado. Leslly no pudo entrar a tiempo. En el momento que Leslly tocaba la puerta para que la dejaran entrar, al quien le llamaba. En ese instante, en el sueño se presentó a costada en su cama como realmente lo estaba. En lo muy lejos de su sueño escuchó que le llamaban y tocaban la puerta de su habitación. Luego el sonido se hizo más fuerte y la voz por igual. Leslly levantó la cabeza espantándose mirando hacia los lados como un bebé cuando levantan su cabeza para llorar o están incómodos. Escuchó que le llamaban a la puerta de su habitación como si hubiera un terremoto allí afuera.

—¡Leslly! ¡Leslly!

Lucita le llamaba. Ahora pudo escuchar claramente aquella voz.

—¿Qué?

Le gritó Leslly molesta.

—Se le hace tarde para ir al trabajo.

Leslly al escuchar aquello salió de la cama pateando la colcha hacía un lado y salió de su cama dando un salto. Tomó su móvil y miró la hora.

8:09.

—Rayos.

Corrió al baño y mientras corría se iba despojando de su ropa. Su pijama.





Luego de un rato, Leslly bajo las escaleras corriendo, dio un salto del séptimo o quinto escalón cayendo casi en la sala. Cuando Lucita escuchó el pisotón, salió de la cocina y miró a Leslly dirigiéndose a la puerta de la salida.

—¿No vas a desayunar?

—Nooo, ya es tarde. Adiós.

—Adiós mí niña. Ten cuidado por ahí. Suerte.

Le gritó Lucita mientras caminaba hacia la puerta y desde allí miraba a Leslly correr. Se reía al ver a Leslly correr. Dijo meneando su cabeza mientras se reía:

—Hay mi niña.





Leslly llegó corriendo a su lugar de trabajo, se despejó de su bolso que llevaba a un lado de su cuerpo y guardó en una gaveta.

—¿Dónde estabas?

Dijo un compañero de Leslly.

—Me quede dormida. Tenía mucho sueño. Además, me dormí tarde a noche.

—A todos nos pasa. Así que despreocúpate todo estará bien.

—Gracias Luis. ¿Han llamado?

Dijo Leslly sentándose.

—Ufff, bastante.

—Está bien, gracias Luis.

—De nada Leslly.

En el momento que Leslly se acomodaba sintió dolor en su panza. Se llevó una mano allí y presionó un poco sumiéndola hacia dentro, hizo un gesto de dolor.

—Sah. Este período otra vez. Hay no.

Se puso a pensar mientras el teléfono de su escritorio sonaba. Leslly no le ponía atención tratando de pensar cuando fue la última vez que le llegó el periodo menstrual.





—Qué extraño.

—Ya ha pasado un mes y no me ha llegado el período menstrual. Y ahora estoy asustada. Quizás me moriré.

—Aaayy Leslly tranquilízate. No vas a resolver nada hacía. Algunas veces se retrasa, es normal.

—No, no es normal. Ya ha pasado un mes y ya vamos a mitad de este mes y no me ha llegado aún. He estado teniendo dolores, pero no me llega. Hasta últimamente me han estado dado algunos mareos extraños y no sé qué hacer.

—Tranquila Leslly. Quizás esos mareos son por motivo del estrés.

—¿Tú crees?

—Puede ser. Y además tú no has tenido relaciones con nadie para estar embarazada.

—¿Embarazada?

—Sí. Oh, ¿Hiciste con algún chico?

—No. En estos tiempos no lo he hecho con nadie.

Mientras Leslly hablaba con Paola por su móvil caminaba de un lado a otro en el baño con una mano en la frente desesperada y confusa. Después de unos minutos, Leslly se calma mientras se miraba en el espejo en silencio.

—Leslly, ¿Estas hay?

—Sí.

—¿Y por qué no hablas?

—Oye Paola...

—¿Sí, mí Nunu?

—... Cómo puedo contactar a una persona sea por su número telefónico u otra cosa. Se trata de una persona que me dio su Facebook y no tiene mucha información allí ni foto ni nada. Pero tiene 4,967 amistades...

—¿4,967 amistades?

Preguntó Paola con voz de asombro.

—Sí. Pero no sé cómo tiene tanta gente allí, si no tiene casi foto. Solo tenía tres fotos, con varias personas y no se sabe quién es de todos los que estaban ahí.

—¿Y cómo lo conociste?

—Fue un cliente que atendí y me dio su Facebook.

—¿Y por qué te afanas tanto en buscarlo?

Leslly en ese momento se quedó mirándose en el espejo, guardando silencio por unos segundos. Luego entro una señora, Leslly se le queda mirando desde el espejo mientras la mujer se dirigía a una de las cabinas. Cuando la mujer entró, Paola dijo del otro lado de la línea:

—Nunu.

—Ah, eh sí.

—¿Que "si," qué?

—No nada.

—Te pregunté, ¿Por qué te afanas tanto en buscar a esa persona?

—Bueno, por su asentó me llamo a la atención y tiene un parecido a... Kendry.

—¿Dijiste que tiene un parecido a Kendry?

—Sí. También adquirió un viaje en un crucero lujoso de mucho dinero con destino Alaska. Solo quiero saber quién es. Siento curiosidad.

—Mmm. Ya veo. Algunas veces hay otras personas que se parecen a otras, ¿Sabías?

—Sí. Oye Paola, ¿Kendry tiene hermano?

—Él tenía un hermano y murió hace mucho. También tiene una hermana que estaba ingresada en un Centro, pero no me dijo porque estaba allí ni me dijo como se llamaba. ¿Por qué preguntas?

—No. Solo pregunté. Además, ya no me gusta este trabajo. Ya quiero irme de aquí. No me pagan lo suficientemente bien para todas las llamadas que recibo diario.

Guarda silencio y Paola también se queda callada sin saber que decirle. Luego Leslly dijo al ver que Paola no dijo nada:

—Hablare con Maduro a ver si me hace un aumento, de lo contrario me iré.

Paola tampoco dice nada. Leslly suspira y dice:

—Bueno, pues no te quedes callada. Dime algo. Que hago con lo que te dije antes. Lo del hombre del crucero.

—Bueno, entonces a esto.





Mientras Leslly estaba sentada en su silla de trabajo, miraba hacia los lados levantándose un poco de su asiento para observar si alguien se acercaba. Leslly actuaba como si estuviera haciendo algo prohibido y no quería que la encontrasen. En la computadora de su escritorio de trabajo buscaba en el registro de llamada de hace algunos días atrás. Luego había encontrado la llamaba del tal Brandon y buscó la identificación de él.

Copió la enumeración de identidad y la pego en otra pestaña de registro personal. Luego dio clic en una parte que decía: "Enter." Cargó y salió una foto del chico. Leslly sonrió al ver la foto, se fue echando hacia atrás del asiento para recostar su espalda en el espaldar de su sillón. Luego Leslly miró hacía una esquina del computador y vio un número de teléfono del chico. Antes de, Leslly hubo buscado en el registro de llamada cuando Brandon le hubo llamado, pero, eran tantas las llamadas que recibió aquel día que era difícil de saber cuál era su número.

Leslly se inclinó adelante, tomó un lapicero y un papel, escribió en él, el número de teléfono.

En la identificación parecía la cédula dónde se podía apreciar la foto de él, su nombre en letras más oscuras, algunos datos de él, dirección y algo más. La foto del chico estaba presta en la pantalla del computador; allí estaba con la cara seria, camisa blanca y corbata.

El día que Leslly le había pedido su identificación no le dio mucha importancia, ya que para Leslly era un cliente más al igual que todas las otras llamadas que ella atendía. Pero hasta el momento, algo en él hizo que Leslly descubriera más sobre él, ¿Quién realmente será? Leslly parecía una detective tratando de descubrir dicho suceso.





En la hora de break o receso, Leslly comía de manera un poco exagerada de apetito. Sus compañeros de trabajo comían al lado de ella mirando a Leslly con dos platos, un cartón de jugo, una funda de papa frita, y un tarro pequeño de helado.

—Vaya. Si que comes como una desgraciada.

—Ja ja ja ja ja.

—Ja ja ja.

Una mujer que estaba sentada en la misma mesa se reía de lo que dijo el compañero. Leslly por igual se reía con los buches llenos, que casi tiraba todo lo que tenía en la boca por haberse reído.

—No me hagas reír. Casi tiro todo lo que tengo en la boca.

—Te aseguro que no lo hagas, por qué si lo haces, vas a empezar a disparar como una ametralladora semí automática todo lo que tienes en esos buches de ardilla.

—Ja ja ja ja.

En el momento que Leslly se rio estallo de la risa, lo cual no pudo contenerse de la risa y soltó todo lo que tenía en sus buches. Cuando tiro lo que tenía en la boca lo hizo lanzándolo hacia delante y cayéndole a sus amigos que estaba en el frente de ella.

—Ja ja ja ja.

—Se lo dije. Ja ja.

—Ja ja ja.

Se reían a carcajadas.

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