Cafe
Oneiros huele a cafe. Una bebida a la que es adicto aunque no quiera admitirlo y aunque en un principio había pensado que los ascos iban a regresar cuando sintiera su pesado aroma cerca, pasa todo lo contrario, hasta llegar a tal punto que su principal razón para abrazarlo, era para disfrutar de su adictivo aroma.
— ¿Estás seguro que ya te sientes mejor?
—Ya te dije que no era nada, de seguro comí algo en mal estado.
Se recuesta en el sofá perteneciente al departamento del otro, quien finalmente sale de la cocina con una taza de su bebida favorita, antes de regresar a la sala y acompañarlo, sentándose en el pequeño sofá individual que hace juego con toda la habitación.
— ¿Qué hay de Mu? —pregunta el de ojos negros, observando como el otro se acomoda una vez más en el sillon—. Si tan incómodo estás en el sofá, puedes irte a acostar a la cama.
—Aquí estoy bien —responde casi con un gruñido, finalmente encontrando comodidad sobre su costado derecho—. Y sobre Mu, pues, se supone que mi ex-esposo iba a pasar tiempo con él.
Siente un incómodo vacío en el estómago, que se llena repentinamente cuando el pesado aroma del café inunda sus sentidos, haciéndolo suspirar en el proceso por encontrar gusto en algo que antes no había llamado tanto su atención.
—Oye, Shion.
— ¿Mmh?
—Quiero conocer a tu hijo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top