19:
ARIZONA LEE.
Seguía siendo de madrugada, dormí un par de horas, y desperté gracias a unas pesadillas terribles, y ya no pude volver a dormir más, revisé mi móvil cientos de veces con la esperanza de obtener alguna señal de que Edward estaba bien, envíe muchos mensajes a Emil, incluso le llame, pero me enviaba a que el celular estaba apagado. Quizás se le había descargado o algo.
Me di vuelta por toda la cama, para lograr tomar alguna posición que me relajara, pero nada funcionaba, había escuchado un par de ruidos abajo, lo que quería decir que los abuelos de Camille habían llegado, pero sentía un nudo muy grande en mi garganta, y lo que menos quería era que ellos me vieran llorar o verlos a ellos hacerlo, ya tenían demasiado con su preocupación, como para verme de esta manera por su nieto.
Decido darme una ducha, si, una ducha a las 5 de la mañana quizás fuera la solución. Sentía mi cuerpo caliente, mis mejillas y ojos estaban demasiados rojos.
Entro en la ducha, me recuesto en la bañera, y dejo que el agua moje completamente mi cuerpo, intento relajarme, y cierro mis ojos por un momento.
Recuerdo cada cosa que pase con Edward, que aunque fueron pocas no podría olvidar ninguna sola. Cuando desperté en la sala y tenia una manta encima, y él estaba frente a mi dormido cómodamente, la sensación que me dio de quedarme observándolo hasta que despertara. Como me ofreció beber cuando nos quedamos solos, y Camille fue a buscar a alguno de los chicos. Cuando me hizo un chupón creyendo que eso me haría dormir lejos de Daniel y por alguna razón desperté en su cama, que esto todavía me inquietaba, es decir él no apareció hasta la mañana siguiente ¿o si?, sus notitas que aunque no fueron muchas las había guardado todas, como cuidaba de Freya, y decía que era un mejor papá que yo, definitivamente Edward es increíble a su manera. No deja de ser idiota pero, esos pequeños detalles me habían atrapado.
Sus ojos verdes, habían llegado a intrigarme, la forma en que dejaba de ser tan duro estando conmigo y a los dos segundos volvía a serlo, me hacía pensar que yo le importaba aunque sea un poco, porque algo dentro de mi, me decía que si le importaba, aunque todo él se esforzara en ocultarlo.
Mi mente viaja al día de la práctica de fútbol donde Alejandra me dejo sola y vine a casa luego, como escuché que algo se rompía cuando recién llegue, como le pedí entrar a su habitación y él se negaba completamente, cuando tomo mi brazo obligándome a entrar, y me preguntó que si que quería, ¿Que quería ese día? eso era algo que ni siquiera yo misma sabía. Ese día también se había comportado como un idiota, y es que estaba borracho y aunque no sea una justificación, el hecho de que estuviera borracho me hacía detestarlo menos. Solo un poco menos.
Lo que seguía doliendo, era como dijo que me había hecho un favor al alejarse de mi, ¿por qué? ¿Edward por qué crees que alejarte de mi me hace un favor?
Definitivamente después le preguntaría.
Salgo de la ducha y me visto con mi pijama de patitos, bajaría a ver si Camille o sus abuelos seguían despiertos y así preguntar por él, la angustia me estaba consumiendo por dentro; necesito saber ya que es lo que pasa con él, si esta bien o no.
Tomo el pomo de la puerta y la abro decidida a bajar, salgo de mi habitación y bajo las escaleras, veo a Camille recostada en un sofá con la vista en su móvil, a su lado está un señor ya mayor, quizás sesenta años, con su cabello negro con una par de cabellos blancos, su perfil definido y logró apreciar sus ojos cafés y su nariz perfilada, viste un traje negro, con corbata, lo que me dice que quizás había trabajado hasta tarde. Este mismo señor que debe ser su abuelo, tiene a Freya en sus brazos acariciandola.
Joder, ¿cómo es que siempre me olvido de ella?Definitivamente ella estaba bien Gracias a Edward y Ethan que la cuidaban.
Se los agradecería luego. Camille me nota y sonríe tristemente, es una sonrisa desganada, bajando su móvil a su costado, su abuelo también gira su vista hacia a mi.
—Querida, ven acá siéntate. Al fin tengo el gusto de conocer a la pequeña de Michael.
Sonríe de lado, me acerco sentándome frente a ellos, Camille tenía rojos sus ojos y sus mejillas, su respiración estaba intentando estabilizarse.
Escuchar el nombre de mi padre me envío una sensación de dolor muy extraña. Y me recordó lo lejos que están de mí. Pero no quería pensar en ello ahora.
—Hola.— saludó tímidamente. Y Camille asiente con la cabeza pero no dice nada. Mordí mi labio inferior, antes de preguntar: —¿Saben algo?— el señor se inclina hacia delante, dejando a Freya en medio de él y Camille.
—Mi Nieto tiene mucha suerte— suspiro aliviada luego de escuchar eso. Él sonríe cálidamente intentando ocultar su preocupación y tristeza. —Estará en observación 48 horas, pero por ahora está tranquilo descansando.
48 horas eran demasiadas, yo necesitaba verlo, o que al menos leyera mi mensaje, necesitaba saber de él, todo, no únicamente que estaba estable, porque lograba preocuparme más que esta no sea la primera vez qué pasa por esto.
—Gracias al cielo que está bien— lo digo casi en un susurro.
Camille ve a su abuelo un segundo y pone los ojos en blanco, frunciendo sus labios —Es un idiota.
—Hija...— toma su mano, —hay que entenderlo, está superando poco a poco ese proceso, y nadie dijo que sería algo fácil. Tampoco justificó sus acciones, pero...— Camille lo interrumpe.
Dudas, cientos de dudas llegan a mi, ¿que proceso? Joder, contuve con todas mis fuerzas las ganas de preguntar.
—Pero nada abuelo, Edward necesita ayuda, esta es la sexta vez qué pasa esto, yo no podría con una séptima— las últimas palabras se quebraron en su frase, ella oculta su rostro con sus manos, y solloza fuertemente.
Quería abrazarla, verla llorar aumentaba mi nudo en la garganta.
¿Sexta vez? ¿¡Sexta vez!? ¿Qué?
¿Es la sexta vez que le pasa esto? ¿Por qué? No logro entenderlo. ¿Cómo es que no me lo habían dicho antes?
—Me encargaré de que no haya una más hija, te lo aseguro— dice esto tomando a Freya de nuevo y se acerca a abrazarla, yo subo mis pies descalzos al sofá y cruzo mis brazos sobre mi pecho, hacia algo de frío debido a la lluvia.
Se abre la puerta de la cocina, y de ahí sale una mujer muy parecida a Eva, se ve joven incluso un par de años más joven que el señor, sus ojos verdes están hinchados, al parecer también ha estado llorando, al igual que el señor viste formal, un vestido negro con detalles blancos, se acerca con un plato con tazas de té, al verme sonríe cálidamente.
Camille había dicho que su papá iba de vez en cuando a California con sus padres, esto quiere decir que estos señores son papás de Eva, entonces, ¿por qué son abuelos de Camille? Debe ser por la mamá, Ethan me había contado que Camille nunca hablaba de su mamá porque ni tan siquiera la había conocido, había fallecido cuando ella nació, y es muy triste para ella todo esto.
—Arizona, pensé que aún dormías, ¿Quieres un poco?— me ofrece, y asiento rápidamente. La verdad es que apenas y había pegado el ojo por unas horas y necesitaba algo.
—Gracias— sorbo un poco y estaba delicioso.
—Deberían descansar cariños, recién hablé con Camilo y dice que está estable, no despertará en un par de horas, pero lo hará— un suspiro de alivio nos recorre a todos en la sala.
—Amor, iré por un par de cosas al auto, y veré si paro de llover— el señor le da una sonrisa tierna a su esposa, y ella siente, para sorber de su té. A kilómetros se podía notar la admiración y cariño que había entre ellos. Que lindos.
El señor sale de la sala, y ella se sienta en el lugar que antes estaba ocupado por él.
—Que descuidada soy, yo soy Nadia, y mi esposo es Egan.— bien, realmente moría por saber sus nombres.
—Mucho gusto, Arizona— ella sonríe cálidamente, mientras sopla su taza de té.
—Veo que nuevamente mi nieto nos ha metido un susto tremendo— comenta triste mirando a Camille, quien parece estar en shock, tan distraída. —Pero es fuerte, así que estará bien, y ustedes dos pequeñinas— su mirada va de Camille hacia a mi. —Vayan a dormir, mañana tienen colegio, y deben tener su mente fresca.
Camille se inclina al frente recostando su cabeza en su hombro,—No quiero ir, Abuela.
—Oh, Camille hija, lo harás, no puedes pensar en esto todo el rato, te atormentarás únicamente, y tu primo volverá hasta el martes.— toma su mano y la acaricia cariñosamente. Camille asiente desganada.
¿Hasta el martes? Es mucho tiempo, Dios.
Eso me recuerda a mi abuelo Michael, su esposa murió antes de que yo naciera; y el se había encargado de darme amor por ambos, había sido un increíble abuelo, siempre me hacía sonreír y sentir amada.
Te extraño mucho, abuelo.
Lágrimas llegan a mis ojos nuevamente, pero no las derramo.
Camille se levanta lentamente,—Iré a dormir— suspira y da un último vistazo a su móvil, —Ari, ¿vienes a dormir conmigo?— pregunta con los ojos entrecerrados, se ve tan devastada.
Asiento con la cabeza, —Terminó mi té, y subo.
No dice nada más y se dirige a las escaleras dejándome con su abuela y Freya en la sala de estar. Estamos un par de minutos en silencio, Freya sube al sofá y se posiciona a mi lado, lamiendo mi pijama.
Egan volvió con una par de maletas, y dijo que las subiría a la habitación de visitas a dejarlas ahí, que yo realmente no sabía que había una, aunque había escuchado un par de veces de Emil hablar sobre dos habitaciones extra, no había puesto demasiada atención.
Me pongo de pie, —Gracias por el té— agradezco y tomo a Freya en mis brazos para subir con Camille a dormir, pero la voz de Nadia me detiene.
—Arizona— su voz suena suave.
Me giro para encontrar su mirada, —¿Si?
—Nada de lo que dijo esta tarde mi nieto es verdad, él cuando se siente expuesto o vulnerable trata de lastimar a los demás, ese es su mecanismo de defensa— la tristeza en su mirada es tan penetrante, supongo que Camille le contó lo qué pasó. Intento decir algo, pero no sabía que decir, era como si no pudiera hablar. Y ella continuó, —Y no lo justifico, solo quiero que sepas que todo lo que dijo, no es cierto, ¿okay? Él te quiere, a su manera extraña, pero lo hace.
¿Su abuela me está diciendo que él me quiere?
Mi corazón se acelera desmedidamente, y por un mini segundo sonrió un poco.
Una lágrima se escapa de mis ojos, haciendo que se forme de nuevo ese nudo en mi garganta, —Okay, yo... él aveces es muy confuso.
—Lo se, y a todos nos cuesta entenderlo, hay un par de cosas que tienes que saber, pero solo él puede decírtelas— se pone de pie, y ambas caminamos a las escaleras, ella aún tenía la taza de té en sus manos, mientras que yo a Freya. —Descansa. Yo les informaré cualquier novedad.
¿Qué cosas tengo que saber? Quise preguntar, pero no lo hice.
Medio sonrió asintiéndole con la cabeza, y caminamos en diferentes lados, ella fue a la habitación que está antes de la de Emil, y yo fui a la de Camille, abro la puerta, y la veo sentada en su cama. Pongo a Freya en el piso, y me acerco a Camille sentándome a su lado.
—Intentemos descansar.— pasó mi mano por su espalda, masajeando suavemente.
—No...puedo, cierro los ojos y lo veo en una cama de hospital, yo...— rompe en llanto.
—Cam... está bien ¿si?, el es fuerte, yo estoy segura que estará bien— toma mi mano que estaba libre, y la pone en su pecho justo donde está su corazón.
Su corazón late sin control, como si amenazara por salirse de su pecho; —¿Sientes eso?, es mi miedo de que no despierte más, su última convulsión fue muy difícil de estabilizar, ¡yo no se que haría sin él!— lo último me dejó sin palabras, el llanto de Camille era lo único que resonaba por toda la habitación, la abrazo fuertemente mientras le susurro que todo estará bien, porque tiene que estarlo. Edward es fuerte, estoy segura que se pondrá bien.
Luego de un rato ambas nos recostamos en la cama y logramos descansar un poco, Camille tarda en dormirse pero finalmente lo hace. Mañana sería un día complicado, podía sentirlo.
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Xoxo.
Ig: vlwriter
Bueno, antes que nada, paso a decir ¡gracias! por los 800 votos, es un gran logro para mí, recién inicié esta novela con la intención de divertirme escribiendo todo aquello que viniera de mi imaginación, y ahora mismo ver que muchas personitas me escriben preguntándome cuándo actualizaré y diciéndome lo mucho que le gustan los gemelos jajaja, me emociona y motiva demasiado. <3
De verdad gracias :D
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