En ocasiones las palabras tienen licencia para doler, para arrancarte la piel y acariciarte el alma, erradicar la calma y hacer llover sobre cada laurel aquellas gotas que sangras...

En ocasiones las palabras nos ultrajan, con su filo de navaja nos destajan por doquier, te pueden demoler hasta volverte migajas y como a un hombre de paja lograran hacerte arder...

En ocasiones las palabras se meten a nuestra alcoba sin permiso y nos sacuden contra el piso, cual sumiso, cual rehén,  nos amarran a los rieles del tren como un Psicópata enfermizo, para ver nuestro cuerpo occiso nos fríe en la sartén...

En ocasiones las palabras te punzan los sentimientos reviviendo descontentos hasta que acabas en llanto, nos disparan si vamos volando, nos tumban en el pavimento, no extraen el aliento sin saber hasta dónde o hasta cuando...

En ocasiones las palabras nos magullan, nos desgarran, nos colocan tras las barras de un oscuro calabozo, nos arrebatan el gozo tras clavarnos sus garras, y una tempestad bizarra pone fin al reposo...

En ocasiones las palabras transforman Primaveras en Inviernos, destruyen a tu Yo interno y lo dejan a merced de la brisa, nos cobran cada sonrisa con lapsos de llanto eterno, nos empujan al averno y luego nos martirizan...

En ocasiones las palabras tiran de la soga y sin más nos ahogan hasta que dejamos de respirar, en ocasiones las palabras son una jauría, una loba que devora la paloma que nos pintaba la paz...

En ocasiones las palabras nos hacen sentir miserable, como un ser tan deplorable que no debería ni existir, nos hace adquirir un suplicio interminable, y con un dolor palpable nos viene a agredir...

En ocasiones las palabras se alimentan de nuestros miedos, nos desarman como a piezas de lego y nos rearman a su antojo, tiñen de color rojo todos los niveles del juego, nos dejan en desasosiego y tiran la llave del cerrojo...

En ocasiones las palabras son tan frías que nos congelan, soplan la luz de las velas y nos acercan a la penumbra, extinguen la luz que nos alumbra para alejarnos de nuestra esquela, como una cruel damisela nos conducen a nuestra tumba...

En ocasiones las palabras nos estrellan contra la realidad y nos dicen la verdad por mucho que esta nos duela, nos ponen bajo sus suelas e imponen su autoridad, nos muestran que no siempre es feliz el final de la novela...

En ocasiones las palabras te cortan las fantasías, aquellas con las que dormías y te erizaban la piel, y como a torre de Babel te derrumban con tiranía, las palabras a mi poesía le dieron Licencia para doler...