PARTE XXIV

Aún podía recordar las veces que lucho contra los sentimientos que surgían con cada encuentro, con cada cercanía, con cada palabra y cada caricia.

El tiempo que llevaban conociendo era mucho. Al inicio fue más una asociación de conveniencia, y de auto conocimiento, una búsqueda de información para saber debilidades y fortalezas, creencias y convicciones. Con el tiempo la alianza fue más recurrente y más cercana, ya no era aún objeto de observación, ahora era un compañero, una amigo, un... Le tuvo miedo a nombrar siquiera lo que se había vuelto el hombre de acero con el tiempo para él, porque sabía que si lograba ponerle nombre a ese retorcijón en sus entrañas, lo haría más real, algo que tenía un inicio y un final, algo que lo podría lastimar.

Bruce Wayne era un hombre con un pasado trágico, un pasado que todo el mundo conocía. El triste huérfano, billonario, que seguramente sería engañado y evacuado, que se quedaría sin nada. Claro, que era consciente de lo que el mundo decía a sus espaldas, y el que pretendiera que no dolía no significa que no lo hiciera. Desde muy pequeño vivió en medio de esa sociedad tan llenada de riquezas como de inmundicias. Sabía que el dinero venía de la mano de la oscuridad. Por eso, Bruce se había encargado de permanecer en esos estándares de niño rico y estúpido, porque eso era lo que querían y eso tendrían.

Fue un tiempo atrás, apenas y tenía 16, cuando el mundo peso y ya no podía más con las máscara que se había puesto. Dolía, las heridas que pensó que con el tiempo cerrarían y dejarían de arder, se hacían más grandes y molestas. Quería acabar con todo, su dolor, su soledad. Porque cada día era más y más pesado para él. No podía ir a su cama y conciliar el sueño, solo daba vueltas una y otra vez, recordando la muerte de sus padres.

Esa noche estaba dispuesto a acabar con su patética existencia. Tomando el auto más veloz decidió conducir por por el lugar más lejano y apartado, un lugar donde no hubiera gente a quien lastimar, y tampoco lo pudiera detener. Aceleró y aceleró, estaba dispuesto a acabar con todo.

Esa día, lo conoció a él. Había sido capaz de detener un auto a esa velocidad sin dañarlo en absoluto, lo llevo a un lugar seguro y lo acompañó, como si le importará de verdad. Por primera vez se sintió protegido, cuando ya no tuvo a sus padres se sintió solo y asustado del mundo, pero allí estaba en un lugar desconocido con un...lo recordaba, era el chico Kent, el tiempo había hecho maravillas en el granjero que conoció en aquella fiesta.

Hablaron por largo tiempo, sin tema real de interés o personal, solo hablaron de cosas sin importancia, como si fueran amigos de toda la vida. Amigos que se volvían a encontrar después de tanto tiempo. Con una sonrisa le hablo sobre el como detuvo el auto sin esfuerzo, lo vio tensarse y tratar de persuadirlo, no se ello permitió y le prometió no decirle a nadie, siempre y cuando le permitiera estar cerca. Fue un juego al inicio, debía recordar y ser sincero consigo mismo, les gustó la reacción de granjero. 

No supo exactamente cuando se enamoró, solo supo que ya no había marcha atrás y más cuando esté le dijo de sus sentimientos. Aún recordaba con claridad el momento, porque esa noche también se permitió ser el Bruce, qué tal vez, si sus padres no hubieran muerto sería. Se dejó amar y se entregó al amor que Clark le ofrecía.

Como deje que eso acabará - perdido en sus pensamientos, no se había percatado de la mirada angustia de la amazona que había llegado a verlo y a dejarle alimentos, y se preocupó al no ver reacción de Bruce ante si llegada - fui tan idiota - con frustración y cansacio se frotó en rostro, tratando de espabilar -

No te tortures con eso, Bruce - la mujer pasó un brazo por lo hombros del menor y lo acerco a ella en un abrazo -

Estará de regreso en solo una semana, Diana - se dejó abrazar, más no correspondio, regresando a su semblante serio hablo de lo que había averiguado - el proceso era para ayudarlo a curarse y en una semana terminara - explicó al ver la confusión en el rostro de su amiga, que al comprender una enorme sonrisa se formo en la amazona -

Oh! Bruce! - el murciélago se dejó abrazar nuevamente, porque sería molesto evitar a Diana - la liga estará feliz, todos -

Esperemos que salga para informarles - se adelantó a lo que sea que la mujer este planeando decir -

Si, entiendo - accedió a lo dicho por el billonario, después de todo este siempre sabía porque decía las cosas -

***M***

No lo había esperado. Ese día había estado tan normal, como solo podía ser en la mansión Wayne.

Se había despertado entre los brazos de Jon, y lo había golpeado por eso, lo cual lamentó inmediatamente al sentir el dolor en su puño, el cual mínimo se fracturó, haciendo que el nuevo Kent le mirara con horror y preocupación.

Aún te duele - Alfred le había vendado la mano, solo era un fisura pequeña, nada que no se curase en unos pocod días. El pequeño Kent había asomado su cabeza y lo veía desde allí, le hizo gracia, le hacía recordar a Titus -

Que quieres, Kent? - regreso la vista a su libro e ignoro cualquier otro impulso provocado por el de ojos azules -

Lo siento, Dami, no quise lastimarte - el chico ingreso a la habitación y sus ojos tan expresivos, reflejaban el verdadero arrepentimiento. Damián estaba seguro que podía ver la cola y orejas de perro arrepentido. Oh! Una buena idea para dibujar -

Silencio, hablas demasiado - el menor miro con ojos entrecerrados en una expresión molesta, copiada de si madre -

Pero, Dami...- trato de explicarse, para ser callado con una señal del menor -

Fue un accidente. Suficiente, quiero leer en paz y si vas a hablar puedes irte - señaló la puerta y centro su atención nuevamente en su libro -

Ok - el chico Kent solo asintió ante de retirarse. Sabía que cuando Damián pedía estar solo, era mejor hacerle caso -

***M***

Ya pudieron hablar? - Tim había llegado a la cueva con una sonrisa que provocó un escalofrío en el mayor, algo se traía -

No, Jasón no ha vuelto - hizo un puchero disconforme antes de suspirar - como si no lo supieras - le miro molestó -

Bueno, bueno sabes cómo es es Jasón al rato aparece y cuando lo haga, le caes encima y aclaran todo - sonrió aún más. Le divertía la tonto que podían ser sus hermanos - sabes lo que pasó con el demonio? - poco falta para que riera. Había estado pasando por casualidad cuando pasó todo lo de Jonathan y Damián -

Que? - su instinto mamá gallina de activo. Que había pasado con el menor de sus hermanos? -

Pues verás... - sonrió con diversión antes de contarle lo ocurrido. Serviría a Dick distraerse en algo y así no estar pensando todo el rato en Jasón, y lo ocurrido -

Oh! Y como está su mano? - fue lo primero que pregunto después de escuchar lo narrado por Drake -

Pues no fue grave, solo unos días y estará como nuevo - se encogió de hombros sin darle mayor importancia - pero a mí, que a Jon le gusta - bromeó para alterar más a Richard -

Lo crees?! - le miro alterado - Damián es un bebé! -

Tiene 15 - recordó el menor solo porque le divertía ver al mayor empezar a hiperventilar -

Es muy pequeño - insistió -

Como si tú hubieses sido virgen a esas edad - Tim rodó los ojos con molestia por su palabras robadas ser dichas por Jasón. El segundo petirrojo había llegado tan silencioso que ni lo habían notado -

Jay! - Dick olvidó lo que estaba hablando con Tim hace solo unos segundos, su atención se había vuelto al ex mercenario -

Yo sobró aquí - con una sonrisa el menor de los tres abandonó la cueva - Era momento de la verdad - pensó con diversión, iría a burlarse un rato con Conner, Bart y Cassie -

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