¡Me iré tan lejos como pueda!
Jueves por mañana. 8:33. Era día feriado, Día de la mujer. En esos días en McLong celebraban el día de la mujer, mayormente era internacional. Todas las mujeres eran felicitadas desde muy temprano. Algunos esposos, parejas, novios le daban sorpresas; haciendo el día especial para ellas; y otros complementos esteros sexual también hacían de la de ellos en esos días. Qué locura esta. En la ciudad de McLong hacían algunos eventos especiales para el día de la mujer, al igual que en otros lugares del mundo. En la mañana algunas mujeres y hombres salían a las calles con carteles y otras cosas en mano que decían:
FELIZ, MUJER CUYA VIDA ESTA LLENA DE LUZ.
Otros decían:
¡OH MUJER, GRACIAS POR EXISTIR!
Otros también decían:
ERES LA PAZ LLENA DE GOZO Y FELICIDAD.
Y otro:
FELICIDAD A TI BELLA MUJER.
Así iban desfilando por las calles y cantando una dulce canción:
Feliz día de la mujer. Que con ánimo y esperanza de ser lo que es. Orgullosa de ser mujer. Orgullosa de ser mujer.
Así también iba el coro cantando mientras caminaban por las calles. En esos días no trabajaban, sino que la pasaban en familia.
Leslly se había levantado temprano y se había cambiado. Luego bajó las escaleras corriendo y cuando Leslly pasó por la sala su madre dijo desde el sofá de la sala:
—¿A dónde crees que vas con tanta deprisa?
Leslly se detuvo y miró dónde estaba Sandra. Ella leía un libro de título: 1000 Fracasos. Leslly respondió:
—Iré a casa de Paola.
Sandra se quedó en silencio unos cuantos segundos, luego dijo:
—No te vayas a meter en líos, como ayer.
—No, no lo haré.
—prométemelo.
Leslly cayó por unos segundos, luego dijo:
—Sí. Adiós.
Sandra se levanta del sofá dirigiéndose hacia Leslly, diciendo:
—Dije que me lo prometieras.
—Sí, Mamá sí, lo prometo.
—Ahora sí escuche mejor. Ven aquí.
Sandra le abrazó y le besó en las mejillas.
—Cuídate por ahí.
—Claro que sí.
Dijo sonriendo. Luego caminó hacia la puerta diciendo:
—Adiós.
—Adiós mí vida.
Sandra sonreía mientras veía a Leslly salir por la puerta. Después Lucita salió de la cocina diciendo:
—Usted es una buena madre. Aunque, los jóvenes de ahora son testarudos y solo quieren estar en las calles. Le cuestan escuchar a sus padres.
Sandra le miró y dijo:
—Así es Lucita, los jóvenes quieren actuar como adultos, pero sin conocer bien la vida. Los jóvenes viven el presente y nosotros los adultos vivimos, el pasado y el presente, de la experiencia; y del futuro lo que hemos aprendido de lo vivido. Ellos viven el momento sin preocupaciones. Pero... A veces creo que soy pésima con Leslly.
—Noo. Los chicos son así. Y más Leslly que es una chica traviesa y terca como un pavo. Ella cambiará cuando tenga su familia.
—Sí. Así es.
Hicieron pausa entre las dos y luego Sandra dijo:
—Me da miedo dos cosas... Una es, Jarry y la otra es, que ella intente nuevamente con su vida. Jarry debería apoyarla para que se olvide de su depresión. Pero lo único que hace es saltar siempre con estupideces cuando se enoja y luego se arrepiente de lo que dice.
Dijo Sandra mientras caminaba al sofá y Lucita le seguía.
—Sí. Su temperamento no es bueno. No le ayuda para nada.
Dijo Lucita. Ambas ya estaban sentadas en el sofá con el pensamiento lejano. Luego Sandra dijo:
—A noche discutimos, por el hecho de que él le dijo a Leslly, "Qué si gustará que hiciera su vida por sí sola y que se marchará por ahí." Esa palabra le molesto a Leslly y se sintió ofendida.
Lucita se llevó una mano a la boca y puso sus ojos más grandes de lo que eran.
—¡Oooh Dios! ¿Por qué dijo eso?
Dijo Lucita quitándose la mano de la boca. Luego Sandra la miró, sonrió y dijo:
—Sí, olvidemos eso. Ya eso no importa. Jarry sabe lo que hace y lo que dice.
Lucita se quedó callada y pensativa, pensando que ella no quería hablar del tema mientras Sandra tomaba una revista de Modelaje.
Leslly, Paola y Kendry estaban en un restaurante de McDonald's. Aunque era día feriado, los puestos de comidas no cerraban, pero le daban sus sorpresas y le pagan algo más por ese día.
Ahora bien, ¿Y no era qué Leslly iba a casa de Paola? Bueno, sí fue, pero se juntaron allí por que Kendry le llevaría su moto. Ya se sabe cómo es una persona cuando tiene algo nuevo. Ese es un vicio que todo lo que se piensa es solo en eso y todo lo que uno quiere hacer es solo eso.
Leslly fue con su motor hasta McDonald's y Kendry en el suyo con Paola detrás. Para Kendry llevar la moto de Leslly tuve que pedirle a un amigo que le llevará el motor de Leslly hasta la casa de Paola, ya que el motor estaba en su garaje.
Mientras comían y hablaban, el lugar estaba más que repleto de personas. Las personas que llegaban no encontraban lugar para sentarse allí de tanta gente. Leslly, Paola y Kendry estaban por una esquina al lado de una gran ventana y desde allí se podía ver todo el parqueo. Las personas estacionaban sus vehículos y algunas personas que se dirigían a lugar mientras otras se marchaban del mismo.
—¿Entonces no piensas volver a la Universidad?
Preguntó Paola.
—Sí claro. Pero...
Pensó por unos segundos y luego dijo:
—... He visto personas que son profesionales en algo y nunca han ido a la Universidad. Se vuelven profesionales en sus talentos y habilidades asiéndola crecer para sí.
—Bueno sí, eso sí es cierto. Y, ¿Qué es lo que te gustaría hacer entonces?
Dijo Kendry, mientras le daba una mordida a su hamburguesa. Leslly miro a Kendry y luego a Paola sonriendo dijo:
—Quiero ser campeona de Moto GP.
Cuando Leslly dijo aquello, Kendry se atoro y empezó a toser. Leslly y Paola se echaron a reír de la tos de Kendry.
Ja ja ja ja ja ja.
Luego Paola le daba algunas palmadas en la espalda intentando que se le quitara la tos. Luego Paola dijo:
—Pero entonces, ¿Que hay con tu carrera de psicología? Pensé que era tu sueño el ser psicóloga.
Paola aún le daba algunas palmadas a Kendry en la espalda.
—Sí, era mi sueño. Aun qué...
Miró por la ventana por donde estaba su moto observando por encima de los vehículos que estaban en el parqueo. Kendry dejó de toser. Mientras Leslly miraba por la ventana, continuó con lo que decía:
—... Solo lo hago por mis padres. Pero en realidad si me gusta, pero donde siento más amor y pasión es en la velocidad...
Decía sonriendo, con más anhelo y entusiasmo.
—... Y más ahora que tengo mi propia moto. Ja ja ja.
Decía Leslly muy feliz y entusiasmada. Paola y Kendry se rieron juntamente con ella.
Ja ja ja ja ja ja ja ja.
—A tus padres no le gustará escuchar eso. Ja ja ja.
Dijo Kendry mientras reía.
—Bueno, ojalá no se enteren. Ja ja.
—Ja ja ja ja ja.
—Ja ja ja ja.
Mientras se reían, Leslly miró al frente y un chico de piel clara y pelo largo negro miraba a Leslly mientras caminaba y se sentaba. Luego el chico le quitó la vista de ella. El chico había llegado con dos chicos más.
Habían encontrado una mesa desocupada. Mientras Leslly miraba aquel chico, ella dejó de reír. Cuando Paola vio que Leslly miraba al frente y había dejado de sonreír, miró a donde Leslly posiblemente miraba y alcanzó a ver un chico de pelo largo que estaba a unas 4 o 5 mesas de ellos. El chico no los miraba por ahora.
Luego Paola volvió su cara hacia Leslly y dijo con una sonrisa en sus labios:
—¿Te gusta?
Leslly miró a Paola arrugando el entrecejo y preguntó incomoda:
—¿Qué dices?
Luego sonríe y agregó diciendo:
—Solo lo vi porque él me miraba mientras se sentaba.
Kendry volteo medio cuerpo mirando hacia atrás y luego miró a Leslly y a Paola, cómo quién dice, "¿Que dicen o de que están hablando?" Luego él dijo:
—¿Sé puede saber de qué hablan?
—Tranquilo amor. Eso solo son cosas de mujeres. Ja ja ja.
—Ja ja ja.
Se reía Leslly y Paola mientras que Kendry no entendía nada de lo que hablaban, sólo arrugaba su cara sin enterarse de lo que ellas se decían. Al mismo tiempo que Leslly y Paola se reían, y Kendry no entendía de qué hablaban ellas, el padre de Leslly, Jarry, iba con un amigo de su mismo trabajo de la Universidad en su camioneta, parecían ir al mismo restaurante en donde se encontraban Leslly y los demás.
Mientras Jarry buscaba un lugar donde estacionar su vehículo, iban hablando sobre sus estudiantes de salón:
—Tengo estudiantes que son muy buenos en mí clase.
—Sí. En mí salón hay una chica que es excelente. Siempre saca 98 y 100 en sus pruebas. Es buena.
—Ja ja. Los chicos de hora son más aplicados con sus clases que los de antes, ¿No crees Jarry?
Se estacionaron y mientras cerraban las puertas, Jarry miró a su amigo por encima del auto, mientras su amigo caminaba por detrás de la camioneta. Se quedo pensativo.
Mientras tanto que, Leslly, Paola y Kendry recogían sus cosas, caminaron entre las mesas y cuando Leslly llegó dónde estaba el chico, ella le miró entre las rejillas de sus ojos sin volcar su cabeza hacía a él. El chico estaba concentrado en su hamburguesa mientras sus amigos se reían. En el momento que Leslly le dejó de mirarle, el chico le agarró la muñeca y Leslly le miró rápidamente sin volverse a él, luego el chico se voltea y la mira, también sus amigos le miraban. Leslly le miraba y el por igual.
Paola y Kendry ya llevaban algunos cuantos pasos más que Leslly. Cuando llegaron a la puerta Paola se detuvo y miró atrás, no vio a Leslly, la busco con la vista mirando directamente donde estaba el chico, logró verla entre la multitud. Kendry mira a Paola ya estando fuera, y le pregunta:
—¿Dónde está Leslly?
Paola le señaló por el cristal de la puerta, ya estando fuera del restaurante. Kendry mira y arruga su cara con la impresión de molesto. Luego toma la barra de la puerta para volver a entrar, y Paola le agarra por el brazo. Kendry le mira y Paola le mira a los ojos sonriéndole, le dice:
—Déjala. Tiene mucho que no se enamora.
Después de haber mirado a Paola, Kendry se queda mirando donde estaba Leslly preocupado.
Mientras que, por otro lado, el padre de Leslly iba hablando con su amigo que hablaba más que una emisora FM.
—¿Sabías qué, las ballenas jorobadas cantan música pop?
—Uuh. No, no sabía.
Dijo Jarry haciendo una mueca con su boca mientras caminaban.
—Púes los científicos han descubierto que las ballenas jorobadas cantan canciones que siguen las reglas de la música pop. Tienen características similares, e incluso son pegadizas para todos los miembros de los grupos de ellas. Cuando se cansan de una tonada, inventan una nueva. ¿No es asombroso Jarry?
—Mierda...
—¿Qué?
—La billetera se me quedó en el auto.
—Ah.
—Espérame aquí, ahora vuelvo.
—Okey, sí.
Jarry salió corriendo hacia su camioneta.
Mientras que, en el restaurante, estaba Leslly hablando con el chico:
—Entonces, ¿No tienes novio?
—No.
—Ah, pensé que tenías novio porque me mandaron a llevarte a...
Leslly miraba atrás por donde estaban Paola y Kendry del otro lado de la puerta, abrazados mirando la gente y vehículos que transitaban por allí. Leslly no prestaba atención a lo que el chico le decía, dijo desesperada:
—Tengo que irme, mis amigos me esperan a fuera.
El chico miró hacia un lado intentando ver donde estaban los amigos de Leslly y dijo mirando nuevamente a Leslly:
—Nos podemos ver mañana en la calle Rafael, calle primera.
—Aaah. Sí.
Dijo Leslly media dudosa. El chico aún sostenía la mano de Leslly, algunas veces ella intentaba soltársele de sus manos, pero él le sujetaba aún más fuerte. Pero, esta vez Leslly se le soltó diciendo:
—Bueno, ya tengo que irme. Adiós.
Leslly caminó para salir de allí y el chico dijo:
—Ya sabes, tienes mí número. Llámame.
Leslly no le miró ni le dijo nada. Salió por la puerta y dijo:
—Ya vámonos.
Paola y Kendry que aún se abrazaban la miraron y Paola pregunto a Leslly:
—¿Qué te dijo?
—Luego te digo.
El padre de Leslly sacó su billetera que estaba en medio de los dos asientos entre el conductor y el pasajero delantero.
—¡Aquí estas!
Dijo hablándole a su billetera. Salió, cerró la puerta, se ha seguro que estuviera bien cerrada y salió corriendo hacia su amigo que le esperaba.
—Entonces, ¿Le gustaste?
—Sí, eso dijo. Y que mañana nos juntaremos en la calle Rafael.
—Mmm. Allí hay varios bares. De seguro te llevará a un bar de esos.
—Sí, lo más seguro.
Así hablaban Paola y Leslly mientras se dirigía hacías sus motos.
Mientras Jarry corría cojeando y caminaba a la vez, miró hacia un lado, luego miró al frente y después volvió y miró al mismo lado. Vio a Leslly, mientras ella se montaba en su moto y luego se colocaba el casco, Jarry se quedó atónito mirando mientras una de las motos se desplazaba saliendo del parqueo. Luego dijo en voz baja:
—Pero... Si es... Leslly. Pero que hace con esa moto, si yo nunca le compre nada de eso.
Mientras Jarry hablaba para sí mismo, la moto de Leslly empezó a desplazarse y Jarry caminó unos pasos adelante y gritó colocando sus dos manos para hacer su eco más fuerte:
—¡Leslly! ¡Leslly!
Más Leslly, no le escuchó mientras salía del parqueo. Luego su amigo que le esperaba le gritó:
—Oye... Jarry, muévete.
Jarry se quedó allí parado observando la moto mientras salía a las calles.
En la noche, Leslly y Kendry se encontraban en casa de Paola. Se pasaron el día desde que salieron del restaurante jugando PS4, un juego de carrera de autos de nombre: Gran Turismo. Tomaban algunas cervezas.
Sentados en el sofá, jugaban Leslly y Kendry, mientras Paola jugaba con el pelo de Kendry.
En la pantalla de la Tv se veía el juego en pantalla dividida. El carro que manejaba Kendry choca con un muro y al ver que su carro se queda atascado, dice:
—Mierda. Maldito carro esté ahora sé que pillado cuando estoy ganando.
Dice molesto con su carro que no daba ni para adelante ni para atrás, mientras que las chicas se reían de él. Paola le dijo haciéndole cariño:
—Hay mí amor no te pongas así, venga. Solo es un juego. Ja ja.
Le daba besos en la mejilla, mientras Leslly se reía.
—Yujjuuuu. Gané. Ja ja.
Leslly festejaba levantándose del sofá, con los brazos hacia arriba.
—Ja ja ja ja.
—Sí, como no. Quién no gana así dónde un trapo de carro se le traba a uno.
—Bueno, ya te he ganado ocho veces, una tras otra. Ja ja.
—Hacías trampa. Cuando yo te pasaba por el lado me chocabas con tu carro. Y así no vale.
—Hay, pero mi amor ya párale. No estés así. Ja ja ja.
—Así son las carreras. Ja ja ja.
Dijo Leslly muerte de la risa y Paola abrazaba a Kendry.
—No, no es así. Tienes que jugar limpio y no asiendo trampa chocándome a cada rato.
Después de reírse y discutir, el móvil de Leslly sonó entre sus bolsillos de su pantalón.
Liiiiiii. Liiiiii. Liiiii.
Busco en sus bolsillos y sacó su móvil. "Papá." Decía en la pantalla del móvil de Leslly. Lo toma y se lo llevó al oído.
—Sí papá.
—Quiero que vengas a casa ahora mismo. ¿Dónde estás?
—Estoy aquí en casa de Paola. ¿Qué sucede?
—Quiero que vengas a casa, pero ya.
—¿Y ahora qué pasa?
—Te dije que te vengas ya para la casa, no me hagas repetirlo más.
Jarry parecía molesto, y del otro lado se podía escuchar otras voces decir: "Tranquilízate Jarry" "Tranquilízate."
Leslly colgó el móvil mientras su cara daba la impresión que en su casa pasaba algo. Se preocupó. Cuando Leslly hablado por el móvil, Paola y Kendry se daban cariños. Cuando Leslly hubo colgó, Paola le miró y dijo al ver su cara de preocupación:
—¿Qué sucede?
Se levanta del sofá y se acerca a Leslly que estaba de pie aún con la mirada lejana. Luego Leslly dijo:
—Me iré a casa. Kendry, ¿Puedes llevarme?
—Sí claro.
Kendry se levanta del sofá y tomó las llaves de la moto que estaba en una mesa, camina hacía el garab. Leslly toma sus cosas y camina hacia la salida. Cuando ya estaban en la puerta Leslly abrazó a Paola despidiéndose de ella.
—Que pases buenas noches.
—Gracias. Tú también mí Nunu.
Sonrieron. Luego Leslly salió mientras Kendry sacaba su moto. Mientras Leslly caminaba hacía Kendry, Paola dijo:
—Si quieres que te acompañe mañana a la calle Rafael, avísame.
Leslly sin darse vuelta dijo gritándole:
—Sí, está bien.
Kendry le pasó un casco y Leslly se lo puso; luego se montó y la moto empezó a desplazarse.
Leslly llega a su casa, la moto se detiene en la puerta principal para luego ir a la siguiente puerta de su alojamiento. Leslly se desmonta y le entrega el casco a Kendry, se abrazan y se besan en la boca mientras Kendry tiene su casco encima de su cabeza. Luego Leslly intenta salir corriendo y Kendry le agarra de la mano y le hala hacia él. Le besó nuevamente. Después que le besó Leslly sonrió, luego corrió hacía la entrada de su casa y Kendry se ajustaba el casco para salir del lugar.
Leslly y Kendry se agarraban desde que ellos se conocieron, y Paola no sabía nada de eso. Era un secreto entre Leslly y Kendry.
Leslly abrió la puerta y luego cerró. En el sofá estaba Jarry y Sandra. Jarry cuando escuchó la puerta cerrarse, dijo levantándose del sofá y caminó hacia Leslly:
—¿Sé puede saber dónde estuviste el día entero?
Leslly miró a Jarry y dijo:
—Estuve en casa de Paola como le dije a Mamá.
—Mentira.
Dijo Jarry estirando el brazo a los lados. Leslly le miró fijamente. Jarry continuó:
—¿Qué crees, que no sé lo que haces? Púes sí...
—Solo estuve en casa de Paola. ¿Mamá dile?
Sandra solo le miraba con sus brazos cruzados y una mano en su mejilla, mientras que ella le miraba desde el sofá.
—No me vengas con pendejadas. No estuviste en casa de nadie...
—Si estuve en casa de Paola. Si quieres la podemos llamar y sabrás, pero no soy ninguna mentirosa como dices.
Leslly ahora le gritó y Jarry estaba alterado. Lucita que estaba en la cocina como siempre se asomó quedándose en el marco de la puerta de la cocina secándose las manos.
—Claro que lo eres. ¿Esa es la educación que te hemos dado...?
Leslly le interrumpió:
—Tú nunca me comprendes, ni sabes nada de lo que hago...
Sandra al ver que ambos discutían, ya alterados los dos, se levantó y caminó quedando se detrás de Jarry. Dijo:
—Tranquilícense los dos.
—Aaah no. Crees que no sé nada. Púes mira que bien, ¿Quién era que se montaba en una moto de esas Ninja? Te vi montarte en ella y salir del restaurante de McDonald's, ¿Crees que soy estúpido? ¿De quién es esa moto que manejabas? ¿Dime?
Leslly cuando escuchó aquello se quedó en silencio mirando a Jarry y luego miraba hacia los lados asombrada. Luego Leslly dijo llenándose de valor:
—Esa moto es mía. Me la regalo mí amigo Kendry, algo que tú nunca hiciste cuando te decía que quería una. Tú nunca me apoyas en nada. Sólo lo que haces es pelearme y pelearme...
En el momento que Leslly dijo aquello Jarry le dio una bofetada en su cara.
—Yo soy tu padre y el que sabe aquí soy yo, no tú. Cuando yo diga algo en esta casa aquí se tiene que hacer como se diga y todo es para bien.
Cuando le hubo dado la bofetada, Lucita caminó unos cortos pasos adelante con las manos en la boca. De repente Lucita se sintió mareada y empezó a tambalearse agarrándose de una mesa y con una mano en la frente, diciendo:
—¡Ay Dios mío!
—¡Ya déjala!
Dijo Sandra acercándose a Jarry, poniéndole sus manos en el hombro. Jarry sacudió su hombro haciéndole quitar la mano de Sandra de encima.
Leslly empezó a llorar y dijo con la mano en la mejilla:
—Odio estar aquí. Yo estaba mejor cuando estaba en el Centro. Y ahora odio estar aquiiiiii.
Gritó Leslly lo último inclinándose un poco adelante, gritándole casi en la cara a Jarry. Jarry volvió y le pegó en la misma mejilla, diciendo:
—Si es que estas mejor allá en el maldito Centro, púes vete allá. Solo eres una malcriada, que solo aprende de los malos ejemplo de esos estúpidos amigos.
Cuando Jarry le había golpeado nuevamente, Lucita que aún tenía la mano en la frente y agarrándose de una mesa; las rodillas de Lucita se le doblaron un poco y casi se iba hacia atrás, se agarró de la pared que estaba detrás de ella, diciendo para sí misma:
—¡Hay no! ¡Hay mi madre!
Sandra le tomó por el hombro de nuevo y Jarry volviéndose le golpeó también. Cuando Lucita vio que Jarry también le había pegado, se cayó al suelo de nalgas y lloraba ahora como una niña.
—Hay nooo. Hay déjela. Aayyy.
Jarry se volvió dónde estaba Leslly y dijo tomándola por el brazo:
—Si no te sometes a las reglas de esta casa, haré que vuelvas al Centro y que te dejen allí para siempre.
—Siiii. Púes hazlo y luego me escapare muy lejos. Me iré tan lejos como pueda. Donde nadie me encuentre jamás.
Dijo Leslly forzando su brazo y soltándosele de la mano de Jarry que le apretaba bruscamente.
—Cállateee y no me respondas así mala educada.
Le gritó aún más fuerte y volvió a pegarle. Lucita que ya estaba sentada en el suelo, ahora se tumbó de lado llorando aún más.
—Aaaaaayy.
Sandra se fue y se sentó en sofá sobándose la mejilla y con la miraba lejana. Leslly le miró a la cara a Jarry y le miró con rencor y odio, dijo gritándole:
—Los odioooooss.
Y salió corriendo por las escaleras para ir a su habitación.
—Sí, ódianos todo lo que quieras. Y estas castigada malcriada. No vas a salir durante dos semanas. Ya lo dije.
Jarry le gritaba mientras Leslly corría por las escaleras. Luego Jarry miró al frente y vio a Lucita tirada de lado en el suelo lloriqueando. Después se dio vuelta y miró a Sandra sentada en el sofá sobándose la mejilla. Luego bajó su mirada sintiéndose avergonzados de lo que hizo, se llevó una mano a la cintura y la otra a la cara deslizándola hacía a bajo.
Leslly estaba tirada en su cama bocabajo llorando. Su cama parecía un mar de lágrimas sin cesar por el momento. Mientras lloraba escuchó su móvil sonar, busco en sus bolsillos de su pantalón sin dejar de llorar y sin levantar la cabeza.
Sacó su móvil de su bolsillo y miró quién le llamaba. "Alondra." Leslly se levantó quedándose sentada en la cama, se secó las lágrimas y los mocos. Respondió con naturalidad:
—Hola Alondra, ¿Cómo estás?
—Holaaaa. ¿Qué tal te va por ahí?
—No muy bien que digamos. ¿Y te mejorarte?
—Si ya estoy mejor. ¿Y por qué dices que no estás muy bien?
—Bueno... Eeh... He tenido algunos problemas aquí en casa. Ya sabe cómo son aquí.
—Haaa sí. Pero no le des mente siempre pasa. Tú relájate. Todo estará bien. Oye...
—¿Sí?
—... ¿Quieres trabajar?
—Eh, sí. ¿Por qué?
Del otro lado del teléfono estaba Alondra sentada en una cabina de llamada del mismo Centro.
—Fue mi hermano que me dijo si yo conocía a alguna amiga que deseara trabajar en una Agencia de Viaje. Mi hermano fue a llevar un currículo y solo estaban buscando mujeres. En ese momento solo pensé en ti. ¿Te gustaría?
Leslly sonrió con sus ojos rojos de tanto llorar. Preguntó:
—¿Eso es de coger llamadas y eso?
—Sí. Solo es estar allí sentada y coger llamadas.
—Okey. ¿Y dónde es?
—En la calle Hilario. Es un edificio de algunos 30 pisos. Solo tienes que llevar el currículo y te entrevistarán el mismo día. Solo tienes que ir al piso 12.
Leslly se quedó pensando, mientras Alondra le preguntaba:
—¿Quieres ir?
—Sí, está bien. Iré. ¿Cuándo y a qué hora?
—Mañana en la mañana a las 8.
—Está bien iré.
Dijo sonriendo. Alondra dijo del otro lado sonriendo por igual:
—Está bien, pero no faltes, solo te llamaba para eso. Adiós, te cuidas te quiero mucho.
—Adiós. Yo también te quiero mucho. Cuídate.
—Gracias.
Colgaron. Leslly se quedó pensativa mirando su móvil en mano.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top