[ I ]
La noche se adormece
y se retira a descansar
y con mesura amanece
sobre la plomiza ciudad.
Asfalto salpicado de charcos
y monotonía de lluvia
tras los cristales del coche patrulla.
Un callejón, dos cuerpos,
abrazo de muerte, niebla y basura;
rozándose apenas, a duras penas abrazo.
Destruidos, fríos, sin vida,
encontrando en el pavimento
descanso para su desdicha.
Él y ella, ella y él
—¿Cliente y prostituta?
¿Seguro? ¿Tal vez?—
y dos preguntas:
cómo y por qué.
Junto al occiso, una pequeña libreta
de páginas empapadas y amarillentas;
ríos de grafito que rezan una vaga esquela:
Descubrí en su cielo
el último de mis infiernos.
Ya no hay más camino que matar
aquello que no supe amar.
Levantamiento de los cadáveres, recogida de pruebas
y relevo de las prófugas sirenas
a los espejos de neón líquido en las aceras
de aquellas calles olvidadas por el bien
que de un crimen sin respuestas
fueron mudos testigos una nueva vez.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top