•3ra persona•

     —¿Bendy, Boris?— cuestiono en voz alta Walt el cual entraba nuevamente al estudio seguido de sus dos caricaturas, una de ellas tomaba de un refresco mientras la otra guardaba su celular en el bolsillo del suéter que usaba.

     —Aquí estamos— dijo Bendy asomándose desde el final del pasillo. Se podía notar que no estaba muy alegre. Walt junto a sus dos creaciones se quedaron paradas viendo como ambos Bendy y Boris caminaban a donde ellos se situaban. Boris estaba serio, aun que eso no parecía impresionarle a los tres "intrusos" mientra que Bendy solo mantenía la mirada baja sosteniendo la carta con los papeles de los "derechos" en sus manos.

    —¿y bien? ¿Han llegado a un acuerdo?— cuestiono Walt con su típica voz calmada. Bendy asintió levemente mientras extendía su mano con la carta para entregarla devuelta al creador. —Hemos aceptado su oferta. Supongo que no estaría mal tener a un nuevo dueño— dijo Bendy tratando de sonar positivo, pero tanto el como Boris estaban tristes que iba a abandonar ese lugar que tenía muchos recuerdos que nunca volverán a ser revivimos.

     Walt asintió y tomo el sobre con delicadeza de las manos del demonio. —Prometo no decepcionarlos— dijo Walt con una leve sonrisa mientras guardaba el sobre en su chaqueta. —Mickey— pronunció Walt, Mickey por instinto saco unos suéteres/chamarras que traían gorro de un bulto/mochila que llevaba cargando todo este tiempo. —Tengan, usen esto a lo que llegamos a nuestro estudio, tal vez los años han pasado pero todavía nadie aparte de los creadores conocen de las caricaturas— explico Mickey mientras les pasaba los suéteres.

     Bendy y Boris solo asintieron tomando las prendas, A Boris le quedaba bien pues era de su tamaño mientras que a Bendy le quedaba un poco grande haciendo que sus manos queden escondidas, pero en realidad no le dio importancia, pues estaba muy deprimido como para que eso le importe. —Bien vengan— dijo Walt antes de empezar a caminar hacia la salida. Las caricaturas se pusieron los gorros de los suéteres y salieron detrás de él humano tratando de no ser muy notables.

     En especial Bendy y Boris los cuales no han salido de ese estudio por un largo tiempo, al salir pudieron ver como ya habían varias maquinas de construcción afuera al igual que herramientas y esas cosas. Bendy miro el estudio por unos momento antes de suspirar y continuar caminando a la limusina perteneciente a Walt.

     El camino fue algo incómodo, pues por un lado Oswald no hablaba, este solo se mantenía callado y con los brazos cruzados mientras miraba por la ventana, eso le era raro a Bendy y Boris pues recuerdan que el solía hablar mucho cuando lo conocieron por primera vez. Pero tampoco le dieron importancia, todos cambian con el tiempo.

    Mickey en lo general trataba de hablarles, trayendo temas random a o haciendo preguntas, pero siempre terminaban en un silencio Incómodo. Walt solo miraba por la ventana, hablaba solo de vez en cuando involucrándose en la conversación, pero nada del otro mundo.

     Al cabo de unas largas horas habían llegado a los estudios Disney, no mucho había cambiado de ese lugar, todo seguía igual por así decirlo.

     —Bien yo iré a trabajar con unos papeles y a firmar los derechos para que oficialmente estén bajo mi custodia. Mickey, Oswald ustedes llevenlos a Wasteland— dijo Walt con una leve sonrisa antes de empezar a retirarse.

     —¡Vengan! ¡Les encantará wasteland!— dijo Oswald emocionado con una gran sonrisa, al fin sonrió después de todo este tiempo. Pues al parecer sus ánimos subieron de un segundo al otro.

     Ambos Mickey y Oswald salieron corriendo por lo que Boris y Bendy se vieron obligados a seguirlos. A los pocos minutos de correr llegaron a una habitación vacía, en esta habitación solo había muebles cubiertos por mantas blancas y polvo. —ummm..— decía Bendy mirando la habitación con algo de duda. —Vamos— dijo Mickey el cual trepaba con la ayuda de Oswald a un estante que quedaba sobre una chimenea falsa para así poder quedar frente a un espejo, Bendy y Boris se miraron uno al otro confuso.

    —Suban— dijo Oswald mientras saltaba y con sus orejas empezaba a volar para quedar al lado de Mickey, Boris tomó a Bendy por debajo de sus hombros y lo trepo donde estaban los otros dos. Oswald y Bendy ayudaron a Boris subir.

     —Ahora sí, Bienvenidos a Wasteland— dijo Mickey mientras ambos Boris y Bendy eran empujados contra el espejo. Esto hizo que ambos atravesarán el espejo para luego caer de cara al suelo de madera que quedaba al otro lado.

     —¿Estas bien?— cuestiono rápidamente el lobo mientras se levantaba y acariciaba su mejilla. —sí— respondió Bendy para luego ser aplastado por otro cuerpo.

    —¡Perdón! Pensé que ya se movieron del camino— se disculpa Mickey mientras rápidamente se baja del mareado demonio para luego ayudarlo a levantarse.

     —un espejo que te lleva a otra habitación, interesante— dijo Boris con algo de sarcasmo, pues solo era una habitación común y corriente.

    —¡esto no es lo interesante! Esta es solo la desordenada habitación de Mickey lo interesante es mi reino— Dijo Oswald con una gran sonrisa.

     —¿tu reino?— cuestiono Bendy a lo que Mickey asintió respondiendo a eso. —El es el rey de Wasteland, ahorita le explicamos como sucedió todo esto, por ahora vayamos a pintarles una casa— decía Mickey mientras tomaba un pincel excageradamente grande que estaba localizado dentro de una caja de cristal en aquella habitación.

     Bendy y Boris se miraron uno al otro sabiendo que esto iba a ser algo interesante.

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Otro capítulo listo yeey

Esta historia tendrá tantas referencia a Epic Mickey que perderé la cuenta (?)