¿Qué significa rascar el cielo?

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25 de enero. 10:40 am. Habitación de Hotel Gatewater Relux.

Phoenix se sintió más relajado al sentir el agua tibia recorrer su cuerpo. Como si los nervios se hubiesen ido lejos. Estando bajo la ducha, metido en sus pensamientos y reflexionando.

—«Maya tiene razón, debería preparar un discurso o algo»—Phoenix cierra sus ojos y se deja llevar por el agua—«Miles...¿de verdad me estoy enamorando de tí?».

Pensar en Miles de esa forma hace sentir culpable a Phoenix. Miles es otro tipo de amigo, ese amigo preciado, que proteges y cuidas sin pensarlo dos veces, ese amigo a la que puedes considerar parte de tu familia, a la que debes tanto. Ese amigo tan querido, ¿querer probar sus labios? ¿Querer tomarlo de la cintura? ¿Querer acariciar su rostro y el resto de su cuerpo?

No, Miles Edgeworth está en otro rango. Phoenix aún recuerda ese Miles de nueve años, sonriente, feliz y soñador. Entonces recuerda al Miles de hace un par de años, el frívolo, el orgulloso y manipulador. El Miles de Manfred Von Karma.

Pero Phoenix pudo salvarlo. Pudo ayudarlo y ahora Miles es feliz. ¿Y ahora piensa en él de forma amorosa y hasta lujuriosa?

Phoenix no quería eso, era un pensamiento desolador. En principio porque Miles no está interesado en Phoenix; no debería pasar nada. Wright no tiene de qué preocuparse. Su amistad esta a salvo.

Al salir del baño, con nada menos que una toalla envuelta en su cintura, observa a Maya sentada en la cama disfrutando de un plato de sushis; son de esos platillos tan bien decorados que no te dan ganas de cometerlos.

—No creí que de verdad fueras a pedir servicio de habitación—Dice Phoenix sorprendido—No parabas de pedirle comida a la azafata.

—Parece que no me conocieras, Nick—Responde antes de llevarse un sushi a la boca—Soy un pozo sin fondo.

—Lo sé, ¡y no hables con la boca llena!

—Si, papá.

Phoenix toma su maleta, la coloca sobre su cama y la abre para buscar su ropa más formal. Pocas veces ha tenido que lucir tan elegante—hasta considera la opción de no peinarse a lo pelopincho—Dios…los nervios vuelven a emerger lentamente, recorriendo su espalda y estrujando su estómago.

¡¿Porqué chuchas tiene que ser el invitado estrella?! No es un honor, es un castigo.

—Nick, tu cara grita “ayuda”—Comenta Maya—Será mejor que no llegues con esa expresión al evento.

—No puedo evitar estar intranquilo, supongo que nunca me había sentido tan importante.

—Es comprensible, pero trata de controlarte—Maya muestra su mejor sonrisa—Has llegado lejos siendo tú mismo, lo harás bien.

—Si, lo intentaré…

—Y recuerda que no estarás solo, Gumshoe, Franziska, Edgeworth y yo estaremos ahí.

Miles Edgeworth mirándolo desde la primera fila…pensar en eso tranquiliza el inquieto corazón de Phoenix. Edgeworth de alguna u otra forma siempre consigue motivarlo, esté presente o no.

—Será que mejor que empecemos a prepararnos—Dice Phoenix—Gracias Maya, ya me siento mejor.

—¡Me alegro!—Maya había terminado su plato, se levanta y lo deja en la mesita de noche—Será mejor que yo también me de un baño, representaré a la familia Fey así que debo lucir espectacular.

Maya siempre llama la atención aunque no quiera. Pero esta noche no, esta noche Phoenix es la estrella.

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—¿Nunca te has preguntado el porqué se llaman rascacielos?—Pregunta Phoenix tras subir en un coche que mandó el inspector Gumshoe. La estrella del evento no puede dar la bienvenida si va en un triste taxi. Es un coche parecido al de Edgeworth, un deportivo, pero azul en lugar de rojo.

—Supongo que porqué son edificios tan altos que tocan el cielo—Responde Maya, se ve bastante hermosa en su vestido lila pastel y su cabello suelto. Maya siempre ha estado orgullosa de larga cabellera oscura.

—Se llama rascacielos a cualquier edificio alto, pero en un principio solo eran los que tenían muchas ventanas de acero y vidrio, rascacielos son los que te dejan mirar desde arriba.

—Oooooh—Exclama Maya asombrada—Y yo que pensaba que solo los hacían altos para ahorrar en terreno.

Phoenix tiene la costumbre de leer datos inútiles en internet.

—El EEMIET se transcurre en un rascacielos.

—Jaja, pues tú no podrás mirar desde arriba, te dan miedo las alturas.

—Es la cruz que me tocó cargar—Dice Phoenix mientras se lleva una mano am rostro. Maya ríe ante su actuación.

Tras media hora de camino finalmente llegaron al tan esperado evento. Phoenix se sintió como una estrella del cine que sale de su limosina para pisar la alfombra roja.

¡Incluso había fotógrafos esperando su llegada! Pero madre mía, ¿qué está pasando?

—Pues sí que es importante el evento—Dice Maya un poco aturdida por tanto flasheo. Ambos caminan tímidamente hacia la puerta principal. Inconscientemente Maya envuelve sus brazos en el brazo de Phoenix.

—¿Estás bien?—Phoenix comienza a preocuparle Maya, demasiado desconocimiento ante todo.

—S-Si, tan solo quiero llegar adentro.

Al dar el primer paso dentro del edificio, los dos suspiran aliviados. No tienen ni cinco minutos ahí y ya quieren esconderse debajo de una mesa.

—Bienvenidos al "El evento más importante entre tribunales"—Dice la recepcionista con una sonrisa de comercial—El evento transcurre en la última planta, el botones los llevará por el ascensor.

—Gracias—Responde Phoenix, prediciendo que sentirá el vértigo si mira por las ventanas.

Así, diez minutos después en ascensor llegan al evento. Qué más que una reunión, parece una fiesta. No dirías que los presentes son fiscales, abogados, jueces o inspectores. Parece más la fiesta después de la entrega de los Oscares.

—Oh, finalmente apareces, Phoenix Wright—Franziska Von Karma hace acto de presencia; se ve guapa en su vestido negro—Pensaba que no vendrías por miedo a hacer el ridículo.

—Fiscal Von Karma, cuánto tiempo—Responde Phoenix—Escuché que eres la anfitriona.

—Así es, estoy a cargo de que todo esto salga bien, si algo sale mal la responsable seré yo, así que no lo arruines ¿entendido?—Franziska suelta un latigazo para demostrar que va en serio.

—¡Ay! «¿Porqué a nadie le extraña que la anfitriona lleve un látigo?» no te preocupes, no tengo intención de arruinar nada.

—Edgeworth también está aquí ¿cierto?—Pregunta Maya quien ya tomó un cóctel de frutas sin que nadie se diera cuenta.

—Si, mi hermanito estuvo ayudando bastante, me pregunto si es porqué Phoenix Wright es el invitado estrella—La fiscal acompaña su comentario con una sonrisa burlona.

Phoenix tuvo que hacer lo mejor posible para ocultar su sonrojo. Lo que menos quiere es pensar en Miles, no quiere confirmar que realmente se está enamorando de él.

—¡Nick, tienen una fuente de chocolate!—El comentario de Maya hace que Phoenix salga de su trance.

—Eh...bien por tí.

—Nick, sé que estás nervioso ¿y si hablas con Edgeworth primero? De seguro eso te tranquilizará.

El corazón de Phoenix está a un paso de salir de su pecho y ocultarse en las alcantarillas, por otro lado...quiere ver a Miles, no desea ninguna otra cosa.

—Mi hermanito está en los sanitarios, se puso algo mal por el ascensor que tuvimos que subir hace un rato, le vendrá bien algo de consuelo—Comenta Franziska—En fin, tengo que asegurarme de que todo esté bien.

—Creo que iré a ver a Edgeworth—Dice Phoenix—¿Estarás bien sola?

—Tranquilo, buscaré al inspector Gumshoe y disfrutaré de estas maravillas—Alza su cóctel de frutas.

Se separan, Phoenix va directamente a los sanitarios, al entrar lo primero que ve es a Edgeworth secando su rostro.

—Oh, Wright—Exclama el fiscal, va vestido en traje y pañuelo—Llegaste, siento no haberte recibido en el aeropuerto, estaba ocupado.

—Edgeworth, ¿estás bien? Franziska me comentó que...

—Malditos ascensores—Murmura con el ceño fruncido—Insistí en subir las escaleras de emergencia, pero el señor Demí dijo que se vería mal ante las cámaras.

—¿El señor Demí?

—Si, Notefies Demí, el propietario de este edificio, mandatario del EEMIET, es quien se encarga de todo, incluyendo los invitados, gracias a él estás aquí.

—Vaya...pues tendré que darle las gracias, parece alguien de fiar.

—En fin, salgamos de aquí, tengo que presentarte a varias personas.

—Edgeworth...

—¿Sí?

—Gracias por hacer que Gumshoe nos lleve al hotel.

—No hay de que.

—Y también...

—¿Y también...?

—Y también...me da gusto volver a verte.

Edgeworth piensa un poco su respuesta.

—Igualmente Wright, ahora andando, hay varios que quieren conocerte.

Phoenix dejó que Edgeworth lo guiara. La noche recién comienza.

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Espero que les esté gustando la historia <3 nos leemos en la siguiente parte ✨