Lágrimas.

Estábamos dándolo todo en la cancha, habíamos llegado al punto crítico en el que una sola distracción nos costaría un punto.

Tercer set e íbamos completamente parejos hasta que la racha de los 25 puntos fue superada y el deseo de ganar se intensificó aún más
Defendimos, atacamos y dimos todo de nosotros pero un remate del equipo contrario el cual todos corrimos para levantarla de nuevo... Pero fue tarde, ni Hinata, Nishinoya o Kageyama pudieron salvarla

Perdimos...

Habíamos perdido por tan sólo un punto de diferencia.
Un dolor se presentó en mi pecho y mire a Suga con resignación...

Estaba sonriendo pero sus labios temblaban y sus ojos se enrojecian de a poco; camine instintivamente hacia el importandome poco el que teníamos que formarnos, de pasos cortos a trotes rápidos llegue hasta detenerme frente a el para luego abrazarlo con fuerza.
Sentí todo su cuerpo estremecerse.

-Fue un buen partido-susurro con voz quebrada correspondiendo el abrazo aferrándose a mi espalda.

Era nuestro momento, nuestro espacio, una burbuja en la cual nadie más podía entrar, el consolarlo me partía el alma ya que no me gustaba el verlo triste, me aferre a el cómo si mi vida dependiese de ello.

-Tenemos que formarnos-susurró débilmente-vamos Daichi-levantó la cabeza para mirarme con sus ojos llorosos.

-...-limpié sus mejillas con mis pulgares-respira...-le sonreí-aún no terminamos-susurre separándome de el.

-V-vamos...-se separó de mi para comenzar a caminar hacia la fila que había formado, nos incorporamos e inclinamos agradeciendo por el partido para luego acercarnos a dar la mano.

Luego llegamos con el entrenador, el estaba a punto de darnos unas palabras cuando un equipo entro... El siguiente partido.

-Es hora de irnos, tomen sus cosas-suspiró resignado el entrenador.

Nos movilizamos sin mucho ánimo hasta la salida del gimnasio, el entrenador nos llevó a un restaurante pequeño tradicional.

-Todo lo que hicieron estuvo bien, a pesar que los errores fueron mínimos no pudimos ganar-el entrenador nos miró a todos-coman se lo han ganado-sonrió de forma débil.

Todos comenzaron a comer, primero fue lento hasta que el sabor fue impregnandose a tal punto que comíamos para tratar de callar nuestro llanto sin impedir que las lágrimas corrieran.

Comimos hasta quedar satisfechos o simplemente aliviar el dolor de haber perdido; nos trasladamos hasta nuestra institución y ahí escuchamos al entrenador y nos retiramos, Suga y yo íbamos muy callados, cuando llegó el momento de tomar rutas diferentes un simple "adiós" fue pronunciado a medida nos alejabamos por caminos distintos.
Pensé en todo lo que sucedió en el transcurso del día y el cómo acabó tan rápido, al instante vino a mi la imagen de Koushi llorando, me mordi el labio inferior y sacando el celular de el bolsillo del pantalón lo llamé.

-¿Hola-escuché la voz temblorosa de Koushi.

-... Voy de camino a tu casa-anuncié decidido.

-D-Daichi... De seguro estas llegando a la tuya, necesitas descansar, jugaste tres set enteros-trató de persuadirme cosa que no le funcionó.

-No voy a dejar que estés solo deprimiendote, de seguro y ya estás pensando en que si no hubieras cometido errores hubiéramos ganado-lo regañe.

-Y-yo... No...-su voz se quebró al instante.

-Madre, iré a la casa de Suga posiblemente me quede a dormir-anuncié apenas abría la puerta de la casa alejando el celular para no dejarlo aturdido por mis gritos-Voy en camino...-susurre con cariño y tristeza para luego colgar la llamada.

Deje mis cosas en mi habitación, me cambié y tomando objetos de uso personal colocandolos en una mochila salí rumbo a la casa de mi pareja.
Al llegar toque el timbre recibiendome su madre, tan amable y cariñosa la cual había heredado a si hijo ese sensual lunar ubicado cerca de su ojo.
Le expliqué el motivo de mi visita aunque sabía que para la señora Sugawara estaba de más y dejándome entrar fui directo a su habitación.

-¿Suga?-entre despacio mirando un bulto sobre la cama, me acerqué despacio sentandome en la orilla de la cama-vamos..-lo abrace con cuidado descubriendo entre las sabanas aa Suga.

-Daichi-escuché el lloriqueo.

-Sabes que no fue tu culpa lo mire a los ojos mientras me aferraba a su cuerpo en un abrazo y besaba sutilmente sus labios.

Si no tienes la fuerza suficiente yo te presentaré de la mía, si estás triste te haré sonreír por qué te amo demasiado.

Hola~
Lamento mucho el continuar hasta este momento, pero regrese y la historia continúa.

Algunas preguntas que me dejaron sobre:
-La introducción de más parejas.
Aún la tengo en duda ya que la historia a alcanzado el final del anime de la primera temporada os tengo una pregunta.

¿Desean que continúe la historia?

De ser SI.
La historia continuaría saliendome un poco del anime/manga.

De ser NO.
La historia terminaría con el siguiente capítulo.

Por favor votar y gracias por leer hasta aquí, hasta la próxima.

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