Después de aquella vergonzosa escena frente a Tsukki y que este se fuera no pude hacer nada más que arrastrarme hacia mi habitación para luego meterme en mi cama cubriendo me por completo con la sabana y hacerme bolita.

¿Que acaba de pasar?
Te gusto que te tocara.
Claro que no puede ser.
¿Por que lo hizo entonces?
No lo se...
¿Por que te dejaste? Te recuerdo que tu y el ya no son nada.

Mordí mi labio inferior al recordar la triste realidad de las cosas, suspire frotando mi rostro no quería creer que Tsukki me estaba usando, solo jugando conmigo.

El sonido del celular llamó mi atención, era Aki-niisan pero no sabía exactamente para que me llamaba, respire profundo y conteste sorprendiéndome al saber que era una invitación a cenar, acepte aunque luego de la llamada recordé a mi "niñero".
Sentí mis ojos arder frotándolos con más insistencia al recordar lo patético que era todo se estaba volviendo un caos en mi vida.

Teclee algo simple que paso por mi cabeza "suicidio" rápidamente miles de paginas referentes al tema aparecieron, decidí entrar en algunas sin razón aparente solo sentía que algo me llamaba a continuar mi búsqueda.

Múltiples formas de hacerlo, de forma rápida, lenta, indolora o lo contrario; eran miles los estilos para perpetuar algo tan siniestro. Cerré las páginas y aleje mi celular, debía dormir un rato.
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Miraba su reflejo en el espejo todo aquello había tomado un giro extraño, Terushima lo había acompañado por motivos de protección según el.

— ¿que sucede pequitas? Has estado extraño desde que tu amigo rubio se fue — la voz de su acompañante lo saco de su ensoñación haciendo que volteara a verlo, no había escuchado muy bien pero la sola mención de Tsukishima hizo que su rostro se tornara rojo a niveles críticos — hacerte~ algo hicieron mientras yo salí de compras~ — si bien el espacio personal era algo que Yamaguchi Tadashi le gustaba proteger, en este mismo instante se sentía violado por la cercanía del rostro ajeno al suyo.

—N–no se de que me hablas — trato de desviar la mirada pero aquellos ojos lo hacían ponerse nervioso a tal punto de perderse en esos orbes oscuros.

—Me estas mintiendo, sabes que no me gustan las mentiras~ — se acerco aun más a su rostro inspeccionándolo con la mirada — es como si hubieras hecho algo malo mientras yo no estaba —lo miro a los ojos — por lo menos ya no estas enfermo... Podemos irnos y no ir a tu CITA con ¡MAYOR DE EDAD! — Grito asustando al pecoso ya que varias personas se les habían quedado viendo raro.

—¡Shhhh!— chillo con las mejillas rojas apenado mientras cubría su boca con las manos.

El rubio sonrió y sacando la lengua lamió sus manos alertando al menor el cual retrocedió al instante.

—Hola Tadashi...— sonrió aunque miraba con seriedad al mayor —veo que trajiste un amigo — sonrió  un poco molesto con el chico.

—B-bueno, mi madre creyó necesario tener un niñero. El es Terushima — se hizo a un lado para que el par socializara aunque muy al contrario parecían quererse matar.

El mayor de los tres suspiro de forma pesada antes de sonreír y guiar al par a un restaurante de comida rápida, una vez con sus ordenes en la mesa pudieron relajarse un poco, aunque no fue mucha la diferencia.

Yamaguchi un poco incomodo por lo que sucedía logro escabullirse hacia el baño donde pudo suspirar aliviado, camino hacia el lavabo mirándose al espejo, estaba hecho un desastre pero lo que más le sorprendió fue ver a Terushima apoyando contra una pared mientras lo observaba.

Dio un pequeño saltito del susto temblandole un poco las manos intento actuar con calma aunque le era imposible y mas cuando lo vio acercarse.

Se acercó despacio con una sonrisa traviesa — ¿Que sucede pequitas? — susurro pegándose al mencionando por detrás —estas muy tenso— susurro pasando sus manos por su abdomen —deberias relajarte un poco, si quieres te llevo a un spa— introdujo sus manos por debajo de las ropas ajenas tocando esa delicada piel levemente morena bañada de pequeñas pequitas casi invisibles.

—¿Q-que haces? Su-sueltame~ — se tenso al sentir las manos ajenas acariciar su piel bajando de forma descarada hacia su pantalón viajando por debajo de la prenda sobre la ropa interior acariciando despacio.

—Solo deja me complacerte— sonrió complacido al ver en el espejo la cara tan erotica y adorable que había colocado.

—Akiteru nos espera...— trato de apartarse pero le era imposible, sus piernas temblaban un poco y ahora se veía indefenso debido a unos tantos roces.

Lo movió hasta dejarlo frente a a frente, sonrió acercándose para besarlo lo cual hizo sin reparó introduciendo su lengua para recorrer la cavidad bucal del pecoso absorbiéndolo en un beso asfixiante y excitador; a medida el calor de su cuerpo aumentaba el deseo de poseer para así al pecoso no le era indiferente hasta que un agudo dolor el sus partes nobles lo hizo retroceder.

—D-Dije q-que me soltaras— hablo entre jadeos limpiando se los labios con el dorso de la mano.

No esperó ni un segundo más para poder salir del baño a toda prisa, aquello había sido lo peor, sin darse cuenta había comenzado  a llorar mientras corría por las calles.

Choco un par de veces mas no le dio importancia alguna, solo quería escapar pero no sabia a donde, trago seco mirando a los alrededores hasta notar un parque en el cual se adentro sin demora sentándose bajo un árbol; llevo sus piernas a su pecho ocultando su rostro entre sus rodillas y lloró de forma amarga lamentándose su triste existencia.

Quizás todo sea mejor si pongo un fin.
Seré libre de ese modo.
No hay opción...

Hello~
Después de 80 años regresé con este capitulo dramático 0:
Esperó que sea de su agrado.
Disculpen la tardanza ;-;