Capitulo unico.
La primera vez que te vi supe perfectamente que me romperías el corazón, qué me destruirías la vida, que no te tendría forma de escapar de todo, aun si intentaba huir, terminaría una y otra vez cayendo a tu lado, aunque esto me costara mi felicidad.
—Hola Tae.
Escucho tu voz tan dulce y suave que me cautiva desde hace años. Años en los que tú y yo solo hemos sido amigos, "los mejores amigos", así como lo dices tú.
—¿Qué tal?— Respondo quitándome los audífonos y luego volteó a verte.
—Bien, el trabajo estuvo agotador hoy.
Me sonríes y yo muero por dentro, son aproximadamente las tres de la madrugada, conozco esa sonrisa y sé que has estado con aquel hombre que desde hace tiempo te ha estado quitando el sueño, y la ropa también.
Y sí, siento celos, un huracán de sentimientos es lo que siento cada vez que pienso en todo lo que le dices a él, cada que le hablas al teléfono, cada vez que los escucho hablar por las noches. Me pierdo de pronto en mis pensamientos, buscando todas esas tontas respuestas que mi torpe corazón no quiere responder, por más que lo sepa él no quiere entender.
—¿Tae?— Agitas ligeramente tu mano frente a mis ojos llamando mi atención.
—Lo siento, estaba distraído— te respondo torpemente y me vuelves a sonreír.
Te veo alejarte hasta tu habitación, te despides de mí con un simple "buenas noches" antes de marcharte y camino detrás de ti, tienes aquella costumbre de dejar un poco abierta la puerta y me quedo ahí observando en silencio, te quitas la ropa y muero lento. Mis manos desean tocar tu suave piel tan blanca y delicada como la porcelana, un profundo suspiro se me escapa y volteas a ver, pude esconderme a tiempo y me encerré en mi habitación. Aquella noche me dormí pensando en ti.
Como todas las noches...
Hace semanas que te veo de un ánimo diferente, te he escuchado llorar por las noches y ya no vuelves tan tarde, dime ¿Estás sufriendo? Me gustaría tener el valor de preguntarte de frente, de ayudarte y consolarte, quitar tus lágrimas, qué cansado te duermas en mi pecho y cuidar de tus sueños... Esta vez la puerta de tu habitación no está entre abierta, pese a ello puedo escuchar los sollozos, escapar silenciosamente de tu pecho.
Por favor no sigas llorando, me duele no poder sanar tu sufrimiento.
Me atrevo después de dudarlo más de media hora y golpeó a tu puerta, sin embargo, no dices nada.
—Jungkook, lo siento, solo quiero saber si estás bien.— Digo apoyado mi frente sobre la madera fría de la puerta.
Me quedo ahí esperando una respuesta, sé que no vas a responder, así que decido que es momento de dejarte.
Escucho la puerta abrirse y te veo parado detrás de esta. Me miras y me sonríes, mis pies actúan por cuenta propia y me acerco a ti, te abrazo y me correspondes de inmediato.
Calma mi amor, puedes llorar en mis brazos...
Aquella noche por fin te dormiste en mis brazos, acaricie tu cabello y sequé tus lágrimas. No podía pedir nada más. Tenía todo lo que quería justo ahí. Pero ¿Sabes? Espero sepas que mi corazón late por ti, no sé cómo tomar la valentía de decírtelo, por favor escucha mis latidos, son por ti. A veces doy vueltas en mi habitación y me desespero, y no sé qué debo hacer para que un día por fin sepas que te amo más que a nada en el mundo, después caigo en la realidad de que alguien con tanta luz, jamás podría fijarse en alguien tan común como lo soy yo, así que derrotado me tiró en la cama y observó a la nada.
No puedo obligarte a amarme.
Hay algo inexplicable en todo esto del amor, algo que nunca entenderé, y como le explico eso a mi corazón que día a día me pide a gritos enamorarte. Y es que ya no sé qué hacer, siento que me estoy volviendo loco.
Es de noche y te escucho llegar nuevamente, no subes a saludarme, así que decido bajar y ver por qué tanto silencio. Me quedo observándote desde la escalera, me miras y sonríes, adoro verte sonreír.
Sonreír para mí.
Te sonrió de vuelta, y sin más me dirijo a la cocina. Escucho de pronto como suspiras algo molesto, y al voltear a verte abres rápidamente una lata de cerveza, puedo ver la decepción y tristeza en tus ojos.
¿El te ha dejado otra vez?
Suspiro y me quedo con la pregunta atascada en el pecho. ¿Debería acercarme? No, quizás no sea buena idea, pero... Quiero cuidarte, quiero borrar tu tristeza. Quizás, tan solo quizás si fuera un poco más valiente lo haría. Me quito todas esas ideas de la cabeza y me alejó de la cocina para irme a hasta mi habitación, sin embargo, tu dulce voz me detiene.
—Acompáñame, no quiero estar solo.
Mi corazón late y como un tonto enamorado doy un sí sin pensarlo dos veces, me siento a tu lado, me quedo ahí mirándote torpemente.
—Soy un tonto.— Dices de pronto.
—¿Por qué lo dices?
—Porque estoy enamorado de alguien que solo juega conmigo.
Sonríes irónicamente como si te burlaras de ti mismo, tomas aquella cerveza entre tus manos y la bebes de un solo trago, quizás eso puede aliviar un poco aquel dolor de amar y no ser correspondido.
¿Puedo intentarlo?
Y como si pudieras leer mi mente, abres una lata y me la das, te agradezco sonriendo y luego bebo un poco de esta. Puedo ver como el rubor de tus mejillas aumenta a medida que tomas el alcohol, y me pierdo en el brillo de tus ojos, enciendes un cigarrillo y me embriaga el humo, me ofreces y acepto de inmediato.
—Jungkook...
Te digo casi en un susurro y me miras un poquito.
—Hay algo que he querido decirte desde hace un tiempo.— me pongo nervioso y juego torpemente con mis manos.
Mi corazón latía a mil en aquel momento y aún más cuando me prestaste atención fijando tu mirada en mis ojos.
—¿Dime, tae?
Me quedo en silencio otra vez, no puedo, no puedo hacerlo, aunque lo intente, no sirve de nada tratar de ser valiente. Tu corazón nunca será mío, siempre le pertenecerá a alguien más... Te veo voltear al frente, estás enojado, puedo notarlo con aquel gesto que haces con la lengua en tu mejilla, tu mirada fría y fija en el suelo me confirman tus sentimientos. Temblorosamente, acercó mi mano hasta tu hombro y vuelves a clavar tus ojos sobre los míos.
—¿Por qué? ¿Por qué no puedo ser suficiente para el?
Quisiera saberlo también ¿Por qué no soy suficiente para ti?
Me quedo en silencio, la verdad no tengo una respuesta, mi mano esta vez se dirige hasta una de tus mejillas donde resbalaba una solitaria lágrima, me acerco sin pensarlo y sin dejar de acariciar tu suave mejilla, besos tus labios. No te alejas y me acercas a ti, tomas mi cintura y me recuestas en el sofá, tu cuerpo rápidamente se acomoda sobre el mío, veo como te deshaces de tu camiseta y cuando estás a punto de quitarme el pantalón te detienes, una lágrima cae desde la punta de tu nariz, acaricio tu rostro sintiendo como mi alma se desgarraba por cada sollozo que salía desde lo más profundo de tu corazón.
—No estés triste, déjame ayudarte, haré lo que tú quieras.— Te digo y un par de lágrimas se escapan de mis ojos también.
—No me sirve de nada que me lo digas tú.— Aquellas palabras brotaron de tus labios como puñales directos a mi corazón.
Pude sentir el desgarro en mi alma...
Te alejas de mí, te vistes y sales de casa sin decir nada más.
Aquella noche me dormí en el sofá, llorándole a la vida, preguntándole por qué tuve que enamorarme de ti.
Los días pasaban y el dolor se sentía cada vez más, había pasado exactamente un mes desde aquella última vez que te vi, desde el día en que decidiste que dejar de ser amigos era lo mejor, acepte sin decir nada creyendo que aquello podría ayudarme a sanar, sin embargo, no fue así.
Cada día sin verte era una tortura, sentía que jamás terminaría. Todos los días escribía un mensaje para ti, y todos terminaban en lo mismo, jamás lo envié.
Un día te vi a lo lejos caminar cerca del departamento que compartimos, tu tan hermoso incluso más que la última vez que te vi, ya no te veías triste, en cambio, yo seguía agonizando por dentro. Aunque si te soy sincero me alegro un poco verte mejor.
Aún no logro entender como puedo sentir tanto amor por alguien, como es posible que siga tan enamorado de ti.
Jungkook, mi Jungkook...
Mi corazón muere por ti y siento que esta distancia que tu mismo pusiste entre nosotros va a terminar con mi vida en cualquier momento. Todos los días siento la agonía de mi pobre corazón enamorado, quiero hacerle entender que tú ya no estarás más presente en nuestra vida, que ya no volverás.
Un poco más de cinco meses han pasado y ya no te volví a ver, supe por terceros que superaste aquel amor fallido que tanto te lastimó, terminaste por fin la universidad y que encontraste un buen trabajo.
¿Eres feliz, mi Jungkook?
Sé que no vas a volver, sé que incluso ya ni siquiera tienes intención de volver a lo que éramos antes, esos "mejores amigos" que fuimos desde los quince años, es una locura estar enamorado de ti desde hace más de diez años, soy un tonto. Un tonto enamorado de ti, mi Jungkook.
En las noches salgo al parque que quedaba frente al apartamento que compartimos, me quedo ahí mirando el lago y fumo un cigarrillo pensando en ti, me gusta ver la luna y las estrellas que me recuerdan lo mucho que se parecen a tus ojos cuando brillan, lleno mis pulmones con el humo del tabaco y luego lo expulso viendo como este se mezcla con el viento y otra vez vuelve aquella pregunta a mi cabeza.
¿No volverás, verdad?
Le pregunto a la luna esperando que ella me de una respuesta.
Me quedo un par de minutos más, hasta que siento un poco el frío entrar por mi abrigo y sé que es momento de volver a casa.
—¿Tienes encendedor?
Mi corazón se detiene al escuchar tu voz, volteó a verte con mis ojos llenos de lágrimas y me sonríes igual que siempre, me quedó estático en mi lugar y te juro que con tu presencia frente a mí no puedo articular palabra alguna.
No imaginas lo mucho que anhelaba verte una vez más.
Cuando espabilo te doy el encendedor y te veo encender el cigarrillo, caminas un par de pasos y te posas a mi lado, tan cerca que puedo sentir un poco el calor de tu cuerpo.
No te vayas, por favor.
Fumas en silencio y no hago más que admirarte, pensando en que podría ser la última vez que te vería. Sueltas el humo y la colilla la apagas con la punta de tu zapato.
¿Debería decirte lo mucho que te extrañé?
—Me gradué.— Me dices, sin mirarme aún.
—Si me enteré, felicidades.
No te miro, pero te juro que estoy muy orgulloso de ti, nos quedamos observando lo lindo de la noche y al mirar tus ojos pude ver el reflejo de la luna en ellos.
Extrañé tanto ver tus ojos, mi Jungkook...
—Lo siento por irme sin decir nada.— Suspiras y siento mi corazón romperse otra vez.- Fui un cobarde.
—No, hiciste lo correcto.
El cobarde fui yo por nunca decirte todo lo que sentía por ti. Te amo Jeon Jungkook, siempre lo he hecho y lo seguiré haciendo por el resto de mi vida.
—Tuve mucho tiempo para pensar las cosas y recordé aquella noche, dijiste que querías decirme algo.— Me miras esta vez y yo solo no quería recordar lo horrible que fue aquella vez.
—Ya no tiene importancia— Respondo cobardemente, sin embargo, te acercas y me tomas con suavidad por los hombros obligándome a levantar la mirada.
—Sé que era importante para ti, por favor, Taehyung, dime que es lo que tenías que decirme aquel día. —Veo la súplica en tus ojos, y no hago más que suspirar.— Tuve todo este tiempo pensando en ti, no pude sacarte de mi cabeza ni un maldito día.—Sueltas de pronto aquellas palabras y yo me siento morir otra vez. —Estuve trabajando en mí para ser un mejor hombre, ser mejor para ti.
No puedo decir nada, y no hago más que mirar al suelo ¿Por qué?
—Taehyung ¿Me darías una oportunidad?
Te miro nuevamente y esta vez siento mi corazón latir, pero algo era diferente, ya no estaba triste. Por fin latía de felicidad.
—Por favor, sé mi novio, Taehyung...
Un par de lágrimas se escapan de mis ojos, y asiento por fin asimilando la realidad, me sonríes ampliamente y me abrazas por fin, me fundo en tus cálidos brazos, no queriendo irme de ahí jamás, cuando me alejó un poquito para mirarte a los ojos siento tus manos acariciar con delicadeza mis mejillas y me derrito ante tan dulce tacto, me acerco lentamente a ti y por fin puedo besarte.
Déjame hacerlo siempre, por favor.
Aquella noche por fin pude ser valiente, pude dejar de esconderme detrás de toda la tristeza que cargaba en mi corazón por aquel amor no correspondido, atrás quedaban aquellas noches de insomnio y de tantas preguntas sin respuesta, por fin mi corazón, mi mente y mi alma hacían tregua, por fin sentía aquella paz que tanto deseaba encontrar.
Te amo Jeon Jungkook y siempre será así.
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Holaaaaa ¿como están? Espero que bien♡♡ Les paso a compartir esta historia que escribí durante la noche, es una pequeña inspiración de esta parejita (👇🏻La foto de abajo👇🏻) Por si alguien ya vio el anime/película ya saben más o menos el trasfondo de la historia de ellos (Que es muy bonita por cierto) Bueno, es uno de mis animes favoritos así que también paso por aquí a recomendarselos por si no lo han visto♡♡♡ Se llama Given, la trama es muy linda, vayan a verlo, les juro que no se arrepentirán, sin nada más que agregar me despido, y espero de todo corazón que esta historia les haya gustado, gracias por leerme un abrazo.
Dani♡
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