Parte única
Semi-AU
////
Tsumiki quiere llorar.
Llorar y gritar.
Hasta que su garganta le dijera basta.
Pero no puede por más que desea hacerlo. Las gotas saladas se acumulan en la comisura de sus ojos y por mas esfuerzo que haga, están no se dignan a caer por sus mejillas y perderse en el sucio suelo.
Y se pregunta ¿por qué?
Solo se entera que acaba de despertar de un largo sueño y nunca esperó que lo primero en encontrarse fuera sus manos manchadas de sangre y... muerte. En todas partes.
No. Ella hubiera deseado encontrarse con otra cosa.
Como los ojos verdes de Megumi.
La sonrisa fría (pero cálida, a su parecer) de Megumi.
A Megumi.
Pero no lo ve y siente el miedo trepar a su garganta ¿Donde está?
Aquel hombre le había dicho algo de territorios, pero estaba tan ensimismada en los cadáveres que no prestó atención a lo demás, hasta que el se marchó.
Aprieta sus manos en su falda y camina despacio hacia el exterior, creyendo que todo era una pesadilla.
(Queriendo creer que toda era una pesadilla)
Llovía y Tsumiki se preguntó, si como ella no podía llorar, lo lluvia lo estaba haciendo por ella.
Dio un paso hacia la garúa y dejo que esta la cubriera.
—¿Tsumiki? — escucha murmurar a su espalda y miro por sobre su hombro con anhelo. Ahí estaba, su deseo. Sus ojos miran a Megumi detrás suyo, en el peor estado en que lo hubiera visto nunca.
Y... manchado de sangre, como ella.
Pero lo que no sabe es que en medio de aquella distopía, la esperanza brilla en los ojos de Fushiguro.
—Megumi...—susurra, luego de tanto tiempo.
Fushiguro parece reaccionar con eso y acorta la distancia y la rodea con sus brazos.
Tsumiki nota que ha crecido en todo ese tiempo sin verse, donde antes podían rozar sus hombros al caminar lado a lado, ahora ella debía alzar su cabeza para poder verlo a los ojos.
Y Tsumiki de pronto odia el haberse perdido mucho de Megumi.
Aquel pequeño que sin saber hizo su infancia mas llevadera tras su madre abandonarla.
—Megumi, no lo entiendo. — susurra bajito, las lágrimas de nuevo acumulándose en sus ojos.
(Pero aun sin querer caer)
Megumi odia ver a Tsumiki así, perdida y apagada.
(Y maldice a Kenjaku, en lo privado de su mente, por millonésima vez.)
Miro a su alrededor y observa a los jugadores inertes que Tsumiki, sin aun saberlo mató. La aprieta más contra su pecho y esconde su cabeza. Desea ahorrarle ese dolor, pero sabía debía hacerle entender todo eso que estaban viviendo.
Pero se concede un momento así, con ella siendo rodeada por sus brazos.
Nunca se considero una persona cálida, pero en ese momento deseo serlo para Tsumiki.
—Ya lo entenderás, Tsumiki. Ahora solo deja que la lluvia nos limpie.
.
.
.
Mi primer Megumi&Tsumiki! los amo!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top