19.- Vender

The Legend of Zelda y todos sus personajes son propiedad de Miyamoto Shigeru, Tezuka Takashi y Nintendo.
Palabras: 577.

19.- Vender

Aún se sentía agotada, pero logró salir de la cama y arreglarse sin marearse.

Cuando Link asestó el golpe final a Ganon y ella usó lo que restaba de su poder para sellarlo se sintió fuerte, incluso fue capaz de hablar con Link. Entonces sus rodillas dejaron de sostenerla y se sumió en la oscuridad. Al abrir los ojos ya no estaba en los jardines del palacio, estaba en casa de Impa en Kakariko con Link dormido en una silla a su lado. De eso hacía ya una semana.

Bajó las escaleras y la conversación entre Impa, Pay y Link se evaporó.

—Majestad ¿os encontráis mejor?

—Sí, Impa. Gracias por darme alojamiento.

—Aún se os ve pálida, podéis quedaros tanto tiempo como necesitéis.

Pay, a su lado, la miraba de reojo. Era una chica extraña, pero ella no era quién para juzgarla. Link la observaba intentando averiguar si se encontraba bien de verdad o sólo se estaba haciendo la fuerte; ella le sonrió para tranquilizarle.

—Yo... no puedo seguir más tiempo aquí encerrada. He tomado una decisión.

—¿Os marcháis?

—Sí, por la mañana.

Link se puso en pie de un salto como si las palabras de Zelda hubiesen activado un resorte.

—Link, ¿a dónde vas? —preguntó Impa. Esperaba que ahora que la princesa estaba en pie se quedase quieto al menos una hora.

—El equipaje.

Impa rió. No podrían pararle, Link, era así. Impulsivo y decidido.

—No es necesario que vengas conmigo, Link —musitó Zelda—. Ya no tienes ninguna obligación de seguirme. Puedes seguir con tu vida. Puedes... quedarte aquí si quieres.

—El equipaje —repitió y las dejó a solas.

—Link, no os va a abandonar. Lo ha dado todo por salvar a una persona a la que no recordaba, ¿qué motivo iba a tener para abandonaros ahora?

Porque había conocido a mucha gente, a muchas chicas interesantes, ella sólo era ella.

—¿A dónde iréis?

—Al castillo.

—Pero el castillo está en ruinas —musitó Pay—. No se puede vivir allí.

—No voy a vivir allí. En los sótanos se encuentra el tesoro real —explicó ignorando la leve hostilidad que detectaba en la voz de Pay—. Quiero recoger todo lo que pueda.

Pay soltó un bufido molestal. Zelda no la comprendía y sentía que no quería hacerlo. No le había hecho nada para que estuviera en esos términos con ella.

—Las joyas las venderé en las tiendas de la Ciudadela Gerudo. Los mapas a los orni. Las telas en Hatelia...

—¿Queréis vender el tesoro real?

—¿Cómo podría si no ayudar a refundar Hyrule? —soltó Zelda y jugueteó con el dobladillo de su camiseta—. Si Hyrule está así es porque yo no pude despertar mis poderes a tiempo. Si tengo que vender todo lo que hay en el castillo para hacerlo lo haré. Sólo son cosas, no las quiero para nada. La gente de Hyrule es más importante que cualquier otra cosa.

Link bajó las escaleras con dos macutos llenos que dejó cerca de la puerta.

—Parece que alguien está impaciente por marcharse. —Rió Impa—. Majestad, antes de ir al castillo os aconsejo que vayáis a hablar con Prunia al laboratorio de Hatelia, seguro que podrá ayudaros.

—¿No vas a intentar convencerme de lo contrario?

—No. Lo haréis a pesar de lo que os diga. Nunca os ha importado la riqueza, eso es lo que os hace tan especial, ¿verdad, Link?

Él asintió. Por eso pensaba seguirla siempre, aunque no la recordase del todo.

Fin

Notas de la autora:
¡Hola! Esto forma parte de un borrador que estoy preparando y que si llega a buen puerto podré subir pronto. Se ubica al final de BotW.
Mañana más.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top