Embarazada, y no sé de quién

Cuando Leslly llegó a su casa abrió la puerta, no se sentía con mucho ánimo, tenía sus hombros caídos, parecía que tenía todo el cansancio de una larga jornada de trabajo encima. Parecía que había levantado 60 cajas bien pesadas; en su cara se podía notar el cansancio que tenía encima.

En el momento que Leslly se dirigía hacia las escaleras su madre Sandra que estaba en el sofá arreglando algunos folletos, cuando vio a Leslly se levantó del sofá dejando a un lado los folletos y dijo:

—Hola cariño. ¿Cómo te fue en tú trabajo?

Leslly la miró como una zombie con su cara apagada.

—Bien.

Dijo sin mucho ánimo.

—Hay mi amor me alegras que cada día te superes. Estoy feliz.

Dijo Sandra dándole un abrazo. Luego le dejo de abrazar y le miró sosteniéndola por sus brazos, dijo:

—Tu padre y yo hemos decidido...

Sandra pauso y le miró la cara a Leslly con más determinación, preguntó cambiando de tema.

—¿Qué te pasa cariño? ¿Estás enferma?

Leslly apartó a Sandra del frente y caminó hacia las escaleras diciendo:

—Solo estoy cansada, eso es todo.

En el momento que Leslly subió los dos primeros escalones, sintió mareo y se aferró al madero de apoyo de la escalera. Sandra cuando vio que Leslly se sostuvo de esa manera, dio pasos largos y rápidos; sostuvo a Leslly preguntando:

—¿Te sientes bien Leslly?

—Sí, sí, si estoy bien, déjame.

En el momento que dijo aquello y Sandra le soltaba, se derrumbó por completo. Se desmayo cayendo en los primeros escalones. Sandra le echo mano rápidamente cuando hubo caído. No tuvo tiempo de echarle mano antes de que se golpeara en los escalones.

—Leslly. Cariño. Lucitaaa.

Sandra intentaba levantarla.

—Lucita, Lucita, corraa, venga.

Lucita salió corriendo del cuarto de lavado sin saber qué pasaba. Lucita que siempre daba pasos largos ahora daba pasos muchos más largos.

—¿Dígame mí señora? ¿Qué pasó?

—Venga, ayúdeme a llevarla al sofá.

—¡Oh, Padre Santo! ¿Qué sucedió?

—Se ha desmayado.

—Oh, Dios. Que terrible.

Ambas la tomaron como pudieron y la llevaron al sofá.





Después de media hora, Leslly mueve su cabeza y abre sus ojos lentamente tratando de reconocer el lugar en el que se encontraba. Después que la vista se le aclara por completo, mira el techo y escucho una voz que provenía de los lados que decía:

—Ya despertaste mí niña. Qué bueno.

Leslly miró de dónde provino la voz. Era su madre. Sandra caminó hacia donde estaba Leslly acostada en el sofá y se sentó al lado de ella.

—¿Estás bien?

—Tengo jaqueca.

Dijo poniéndose las manos en la frente. Luego dijo:

—Me dio un mareo, ¿Verdad?

—Si. Te desmayaste.

Sandra le puso su mano en la frente y cuando la hubo puesto dijo:

—Tienes un poco de fiebre. ¿Quieres que te lleve al hospital?

—No. Estaré bien.

—Aquí traje un poco más de verrón. Hay mí niña, ¿Estás bien?

Dijo Lucita poniendo una botella de verrón en una mesa pequeño y luego acercándose a Leslly.

—Sí.

—De seguro ese desmayo fue por el exceso de trabajo. Trabajas mucho en tú trabajo ¿Verdad?

—No siempre.

—Debes cuidarte bien, en los trabajos no le importa si estás bien de salud o no. Sólo lo que quieren es que le cumplas con sus deberes. Eres una chica muy linda y no queremos que te pase nada.

—Bueno. Iré a comprar algunas cosas. ¿Quiere que te traiga algo Leslly?

—Yo, yo voy a buscarle la lista de la compra.

Dijo Lucita caminando hacía la cocina. Luego Leslly le respondió a Sandra:

—Sí. Quiero un tarro de helado de fresa y chocolate. Una caja de bombones y dos fundas de nachos.

—Y que hambres es esa que tienes muchacha. El desmayo te alborotó el estómago, ¿Fue? Ja ja.

—Bueno, es que si tengo hambre. Tengo que comer, o ¿No?

—Bueno claro que sí, pero no tan exagerado. Ja ja. Veré que puedo traerte.

Dijo Sandra caminando hacía las escaleras. Lucita salió de la cocina con la nota de la compra; y Leslly dijo desde el sofá:

—Solo tráelo. Ah, y que no se te olvide la salsa para los nachos.

—Aquí está todo lo que hace falta.

—Ha sí, gracias Lucita.

—De nada señora.





De eso de las 17pm hasta la 20pm, Leslly se la pasó en su habitación hablando con Paola su mejor amiga. Mientras que por otro lado Kendry intentaba hablar con Leslly y ella no le tomaba las llamadas. También en esas mismas horas el chico del crucero con destino a Alaska, Brandon, le hubo contestado los mensajes de texto, diciéndole lo siguiente:

HOLA QUE TAL. DISCULPA QUE NO HAYA RESPONDIDO A TUS MENSAJES CON TIEMPO. ESTUVE OCUPADO.

Leslly le había respondido aquel mensaje:

ESTA BIEN. LO SUPONÍA.

Luego le contestó el chico:

¿ME CONOCES DE ALGÚN LADO QUE ME MANDASTE LA SOLICITUD?

Leslly le había escrito:

SOY LESLLY. YO FUI LA QUE TE ATENDIO PARA TU VIAJE CON DESTINO ALASKA. LA CHICA QUE TÚ COQUETEABAS POR TELÉFONO, ¿LO RECUERDAS?

Él contestó:

AAAH SÍ, SÍ, SÍ LO RECUERDO CLARO QUE SÍ. PERO ERES DEMASIADA HERMOSA, DE SEGURO CUANDO TE ISIERON PENSARON EN UN PARAÍSO DONDE El TAJ MAHAL SOLITARIO DEL AMANECER ES LO MÁS HERMOSO EN TU ROSTRO AL SALIR EL SOL.

Leslly le respondió diciendo:

OOOOH. JA JA JA. GRACIAS. NUNCA HABIA ESCUCHADO ESAS PALABRAS DE NADIE ANTES.

Luego el chico le preguntó:

OYE LESLLY, ¿QUE EDAD TIENES?

23.

Respondió Leslly. Después de un largo rato hablándose ambos, el chico le escribió diciendo:

OYE. TENGO QUE IRME VOY A UNA REUNIÓN. POR ESO DURE UN RATO PARA CONTESTARTE, ESTABA CAMBIÁNDOME. LUEGO SEGUIREMOS HABLANDO. ESTE ES MI NÚMERO MÓVIL, PUEDES LLAMARME CUANDO DESEES. O ME PUEDES DEJAR EL TUYO Y TE LLAMO.

96-655-32268.

Así se la pasaron hablando. Por eso Leslly había llamado a Paola para contarle todo. Ya saben cómo son las mujeres, en todo cacarean. En el momento que Leslly colgó el móvil cuando hablaba con Paola, llamaron a la puerta de su habitación. "Lucita."

—Mí niña, la cena está lista.

—Sí ya bajo.

Leslly se levantó y recogió algunos desechos que tenía sobre la cama, de nachos y algunos platos desechables. Lo llevo al zafacón y luego bajo.





Cuando ya estaban sentadas en la mesa, Leslly le echaba mano a todo lo que allí había, desde pan, jugo, vino, mariscos, ensaladas, pavo, arroz, etcétera. Leslly comía y comía. Jarry, Sandra y Lucita le veían comer sorprendidos. Lucita siempre estaba invitada a comer juntos a la familia aún que fuera sirvienta de ellos. Lucita era parte de ellos.

Jarry miró a Sandra y ella por igual. Luego Jarry dejó el tenedor y el cuchillo sobre la mesa y se limpió la boca con un pañuelo. Luego dijo:

—Vaya apetito, he. Je.

Leslly levantó su cabeza y dijo con la boca llena, que casi no se le entendía nada:

—Sí, tenía mucha hambre.

—Leslly. ¿Qué te he dicho de no hablar con la boca llena? Es de mala educación.

Dijo Sandra al lado de Jarry en la mesa. Leslly estaba al frente de Jarry, y Lucita en los lados al igual que Sandra. Leslly asintió con cabeza en esos momentos.

—Últimamente está comiendo mucho. Y eso es bueno.

Dijo Lucita sonriendo. Jarry miró a Lucita y luego a Leslly, preguntó:

—¿Estas consumiendo drogas? ¿O algo raro?

Sandra que tomaba de su copa de vino, se ahogó y empezó a toser. Leslly en ese momento empezó a reírse con todo su alimento masticado en su boca. Luego Sandra dijo:

—Jarry. ¿Te estaba volviendo loco? ¿Cómo puedes decir eso? Puede ser que los medicamentos le estén abriendo más el apetito. Y tu Leslly, deja de reírte. Se más educada cuando estés en la mesa. ¿Sí?

Leslly miraba a ambos mientras le daba una mordida al muslo asado de un pavo. Jarry miraba a Sandra y luego miró a Leslly.

—¿Qué tipo de medicamentos es el que te estás tomando?

—Hay Jarry, vas a empezar.

Dijo Sandra incomoda. Leslly dijo casi al mismo tiempo que Sandra hablaba.

—Papá, no empieces.

Jarry la miró a ambas, de la misma manera en la que ambas le miraban. Jarry arrugó su boca y se encogió de hombros, dijo:

—¿Qué? Púes yo también quiero tener ese mismo apetito.

—Ja ja ja ja ja ja.

—Ja ja ja ja ja.

—Ja ja ja ja.

Se echaron a reír a carcajadas.





En la hora de la 22:42. Estaba Jarry saliendo en toalla del baño mientras Sandra arreglaba la cama. Cuando Jarry se estaba poniendo su pijama de dormir, Sandra dijo:

—Está tarde, cuando Leslly llegó del trabajo se desmayó en la escalera. Tal vez es el estrés del mucho trabajo.

Jarry se dio vuelta y dijo:

—¿No la llevaste al médico?

—No. Pensé que no iba a ser necesario llevarla. Pero luego que se despertó, le pregunté: "¿Si estaba bien?" Me dijo: "sí." Después le pregunté: "¿Que si la llevaba al hospital?" y me dio: "que no, que estaba bien."

Dijo Sandra ya en la cama y Jarry por igual escuchando lo que Sandra le contaba. Como pareja le comunicaba todo. La comunicación en las parejas es esencial.

—Después que Leslly empezó a trabajar la he visto comer más que antes.

—Sí. Yo también.

Jarry se quedó pensativo mirando el techo mientras Sandra se ponía de lado dándole la espalda a Jarry.

—Me preocupa algo...

Dijo Jarry. Sandra se dio vuelta preguntándole:

—¿El qué? ¿Qué pasa?

Jarry miró a Sandra y preguntó:

—¿Crees que Leslly esté embarazada?

—Aaay Jarry. Tú y tus cosas. ¿No hayas que decir?

Dijo Sandra volviéndose en la misma posición, dándole la espalda a Jarry. Jarry volvió y miró el techo. Luego Sandra se dio vuelta y dijo:

—¿Por qué piensas que Leslly está embarazada?

—Porque ha estado comiendo mucho y ha está llegando tarde al trabajo por qué le coge el sueño. Y ahora me dices que se desmayó cuando llegó del trabajo.

—Bueno. No la he visto que tenga náuseas ni la he visto vomitar. Quizás esté así por el trabajo. Sabes, que ha tenido mucho sin trabajar y quizás allí en el trabajo que ahora está, es muy estresante para el tiempo que tenía sin trabajar. ¿No crees?

Se quedaron en silencio. Sandra se volvió a la misma posición otra vez y se acomodó la almohada. Jarry aun miraba el techo con sus manos detrás de su nuca.





Sábado en la mañana.11:16. Leslly estaba con sus amigos de motos. Van de paseo. Después de unos minutos, todo parecía estar listo. El día era bueno, aunque estaba nublado. La temperatura estaba fresca para pasar un día agradable en la pista sin la ausencia del sol.

Leslly había ido a buscar a casa de Kendry su moto, mientras que Kendry y Paola iban al Banco a retirar dinero.

Mientras tanto que Kendry y Paola hacían sus diligencias, Leslly estaba sentada en el asiento de su moto con el casco en sus piernas mientras sus pies colgaban hacia un lado de la moto esperando a Kendry y Paola; y algunas otras personas más que venían ya de camino. Leslly miró hacia un lado y dos Motos GP llegan al lugar. Mientras Leslly le mira, ellos se quitan sus cascos y saludan a los demás, luego miro una moto que llegaba era la moto de Kendry. Kendry y Paola llegan, van directo a donde esta Leslly esperándole. Kendry cuando llega dónde está Leslly se sube el cristal de su casco y Paola por igual, le saludan:

—Hola. Ya estamos listos, ¿Esta lista?

—Eso creo.

Dijo Leslly seria.

—¿Qué te pasa? Te noto rara.

—Solo tengo sueño.

—Ja ja ja. Tú y tu sueño. Ja ja.

—Ja ja. ¿Púes nos vamos?

—Sí vamos.

Dijo Kendry. Leslly cruzó un pie del otro lado de la moto y se puso su casco. Mientras que Kendry silbaba al grupo y ellos le miraron en ese instante, levantó su mano e hizo señal en forma circular. Todos empezaron a montarse y a colocarse sus cascos. Empezaron a rodar.





En la autopista iban desfilando las motos por todo el camino. Algunos iban despacio y otros a gran velocidad. La gente por la acera se detenía a mirar el grupo de motorista que transitaba por allí.

Leslly iba en su moto Kawasaki a una velocidad de 195 km/h, aunque la velocidad máxima de estas motos es de 250 km/h.

Leslly hacia algunos cruces de un lado a otro esquivando los vehículos que iban delante. Cuando Leslly llegaba a las curvas reducía un poco la velocidad, haciendo que su moto y cuerpo se inclinen en dirección de la curva en un ángulo de 60 grado. Las personas que iban en sus vehículos transitando por el mismo lugar quedaban asombradas.

—Wao. ¿Viste eso?

—Increíble. Waoo.

Decían los que iban en un vehículo. Luego las demás motos le seguían.

Después de un buen rato corriendo, Leslly alcanzó una velocidad de 220 km/h en el transcurso de su recorrido; en ese momento, Leslly miro hacia atrás por debajo de sus axilas, pues su cuerpo estaba inclinado hacia delante lo cual tenía que observar por debajo de ellas por el motivo de la velocidad que había adquirido su moto. En cuanto miro atrás, vio que sus amigos estaban muy lejos, lo cual soltó un poco el acelerador reduciendo la velocidad que llevaba y luego volvió a mirar atrás. Al ver que estaban muy lejos, se incorporó un poco, empezó a reducir la velocidad poco a poco y se fue orillando. Mientras Leslly se iba orillando, miró adelante e hizo señas a tres motoristas de Moto GP que iban muy delante de ella, levantando su mano izquierda. A los lejos, Leslly notaba como se iban orillando los que iban muy a delante.

Después de un rato, algunos de lo que se había quedado atrás, llegaron donde estaba Leslly y los que iban muy adelante volvieron atrás. Uno de los motoristas que iba delante, se acerca a Leslly en su moto y poniéndosele al lado pregunta:

—¿Qué sucede?

Leslly que estaba puesta de pie apoyada en su moto y su casco en manos dijo:

—No, nada. Sólo le hice parar para esperar a los demás.

—Ha bueno, está bien.

Luego el hombre grita a los demás:

—Receso.

Cuando dijo aquello, algunos se desmontaban y caminaban a una tienda de comida que decía: SUPER MERCADO MINICHINO.

Después de un rato, por fin llegan Kendry y Paola. Se detienen dónde Leslly aún le esperaba al lado de su moto, comiéndose una funda de galleta en trozos. Kendry y Paola se suben el cristal de sus cascos, y Kendry pregunta:

—¿Qué sucede?

—Nada. Sólo tuve hambre.

Dijo Leslly subiendo sus hombros y dejándolos caer mientras comía sus galletas. Paola se desmonta quitándose el casco y lo coloca en el asiento trasero de la moto de Kendry, diciendo:

—Iré al baño vuelvo ahora. ¿Me acompañas Leslly?

—Sí claro.

—No, Leslly se queda...

Dijo Kendry rápidamente e hizo pausa y continuó:

—... Tengo que hablar algo con ella.

Dijo Kendry mirando a Paola. Paola en ese momento se quedó en silencio mirando fijamente a Kendry, luego miró a Leslly.

—Bueno, está bien iré sola.

—Sí, está bien.

Dijo Leslly mirando a Paola. Leslly que se había despegado de su moto para ir con Paola al baño, volvió y se agregó de su moto. Kendry se bajó de su moto, se quita el casco y lo coloca encima de su moto, se dio vuelta hacia Leslly. Paola cuando entró a la tienda, se quedó observando a través del cristal, mirando en donde estaban Leslly y Kendry, desde allí lo observó.

—¿Por qué me ignoras cuando me refiero a ti?

Leslly miro hacia un lado y suspiró. Luego dijo mirándole a la cara y un poco alterada:

—No me gusta esto. De que tú estés con Paola mi mejor amiga y conmigo a la misma vez. ¿Qué tal si se entera de esto? Me matará. Es mejor que no sigamos con esto. Es mejor que seamos amigos como antes.

Dijo Leslly lo último un poco más calmada. Kendry miró a los lados y después le miró a la cara y le pregunta:

—¿Entonces quieres que seamos amigos como antes? ¿Eso es lo que quieres?

—Sí. Es lo mejor para los dos.

—Leslly por Dios, yo te amo más que... Más que a Paola. Entiende eso. Me atrevería a dejarla a ella por ti...

—No, no lo hagas. Te recomiendo que no lo hagas.

Dijo Leslly rápidamente.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Ella es mi mejor amiga y no voy a perder a mí amiga porque tú quieras estar conmigo...

Dijo Leslly aun molesta. Luego continuó:

—... Sé feliz con ella. Ella si te ama.

En el momento que Leslly dijo aquello, Kendry se le quedo mirando en silencio; después de unos segundos bajó su mirada y luego inclino su cabeza hacia un lado. Suspiró.

Luego Leslly se dio vuelta y tom su casco. Mientras Leslly se colocaba su casco Kendry se llevó una mano a la cintura y la otra a la boca mirando hacia los lados, sin decir nada más; mientras Leslly se montaba en su moto, Kendry miró al frente y vio a Paola que venía, se arroscó la cabeza y luego se llevó una mano al bolsillo del abrigo, sacando un sobre amarillo y se lo extendió a Leslly.

—Leslly, toma. Cógelo.

Leslly se dio vuelta mirando el sobre, y pregunta:

—¿Y eso? ¿Tratas de sobornarme?

—Solo cógelo y no hagas preguntas.

Dijo un poco agitado.

—¿Acaso me regalas cosas para que sea tu novia? ¿Es así?

—Solo cógelo, y hablamos después de esto. Paola viene ya de camino y no quiero que se dé cuenta, así que tómalo.

Leslly miró por donde venia Paola, ya cerca de ellos, se volvió a mirar el sobre y extendió su mano tomándolo rápidamente y se lo llevó al bolsillo de su abrigo.

Bien ya estoy aquí. Ese baño estaba bien asqueroso, tuve que poner papel en todo el inodoro.

Dijo Paola mirando a Leslly.

—Ja ja ja.

Kendry se monta en su moto mientras se ponía su casco, dijo:

—Súbete y vámonos.

—Yo iré con Leslly.

Kendry giro su cabeza rápidamente y miró fijamente a Paola; y luego miró a Leslly. Paola tomó su casco, se lo puso y se montó con Leslly. Kendry solo le miraba. Luego Leslly puso su moto en marcha y Kendry se quedó mirándole mientras salían a la autopista.

Los demás motoristas que andaban con ellos vieron a Leslly salir y se prepararon montándose en sus motos. Empezaron nuevamente su recorrido.





El sol ya está dando sus primeros retazos entre las nubes, quería ser su parte correspondiente del día a día. Bueno, eso es lo que le corresponde al sol en el día, ya que estaba nublado en esas horas de la mañana.

En la carretera se podía apreciar el reflejo o caliente del sol. Cuando Leslly pasó a gran velocidad por la calle algunas piedras que estaban en medio de la carretera vibraron y el sonido vibro como el estruendo.

—... Siempre he visto como Kendry te mira y siempre quiere estar hablando contigo, no es que esté celosa, pero veo como él te trata. Se comporta diferente cuando está a tu lado. Conmigo él no es así.

Gritaba Paola mientras iba con Leslly. Paola tenía que hablar de esa manera gritándole, porque su voz no se escuchaba o no se entendían por la velocidad que llevaban.

—Lo nuestro es solo una amistad, eso es todo.

Gritó Leslly.

—A veces pienso que él siente algo por ti. Pero no lo sé.

Dijo Paola. Leslly no dijo nada.





Después de un largo paseo, por fin llegan a casa de Kendry. Paola se desmonta y Leslly se quita su casco. Kendry le esperaba en la entrada de su casa apoyado en su motor. Kendry mira a Paola y ella por igual le miraba.

—¿Por qué me miras así?

—¿Cómo?

—Así, como si estuvieras molesto.

—Tranquila amor, no lo estoy.

Kendry le abraza y Paola no responde a su abrazo.

—Sí, estoy tranquila.

Dijo Paola de mala manera. Leslly se quitaba su abrigo y del bolsillo sacó el sobre que Kendry le había dado. Lo entró rápidamente en su cartera mientras Kendry aun abrazaba a Paola. Luego puso el abrigo en el encima de su moto.

—Me iré a casa, no me siento muy bien que digamos.

—Si deseas puedo llevarte.

Dijo Kendry dejando de abrazar a Paola.

—No, está bien. Llamare un taxi.

—No. Déjame llevarte.

—Dije que no. ¿No oyes? Pediré un taxi.

Dijo Leslly con un tono fuerte. Luego Leslly se acercó a Paola, le abrazo y ella por igual.

—Adiós mí Nunu.

—Adiós mí otra Nunu. Ja ja.

Se dejaron de abrazar.

—Ja ja. Es el período menstrual, ¿Verdad?

—No. Aún no me llega, y eso me tiene preocupada.

—No te preocupes, a veces sucede así. Pero sería mejor que vayas al médico así él te evalúa.

Dijo Paola apartándole una mercha de pelo de la cara de Leslly.

—Sí. Trataré de ir. Ojalá no me muera antes de que vaya. Ja ja.

—Ja ja ja ja. Tú y tus locuras. Ja ja.

—Ja ja.

Luego dejaron de reírse.

—Bueno, me voy a casa. Adiós.

—Si adiós. Llama el taxi.

—Sí lo haré.

Luego Leslly miró a Kendry que estaba apoyado de su moto con los brazos cruzados.

—Adiós Kendry.

Dijo Leslly. Kendry le miró entre ojos, luego miró al suelo y dijo:

—Si adiós.

Leslly caminó por la acera buscando en su móvil el número de un taxi.





—Gracias.

—De nada joven. Buenas noches.

—Buenas noches.

Leslly cierra la puerta del taxi y camina por el camino de la entrada a casa. Ya eran la 20:39. Leslly le había dicho a su madre que iba a estar en casa de Paola y algunas amigas de la universidad que tenía mucho que no veía. Leslly le tenía más confianza a su madre a la hora de contarles cualquier cosa que a su padre.

—Siii. Yo le llevaré algo bueno a ustedes, pero se tienen que portarse bien y no ponerse de malcriados con la tía Joanna...

Lucita hablaba por el teléfono que estaba cerca de la puerta de entrada.

Cuando Leslly iba llegando a la puerta de su casa, se detiene y se agarra de una columna que estaba a muy poco de la puerta. Leslly se sentía mareada y se lleva una mano a la frente. Luego intenta caminar a la puerta y...

A los lejos en su cabeza siente que todo lo que le rodea se va yendo lejos de ella, más no escuchando los sonidos del mundo, su respiración se ve forzada y sus ojos se oscurecen estando aún abiertos. En el momento que se le cerraron los ojos se desplomó hacía adelante cayendo de lado. Cuando cayó golpeó la puerta con su cabeza.

—¿Qué fue eso?

Dijo Sandra que estaba junto a Jarry sentado en el sofá viendo una película de Drama. Jarry se quedó esperando otro golpe más.

Lucita que estaba cerca de la puerta hablando por el teléfono con sus familiares e hijos, escuchó aún más fuerte el sonido. En ese instante dejó de hablar diciendo:

—Les llamo luego mis amores. Adiós, los amos. Bey.

Colgó y fue a la puerta. Abrió y cuando abrió, vio el cuerpo de Leslly tendida en el suelo y grito:

—Aaaaaay. Mi niña. Jarry, Sandra vengan.

Lucita estando parada agitaba sus manos y daba brincos como si estuviera fuego bajo sus pies. Luego caminó al vestíbulo para decirle a Jarry y a Sandra de que Leslly estaba tirada en la entrada, pero ya ellos habían escuchado el grito que hubo dada. Se habían tirado del sofá corriendo para ver lo qué pasaba.

—Lucita, ¿Y ese grito?

—Miren, ay Dios mío. Leslly.

Jarry miró y corrió al ver a Leslly tirada en el suelo, Sandra también corrió.

—Leslly. Leslly. Rápido busca la llave de la camioneta.

Dijo Jarry. Sandra salió corriendo y Lucita caminó hacia una silla con una mano en su frente. Jarry levantó a Leslly entre sus brazos y camino fuera dirigiéndose a su camioneta, mientras que Lucita como siempre se ponía mala por cualquier cosa. Estaba sentada en una silla nerviosa echándose fresco con un paño y oliendo una botella de Verón que no se sabe ni de donde la saco.

—¡Aaay Dios! ¡Ay Dios!

Decía Lucita. Sandra salió corriendo con la lleve en mano dirigiéndose a donde estaba la camioneta.

—¡Rápidoo!

—¡Ya voy!

Sandra tocó un botón del llavero y se abrieron las cerraduras de la camioneta. Jarry abrió como puedo la puerta trasera y Sandra le ayudaba; estaba nerviosa. Luego Sandra salió corriendo hacia la casa, diciendo:

—Iré por un abrigo.

—Dame las llaves y date rápido.

Sandra le tiró las llaves. Jarry dio la vuelta, se montó y prendió la camioneta; y luego dio reversa.

Sandra bajaba las escaleras como una desgraciada mental desesperada, y del tercer escalón salto.

—Lucita volvemos ahora.

—Aaaaaayy. Aayyy. Ojalá que este bien. Hay mí niña.

Sandra abrió la puerta y salió corrió a la camioneta que estaba ya estacionada en la calle.

—Rápidooo.

—Si ya estoy.

Se monta y las gomas de la camioneta chirriaron dejando las marcas de los neumáticos traseros en la calle.





En el hospital, en las horas de las noches no había tanto movimientos como en el día, pero había momentos que llegaban personas heridas, muertas y otros tipos de situaciones por emergencias.

Los hospitales siempre tienen un problema, el olor horrendo a medicina y a sangre en todos momentos. Algunas personas no resistían el olor y salían del lugar para tomar aire fresco.

El hospital era de 38 pisos con abundantes habitaciones, camillas y un arsenal de equipamiento para todo tipo de emergencias. En la habitación 33 del piso 2 se encontraba Leslly ya despierta, acostada en una camilla y sus padres a su lado.

Jarry estaba de pie con los brazos cruzados y Sandra sentada en una butaca al lado de la camilla.

Leslly se puso la mano en la frente, y preguntó diciendo:

—¿Por qué tengo un chichón en la frente? Siempre tengo chichones.

—Seguro fue cuando te desmayaste que te golpeaste con la puerta.

Le respondió Sandra. Leslly miraba a Jarry y él miraba por la ventana parado detrás de Sandra. Luego Leslly miró hacía la ventana que estaba al lado de su camilla por donde Jarry miraba. Desde su camilla miraba las lámparas del parqueo. Mientras estaban en silencio se escuchó el sonido de la puerta cuando se abría; Leslly, Sandra y Jarry miraron a la persona que entraba. "Una Doctora." Cuando hubo entrado Sandra se levantó y Jarry descruzó sus brazos. Sandra le preguntó media preocupada:

—¿Qué ha pasado Doctora? ¿Qué tiene? ¿A qué se debe esos desmayos?

—Los análisis de la sangre nos revela, que Leslly está embarazada.

—¿Qué?

—¿Qué? ¿Qué?

Dijo Sandra y Jarry más que asombrados. Leslly estaba paralizada en ese instante.

—Tiene dos meses y medio de embarazo.

Dijo la Doctora. Luego Jarry como Sandra miraron a Leslly y ella le miraba asombrados por los resultados. Jarry salió de la habitación con las manos en la cara y deslizando sus manos hacía abajo frustrado.

—¿Embarazada? Yo... Yo no sabía.

Dijo Leslly asustada y nerviosa. Sandra miraba a Leslly con la mano en la boca y la otra mano cruzada en su pecho.

—Si me permiten, vuelvo en unos minutos para llenarle los papeles.

Dijo la Doctora saliendo de la habitación. Sandra se acercó a Leslly y dijo casi llorando:

—¿Por qué no nos dijiste?

Leslly estaba sentada en la cama cuando la Doctora dijo aquello. Dijo:

—Yo no sabía que lo estaba.

—¿Cómo no lo vas a saber? ¿Cómo no vas a saber cuándo tuviste relaciones? Eso es estúpido.

—Realmente no lo sé. No tuve relaciones con nadie para saber que estaba embaraza.

—Leslly por Dios, ¿Cómo no vas a saber? ¿A caso saliste embarazada del viento? Es estúpido lo que dices. Nadie sale embarazada por qué sí. Con alguien lo hiciste. No me lo niegues.

—Por Dios Mamá, te digo que no estuve con nadie. No hice nada con nadie. No entiendo por dijo la Doctora que estoy embarazada, si yo no he estado con ningún chico en la cama. Seguro se equivocó, o algo.

Ambas discutían y algunas veces se gritaban. Luego se calmaron.

—Leslly... Mírame...

Leslly miraba hacía la puerta molesta, hasta que le miró y Sandra le preguntó:

—¿Con quién fue? Puedes decirme no pasara nada.

Leslly inhaló y exhaló de manera molesta mirando hacia los lados por lo que le preguntó Sandra.

—No sé. No sé quién. Estoy confundida. No lo sé. No he hecho nada con nadie.

Leslly empezó a llorar poniéndose las manos en la cara. Sandra se acercó más a ella y le abrazó. Leslly la abrazó por igual llorando entre sus brazos, mientras estaba abrazada Sandra le acariciaba el pelo, diciendo:

—Ya. Todo va a estar bien. Ya hay que aceptar las consecuencias tal y como están.

—Papá no me aceptará de esta manera en la que se enteró.

—No te preocupes por eso. Hablaré con él.

Se dejaron de abrazar y en ese momento entró la Doctora diciendo:

—Ya puede llevársela a casa. Le entregué la factura a su esposo y pagó para el despacho de su hija.

—Ah, sí gracias Doctora.

—Para servirle. Que pasen buenas noches.

—Gracias.

La Doctora salió, mientras Sandra inhalaba profundamente, dijo:

—Toma tus cosas y vámonos.

Mientras Sandra caminaba hacia la puerta, Leslly dijo saliendo de la cama:

—Me preocupa la cara de Papá... Lo que dirá de esto. No quiero ni imaginármelo.

Sandra se detuvo con la cerradura de la puerta en mano, se dio vuelta y dijo:

—Trataré de que se tranquilicé. Sé cómo se siente ahora.

Ambas se miraban desde sus lugares. Luego Sandra salió y Leslly se apoyó de la orilla de la cama, se quedó pensando mientras miraba al suelo. Se imaginaba la cara de su padre. Seguro ya no la vería con la misma cara que solía mirarle siempre. Su vida ahora sería diferente.





Mientras iban en la camioneta de vuelta a casa, nadie decía nada. Leslly iba en el asiento de atrás, mirando a ambos mientras iban callados. Jarry parecía desconcertado por aquella noticia.





Luego que llegaron a casa, Lucita había salido a su encuentro para ver si Leslly estaba bien. Cuando Lucita se le acercó le miró a la cara a Jarry y a Sandra, no parecían muy contentos. Al ver que ellos estaban de esa manera, Lucita le había preguntado a Sandra, "¿Qué le pasaba?" Sandra le había dicho lo que pasó y Lucita se había asombrado en esos momentos, no podía creer lo que había escuchado. 





Leslly estaba en su habitación tirada en su cama hablando con Paola. Leslly le había contado lo que pasó en el hospital y como estaban sus padres.

—... No entiendo como saliste embarazada sino has tenido relaciones con nadie. Eso es lo que no entiendo.

—Eso mismo les he dicho a mi madre y no me cree. No he hecho nada con nadie ni si quiera tengo novio. Además, en todo el camino a casa no dijeron ni una palabra.

Después que Leslly dijo aquello se quedó pensando en la palabra que ella misma dijo, "Novio," mientras que Paola hablaba.

—Eso esta raro. No logro entender lo...

—Ya sé, lo que pudo haber pasado.

Dijo Leslly interrumpiendo a Paola.

—¿Qué?

—Seguro fue en el bar, con el chico que conocí en el restaurante de McDonald's.

Del otro lado de la línea Paola se quedó pensando y, luego dijo:

—Kendry seguro sabe algo.

—¿Cómo has dicho?

—Sí. Esa noche en el bar, él no te perdía de vista ni un segundo. Él seguro sabe algo. Si es que realmente pasó algo.

—¿Tú crees que él sepa algo?

—Sí. Mañana nos juntaremos en su casa. No trabajas mañana domingo, ¿Verdad?

—No.

—Pues entonces, nos juntaremos en casa de Kendry por la mañana.

—Está bien.

—Bueno, entonces adiós mí Nunu. Que descanses.

—Sí adiós mí otra Nunu.

—Ja ja ja ja.

—Ja ja ja.

Colgaron. Mientras que por otro lado estaba Jarry y Sandra hablando del tema de lo que pasó con Leslly.

—¿Cómo va a ser que ella no va a saber de quién? o ¿Será que nos ve la cara de estúpido? o ¿Qué?

—Tranquilo Jarry, así no vamos a resolver nada, peleándole. Necesitó que me ayudes en esto, ella necesita de nuestra ayuda ahora. No quiero que saltes con tus estupideces como siempre lo haces...

—¿Y qué es lo que quieres que haga? ¿Qué le acepte sus ridiculeces y mentiras? ¿Es eso lo que quieres? ¿He?

—Jarry... No seas loco. Sé cómo te sientes, pero en estos momentos debemos hablar con Leslly tranquilamente y que nos explique lo que pasó. Tal vez ella no nos quieres decir nada por temor de que le corramos de la casa. Pero es nuestra hija; y esté embarazada o no lo esté, debemos amarla igual. Además, ya es mayor de edad. Alguno día se casará y tendrá su familia con alguien...

—Tú siempre la apoyas en todo...

—No Jarry. Nunca la he apoyado en lo malo.

Dijo Sandra interrumpiéndole.

—Sí, siempre la apoyas en todo. Entonces, ¿Qué será de ella, si no es profesional? Va a estar allí cuidando cinco muchachos y con un trabajo mediocre, que no le gusta ni a los recoge basura ¿Ese es el ejemplo que quieres? No. Claro que no...

—Sé que ella va a salir adelante, esté como esté. Yo la conozco bien. Sé que es buena e inteligente...

—¿A casó yo no la conozco?

—Sí. Pero... Ella me tiene más confianza a mí que a ti.

Jarry se quedó callado, mirando a un lado y no dijo nada más. Sandra continuó:

—Por eso es que te digo que le demuestres confianza. Leslly tiene miedo de hablar contigo. ¿Crees que ella no me lo dice?

Dijo Sandra lo último agarrándole el hombro a Jarry. En ese momento Jarry le miró y, ambos se miraban.

—Ella necesita de tú confianza. Donde no hay confianza es como una manzana podrida, aun qué tenga una gran mitad buena, no se empeña en cortarle el lado bueno cuando esta así, sino que la dejas igual como está. Si no hay confianza, a esa persona le da igual lo que le digas.

Jarry suspira y dice:

—Lo pensaré.

Hizo pausa y continuó:

—Es que... No sé, Leslly...

—No lo hagas por mí, hazlo por ella. Ella necesita más de tu apoyo que del mío. Sé que lo harás bien.

Sandra quitó su mano de su hombro y le tomó las manos acariciándole. Luego se quedaron en silencio mientras estaban sentados en la sala estar.

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