21.-La Bikina


Resumen: ......gay xd

Recuerdan como terminó el capítulo anterior, ¿verdad?

Estoy súper nerviosa por este capítulo, no sé si salió cursi, si da pena ajena, si salió bien omg solo espero que les guste...o algo xd

Espero que este capitulo no tenga errores porque me voy a enojar mucho >:c

(Yo recomendaría que primero leyeran el capítulo y después con la canción, soy una dramática y escribí un montón entre cada línea lol...o hagan lo que gusten xd pero disfrútenlo )






















"Solitaria camina la bikina...y la gente se pone a murmurar"

Luna no sabía si había cometido el más grande error de su vida al presentarse con aquella canción.

Estaba arriesgando mucho con aquella presentación. Su integridad física y su sensible corazón.

"Dicen que tiene una pena...dicen que tiene una pena que la hace llorar"

No habían pasado ni 30 segundos cuando la gente ya se miraba los unos a los otros con cierta complicidad.

En este punto todos aquellos que frecuentaban el establecimiento sabían quién era la musa de Luna. Sin embargo, por respeto, nadie hizo ningún comentario, nadie se atrevió a siquiera mirarla. Pero todos sabían a quién iba dirigida aquella melodía.

Algunos de sus más íntimos amigos comenzaron a hacerse preguntas a sí mismos. ¿Por qué, de todas las personas, Luna había escogido a Ámbar para dedicarle una canción?

Y ni siquiera era una simple canción común y corriente.

"Altanera, preciosa y orgullosa"

Aquel era un secreto a gritos. Porque en realidad, la descripción encajaba a la perfección con aquella joven de cabellos rubios.

Y además Luna no dejaba de echarle miraditas de cuando en cuando que llevaban cierto toque de temor. Aun se notaba tan nerviosa. Y con justa razón, Luna solo estaba esperando el momento en el que Ámbar se levantara de su asiento y armara una escenita.

"No permite que la quieran consolar"

Luna cantaba tratando de transmitir total sinceridad. Era cierto que se estaba arriesgando muchísimo con aquella canción.

Conocía a Ámbar. Sabía cómo reaccionaría y casi se atrevía a decir que sabía cómo interpretaría aquella dedicatoria.

Porque, indirectamente, estaba insinuando un lado débil e indefenso en Ámbar.

Y Luna no estaba equivocada.

Ámbar, sentada junto a Emilia, la estaba mirando sin ninguna expresión en su rostro. La miraba con aquella fría expresión......

Estaba muy enojada.

¿Se atrevía a hablar por ella? ¿Se atrevía a decir que necesitaba consuelo? ¿Qué necesitaba ayuda? ¿En qué estaba pensando aquella pequeña?

Luna desvió la mirada de aquellos ojos. Simón y Matteo, quienes le ayudaron con aquella presentación, también le habían advertido que la rubia no se tomaría bien aquella acción.

Los tres la conocían tan bien.

Aun así, quería intentarlo. Aun teniendo todo en contra suya, Luna quería intentarlo. Si existía alguna forma llegar a Ámbar, era esta. Si por medio del patinaje no logró alcanzarla, entonces lo haría por medio de la música.

"Pasa luciendo su real majestad..."

Al cantar había buscado los ojos de Ámbar, su presentación no solo se limitaba a pararse y cantarle, tenía que transmitirle lo que cantaba.

Aunque se sentía morir de nervios, aunque se sentía intimidada, al encontrar su mirada, Luna encontró el valor suficiente como para sonreírle cariñosamente mientras cantaba.

"Pasa, camina y nos mira sin vernos jamás"

Sin quererlo, el enojo de Ámbar se apaciguo por un momento, incluso se le escapo una pequeña sonrisa.

La forma en la que Luna cantó aquella línea, más bien sonaba como a una reprimenda. Y Ámbar se rio porque sabía que era verdad.

Aun se sentía completamente atacada. Aunque estaba relativamente lejos del escenario, sentía como si las luces estuvieran en ella, sentía como si las personas a su lado la estuvieran mirando.

Pero tenía que admitirlo. Luna no pudo escoger una mejor canción que esa.

"La bikina tiene pena y dolor"

"La bikina no conoce el amor"

En esos momentos Luna no pudo ver bien la cara de Ámbar. Mientras hacia el recorrido se había alejado lo suficiente como para perderla de vista por unos segundos.

Pero tal vez era mejor así. Tal vez era mejor no ver como la sonrisa de la rubia se esfumaba para ser reemplazada por una mueca de fastidio.

"Altanera, preciosa y orgullosa"

"No permite que la quieran consolar"

El buen ánimo de la heredera se vio tirado por la borda cuando encontró nuevamente a la rubia.

...No lo entendía del todo.

Creía que todo iba a ir bien.

Pero era cierto, con Ámbar no podía darse el lujo de relajarse y esperar que la velada transcurriera de forma tranquila.

"Dicen que alguien ya vino y se fue"

"Dicen que pasa las noches llorando por él"

"Por ella" Luna quiso decir. Por un momento pensó en cambiar la letra de la canción, pero sabía que eso sería cruzar todos los limites. Sabía que si decía eso Ámbar jamás la perdonaría. Además de que desentonaría con la canción.

Luna aprovecho aquella pequeña pausa en donde no cantaba para armarse nuevamente de valor. Aquel cambio en la expresión de Ámbar le hizo que deseara irse.

Pensó que esto había sido una muy mala idea.

Comenzó a ponerse nerviosa y el público comenzaba a notar su pesar.

Ámbar también lo notó.

Hasta ahí terminaba el entusiasmo de la castaña. Eso era lo mucho que podía lograr.

Quito la vista del escenario y comenzó a mirar su celular con cierta decepción.

—¿No es tierna nuestra Lunita, chicos?—Escuchó la voz de Jazmín en la mesa de al lado. La rubia la miro de reojo y se percató de que la pelirroja estaba grabando la presentación con su tablet, también medio hablaba con Delfina quien le sonreía y parecía estar totalmente de acuerdo. 

—Bueno, ya de por si tiene una buena letra. La presentación de Luna está saliendo muy bien.—

—Es una versión bastante buena. Todos están de acuerdo.—Decía Jazmín asombrada y sonriendo mientras veía la tablet.

No eran solo ellas dos quienes alababan aquella presentación, también podía escuchar leves murmullos a su alrededor.

"¿Tierno?"

Ámbar en aquel momento ya no estaba interesada en su teléfono. Lo tenía en las manos y observaba su pantalla apagada.

Alguien...una persona se había tomado la molestia de dedicarle aquella hermosa pieza. Alguien había hecho arreglos a la canción original pensando en ella. Alguien había practicado toda la semana solo para dedicarle una canción de tres minutos.

Eso...era realmente lindo. Casi conmovedor.

Con aquel pensamiento Ámbar sonrió para sí misma. Una sincera sonrisa que nadie más vio.

Luna, por su parte, no podía permitirse el ponerse nerviosa. Ponerse nerviosa en aquellos momentos sería una gran pérdida de tiempo y energía.

Tenía que seguir.

Así que, con un par de profundos suspiros, llevo su micrófono a la altura de su boca y se dispuso a terminar aquella canción. Lo haría tal y como lo había planeado.

"La bikina tiene pena y dolor"

Ahí estaba otra vez el infame verso que le había cambiado el juego y "arruinado" las cosas. Pero no por eso se iba a rendir. No, señor. Iba a cantar poniendo todas sus cartas en juego.

Pero se dio cuenta, con una mirada a Ámbar al mirar por un segundo a Ámbar, que aquel verso nuevamente le había cambiado el juego.

Esta vez para bien.

Pues resulta que la señorita Ámbar ahora le observaba con una expresión diferente. Luna no sabía que Ámbar podía verse tan tranquila y tan concentrada de repente.

"Ella y sus cambios de humor"

Entonces Luna, al ver el resultado positivo, decidió jugar el todo por el todo.

Tomo el micrófono inalámbrico de su soporte y bajo del escenario, camino hacia las mesas, la luz la seguía, así como todas las miradas.

"La bikina no conoce el amor"

Se detuvo frente a la mesa de Ámbar, donde la rubia la miraba fijamente con ojos curiosos.

Luna busco sus ojos azules y sonrió cuando se dio cuenta que estos la observaban con atención.

"Altanera, preciosa y orgullosa"

Haciendo énfasis en cada palabra, cantó mientras miraba a Ámbar, manteniendo en todo momento el contacto visual.

Trataba de hacerle saber que lo que cantaba era lo que pensaba de verdad.

Luna nunca antes había conocido a una persona que se sintiera tan superior a los demás como Ámbar. Siendo uno de sus encantos, no significaba que su trato distante y despectivo hacia los demás estuviera bien.

Su tan terrible altanería junto a su orgullo, hacían una perfecta y peligrosa combinación enfocada principalmente al desastre.

Generalmente ambas características juntas arruinarían cualquier otro aspecto positivo que pudiera tener. Una personalidad tan difícil como esa arruinaría una bonita cara.

Pero eso no ocurría con Ámbar.

Ella era la excepción a tantas cosas...

Y tal vez Luna era la única que la encontraba no solo preciosa, sino completamente hermosa con todo y sus malos ratos.

Aunque quizás Luna nunca se lo admitiría frente a frente.

"No permite que la quieran consolar"

"Dicen que alguien ya vino y se fue"

"Dicen que pasa las noches llorando por él"












[...]











Al terminar la canción y bajar del escenario, Luna sonrió al público por educación y les agradeció por haberla escuchado.

Después pasó sus ojos sobre cada persona, volteaba a todos lados de forma insistente, pero...nada. No encontraba a Ámbar.

Luna sintió una gran insatisfacción en su corazón. ¿Ámbar se había ido? ¿Y cuándo que no la vio? ¿No le había gustado la canción?

La joven sopló con cansancio, tal vez era mejor que no se toparan, tal vez Ámbar estaba tan molesta que se fue para no matarla en medio del escenario.

Se acercó a Nina que estaba sentada en la misma mesa que Emilia. Ésta había hecho uso de sus encantos para lograr sacarle unas cuantas risas a Nina, sin duda aquella rubia tenía una buena habilidad con las palabras.

—Oigan.—Las dos chicas la miraron, aun con algunas sonrisas de por medio.—¿De casualidad no han visto a Ámbar?—

—¿Mmmh? Dijo que se sentía cansada y que se iría a la mansión, ¿por qué?—Le respondió Emilia sosteniendo su mirada.

—Oh, no, por nada.—El tono desanimado de Luna no pasó desapercibido por las dos chicas.—Solo era curiosidad...—

—¿Curiosidad, eh?—Emilia arqueo una ceja.—...por cierto, esa canción que cantaste me recordó mucho a Ámbar. ¿Acaso es mi amiga la inspiración detrás de tu presentación?—Le pregunto sonriendo ladinamente.

Nina volteo a ver a la rubia y después miró a la castaña.

—¿Luna?—Nina se acercó hasta ella, se acercó hasta su oído y le susurró lo más bajo posible para que Emilia no la escuchara.—¿era Ámbar la persona especial de la que hablaste en la biblioteca?—

—¿Qué? ¿Dijiste persona especial?—Su intento que Emilia no escuchara falló, la rubia la cuestionó ni bien escucho "especial".

—No, no, escuchaste mal. Dije "presentación especial"—Mintió Nina.

—Ajá, claro.—

—Ugh, chicas, iré con Simón. Nos vemos luego.—Aprovecho para escabullirse y zafarse de los cuestionamientos de las dos

Vio a su querido mejor amigo hablando y riendo con Nico. Se acercó esquivando a las personas en su camino.

—¡Simón!—Lo llamó. El nombrado le sonrió de inmediato.

—¡Hola, Luna! Felicidades, estuviste increíble.—

—Gracias, amigo...um, oye...de casualidad no viste a...a...No, olvídalo, iré de regreso a mi lugar.—

—...¿A Ámbar?—Adivinó Simón por ella. La chica asintió.—Sí, la vi saliendo del roller.

Luna volteo hacia la salida con una expresión de duda en la cara.

—Iré a verla, espero que no se haya ido.—Anunció antes de dirigirse la puerta.

Ámbar miraba hacia la distancia. Miraba de vez en cuando el cielo que había oscurecido rápidamente. Mientras todos estaban adentro, disfrutando el Open Music, afuera había comenzado a llover. La lluvia no había sido tan fuerte, pues nadie dentro del lugar se había dado cuenta, pero sí había durado bastante, ya que todo se veía completamente húmedo por las gotas de lluvia.

Tras la lluvia, hacia suficiente frio como para que Ámbar lamentara profundamente el no haber traído consigo alguna chamarra. Ahora estaba ahí, decidiendo en si llamar al chofer ahora o más tarde, porque ni loca iba a caminar hacia la mansión sin ninguna clase de abrigo cuando hacía tanto frio, incluso si dicha caminata no le tomaría ni siete minutos.

La rubia estaba cruzada de brazos y en ocasiones, cuando la helada atmosfera le calaba hasta los huesos, se frotaba suavemente sus antebrazos desprotegidos en un intento por entrar en calor.

La joven escuchó la puerta del lugar abrirse a sus espaldas. El sonido fue seguido de ruidosas pisadas que se detuvieron justo detrás de ella.

—¡Woah! realmente llovió mucho.—Exclamó Luna, caminando y pasando de Ámbar para observar los alrededores con ojos abiertos.—Ni siquiera noté cuando la noche cayó sobre nosotros.—La más joven siguió hablando con asombro en su voz.

Sí, había olvidado por completo su misión, la razón por la cual salió del roller.

-Jaja, ¡Mira!—Luna inhaló profundamente y exhaló todo el aire que había juntado.—¡Puedo ver mi propio aliento! Ahhh, me encanta cuando ocurre eso.—

—...sí, a mí me gusta también, me hace sentir que ya es invierno.—Ámbar se encontró a sí misma siguiendo la conversación. Luna le sonrió.

—¿Te gusta invierno? ¡A mí también me gusta el invierno!—Exclamó Luna alegremente.—Es una época tan agradable, tan bonita y mágica. Incluso cuando es tan fría, de alguna forma me transmite una hermosa atmosfera cálida.

Ámbar se rio suavemente entre dientes.—Supongo que tienes razón. Es encantador ver como todo está cubierto de lucecitas de colores.—

—¡Exacto! Es como si todos mis problemas se desvanecieran por un tiempo...—Luna le sonrió dulcemente a Ámbar.—¿Sabes...? El invierno me recuerda más o menos a ti.—

—¿A mí?—

Luna asintió con efusividad.—Sí, a ti. Ambos tan hermosos, fríos pero a la vez cálidos, y también me gustan ambos....eh, me agradan.—Se corrigió rápidamente.

—...A ti te gusta decir ese tipo de cosas cursis y vergonzosas, ¿no es así?—Luna la miro con confusión.—Me refiero a lo que acabas de decir y a lo que dijiste, o cantaste, hace rato en el Open Music.

—es que no puedo evitar decir lo primero que se me viene a la mente.—Luna sonrió de una forma afectuosa.—...¿Te gustó?...la canción...¿Te gustó? ¿qué piensas de mi nueva versión?—Preguntó expectante.

—Oh, bueno, las he visto peo- —Ámbar se detuvo y se mordió el labio para obligarse a callar. Estuvo a punto de decir algo grosero por accidente. ¿Qué acaso no podía hacer un cumplido sin ser una desgraciada? Luna esperaba su respuesta con sus ojos brillando intensamente.—U-ummm...sí, me gustó. Fue una canción bastante...dulce.—Respondió nerviosamente, tardándose unos segundos en escoger bien sus palabras. Realmente era una novata en cuanto a halagos sinceros se refería...—¿De verdad crees soy tan preciosa?

—Por supuesto que eres preciosa. Una de las chicas más bonitas que he conocido.—Le aseguró. ¿De dónde había sacado el valor para decirle a Ámbar algo tan vergonzoso? Y para decírselo frente a frente, ni más ni menos.

Luna, de pronto, se sintió orgullosa de sí misma. Se había referido a Ámbar como una mujer de extraordinaria belleza en siete ocasiones y en menos de diez minutos sin morir de la pena. Bastante bien, a decir verdad.

Tal vez esta vez era la rubia quien se estaba ahogando de la pena. Se negaba a encontrar sus ojos y continuamente cubría su boca con su mano ocultando una sonrisa. Oh, bueno, eso era lo más cercano a ver a Ámbar avergonzada.

—Sobre la canción, ¿En serio crees todas esas cosas de mí?—La voz de "su inspiración" la trajo de vuelta a la realidad. Ámbar aun ocultaba su sonrisa tras su mano.

—Sí, decía en serio cada palabra.—Respondió Luna sin ninguna duda.—Tú siempre caminas sin mirar a los lados, con tu espalda recta y con la cabeza levantada, como una reina o una Diosa.—Luna se rio un poco, ahí iba de nuevo con su cursilería.—Lo cual no tiene nada de malo, es grandioso, de hecho, pero parece que nunca te molestas en mirarnos. Y sí, sabes que estamos ahí, pero aparentemente, no somos tan valiosos como para merecer tu atención.—

—Bien, te daré puntos por eso porque le atinaste esta vez, pero te quitaré esos mismos puntos porque dijiste que yo no conocía el amor.—

—Epa, espérate ahí.—La detuvo Luna rápidamente, totalmente seria y en pánico.—Yo sé que conoces el amor, pero tú simplemente no te dejas querer.—Continuo con su explicación.—Vamos, Ámbar, seamos sinceros, hasta da la impresión de que el único amor verdadero que profesas es hacia ti misma y hacia tu reflejo.—

—Tch, grosera. Eso es mentira. Soy muy capaz de amar.—Se cruzó de brazos nuevamente, y se froto sus antebrazos de igual manera.—Ahora sí, la pregunta del millón, ¿Cuándo y por qué decidiste dedicarme una canción?

—...Bueno...fue justo después de la competencia...después de que...ejem...discutimos.—Respondio Luna un poco incomoda.—Y en cuanto al "por qué", es porque lo que te dije no era cierto.—Luna arrastro las palabras, como si se le dificultara pronunciarlas.—Fui injusta contigo al enojarme por algo tan trivial. Sé que estás intentando no decir cosas hirientes, lo noté cuando dijiste que mi canción era dulce.—Le sonrió de forma cariñosa nuevamente.—y...quería disculparme por mi comportamiento. Por eso te la dedique.—

—La canción no sonó a una disculpa...—La rubia arqueo las cejas.

—Porque no lo era.—Respondió Luna rápidamente.—Era una regalo para que me perdonaras y también era una excusa para poder hablarte y disculparme. Y al parecer sí funcionó.—

La otra joven se rio silenciosamente.

—No creí que fueras del tipo que se disculparía por algo que hizo mal, creí que serias más orgullosa.—

—......Bueno, he aprendido a madurar por mis queridos amigos, ¿no?—Luna se rio de puros nervios, sabiendo la respuesta que Ámbar daría a continuación.

—Tú y yo no somos amigas.—Respondió la mayor con una sonrisa.

Luna suspiró, tantas veces le había repetido esa pequeña oración que ya se la sabía de memoria, con todo y el pequeño énfasis que le daba al "Tú y yo".

—Ámbar...¿Por qué no quieres ser mi amiga?¡Te dedique una canción! —Exclamó Luna indignada. ¿Acaso todos sus esfuerzos siempre iban a ser en vano?—

—Me dedicaste una canción, y yo fui culpable de que cayeras en una piscina con todo y patines.—Le recordó Ámbar con obviedad.—Desde ese momento estaba escrito: No podemos ser amigas.—

—Ah, ¿eso? ¿Esa pequeñez? Pfff, los amigos hacen eso todo el tiempo. Simón también me ha empujado de esa forma.—

—Sí, pero estoy cien por ciento segura de que cuando él lo hizo tú no estuviste a punto de ahogarte.—

—Ese fue un pequeño inconveniente. Nada serio.—Ámbar tenía buenos argumentos, pero Luna era terca lo cual le daba cierta ventaja en esos momentos.

—¡Te ibas a ahogar!—Le repitió la rubia con casi con culpa en la voz.

—¡Pero eso fue por mi torpeza! Si hubiera dejado de patalear, si hubiera sacado la cabeza para respiras y si me hubiera tranquilizado podría haber nadado sin ningún problema y haber salido de la piscina.

—Pero no lo hiciste. Si no fuera por Matteo- —

—Tú me habrías ayudado.—Le refuto.—Ámbar, no eres ninguna tonta como para dejar que alguien muera ahogado en tu piscina, sabiendo que tu provocaste la caída que llevo a su muerte. Tú lo dijiste en Cancún; que sería una molestia si yo terminaba muriendo.—Ámbar rodó los ojos, como odiaba que usarán sus propios argumentos en su contra.—Además, ni tu habrías sido tan cruel.—

Ámbar guardo silencio unos segundos, pensando en lo que Luna había dicho.

—Bien, tienes razón en eso. Pero el punto es que no puedes ser amiga de alguien que casi provocó que te ahogaras.—

—Pero yo siempre te he considerado una amiga...—Dijo Luna con una suave, triste voz.—...¿Tú a mí no?—

—Lunita.—Ámbar suspiró cansada, se volteo para quedar frente a Luna. La miro directamente.—Tú y yo jamás podríamos haber sido amigas.—

—Eso no es cierto.—

—Somos completamente diferentes, somos polos opuestos y sin embargo tú y yo nunca vamos a atraernos. Nunca.—Reitero Ámbar, tratando de que así le quedara claro a la menor.

—...No nos encasilles así.—Fue el turno de Luna para cruzarse de brazos.—Lo de los polos aplica perfectamente con los imanes, pero tú y yo no somos imanes, Ámbar.—

—Somos tan diferentes como el día y la noche.—Insistía la rubia.—Jamás podríamos haber sido amigas. Sé que tú eres literalmente los dos, pero tiendo a pensar en ti como la Luna o la tierra, y en mí como- —

—¿-El sol?—

—Sí, exacto. El Sol es indispensable para la vida en la tierra, pero si está demasiado cerca de ella...—Y mientras decía esas palabras, Ámbar se acercó hasta casi susurrarle en el oído.—...provocaría una extinción total. No te conviene que me acerque más.—Se alejó.

—Aún queda la Luna...—Susurró la menor mientras comenzaba a perder las esperanzas.

Ámbar no la escuchó o decidió ignorarla, se había alejado unos cuantos pasos

—Así de diferentes somos.—Ámbar esperaba que esa respuesta hiciera que la chiquilla desistiera en su afán de acercarse a ella, pero de un momento a otro Luna...Luna estaba sonriendo.

La joven Valente sabía que tenía pocas probabilidades de ganarle a Ámbar en un argumento. La chica tenía una sorprendente facilidad con las palabras, así que Luna tenía que ser aún más astuta.

No tenía otra oportunidad, si dejaba que Ámbar ganará en esta ocasión, entonces todo estaba perdido. Nada cambiaria entre las dos.

Tenía que voltear el juego a su favor. Tenía que poseer una cualidad, una característica, un as bajo la manga que funcionará contra Ámbar.

Así que usó aquella carta que no sabía que tenía hasta que Ámbar se lo hizo notar.

Luna sonrió sintiendo sus cachetes arder, porque incluso para ella era vergonzoso lo que iba a decir y hacer.

—¿Y qué ocurrirá cuando se junten? ¿Cuándo se conozcan?—Preguntó con voz soñadora.—Cuando el día y la noche se junten, cuando la Luna y el Sol se conozcan...¿No crees que será un evento maravilloso?...extraordinario, completamente fuera de lo común...Hermoso, en otras palabras.

La menor había usado las metáforas del Sol y la Luna, la del día y la noche que la rubia le había presentado antes a su favor.

Y sí, Ámbar también se lo había hecho notar y Luna lo había usado perfectamente: La cursilería de Luna Valente funcionaba de maravilla en Ámbar Smith.

La rubia se había quedado completamente callada, tal vez era porque estaba avergonzada como su rostro lo indicaba, o tal vez era porque de verdad se había quedado sin argumentos.

Luna extendió su brazo y tímidamente agarro la mano de Ámbar. Poco a poco se fue acercando a ella, hasta que las puntas de sus pies se tocaron entre sí.

—Es extraño que la Luna y el Sol se unan, es cierto.—Luna deslizo sus manos hasta la altura de sus hombros.—Pero tranquila.—Acerco su cuerpo al de ella y se inclinó un poco para abrazarla.—Nacimos justo en el momento exacto para poder vivir semejante acontecimiento.—Luna recargo su cabeza en el hombro de la rubia, sonriendo tiernamente.

A Ámbar se le dificultaba respirar. Como en ocasiones pasadas, le faltaba el aire y sentía que se iba a desmayar en cualquier momento, pero en esta ocasión era por una razón completamente diferente.

—¿Por qué estás haciendo esto?—Preguntó encontrando su voz, y sonaba tan temblorosa, vulnerable.—¿No es obvio que solo voy a lastimarte una y otra vez? ¿No es obvio que esto no es una buena idea?—

—...Todos, incluso tú, tienen la mala costumbre de cuestionarme por querer ser cercana a ti ¿Por qué incluso tú hablas así de ti?—Luna la abrazo más fuerte.

—Después de todo lo que pasó, ¿por qué sigues aquí? ¿Por qué pareces tener tanta fe en mí? Las cosas claramente nunca han estado a mi favor...—

—Deja de decir eso...tú eres más de lo que se cuenta, eres más de lo que tú dices ser. La razón es porque quiero hacerlo, ¿no es una respuesta más que suficiente?

No era suficiente, Luna sabía que para Ámbar no era suficiente.

—Solo déjame quedarme a tu lado...—Susurró la menor con el poco optimismo que le quedaba.

Eso era todo.

Luna ya no le estaba pidiendo su amistad, solo le estaba pidiendo lo más básico de la interacción humana. No estaba pidiendo nada más, incluso cuando tenía todo el derecho de pedir todo.

Ámbar no podía darle eso. Su "todo" había sido completamente usado por alguien que no lo merecía. Cuando apareció alguien que de verdad merecía todo de ella, Ámbar simplemente se había quedado con muy poco para dar. ¿La historia iba a repetirse?

Luna le parecía molesta en muchas ocasiones, le irritaba, la ponía de nervios y sentía la necesidad de levantar un muro entre las dos. Pero también era dulce y amable con todos, incluso con ella.

Ya fuera por lastima, por compasión o por genuino cariño, Ámbar no lo sabía, pero en aquel momento supo que esa sería su debilidad.

Luna abrió los ojos sorprendida cuando sintió las manos de la rubia en su cintura. Pudo sentir la vacilación en sus manos, así que luchó contra las ganas que tenía de sonreír y de, probablemente, arruinar el momento. Se aferró a las ropas de la mayor, conteniendo su emoción cuando Ámbar murmuró suavemente:

—Bien, tu ganas.—






























¡Tenía que hacerlo! ¡Tenía que poner esta hermosa canción! 😭 mi capitulo favorito omg ¡al fin!   😭 (Seh...tenía medio capitulo escrito desde noviembre del año pasado xdddd)

¡Llegamos al capítulo que yo tanto quería publicar! Honestamente, este capítulo, y los dos anteriores son los capítulos que más he disfrutado de escribir. Son mis capítulos favoritos y espero que hayan disfrutado leerlos tanto como yo disfrute en escribirlos.

Quise usar muchos argumentos en contra de su relación, personalmente no soy muy fan del "los opuestos se atraen" (O sea, no quiero usarlo), y, bueno. Cuando Luna habla sobre la unión del Sol y la Luna, se refiere a un eclipse solar. Cuando dijo que el día conocía a la noche, se refería a un atardecer. Lo dije al revés a como lo escribí, pero se entiende xd.

Un secreto no tan secreto. Me obsesione con esta canción (La bikina) desde que salió, y un día, mientras la escuchaba, mi hermana (quien si ve regularmente la serie) dijo: Me recuerda a Ámbar. ¡Y mi cabeza exploto! Ella tenía razón. Yo tenía que escribir algo con "La Bikina", tenía que. O sea, la canta Karol y podia hacer que Luna la cantara 🤣 ¡Era perfecto! 

Fue por esta canción que yo decidí volver a escribir la historia y adaptarla a los tiempos de la tercera temporada. Esta canción (y otras dos por ahí) era mi inspiración cuando me bloqueaba y no podía seguir, me consolaba diciendo "Ya, ya, falta poco para La bikina".

"¿Y valió la pena?"

Valió cada maldito segundo que pase escribiendo.

Perdón, me emocioné xd

Ahora sí, ya no sé cómo seguir la historia :v no pensé que llegaría tan lejos :'v Ya tengo el final, pero nadie me dijo que debía escribir un montón de capítulos para llegar a ese final >:'''v jaja jk

Disfrute mucho escribiendo este capítulo :3 muchas, muchas gracias por leer <3

Ahora sí, las menciones que desde hace tiempo no hago jaja:

michaentina01 Muchisimas gracias por tus bonitos comentarios

aguilar5678  user74058124 gracias por comentar, no sé si cumpliré sus expectativas en cuanto a lumbar vs ambilia, pero espero que les gusten los capítulos <3

ambarisqueen gracias por comentar, en español o en inglés xd

YulianaReyna

noseeeeeaaa

fefitadinda

jacquelineba2005

DancersCats TheCornerOfLita (A ustedes las amo un montón (¬¬) [Nohomoxd])

-LaPutaAma-

Melepe12

vanessamelocoton

Chiahh_ (Lumiro endgame :v)

-Le_CircusBaby-

Nimjazz

AlexaVazquesG (Sigo esperando mi actualización >:v no, mentira, tomate tu tiempo <3) (Y...perdón por no contestar :c quería que la canción fuera un secreto hasta que publicara el capitulo xd)

Michaentinaf

Rinae_Chibi

Lismariii

SeokyMin4ever (Seokymin? Hoseok y suga, o...)

Milicas-68

AlexaLuthor02

Kisasaurus 

Marce7806

fabi1321

ElizabetNoroeste95 (Casi me olvido de ti >:v deshonrada yo, deshonrada mi vaca >:'vvv) ()

MrsBlanco105

adriana17075

Ya sé que me faltan un montón :'v perdón, me enredo con las notificaciones de votos y...ah, mencionaré a los que faltan en otro capitulo :c

En general, a todos los que comentan (incluso si es un pacman), los que votan y, bueno, a los que leen también, muchas gracias <3 no saben que feliz me siento al ver los votos y comentarios.

Hasta pronto 7u7

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