~Lo indeducible~

~Dedicado a @DLarisha95 y a LisHolmes1~

Sherlock miraba fastidiado el techo, los casos habían mermado y eso hacía que su humor pasara de aburrido frustrado a insoportable y amenazante con un revólver. Si eso pasaba, era mejor no acercarse a él. La Señora Hudson optaba por oír su música a máximo volumen y obviar el sonido de disparos. John optaba por una jornada de doce horas de chequeos aburridos y el Inspector Lestrade optaba por no contestar las llamadas o mensajes incidiosos del Detective Consultor que caían cada 3 minutos en su casillero de voz y mensajera respectivamente.

Su cuerpo se sentía cada vez más pesado y sus ojos se cerraban poco a poco, odiaba dormir, pero casi una semana y media sin descansar hacían inútiles sus esfuerzos de mantenerse despierto.

Fue ahí que oyó tres golpes secos que los hicieron levantarse de súbito. No esperaba a nadie y eso hizo que su sueño desapareciera y que la ansiedad volviera a su organismo.

Caminó apresurado a la puerta y la abrió esperanzado.

Un caso....

Lo único con lo que se topó fue con una caja de madera en el suelo y sus ánimos se fueron al diablo.

—Muy gracioso, Mycroft...—Bufó mientras entraba al apartamento con la caja en su regazo. Se sentó en su sillón favorito y miró el objeto con fastidio.-¿Piensas que una caja aburrida puede generarme interés?

Moviéndola de arriba a abajo pudo percatarse de que su peso podía equivaler al de una pluma fuente y tres borradores pequeños, pero el sonido que producía era casi metálico, algo que contradecía su teoría.

La caja estaba cerrada y no contaba con la llave, Sherlock notó una serie de raspaduras en la tapa como si se tratasen de arañazos hechos con desesperación, percatándose de que era vieja y usada muchas veces.

5 años de uso. Su dueño es un hombre mayor y soltero, debido a la falta de detalles o decoración cursi de flores u otros elementos que considero estúpidos. La considera importante, una parte de si. Eso se nota en su estado tan deteriorado. Manija dorada redondeada en su tapa a punto de romperse. Denota que fue jalada con prisa, un robo, ¿quizás? Sin un grabado o indicación de pertenencia, lo que supone que es un secreto que su propietario desea protejer a riesgo que sea usado en su contra.

Así siguió deduciendo por casi cinco horas seguidas, hasta que su paciencia se desbordó al ver que con ni siquiera con un clip podía abrirla. Su análisis se volvía cada más desesperante y claramente insultante.

Caja de madera estúpida que no quiere abrirse. Dueño aburrido y soltero con justa razón. Manija dorada que no quiere romperse para poder ver su contenido. Odio los secretos.

¿Cómo un simple objeto lo podía hacer perder tanto tiempo?

Así que decidió optar por la forma más razonable.

CRASH....

La Señora Hudson apagó la música al percatarse de ese ruido extraño, salió al pasillo justo cuando John llegaba de trabajar. Su cara era de cansancio, pero feliz de haber sobrevivido sin la locura de su amigo.

—John, querido...

Watson suspiró resignado, ese tono de voz era usado por su casera para pedirles un favor ya fuera a él o a Sherlock. Favores que hoy no tenía ganas de hacer porque le dolía todo el cuerpo.

—Buenas noches, Señora Hudson...

—Sé que vienes muy cansado del trabajo, querido pero...—Ella tragó saliva de forma casi asustada, lo que hizo que John descartara que fuera por una pequeñez.

—¿Ocurre algo?—Pestañeó curioso y dejó su maletín en el suelo para sentir el pulso de la mujer de forma manual y guiándose con su reloj de pulsera. Estaba bastante acelerado para una persona de su edad.

Sherlock...

—¿Qué con él?

—Oí un ruido raro arriba...—La mujer tenía como pequeñas lágrimas brotando levemente de sus ojos.

—No debe ser nada...—John le sonrió levemente y no dando importancia.-Supongo que él está haciendo sus típicos experimentos...Tal vez una cabeza cercenada cayó al suelo...

—Una cabeza cercenada no suena así, querido...—John fue ahora el que la miró con cara de ¿ésto tiene que ver con el pasado con su esposo?, pero prefirió callar, aunque la curiosidad le carcomía, Sherlock lo había vuelto demasiado curioso.

—Voy a subir a ver qué ocurre...Mientras tanto...—Le entregó su celular a la mujer.—Llame a Lestrade y dígale que venga...Sólo dígale Baker Street y Sherlock...Él entenderá...

Recibiendo una afirmación de cabeza como respuesta, el hombre rubio sacó de su maletín su revólver y subió lentamente las escaleras como si se tratase de una serie policíaca de los 80.

¿En qué nuevo enredo lo había metido Sherlock?
Pronto iba a saberlo...

~🎻🎻🎻🎻🎻🎻🎻🎻🎻🎻🎻🎻🎻~

Se colocó frente a la puerta y puso su oreja pegada a ella para percibir algo, incluyendo la respiración del otro, pero estaba extrañamente silencioso para una noche de miércoles en el 221B.

Sherlock...
Oí un ruido raro arriba...
Una cabeza cercenada no suena así, querido...

Todos esas palabras rondaban su mente y no lo ayudaban para nada, pero hacían que sus sentidos se incrementarán, en especial su puntería perfecta, Jeff Hope fue un tiro limpio, sin un ápice de duda.

Suspiró y decidido retrocedió en pasos largos, comenzó a correr para impulsarse y darle una patada a la puerta, con tan mala suerte que fue abierta desde dentro, haciendo que el doctor terminara tropezándose y dando vueltas hasta terminar boca abajo sobre el suelo, golpeándose la frente y la nariz en el proceso.

Parpadeó varias veces y se encontró a un Sherlock sentando tranquilamente en el suelo y con las piernas cruzadas. En sus manos yacían pedazos de lo que parecían ser de madera.

—Hola, John...

—¿Sherlock? ¿Estás bien?

El de cabello rizado arqueó una ceja confundido y simplemente señaló la frente y nariz del otro.

Obviamente el que está mal eres tú, John...

El hombre tocó su cara y se encontró con que sangraba de la nariz y en su frente había un raspón leve.

—La Señora Hudson me dijo que...—Contempló con detalle lo que eran esos pedazos.—¿Qué estás haciendo con eso?

—Deduciendo...La caja era aburrida por fuera, quise ver que había dentro y como no había llave, esta fue la mejor solución...

—Sherlock...—El rubio se frotó la frente frustrado.—¿Cómo...?

—Estás sangrando, John...

—¿Y...?

—Estás botando sangre a lo loco...No me asquea, ¿pero puedes sangrar en otro lado? No me ayuda en nada a deducir...

Las sirenas de patrullas comenzaron a resonar afuera del edificio lo que hizo que Sherlock se pusiera en pie y mirara por la ventana extasiado.

—Es muy perfecto para ser cierto...Gavin me trae un caso...

—Es Greg, por cierto...

La voz del Inspector resonó en la puerta, lo que hizo que ellos voltearan a verlo, haciendo que tanto él, como Anderson y Donovan los miraran perplejos.

—¡¿Qué diablos pasó aquí?!

—Nada en realidad...-—Sherlock le restó importancia, mientras Greg le daba su pañuelo a John para que presionara su nariz y cesara el sangrado.

—Sherlock rompió una caja que...—John trató de explicar, pero el de rizos lo interrumpió.

—Sólo era una caja con un anillo de oro blanco de 10 quilates y un par de mancuernillas de acero con detalles de lirios, nada fuera de este mundo...—Dijo mostrándoselos a todos en el apartamento.

Greg dio un largo suspiro entendiendo la situación, seguido por Donovan y por último hasta el mismísimo Anderson entendió, algo que molestó terriblemente al Detective Consultor.

—¿Cómo está Mary, John?—Lestrade sonrió tratando de calmar los ánimos.

—Bastante bien...Pensaba verla mañana en Angelo's para...—Se rascó la cabeza apenado.-—Hacerle la pregunta...

—¿Qué pregunta?

Todos los presentes voltearon a ver a Sherlock, incluyendo la Señora Hudson que entraba al lugar apurada, ella inmediatamente abrazó al hombre.

—¡Felicidades, querido!

—¿Me perdí de algo?—Aún Sherlock no entendía que pasaba por lo que su amigo suspiró y habló en lenguaje Holmes.

—¿Qué dedujiste del dueño de la caja?

—Que era un hombre mayor y soltero. Que era importante para él y que no tenía inscripción porque era un secreto y...—John se señaló a si mismo y un clic sonó en un cerebro comprendiendo todo.—¿Tú eres la víctima?

—Pues...—John rió divertido por la palabra usada, pero aceptó el término.—Puede decirse que sí, yo soy la víctima...

—Ohhhhh...—Fue lo último que alcanzó a decir el otro.—¿Y quién tocó la puerta? ¿Mycroft?

—Stamford, le pedí ayuda para que dejara la caja en la puerta...—Sonrió John.—No creo que Mycroft me hiciera el favor...

—Entonces...—Sherlock depositó las cosas en las manos de su amigo algo cohibido.—¿Felicidades?

John instintivamente lo abrazó sonriente, haciendo que los más cercanos suspiraran por la escena, Donovan sólo gruñó cansada.

—Creo que te debo algo por haber roto la caja...

—Pensaré en algo, no te preocupes...

Mentalmente John supo a quien elegiría como padrino de bodas la mañana siguiente.

A un sociópata altamente funcional que no pudo con una simple caja...
A su amigo...

Sherlock Holmes...

~FIN~

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¡Gracias por leer el relato de Sherlock y la caja! *voz sepulcral* Jajajaja Pasé de 500 palabras a 1569 😅

Gracias de nuevo a LisHolmes1 y a DLarisha95 por ser super lindas conmigo 💖

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