25.- Zero Mile [ I ]
Oh, WOW, miren, no me tarde más de un mes en actualizar :0 xdddxd de nuevo, perdón por el anterior capitulo xd lo repito, creo que el bloqueo ya se me fue así que <3
Resumen: Loque ya todos veían venir (niéguenmelo :v) y lo único medianamente heterosexualen este fanfic ;v ...ya saben, no me canso de repetir queeste es un slow burn, o sea, fuegolento :v Y la verdad me gusta cómo va quedando xddddxdd
"La distancia entre nosotros está contada
Solo es cuestión de tiempo para acortarla
Y ahora estoy corriendo hacia ti
Entre tú y yo, hay cero millas de distancia."
El día estaba perfecto, el sol brillaba hermosamente, con el cielo tan azulado y adornado por blancas y esponjosas nubes. El día estaba tal y como le gustaba a Luna y, ella suponía, tal y como le repugnaba a Ámbar.
La menor rio un poco ante ese pensamiento. Sí, seguramente la rubia estaba quejándose ahora mismo de lo "asquerosamente soleado" que estaba el día.
Su repentina chispa de alegría no pasó desapercibida por Michel, quien patinaba perezosamente y sin muchas ganas a su lado. El venezolano solo sonrió mientras ella no se daba cuenta.
El "Rayo de Sol", como a veces Ámbar se refería a ella desde hace dos semanas, estaba en la pista patinando junto a su compañero y amigo del Blake. De alguna forma, se las había arreglado para convencer al muchacho para que la acompañara cuando sus clases terminaron.
El joven acepto ir con ella casi por lastima.
Luna se lo había pedido casi con lágrimas en los ojos que, conociendo su lado dramático, bien pudieron haber sido lágrimas de cocodrilo. Según palabras de la castaña, "todos sus amigos la habían abandonado para tener citas".
Después, aunque Michel ya había aceptado ir con ella, Luna se la paso diciéndole como todos y cada uno de sus "colegas" la habían abandonado: Simón y Matteo al parecer estaban muy ocupados pasando el tiempo juntos; Nina había sido arrastrada por Delfina y Jazmín para ir juntas de "shopping", Jim y Yam se les unieron a la salida. Michel se preguntó ¿Acaso las chicas no la invitaron a ir con ellas? Sí, lo hicieron, pero en realidad fue Luna quien rechazo la oferta y después se había arrepentido...Y Ámbar, bueno, ella siempre se desaparecía y "huía" de ella cuando menos lo esperaba.
Entre alegatos y quejas que tenían el mismo sentimiento de frustración, Michel no sabía con exactitud si Luna era completamente seria o si bromeaba cuando decía que sus amigos eran unos malos amigos por preferir "el amor" sobre la amistad, por dejarla botada a merced de una amarga soledad.
Michel entendió, cuando la cuestiono sobre esto último y ella respondió con un "se oía bonito y trágicamente poético", que no debía tomarse tan enserio todo lo que la mexicana decía. Mucho menos cuando exageraba tanto.
Antes de llegar al roller pasaron muy rápidamente al departamento donde Michel se estaba quedando. Él dijo que tenía unos viejos patines cubiertos de polvo, olvidados, que podía usar.
Luna no dijo ni una sola palabra cuando los patines "viejos y cubiertos de polvo" estaban más bien brillantes y como nuevos. Después de todo, ¿quién era ella para cuestionar a su nuevo amigo?
Cuando llegaron al roller y ambos comenzaron a patinar, Luna confirmó lo que pensaba desde que vio los patines del chico.
Él no era ningún novato, pues se mantenía perfectamente de pie. No trastabillaba y tampoco dudaba al realizar saltos.
Luna no sabía el verdadero nivel de Michel, solo se quedó con la idea de que el joven no era un inexperto en el ámbito del patinaje.
Michel poseía más cualidades, más habilidades de las que aseguraba tener y eso a Luna le gustaba mucho.
Fue mientras realizaban un paso entre parejas, en donde Michel cargaba a Luna sin ninguna dificultad, que ella se atrevió a preguntarle sobre sus habilidades.
-Ah...eso...parece que me has descubierto.-Sonrió Michel mientras la dejaba sana y salva sobre el suelo.-Practicaba hace algunos años en mi país, así que sí, no soy un completo ignorante a la hora de patinar. Aunque tampoco soy tan talentoso como tú, Luna, o como los demás integrantes del Jam&Roller.-
-¿Nos has visto patinar?-Preguntó la joven entusiasmada.
-Pues claro. No sabes cuanta fue mi sorpresa al enterarme que iba a asistir a tu misma clase. Vi videos tuyos cuando patinabas y por eso ya sabía de ti la primera vez que nos encontramos.
-Oh, vaya...me avergüenzas, Michel.-Decía ella ocultando su sonrisa tras su mano. Él joven sonrió satisfecho consigo mismo.-Pero, ¿sabes? Esta es una grandiosa sorpresa.
La pequeña Luna se acercó a él con una gran sonrisa.
-Estos son tiempos desesperados así que...-Volteo a verlo emocionada. Michel se quedó sin habla por unos momentos. Luna lo observaba con ojos bien abiertos, suplicantes.-Ya sabes...estoy completamente segura de que, con tu ayuda, ¡Podremos ganarle a los RedSharks de una vez por todas!-
Demasiado cerca.
Michel, con sus patines, se deslizo lejos de Luna, lo suficiente para poder respirar con tranquilidad y sin sufrir un paro cardiaco.
-Emmm...¿Luna? ¿Qué estás diciendo?...¿Acaso me estás pidiendo que-?-
-¡Sí!-La pequeña agarró ambas manos del chico y le sonrió de una forma tan hermosa que le hizo olvidar el cómo respirar.-¿Por qué no te unes al Jam&Roller? Serías de gran ayuda en nuestras competencias.-
-No...no creo que esa sea...no creo que sea una buena idea.-
-¿Por qué no? Eres un patinador realmente bueno, solo necesitas un poco de entrenamiento y ¡Boom! Encajarías perfectamente en el Jam&Roller.
-Vamos...no soy tan bueno.-Avergonzado y con una mano en la nuca, Michel sonrió torpemente.-Me estás dando más méritos de los que realmente merezco.-
-Lo digo totalmente en serio, debiste haberte visto, ¡Te apuesto a que puedes vencer a cualquier miembro de los RedSharks en una batalla freestyle!-
-Ah, ahora solo estás halagándome por halagar, no hay forma alguna de que pueda vencerlos.
-No hables así de ti, si te digo que puedes ganarles, puedes ganarles.-Le remarco la pequeña castaña.
-......¿Incluso a Ámbar o Emilia?-Le pregunto Michel con ojos esperanzados. Aunque Luna no pudo ver aquel sentimiento.
-Bueno, ellas son la excepción, pero yo creo que-....espera....¿ya las conocías?-
El joven se rio.
-Luna, es imposible que no las conozca......cuando estaba viendo tus videos...-Dijo aun sintiéndose un poco avergonzado por confesar aquello.-Fue inevitable toparme con videos de Ámbar y de Emilia...especialmente de Ámbar...ella es bastante popular, ¿no es así?-
Luna bajo la mirada y sonrió levemente, de un momento a otro parecía tímida.
-Sí, es muy popular...después de todo, ella es la patinadora principal de los RedSharks...y ese título no solo lo tiene de adorno, estoy segura de que ella también es la mejor patinadora de su equipo.-Como siempre le pasaba, simplemente dejo salir sus palabras, aun cuando no había necesidad de hacerlo.-Incluso cuando Ámbar estaba con nosotros, el Jam&Roller.-Aclaró.-...aunque nadie lo decía en voz alta, tengo la sensación de que todos sabíamos que ella era la mejor de todos. Y ahora con los RedSharks es como si fuera...inalcanzable, invicta...sé que eso no es verdad, que todo puede cambiar, pero esa es la imagen que da y es tan frustrante...-De pronto se dio cuenta de que, de nuevo, había divagado y había hablado de más. Michel la miraba de forma serena.-¡Ah! perdón, Michel...a veces no puedo controlarme y termino hablando de cosas que no tienen sentido.-
-No te disculpes, no me molesta escucharte hablar...-Él le sonrió.-Pero, Luna, tú también estabas con ella en el roller, se me hace difícil creer que hay alguien mejor que tú...Digo, eres una increíble patinadora.-
Luna se rio ante la sinceridad del chico.-Sí, sé que soy buena, pero es diferente...cuando la conocí, ella ya hacía cosas increíbles cuando yo aún estaba besando el suelo. Aunque sé que he mejorado, a veces pienso que la diferencia entre las dos no ha disminuido...-
-No digas eso, estoy seguro de que has mejorado muchísimo desde que se conocieron, mírate, incluso puedes encararla y darle batalla.-Intento animarla.-
-Aun así, son niveles diferentes...ella y yo no estamos paradas a la misma altura......-
-No lo sé, Luna...no creo que ella sea tan increíble.....¿no crees que tal vez...la halagas demasiado?.-Preguntó Michel. Luna lo miro con el ceño fruncido. Se veía confundida, muy, muy confundida.-...Olvídalo......Y, cuando ella se fue del roller y formo parte de los Sliders-...-
-¡Fue aterrador!-Lo interrumpió Luna sin poder contenerse.-Sé que no fui la única que se sintió así. Todos estábamos tan acostumbrados a tenerla de nuestro lado que, cuando nos tocó competir contra ella, fue aterrador.-
-Apuesto a que fue difícil enfrentar a alguien a quien alguna vez fue tu amigo.-Observo Michel.
Luna se quedó callada momentáneamente.
"Amigo..."
-Lo fue.-Contesto después de un rato con el ceño fruncido.-Fue difícil, y ni siquiera ganamos, por eso ahora necesitamos toda la ayuda posible.-Nuevamente lo miro, haciendo obvias sus intenciones.
-No, Luna, no es una buena idea.-Michel se rio, dispuesto a no esperanzar a la castaña.
Luna pareció darse por vencida, hizo un puchero y se puso a patinar sin rumbo. Michel la siguió sin problemas.
-Tú ya sabes cómo patinar, sabes cómo hacerlo, es una lástima que alguien con tus habilidades decida no mostrarlas al mundo.-Dijo "desinteresada".
-Bueno, pero no soy tan bueno como el roller team o como los RedSharks.-Nuevamente y riéndose un poco, Michel opto por ignorar su última frase, como si no la hubiera escuchado.-Pero siempre me esfuerzo y me divierto mucho.-
-¡Me gusta escuchar eso, ese es el espíritu!-
El chico le sonrió dulcemente, después extendió su mano hacía ella y pregunto:
-¿Me haces el honor?-
Ella no pudo negarse ante su petición. Le tomo la mano mientras sonreía ligeramente y ambos jóvenes comenzaron a patinar.
Simplemente se deslizaban recorriendo toda la pista. En un momento dado, cuando al fin se le presento la oportunidad, Michel levanto a Luna y ambos dieron un par de vueltas en esa posición. Después él la acomodo y la cargo estilo nupcial.
-¿Te diviertes?-Le pregunto Michel.
-Claro, estuviste fabuloso, de verdad eres muy bueno.-
Michel aun la tenía cargando. El joven le sonrió amablemente, tratando de decirle algo con su mirada.
Entonces escucharon un leve ruido, después escucharon el inconfundible sonido que hacían las ruedas de los patines al girar.
Ambos jóvenes voltearon hacía la entrada de la pista, el lugar de donde provenía el sonido.
Eran los RedSharks, o bueno, dos de sus integrantes. Emilia entró primero, Ámbar iba tras ella.
Entraron patinando a la pista sin dirigirles la mirada. Unos segundos después fue Emilia quien noto la presencia de la pareja. Al principio su mirada cayó sobre ellos con indiferencia, pero después sus ojos se movieron hacia Michel y fue ahí cuando frunció el ceño.
La argentina, aunque también noto la presencia del dúo en la pista, ni se molestó en voltear a verlos.
-¡Ámbar!-Luna, al verla, saltó inmediatamente de los brazos de Michel y fue corriendo hacía la otra chica. La castaña se detuvo justo a unos pasos frente a ella, reprimiendo las ganas de abrazarla.-Estuve practicando estas dos semanas como me lo dijiste, ¿quieres ver cuánto he mejorado?-Le preguntó emocionada.
La rubia le dio una sonrisa apenada.
-Me gustaría, pero no puedo ahora mismo. Tengo entrenamiento con mi equipo, pero si quieres podemos quedarnos un rato cuando termine con los RedSharks.-Dijo rápidamente en cuanto vio que Luna comenzaba a desanimarse. Ante sus palabras, la chiquilla volvió a sonreír emocionada.
-Bien, entendido...por favor, no me dejes plantada como sabes hacerlo.-
-No lo haré, ¿vale?-De pronto, la mayor de las dos sintió una intensa mirada dirigida hacía ellas.
De reojo vio como Emilia no las miraba a ellas con su media sonrisa -lo cual ya era raro de por sí.-, sino que, discretamente, miraba de forma hostil hacia el centro de la pista. Una vez más, Ámbar ni siquiera se molestó en mirar al acompañante de Luna.
No lo miró, pero sí escucho cuando el chico patinó hasta detenerse frente a ellas.
Michel se quedó quieto un par de metros lejos de las dos, esperando pacientemente a Luna. Fue en ese momento en el que Ámbar por fin se dignó a mirarlo.
Extrañamente, los ojos del muchacho estaban puestos en ella. La miraban con curiosidad, de forma intensa. Y, lo más notable, es que él la miraba directamente a los ojos, lo cual también era extraño. Normalmente las personas no soportaban verla a los ojos por tanto tiempo.
Ámbar se movió un poco para tenerlo frente a frente.
-Bueno, bueno, ¿y quién eres tú?-Tan amable como siempre.
En ese momento la mirada de Michel pareció suavizarse. Abrió la boca para contestar, pero Luna le quito las palabras.
-Es un amigo del Blake. Se llama Michel y viene de Venezuela.-Respondió Luna, presentando al joven.
-.....hey, ¿no nos hemos visto antes?-Pregunto Ámbar inmediatamente, como si en realidad le importara poco la presentación del joven.
Esta vez Luna ya no habló por él. Ella, al igual que Emilia -quien no se había perdido ni un movimiento del venezolano.- lo voltearon a ver, esperando su respuesta.
-Ummm...suelo andar mucho con Luna.-Confesó avergonzado.-Tal vez sea por eso.-
-Ah, ¿por eso?......-Ámbar se dio media vuelta, patinando hacía Emilia.
Luna la siguió con los ojos, mirándola con desaprobación.
La menor se sintió un poco mal por su amigo, Ámbar lo había observado con tanta aversión y frialdad. Luna había olvidado por completo que Ámbar, normalmente, seguía siendo una completa desgraciada con todos los demás. Pero, esta vez, parecía especialmente apática con el chico.
Y eso que apenas lo había conocido.
Ámbar llego junto a Emilia y se recargo junto a ella en las barras de metal. Las dos vieron como Luna iba con el susodicho venezolano y comenzaban a hablar de algo que ellas no lograron escuchar.
-No me cae bien ese rarito.-Murmuro Emilia al lado de Ámbar. Ésta medio sonrió, divertida.
-¿Es por qué esta con Luna? ¿Estás enojada?-Nuevamente recurría a sus insinuaciones. ¿Cuántas veces Emilia le había asegurado a Ámbar que su atracción por Luna ya era algo del pasado? Y parecía que su amiga no la escuchaba o decidía ignorarla, ¿O tal vez era que Ámbar quería asegurarse? Emilia no estaba segura por qué.
-No estoy celosa si eso es lo que estás pensando.-Aclaró rápidamente, y antes de que Ámbar siguiera con ese tema, se apresuró a agregar:-¿Acaso no viste como nos estaba mirando cuando entramos? Nos miraba con repulsión, con arrogancia...especialmente a ti.-
-Creo que exageras. Él es, ciertamente, un rarito, sí, pero no podría importarme menos. Es amigo de Luna, probablemente también sea amigo de los chicos del roller, y si es así, no me sorprendería que sienta rechazo hacía los RedSharks, nosotras incluidas.-
-Mmmph, un pensamiento lógico, como siempre...¿desde cuándo cambiamos de lugar?
-Ya sabes, quien con lobos anda...-
-¡Ámbar!-Las interrumpió la dulce voz de Luna. Corría hacia ellas mientras Michel se retiraba de la pista.
-¿Qué ocurre ahora, Luna?-Le preguntó Emilia, tal vez un poco muy groseramente. Al parecer seguía fastidia por el tema de Michel.
Luna sonrió sin poder evitarlo. Era raro ver a Emilia enfadada, era divertido. Pero luego recordó la razón por la que había venido a hablar con las dos rubias.
Puso ambas manos en cada lado de su cintura y las miro con reproche.
-¿Por qué se comportaron tan groseras con mi amigo? Él solo vino a patinar un rato conmigo, no a ser masacrado con la mirada como tú lo hiciste, Emilia.-La señalo.
-Oh, "tú amigo", ¡Su amigo! ¿escuchaste eso, Ámbar?-La nombrada solo miro a Emilia con cansancio y aburrimiento. Después se dio vuelta, a ella que no la metieran en sus pequeñas disputas.-¿Acaso el pequeño pez no sabe que este es territorio de tiburones? ¿No será que quiere ser devorado?-
-Emilia, basta ya, él no será ninguna presa tuya.-Le aseguro Luna, casi retándola. Emilia sonrió de medio lado y se alejó de ella, comenzó a calentar mientras esperaba a que los demás integrantes de su equipo llegaran. Luna entonces miro a Ámbar quien estaba de espaldas sacando dos botellas de agua y dos pequeñas toallas de su bolsa.-Ámbar...-
La nombrada apenas si reacciono a su nombre. Parecía muy metida en sus pensamientos, ¿qué era lo que pasaba por su cabeza?
-Ámbar.-Volvió a repetir. La rubia se volteo, abandonando su postura de indiferencia en cuanto la vio.-¿Qué te pareció?-
-¿Qué? ¿Hablas de tu amigo?-
-Sí, sí, de él...¿Qué te pareció?-Pregunto expectante, tal vez un más interesada de lo usual.-Sé que no los introduje bien, pero él es un estudiante de intercambio, de Venezuela...y sabe patinar realmente bien, ¿no es genial?-
-Claro, es genial.-Respondió vagamente.
Luna supo que Ámbar no le estaba haciendo caso. ¿Qué estaba pensando?
Ámbar pareció notar la incertidumbre de la chiquilla.-Honestamente, querida, ese chico no podría importarme menos. Ni siquiera recuerdo su nombre y no me interesa recordarlo.-Brutalmente honesta, como siempre.
-Oh...-La decepción en Luna fue palpable. Parecía tan desanimada con la reacción, o mejor dicho, con la falta de reacción de la rubia.-Se llama Michel, él incluso-...-
-¿Por qué actúas tan insistente?-Le pregunto Ámbar interrumpiéndola.-Pareciera que no puedes dejar de hablar de él...¿Acaso él te gusta, Luna?-
-¡No!-Y Luna fue muy veloz en deshacerse de esa idea.-No...es solo que...-Bien, tal vez Luna sí estaba buscando ese tipo de reacción por parte de la mayor. Luna sí quería ver la reacción de Ámbar en cuanto a Michel, pero parecía que de verdad no le importaba. Eso era decepcionante.-Él me recordó un poco a ti, y pensé que tal vez podrían llevarse bien.-
-Mmmh, al parecer eso no es posible.-
Luna la miro, confundida.-¿A qué te refieres con eso?-
Antes de que Ámbar le respondiera -de hecho, no tenía intenciones de responder-, el resto del equipo de los RedSharks entraron a la pista. Por primera vez Luna y Ámbar tuvieron reacciones similares al ver al equipo. Luna los miro con desagrado cuando éstos la saludaron por obligación, y Ámbar los miro con la misma expresión por haber llegado tarde al entrenamiento.
-No te atrevas a dejarme plantada.-Le advirtió Luna, recordándole de su pequeño encuentro cuando el entrenamiento terminara.
-No lo haré.-Respondió al momento que Luna comenzaba a patinar fuera de la pista.
[...]
No era que Luna odiara a los compañeros de Ámbar, pero ciertamente prefería mantenerse lejos de ellos, pues su paciencia se agotaba rápidamente cuando ellos estaban alrededor.
Era obvio para todos su mal humor cuando se topaba con los RedSharks, por eso siempre buscaba algún buen amigo para relajarse. Normalmente eran Nina y las chicas con las que pasaba el rato, pero esta vez no había rastro de ellas por ningún lado de la cafetería.
En su lugar, encontró a Simón sentado en la barra, con los codos sobre la superficie y con la cabeza ligeramente agachada.
Luna corrió hacía él, pero antes de abrazarlo se detuvo. Su querido mejor amigo tenía una expresión preocupada, muy concentrada.
-Hey, hola, ¿qué estás haciendo?-Le pregunto suavemente.
Simón no volteo a verla, solo levanto la cabeza mirando hacia el frente, mirando derrotado hacia ningún punto en específico.
-Hola, pequeña Luna.-
Luna se asustó exageradamente con aquella débil reacción.
-Woah, ¿qué pasa con esa cara? Parece como si hubieras presenciado algún asesinato...¿Qué ocurre?-
Entonces Simón la miro directamente a los ojos, completamente cansado, como quien está harto de la vida.
-Gary.-Dijo de forma seca y entonces Luna lo entendió todo. Con eso, Luna casi sintió el mismo cansancio que sentía el pelinegro.-Él está actuando...muy extraño recientemente.-
-¿Cómo, más?-Pregunto ella, como si eso fuera imposible. Simón asintió con pesar.
-Él se ve más...alegre.-Balbuceo inquieto.-Se ve en todo momento feliz, siempre emocionado...como si estuviera anticipando algo...algo grandioso.....y eso me pone muy nervioso.-
-Tal vez no sea nada, Simón, ya sabes cómo es él...seguramente Juliana y él tuvieron una cita o algo y-...-
-Los escuche, Luna.-Confesó entre susurros sin vergüenza alguna, con una seriedad ridícula y acercándose a ella como si aquello fuera un gran secreto.-Hoy en la mañana, yo iba a aprovechar que los RedSharks no estaban en la pista para patinar un rato y no perder la práctica, me estaba poniendo los patines en los lockers, y de pronto escuche las voces de Juliana y Gary acercándose. No quería ser regañado por Gary, porque él me prohibió usar la pista tras tirarle un batido de fresa a uno de los RedSharks por accidente, entonces me quede callado para que no me notaran...-Simón la miro, el chico estaba sudando ligeramente, producto de la preocupación.-Yo lo escuche cuando se lo dijo a Juliana, Luna, ¡Lo escuche! Él dijo que la suerte los favorecía, que estaba a punto de conseguir una oportunidad de oro no solo para los RedSharks, sino también para el Jam&Roller.-
-¿Por qué se molestaría en conseguirnos una "oportunidad"?-Susurraba Luna, igual de apasionada que su mejor amigo.-¡Somos sus rivales! lo sensato sería alejarnos lo más posible.-
-Exactamente por eso me siento desconfiado. Nada bueno puede salir de eso-Los dos amigos se quedaron callados cuando Ramiro paso al lado de ellos, observándolos como si los dos mexicanos fueran unos raritos. Cuando el chileno estuvo lo suficientemente lejos, los dos retomaron su sospechosa platica.-Él habla de una gran bienvenida, de un gran evento...Gary decía que una gran oportunidad se acercaba a los RedSharks...no escuche más, al parecer él quiere guardar la sorpresa incluso para Juliana.-
-¿De qué crees que se trate?-
-No lo sé, pero tengo miedo.-
-¡Oigan!-Los dos jóvenes se voltearon asustados. Matteo estaba parado al lado de ellos, Michel lo acompañaba.-¿Qué tanto se secretean?-
-Nada, Matteo, nada, no necesitas preocuparte de nada.-Le aseguro Simón con voz temblorosa. Matteo arqueo una ceja.
-......Claro......sea lo que sea, de verdad que no son discretos.-Dijo dejando el tema por la paz y sentándose al lado de Simón. Michel se sentó al lado de Luna mientras ambos mexicanos compartían una mirada cómplice.
-Ámbar de verdad es intimidante, ¿eh?-Opinó Michel repentinamente llamando la atención de la castaña.-De verdad, creía que exagerabas cuando decías que era aterradora...-
-Oh.-Matteo lo volteo a ver.-¿Así que ya conociste a Ámbar?-Pregunto con curiosidad.
-Sí, y vaya que dejo una gran impresión.-
-Te acostumbras una vez la conoces más.-Dijo Simón, aun inmerso en sus pensamientos.
Siguieron platicando un buen rato, Simón iba y venía entregando algunos pedidos de los clientes. Después de casi dos horas, Luna vio como poco a poco sus amigas y sus amigos se reunían todos juntos frente al escenario.
Luna se extrañó ante aquello, así que le pregunto a Matteo. Éste la miro extrañado.
-Gary y Juliana nos pidieron reunirnos a las tres de la tarde, justo después del entrenamiento de los RedSharks, dijo que tenían un anuncio importante que hacer.-Le aclaró.-Luna...¿no me digas que no viste el mensaje? Simón y yo incluso te lo reenviamos dos veces para que no se te olvidara.-
Luna se sonrojo, avergonzada. Recordó que, sí, hace dos días vio el mensaje, y vio los mensajes de los chicos, pero estaba muy ocupada viendo a su mamá y a Ámbar cocinar que simplemente no prestó atención al contenido del mensaje. Se avergonzó muchísimo y solo pudo disculparse con el italiano.
-No tienes remedio, Luna.-El joven se rio mientras le acariciaba tiernamente su cabeza.
Entonces Luna cayo en cuenta de lo que había dicho Matteo.
¿Reunirse...después del entrenamiento de los RedSharks?
La chiquilla frunció el ceño, ¿Eso significaba que no iba a patinar con Ámbar?
Sus desanimados pensamientos fueron interrumpidos cuando vio a los compañeros de Ámbar, los RedSharks, caminar hacia el escenario. Luna volteo hacía la entrada de la pista, buscando a la rubia con la mirada. Pero solo se topó con Emilia quien la miraba extrañada.
-¿Luna?...¿Creí que ibas a estar con Ámbar?-La -otra- rubia se le acerco sin perder su expresión confundida.
-¿Ella sigue ahí?-
-Sí...dijo que se iba a quedar contigo y que podía adelantarme...¿no era así?-Luna asintió mientras una sonrisa se extendía por su rostro. Se levantó del banquillo y caminó apresurada a ponerse sus patines.
¿Y qué hay del anuncio que Gary y Juliana tenían que hacer? Aún faltaban unos veinte minutos para la hora y de igual forma, estaba segura de que ellos no comenzarían exactamente a la hora que habían dicho, así que iba a aprovechar ese tiempo.
Apresuradamente entró a la pista, encontrándose con Ámbar haciendo algunos pasos. La rubia, en cuanto la vio, dejo de hacer lo que estaba haciendo.
-Y yo que creía que eras tú quién me iba a dejar plantada esta vez.-Le sonrió irónicamente.-Pero, bueno, supongo que valió la espera, ¿no?-
Luna bajó la mirada, sintiendo el familiar calor en su rostro que siempre estaba presente cuando estaba con Ámbar.
-Gary y Juliana tienen que decirnos algo.-Decía dando un paso a la pista y patinando lentamente hacía la rubia.
-Eso ya lo sé, estoy segura que no es nada importante.-Decía mientras patinaba aún más cerca.-¿no me digas que ahora te estás acobardando? ¿No me ibas a enseñar cuanto habías mejorado?-
Luna sonrió de forma radiante cuando Ámbar estiro su mano hacía ella. Era extraño que la rubia fuera tan...considerable, pero era encantador.
Empezaron a patinar juntas, Ámbar la sostenía de la mano y era ella quien guiaba el camino.
Realmente no permanecieron tomadas de la mano todo el tiempo, solo dieron unas pequeñas vueltas y después Ámbar se fue hasta un extremo de la pista para darle espacio suficiente a Luna para hacer sus movimientos.
La joven Smith patinaba alrededor, tal vez porque se aburría si se quedaba completamente quieta, pero aun así se las arreglaba para mirarla. De vez en cuando se detenía y le hacía pequeños comentarios cuando lo creía necesario.
En algunas ocasiones incluso le pedía a Luna que realizara ciertos movimientos, movimientos que normalmente hacían trastabillar a Luna. Y en una de esas ocasiones la pequeña llego a tropezar con sus propios pies y termino cayendo de rodillas, con las palmas de sus manos apoyadas en el suelo.
Luna apretó sus puños con frustración. Levanto el rostro para observar a su compañera. Ella, sinceramente, esperaba que Ámbar se riera, o que hiciera algún comentario sarcástico, pero la joven solo la miro brevemente, asegurándose que aquella caída no fue más que una pequeña caída sin importancia, y siguió patinando como si fuera lo más normal del mundo.
Tal vez, porque lo era.
Dándose cuenta de la frustración de Luna, Ámbar se acercó y le ofreció su mano para que Luna se levantara con más facilidad.
-Ya sabes, a mí me encantaba burlarme de ti cada que se me presentaba la oportunidad.-Ámbar sonrió, como si aquel fuera un entrañable recuerdo.-Pero en realidad, cuando estas en este mundo del patinaje, te das cuenta que tu vida cotidiana estará llena de caídas. Así que deja de preocuparte tanto por eso.-
-Pero aun así me sigo cayendo, y no sé tú, pero yo jamás te he visto caer a ti.-
-Es diferente...-Ámbar vaciló con su respuesta. Parecía renuente con lo que iba a decir.-Yo pienso, que tal vez tu problema no recae tanto en una falta de habilidad, sino en una falta de...digamos, desarrollo y perspectiva.-
-¿Perspectiva? ¿Qué tiene que ver el panorama en esto, señorita?-
-Me alegra que preguntes...¿Alguna vez has patinado en las calles, Luna?-
-Siempre lo hacía en Cancún, mi trabajo dependía mucho de ello.-
-Ah, Foodger Wheels, ¿cómo olvidarlo?-Ámbar nuevamente se rio, como si el recuerdo fuera precioso para ella. Cuando menos le divertía y no la molestaba.-Pero no me refiero a eso, ¿alguna vez has patinado en un auténtico parque de patinaje? ¿O en un parque lleno de bancas que puedan ser usados como obstáculos? ¿Te has deslizado en un riel?-
-No...¿tú sí?-
Ámbar asintió.-Me pareció normal pasar a otro terreno, ya sabes, uno que no fuera del todo uniforme, uno que estuviera lleno de obstáculos. Por lo que vi, no estas acostumbrada a movimientos que exigen más de tu cuerpo, movimientos más dinámicos. También veo que estas tan nerviosa y tan concentrada en no caerte que sin notarlo tu cuerpo se pone rígido y tieso para realizar esos movimientos...y al final terminas cayéndote por esa misma razón.-
-¿Y tú piensas que patinar en las calles me ayudara con eso?-Le pregunto Luna patinando alrededor de ella.
-Sí.-Respondió tras pensarlo unos segundos.
Esta vez fue como si las dos hubieran intercambiado lugares. Ahora era Luna quien observaba desde una orilla de la pista, recargada en el barandal. Ámbar era quien ahora se tomaba su tiempo practicando.
Ella siempre había pensado que Ámbar era una mujer sumamente bendecida. Una genio natural como ninguna.
Luna le daba la razón a Michel cuando éste decía que ella simplemente estaba exagerando con Ámbar, que simplemente la estaba halagando demasiado cuando no debía.
Sin embargo, mientras la veía patinar, lo entendió.
Aquel enorme ego que la rubia se cargaba no era porque sí. Cuando la veía patinar, entendía porque Ámbar se sentía tan orgullosa de sí misma. Entendía porque los Sliders la aceptaron en su equipo sin ningún "pero", entendía porque Gary prefería tenerla a ella como aliada que como enemiga.
La chiquilla siempre tenía la idea de que la rubia era una de esas pocas personas en el mundo a las cuales la vida les había favorecido en casi todos los aspectos. Principalmente, Ámbar era naturalmente talentosa. Tanto que a veces hasta parecía injusto.
Pero Luna ya sabía eso.
Lo que Luna no había notado hasta ahora, era la gran cantidad de esfuerzo que Ámbar ponía cada vez que estaba montada en unos patines. La exagerada cantidad de esfuerzo que ponía en un simple entrenamiento, pese a que hace menos de media hora estaba entrenando arduamente con su equipo. Un esfuerzo que realmente no era necesario.
Luna lo entendió, que Ámbar era una completa adicta al trabajo. Ámbar era naturalmente talentosa, y aun así seguía esforzándose. Seguía entrenando con seriedad, no se descuidaba ni por un momento. Se exigía para mejorar, para ser mejor en lo que amaba.
Luna, en ese momento mientras seguía observando a Ámbar, se sintió tan cercana a la chica.
La castaña ya sabía que las dos tenían muchísimas cosas en común, pero aun así se sorprendía por no haber notado aquella similitud desde el principio. Desde el primer momento en que puso sus ojos en aquella esbelta figura moviéndose ágilmente por toda la pista de patinaje, desde el primer instante en que la vio patinar de esa forma, desde que puso un pie en la pista y la vio a ella...desde ese momento Luna sintió un increíble deseo que nunca había sentido antes.
Por unos instantes la vio dar lo mejor de sí misma en el patín, y ella, al verla, también sintió deseos de dar lo mejor de ella en el patín. De alguna forma eso hacía que Luna quisiera dar su mejor esfuerzo también.
Ámbar, por el rabillo del ojo, notó como Luna estaba viéndola sin moverse ni un centímetro.
Volteo un poco, mirándola de soslayo.
La menor la miraba con ojos soñadores y con una pequeña sonrisa en los labios.
Ámbar desvió la mirada mientras sus labios se curvaban una media sonrisa engreída.
-¿Qué ocurre ahora~?-Le preguntó sin perder la concentración.
-...Nada...es solo que...-La voz de Luna se escuchaba extremadamente suave, como si de verdad estuviera adormilada.-...eres extraordinaria, ¿lo sabías?...-Ámbar se contuvo de responder con su característica altanería.-...estoy muy contenta de que ya no peleemos más...era tan agotador.-
-Mmmh, en efecto, todos es menos estresante desde que no te hago la vida imposible, pero todo es muy aburrido últimamente.-Decía Ámbar, tan dramática como siempre.-...Eso me recuerda que...hace años que no voy a un parque de patinaje...¿Tal vez quieras acompañarme la próxima vez?-
-......¿Me estás invitando?-La pregunta sonó tan genuinamente sorprendida que Ámbar no pudo evitar reírse de la menor.
-Sí......a menos que quieras permanecer fiel al Jam&Roller y prefieras entrenar con ellos.-
Luna suspiró.-¿Otra vez con esa palabra? Lo haces parecer como si esto fuera alguna infidelidad o aventura fuera del matrimonio.-
La rubia la miro complacida, como si hubiera estado esperando que Luna hiciera ese tipo de comentario.
-¿Y qué otra palabra quieres que use, cuando estás aquí socializando con quien debería ser tu rival, casi enemigo?-Patinó hacia ella y se puso a su lado, muy cerca de la menor.-¿No te parece que lo que hacemos es algo que debería estar prohibido?-Preguntó, casi susurrando.-...¿O solo soy yo quien piensa así?-
Si Ámbar buscaba molestarla, lo había logrado. De hecho, si Ámbar tenía intenciones de hacerla sentir molesta, avergonzada y nerviosa, lo había logrado. Si quería que la cara de Luna enrojeciera hasta las orejas, que sintiera unas placenteras cosquillas en su estómago y que su respiración se entrecortara por unos segundos, lo había logrado.
-...prohibido, ¿mmh~?-Imitó Luna, sin darse cuenta, el tono que había usado Ámbar.
Cuando la menor busco los ojos de la rubia, se dio cuenta de que ésta miraba fijamente hacía el piso. Con una mezcla de vergüenza y confusión, parecía darse cuenta de lo que había dicho.
-...En fin...no me molestaré si no vas a patinar conmigo....-Decía Ámbar retomando su última platica.-...pero pienso que tal vez sería bueno para ti...-
-Sí...¿sabes? Tienes razón, eres una increíble entrenadora y...bueno, no haría ningún daño...¿verdad?-
-Umm...¿Luna, Ámbar?-Las dos chicas voltearon a ver a Nina quien las llamaba tímidamente desde la entrada de la pista.-Gary...em...Gary nos quiere a todos en la cafetería...dijo que no dirá nada hasta que todos estén reunidos.-
Saliendo de su ensoñación, Luna se apresuró a mirar la hora en su celular. Descubrió con horror que habían pasado treinta minutos de la hora acordada, ¿cuándo paso tanto tiempo?
Ámbar solo se mostró fastidiada mientras comenzaba a arreglar sus cosas. Nina les dio una última mirada y desapareció tan rápido como vino.
-Agh...lo sabía.-Suspiro la rubia con molestia.-Gary es tan exagerado y dramático.-
-Se parece a alguien que conozco~.-
Ámbar la volteo a ver con una expresión impasible.-Fingiré que no hiciste esa terrible comparación.-
Y sin decir nada más, agarró su bolso y comenzó a caminar lejos de Luna. Ésta última se reía silenciosamente para no seguir molestando a la mayor.
La alcanzó segundos después y así las dos llegaron juntas con los demás chicos. Llegaron hasta casi en frente del escenario, junto a Simón y Matteo.
Gary, al verlas, sonrió ampliamente.
-¡Bien! Al fin estamos todos completos.-Dijo con ánimo. Sin querer perder más tiempo, comenzó a dar los informes que tenía preparados.-Como ya se habrán enterado, los RedSharks pronto tendrán su segunda competencia oficial, de hecho, es una competencia de suma importancia, ya que es una clasificatoria.
Y como él suponía, nadie se sorprendió ante sus palabras. Aquello no era realmente un secreto, así que el ambiente estaba bastante muerto en esos momentos.
-Lamentablemente en esta ocasión no podremos llevar a cabo la competencia interna para decidir a los integrantes que irán a la clasificatoria, por lo que seguiremos con la formación original de los RedSharks...-Juliana permanecía al margen. Estaba tan o más harta que los jóvenes. No importaba cuanto soportara a Gary, ella, al igual que los chicos, odiaba cuando el hombre se tomaba su tiempo explicando los horarios y las actividades de los chicos.-El Jam&Roller, mientras tanto ya tiene la agenda ocupada tal cual y como los RedSharks: Tienen una presentación muy especial, pero les tenemos una sorpresa que seguramente será muy grata para todos.-
-Tío, ve al grano, nos estamos quedando dormidos aquí.-Protesto Nico señalando a Ramiro completamente recargado en la mesa, probablemente durmiendo.
Gary suspiró profundamente.-Bien...ya que el Jam&Roller destaco favorablemente en la temporada pasada, es decir, en la RodaFest, fue invitado para ser el acto de apertura de la clasificatoria a la que asistirán los RedSharks y otros equipos más.-Explico serio y cortante.
Al rápido anuncio le fue seguido un silencio pesado. Como si los chicos estuvieran procesando sus palabras.
De pronto Ramiro se levantó, casi tropezando con el banquillo en el que estaba sentado.
-Espera, ¿¡Qué?! ¡Repite eso!-Exigió torpemente.
-El autobús que trasladará a ambos equipos saldrá dentro de una semana, un día después del segundo Open Music, a las 5:00 de la madrugada. Asegúrense de llegar a tiempo y de llevar todo lo necesario. Confió en que las familias de todos los presentes ya están enteradas de este viaje, ¿verdad?-Pregunto con cierto tono amenazador. Gary ignoró por completo la mirada atónita de los presentes y siguió con sus informes.-Si no es así, aún tienen tiempo. El viaje, como sabrán algunos, será de cinco días. Por sus clases no se preocupen, el permiso ya está en trámite. Solo falta confirmar ciertas cosillas.-
-¡Gary, Gary...espérate un momentito!-Le pidió Luna tan sorprendida como Ramiro.-¡¿Los RedSharks y el Jam&Roller irán a la misma competencia?!
-Por lo mientras, sigan entrenando. Durante esta semana estaremos recordándoles sobre el viaje para que ninguno-...-Miro a Luna, ignorando su pregunta anterior.-...-se olvide del viaje.-
-Gary, ¿nos estás escuchando?-Protestaba Ramiro.
-Eso es todo.-Finalizo el hombre con una sonrisa sin siquiera voltear a ver al chico.
Él no iba a decir nada, al parecer era un escarmiento por haberlo apresurado y por haberlo ignorado mientras hablaba.
Así que los chicos se voltearon a la segunda persona al mando, quien seguramente sí escucharía sus dudas e inquietudes.
-Juliana, ¿tú sabías esto?-Le pregunto Matteo a su entrenadora.
La mujer se encogió de hombros.
-Sí, lo sabía, pero Gary quería guardar la sorpresa.-Le restó importancia y fue junto a Yam, Ramiro, Jim y Jazmín, quienes parecían estar al borde la locura.-
Gary simplemente sonrió.
-Así es, chicos, ¿No están felices?....vienen cosas grandiosas para todos nosotros.-Anunció Gary con júbilo, casi para sí mismo. Después se alejó de todos.
Luna y Simón se miraron cómplices y temerosos nuevamente. Ámbar, quien estaba en medio de los dos mexicanos, hizo acoplo de todo su esfuerzo para ignorarlos, deseando no involucrarse en lo que sea que estuvieran planeando.
Solo en ese momento Luna recordó que, durante el anuncio, Ámbar ni se había sorprendido ni había reaccionado de ninguna forma.
-Tú lo sabías...-Dedujo Luna al instante, mirándola con reproche. Vio como Ámbar suprimía una sonrisita.-¡Lo sabías! ¡¿Y no me lo dijiste?!-
-Gary quería guardar la sorpresa.-Repitió lo mismo que Juliana mientras intentaba no reír.-Y además, quería ver tu reacción cuando te enteraras.-
Por supuesto. ¿Cómo no?
Por eso la rubia no tenía prisa alguna en escuchar las palabras de Gary cuando ellas dos estaban entrenando. Por eso Ámbar se había reído tanto y la había molestado tanto hace dos semanas, cuando estaban comiendo pastelillos a las tres de la mañana. Ella ya lo sabía todo y solo había estado jugueteando con la pobre castaña.
Luna se mordisqueo el labio y bajo la mirada mientras Ámbar no veía.
Sinceramente y aunque dijera lo contrario, la rubia siempre se las arreglaba para meterse con ella y para ponerla de nervios. Incluso cuando Luna no se daba cuenta. Ámbar era una sinvergüenza y una desgraciada, pero Luna admitía que le resultaba divertido e incluso entrañable aquel aspecto de ella.
Ciertamente, pensó Luna, algo raro debía estar ocurriendo con ella para disfrutar de aquel comportamiento.
En este capítulo quería mostrar que Ámbar es una maldita si quiere serlo, quería mostrar que, si Ámbar quiere burlarse cruelmente de alguien, lo hará, aunque eso contradiga en cierta medida sus valores o sus pensamientos. De ahí su comentario sobre las caídas de Luna.
Algo bajo, sí, pero es así como veo a Ámbar. Y espero cambiar eso lol
Como siempre, aquí dejo mi "pequeña" confesión, mi opinión que nadie pidió xd:
Con respecto a Michel...creí que el personaje sería una bomba. Creí que al fin tendría drama del bueno. Tal vez solo sea yo pero, después de ver a Esteban Velázquez, espere muchísimo del personaje. Tal vez me ilusione demasiado, no lo sé.
No esperaba que fuera tal cual como Matteo o como Ramiro, pero casi me dieron un Erick 2.0...perdón si a alguno de los lectores les gustó Erick, a mí me desagrado mucho y es por lejos el personaje que menos me gusta.
Lo que estoy tratando de decir es que voy a jugar un poco con el personaje de Michel, con su personalidad, sus motivos y sus acciones. Y sí, es lo que están pensando, también voy a jugar con su fijación romántica en Luna.
¿Me va a salir bien? Probablemente...Nope xd ¿Aun así lo voy a hacer? Por supuesto que sí.
Sentí raro este capítulo, eso me pasa por hacerlo por partes y sin ninguna planeación.
Ahora, alejándonos muchísimo del fandom y de SL:
No hay explicación heterosexual para esas escenas y yo estoy amando a estas dos cada vez más xd ¿Por qué mis OTPs casi siempre se conforman de idiotas que se odian? xdd </3
(Perdón, tenía que sacarlo de mi sistema xd)
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