26. Elián
Me arrepiento de no haber insistido más en ponerme ese vestido y tomar su lugar.
Pasó una hora y media y sigo aquí, encerrado en este cubo sin calefacción en medio de una nevada. Sin embargo, la espera no se prolonga y mi trasero lo agradece.
Declan abre la puerta y sale primero, en lugar de sostenerla para ella. Salmeé lo sigue y una vez que comienzan a bajar las escaleras del restaurante me froto las manos en el intento de que mis entumecidos dedos se preparen para tomar el volante y largarnos de aquí.
Pero eso no pasa.
Declan se gira de repente y la enfrenta. Salmeé, un escalón más arriba, frena el paso y le sostiene la mirada.
Es ella quien lo besa.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top